Partida Rol por web

Con alegría por qué Felicity aceptará se dirigió finalmente a ver a Baba quien bebía algo extraño pero de momento no se centraría mucho en ello.

-Aun faltan cosas pero ya habrá tiempo, saldremos deudas-

La anciana ya estaba preparada al igual que la cazadora que tenía contadas todas las monedas que debía pagarle.

Una vez la deuda fue saldada era hora de hacer nuevos negocios.

-La verdad que eso de volver entera es digno de celebración...Baba necesito dos pociones y poner en marcha un proyecto de una forja, cuánto costaría una?-

-Joi joi joi....te gustan los proyectos grandes eh....mmmm...- Se quedo mirando a las casas que habían cerca hasta localizar una que estaba cercana al gremio. Lo señalo con su bastón y una de las felynes, la que estaba por lo general tumbada encima del carro, se puso en cuatro y salto cual felina corriendo hacia esa casa.

Tardo tan solo unos segundos, no llego al minuto en volver y mientras se tumbaba comenzó a maullar en dirección a la anciana que escuchaba atenta los maullidos de la gata. -En ruinas eh...eso va a aumentar el precio.

Saco de la misma manga un ábaco y comenzó a mover las perlitas a gran velocidad. -Yunque...mmm...horno...piedras de fuego...martillos especiales...tenazas...guantes...equipo...soplador...mmmm....aceites...carbón...joi joi...una herrera...quizás dos, una ayudante...si...mucho mucho...joi joi joi.- Acabo de poner las perlitas y como si fuera un relámpago con la otra mano saco su pipa y la encendió vete tu a saber como.- Mmmm...tres de oro, por todo.

-Oh eso me recuerda...- Miro a la misma felyne que estaba ya bostezando y esta se la quedo mirando y con un suspiro, como si ya hubiera hecho su trabajo, volvió dentro del carromato y al salir saco una espada. Era una espada mas ancha que la tuya pero no mucho mas grande, no estaba echa enteramente de metal habían algunas partes que recordaban como a las escamas y cerca de la empuñadura había un adorno como de agallas. Estaba recubierta por un aceite extraño que no paraba de salir de dichas escamas. -Una de las viajeras se dejo esto aquí, podría vendérselo a otra pero teniendo en cuenta que me estas dando mas dinero que las demás puedo darte un buen precio por ella...joi joi joi.

Considerando todo lo que la anciana hacía cuenta que debía conseguir, y añadir, el precio bien podría discutirse un poco pero realmente no tenía en ese momento muchas intenciones de ponerse a regatear, aunque siempre le había resultado divertida aquella actividad con la anciana, pero lo que realmente hizo que perdiera el interés en negociar fue lo que Baba tenía guardado para ella.

Una espada, y no cualquiera, una bastante peculiar que a juzgar por su diseño, debía estar hecha con partes de monstruos cazados. Los ojos de Laika se iluminaron demasiado al ver el arma.

-Necesito eso en mi arsenal- comento emocionada al respecto, quería a toda costa poder usar aquella arma por lo que no dudo en poner el dinero suficiente para tenerla en sus manos.

-Es preciosa, gracias Baba, eres la mejor y créeme, Vainilla, Rita y yo yo somos una buena inversión- no lo dejaba claro pero ya habría rebautisado aquella espada en sus manos, quedando aún la otra, su vieja espada aún en su vaina.

-Aun no tengo todo el dinero para la forja pero iré a conseguirlo- estaba por irse pero antes de ir a buscar a Vainilla iría a guardar su vieja espada en la casa que ahora era su mirada, la dejaría contra alguna pared y la utilizaría para realizar una rápida plegaria a su abuelo antes de ir en busca de su compañera y de una nueva presa.

-Joi joi joi...eso espero.- Sonriendo mientras aceptaba el dinero y tu te llevabas la espada. Vainilla se desperezo de donde estaba, realmente estaba apoyada en los artículos de Baba, ademas conseguiste un par de pociones que siempre iba bien. Ya con tu compañera siguiéndote te despediste de tu antigua espada y pudiste comprobar que la nueva aunque no parecía mejor que la anterior, era similar, tenia esa capacidad de soltar esos fluidos extraños. De hecho cada vez que sacudías la espada mojabas un poco el suelo y por mas que intentaras secarla, siempre producía ese gel extraño.

Tu siguiente objetivo era la Kut-ku y tu misión te llevaba de nuevo a las llanuras, el lugar donde habías empezado a trabajar. El clima era agradable, se había levantado un poco de frio pero nada comparado con la montaña así que vuestros cuerpos que habían superado ese frio apenas lo notaron, pero si que notabas esa brisa que parecía recorrer el césped.

No se veía ningún peligro a lo lejos, podía ser dificil el encontrar a la criatura o seria relativamente fácil? -Recordar, yo no buena rastreando.- Comento Vainilla la cual bostezo ampliamente mientras se destensaba un poco y ya se quedaba lista para la acción, solo con su mirada atenta se podía ver que había dejado de estar relajada para concentrarse.

-Claro que lo recuerdo encantó, a ti te dejo el boom- risueña la cazadora tomo su último momento de bromear con su compañera y de acariciar su mentón antes de lanzarse de lleno a lo que había ido a hacer ese dia.

La presa era una Kut kut, una Wyvern conocida por ser usualmente la primer caza que indica un progreso en las cazadoras novatas, de su propio abuelo había conocido el apodo que el mismo y otros compañeros de oficio le daban, la profesora kut kut.

Sabría identificarla al verla y en este caso sería más fácil rastrear mirando al cielo que a la tierra.

Cazadora y Felyne, recorrieron aquel territorio con calma y disfrutando de lo que ahora era un clima sumamente agradable para ellas, luego de la montaña y la gélida aulladora, no resultaba problema alguno una fresca brisa, hasta era relajante.

Quizás fue gracias a eso que pudo tener sus sentidos alerta que fue capas de divisar a la dragona surcar El cielo sin que está la viera. Teniendo la precaución apropiada con su compañera, seguirla fue algo relativamente simple, buscando el punto donde podría aterrizar para ir a sorprenderla.

Pudiste ver la figura de la Kut ku, no la podías ver bien pero si que podías ver esa mancha rojiza que era como característico de aquellas criaturas, por fortuna no era el color rojo profundo de una Rathalos, ni tampoco su tamaño.

Llegaste a una especie de claro donde habían varias Kelbin pastando, parecían de lo mas tranquilas mientras comían y no se dieron cuenta de lo que había a su alrededor y mucho menos de que una cazadora las estaba acechando. De repente algo bajo en picado del cielo estrellándose contra una de las kelbin que apenas se dio cuenta que estaba muerta las demás salieron corriendo de lo mas asustadas, enseguida un grito muy sonoro mostrando que esa presa era suya e incluso tomando un buen bocado de ella. Su cuerpo era delgado, muy delgado, era bastante grande mediría cerca de los tres metros, apenas tenia pecho pero los podías ver balanceándose ligeramente ademas de que tenia una larga cola que por donde pasaba derriba lo que pillara. Unas orejas que parecían dos paneles solares justo en su cabeza y unas alas de color anaranjado del mismo color que sus escamas.

En ese momento la Kut-ku estaba distraída, no se fijaba en ti porque estaba comiendo, pero sus orejas parecían ser capaces de escuchar todo lo que pasara a su alrededor.

Ante ellas se encontraba la Kut Ku haciendo gala de su habilidad como depredadora al caer sobre una kelbi y darle muerte antes de que la misma o el resto siquiera se percatasen de aquello, su grito fue el aviso masivo de que nadie debía molestarla mientras comía su presa pero la guerrera vio en ello una oportunidad a aprovechar.

Valiéndose del factor sorpresa intento un acercamiento de lo más silencioso, aquellas orejas eran grandes y seguro tenía un buen sentido del oído la Kut-ku.

El suficiente como para escuchar el como Laika pisaria sin fijarse bien una rama que provocaría un sonoro crack.

Pudo ver aquel par de radares reaccionar con claridad y aunque aquella dragona no era tan grande como otras que había conocido seguía doblandole en tamaño como para no ser intimidada por ella.

-Holaaa..- saludo nerviosa a pesar de estar metida en semejante situación -Puedo hablar contigo?...cuando termines de comer claro, no quiero interrumpirte- in par de pasos serían dados hacia atrás para demostrar aquel punto.

Tal como supusiste la Kut-ku con la presa en la boca se te quedo mirando mientras sus orejas se elevaban bastante haciendo por un momento que reflectaran el sol, pero fue tan solo un instante. Conforme te acercabas la wyvern escupió la presa hacia abajo acercándose a ti sacando un poco de pecho como si te estuviera retando de alguna forma.

-Comida?- Pregunto ladeando la cabeza varias veces, recordaba por alguna razón al comportamiento que solía tener una gallina, pero inmediatamente soltó un fuerte chillido y se balanceo haciendo un efecto como de péndulo mientras su larga cola te golpeaba en el pecho tirándote un par de centímetros hacia atrás cayendo pero pudiéndote levantar rápidamente.

-Comida!!!- Saltando y haciendo gala de sus fuertes piernas mientras batía un poco sus alas y se preparaba para el combate.

Intentar hablar como en varias ocasiones no resultaba mucho aunque en esta ocasión la cazadora esperaba encontrarse con la advertencia de soltar su arma por parte de la Kut-ku. Pero lo único que recibiría como respuesta a sus palabras sería la confirmación de que aquella Wyvern tenía hambre y un fuerte golpe de cola en el pecho para dejarlo asentado.

Se incorporo como pudo la guerrera e iniciando una carrera en dirección a la dragona. -Hora del Boom Vainilla- siendo la misma pelirosa el acto de apertura al lanzarse a tratar en vano de que su nueva espada probase sangre.

Solo cortaría el aire al ser esquivas pero aquello solo dejaría a la dragona expuesta para recibir la explosion d la felyne.

El agua salpico el aire y parte del cuerpo de la dragona, pero sin haber corte no hizo nada mas que dejar sus escamas de lo mas brillosas. Tomaste un poco de distancia de la criatura mientras esta parecía alzar la cabeza para darte un picotazo, por fortuna escuchaste un bufido en tu espalda que contestaba a tu orden.

-Mew....- Y ahí estaba, corriendo una vez mas hacia el peligro con su pecho en llamas por la pólvora encendida, fue directamente al pico de la Kut ku y con un sonoro “!Bom!” la Kut-ku retrocedió hasta casi caerse a un lado mientras sacudía su cabeza de lado a lado quitándose los restos de pólvora de sus ojos.

Apenas le había hecho daño pero había sido el suficiente para que ni siquiera hubiera intentado el atacarte.

La explosion de Vainilla mantenía a raya a la Kut-ku, de no ser por ella la cazadora no solo habria sido golpeada nuevamente, o peor aún, el recuerdo del fuego que había mencionado Felicity la hacía estar en guardia en todo momento y atenta a poder aprovechar cada oportunidad que se le presentase.

Cómo aquel mismo momento en el que la Wyvern se encontrase sacudiendo su cabeza, la atención de la misma sobre la cazadora tuvo una baja que ella no dudaría en aprovechar.

Llevando más haya de sus capacidades, se desplazo a gran velocidad para asestar dos impactos de su espada contra su presa, siendo el último más potente que el primero.

El despliegue de aquella agua haría incluso las heridas más dolorosas en las piernas de la dragona, pero no letales, no la quería muerta solo inconciente.

-Nosotras comida no, venir con nosotras- de la veia sería con arma y escudo en alto, aunque no podría evitar lanzar su propuesta pacifica una vez más.

-Darte hogar y tratarte bien- Esperaba que hablar de aquella forma fuese más fácil para la Wyvern de entender sus palabras y lo que proponía.

Ahora si, el agua empezó a golpear el cuerpo de la Kut-ku como si se tratara de látigos que golpeaban con firmeza sus escamas. No sabias muy bien como controlar aquella espada, pero era quizás mejor dejarla hacer lo que mejor sabia. Tus manos se empapaban pero por alguna razón el agarre era muy cómodo y hizo que el propinar aquellos golpes fuera mucho mas fácil.

No querías matarla, no querías herirla de gravedad así que los golpes los tenias que hacer con el borde no filoso de la espada pero eso no hizo que la Kut-ku no recibiera daño. Se tambaleo un poco y cayo por un momento de bruces al suelo, semi derribada mientras hacia grandes esfuerzos por no permanecer mas de un segundo en esa posición.

Rodó pesadamente sobre si misma antes de alzar sus alas y hacer un gran bramido que te hizo daño en los oídos, un poco al menos. Dio largos saltos como alzándose en el aire un poco, tan solo un palmo mientras volvía a rugir. -Comida!!!- Como muy enfadada, sus ojos parecían brillar y su boca empezó a recubrirse como de fuego, gran parte de su cabeza parecía tener una aura de fuego.

-Qué no soy comida!!- bramo la guerrera visiblemente molesta aunque por la forma de hacerlo más que provocar terror, se veía más adorable por la forma de protestar dando un pisotón en el suelo y soltando un bufido que contribuir a su aspecto.

Aún así eso no la detendría de prepararse para una nueva ofensiva.

Termino por acercarse nuevamente, aprovechando el momentum a su favor hasta ahora, la suerte le acompañaba y su cambio de respiración fue el foco que necesitaba para dejar de lado su molestia y emplearla nuevamente para castigar esta vez una de las alas de la Kut-ku. No la dejaría escapar.

-Graaaaaar.- Soltó un gruñido al cielo bastante enfadada mientras castigabas una de sus alas, soltando un chillido lastimero por un momento mientras se echaba a un lado por culpa del golpe. Pero parecía que a la pequeña aun le quedaban bastantes energías y ese momento que estuvo como calentando su cuerpo...sin duda se noto.

Su pico refulgía con llama mientras se tiraba literalmente hacia ti. Tuviste que alzar el escudo para que no consiguiera clavar nada en tu piel pero la Kut-ku lo agarro con ambas manos para que no lo movieras mientras te miraba con intensidad. Con una rapidez inusitada empezó a picotearte el cuerpo haciendo varios moretones aquí y haya mientras te picoteaba.

Entre tu que empujaste y Vainilla que le dio un placaje con sus pies conseguiste quitarte de encima a la Kut-ku, la intensidad de sus llamas bajaba pero seguía con el pico encendido.

La dragona se ensañó con la cazadora. Un picotazo tras otro golpeó su cuerpo y la hacia doblarse del dolor tras cada golpe y soltar quejidos a la par; se notaba que había hecho enojar a la Kut-ku tras todos esos ataques previos y ahora pagaba las consecuencias.

Solo con la ayuda de Vainilla fueron capaces de quitar de encima a la ensalada dragona. Laika tuvo que tomar un momento para recuperar el aliento, con el escudo en alto una vez más aunque esté mismo fuese el causante de haber recibido tanto daño, solo que ahora estaría atenta.

-Haaa...ok, es suficiente...Vainilla, conmigo.- no era muy clara la orden pero esperaba que su compañera entendiese que debía prepararse para ser solicitada su fuerza. Tomando una última bocanada de aire antes, la cazadora se impulso con vertiginosa velocidad, zigzagueando para confundir a su presa y en el momento oportuno atravesar con su espada el ala que aún no había sido golpeada.

-Vainilla a la cabeza- dando aquella orden el despliegue de agua sería el acto telonero de aquella artista artificiera y su obra tan estridente.

Tus ataques estaban haciendo mella, y bastante a decir verdad. El agua salpicaba a la Kut-ku como si se tratara de látigos que golpeaban las zonas blandas que ibas marcando con la espada, notabas que la Kut-ku empezaba a presentar heridas y aunque estaba rabiosa se estaba empezando a cansar.

A tu orden el maullido de Vainilla te dio a entender que estaba preparada, fue hacia ti y salto sobre tu escudo para usarlo de trampolín mientras ponía su cuerpo como si se tratara de una bola y en el momento de rozar a la wyvern, se abrió como una mariposa y la explosión daño un poco sus orejas. Se escucho un grito lastimero por parte de la wyvern mientras bajaba sus orejas un momento y se echaba hacia atrás, moviendo su cabeza de lado a lado antes de centrar su mirada en ti...estaba enfadada.

-Graaaaaar- Levanto ambas manos como si fuera un fantasma y soltó un fuerte rugido de enfado mientras que su tripita iba encendiéndose en fuego. Una fuerte llamarada, no tan fuerte como se esperaba pero aun con todo una llamarada, impacto en tu cuerpo haciéndote retroceder y obligándote a clavar el escudo al suelo para no caer rendida. Las llamas había hecho buenos estragos en tu cuerpo pero la llama que iluminaba a la Kut-ku se estaba apagando y la verdad se la veía ahora mismo bastante débil.

La respuesta de aquella que por momentos no sabía si definirla como presa o como la real cazadora, fue abrasadoramente efectiva. La parte del cuerpo de Laika que se llevo lo peor de aquellas llamas fue el brazo que sostenía su escudo. A pesar de que la adrenalina no era capaz de mitigar todo el dolor que su cuerpo sentía, este solo se intensifico en el esfuerzo que tuvo que hacer para no ser derribada y puesta en una situación aun mas comprometedora de lo que ya era. Ahora había comprendido a la perfección, en carne propia literalmente, por que Felicity le había advertido acerca del fuego de la Kut-ku, y eso le hacía preguntarse el como le hubiese ido con encargos mas remunerados a la par que peligrosos.

La cazadora se sentía exhausta pero no por ello derrotada. Busco entre sus pertenencias una poción, necesitaba mitigar aquel dolor, solo lo suficiente para no volver a soltar un golpe débil o carente de presición. Destapo el frasco con los dientes en cuanto pudo y bebio de una sola sentada aquel liquido que le ayudaría a incorporarse y volver a impulsarse contra la dragona. No habían palabras esta vez, solo jadeos de cansancio mientras corría y se lanzaba a propinar un ataque mas, un impacto de su espada. Esperando que ese fuera el ultimo, o las cosas se pondrían aun mas difíciles y tendría que volver a situaciones como las vividas en la montaña con las legianas. Si tenía tanta suerte.

La pócima hizo que tu cuerpo no se notara tan pesado ni adolorido, las quemaduras estaba hay pero de todas maneras había mitigado el dolor y eso hacia que te pudieras concentrar mas en tu presa. La Kut-ku, su pico que antes había estado encendido ahora estaba apagado y parecía querer defenderse de ti. Alzo un poco su brazo para poder parar tu golpe o frenarlo al menos pero tu espada de nuevo volvió a latiguear su cuerpo.

En respuesta la Kut-ku dio una vuelta sobre si misma, su cola por un momento iba a impactarte pero colocándote de rodillas y desviando la cola hacia arriba volviste a hacer que perdiera parte del control haciendo que esta se desestabilizara lo justo para que no pudiera atacarte.

Lo estabas haciendo bien, ambas dos estabais heridas y la Kut-ku aun le quedaban energías, pero parecía que el combate estaba de tu parte.

El agotamiento era un recuerdo constante en cada tensión delos músculos de sus piernas para moverse, en su agitada respiración y en sus ojos entrecerrados a causa de tener que aguantar el dolor de sus heridas.

La guerrera estaba en condiciones muy similares a su oponente que parecía ya no poder contener la fuerza de ignición necesaria para mantener su aliento flamigero. Aquello resultaba ser un alivio pero no un motivo para celebrar o relajarse.

Sabía que si se detenía a descanzar su cuerpo asumiría aquello y volvería más torpes sus movimientos. Algo que no sabría si había ocurrido o si es que la dragona aún le quedaban fuerzas para ser ágil, pues ninguno de sus ataques logro conectar en el cuerpo ajeno.

-Quedate quieta cielo- comento con Clara frustración a pesar del uso de sus palabras. -Hazle Las cosas fáciles a Laika y... una vez más abanico su espada sin que está probase nada excepto el aire. -Demonios...vete a dormir!!- una vez más fallaría su golpe provocando un agudo y molesto chillido de su parte.