Partida Rol por web

Una espacie de advertencia a modo de gruñido por parte de la Tobi cuando empezaste a besar el miembro daba en claro que castigaría cualquier intento de hacerle daño. Lentamente la presión de la Tobi fue menor, te soltó el cabello y ella misma se puso cómoda poniéndose como de lado mientras tu seguías atrapada en su miembro. La textura era muy suave, tenia un aroma de lo mas agradable aun estando en la situación que estabas y la forma que tenia se te hacia cómoda de meter en la boca. Aun así la Tobi no te dejo de vigilar en todo momento aunque de tanto en tanto un leve jadeo se escapaba de entre sus labios que ya no mostraban tantos colmillos como antes, si no tuviera ese carácter de estar permanentemente enfadada podría ser una criatura de lo mas hermosa.

Sus pechos se balanceaban ligeramente por la respiración entrecortada mientras que la electricidad ya no se hacia tan patente, sus puás se reblandecían dando una textura de pelo, ahora podías entender que lo que hacia que estuvieran tan rígidas eran las corrientes eléctricas que generaba de alguna forma. Una pasta empezó a subir por la uretra hasta bañar tus labios, un poco de liquido preseminal de sabor acuoso, nada penetrante casi diluido haciendo que fuera medianamente agradable.

-Humana...lista....- Dejo escapar ella con una voz menos ronca y por un instante parecia que se reblandecía pero al haberla complacido ahora te tocaba a ti. Paso una mano por tu nuca y con firmeza te dio la vuelta, separando su rostro del miembro y enterrándola en su cola, rápidamente con la otra mano te levanto la cintura obligándote a ofrecer tu sexo a la bestia.

Esta se aseguro de que entendieras que te quería así porque apretó bastante tu cabeza contra su cola antes de apartar la mano de la nuca y llevarla a una de tus nalgas, abriéndola ligeramente antes de pasar de forma lenta y tranquila su lengua por toda tu rajita y ano, saboreando tus fluidos y de paso lubricandote. -Celo.- Respondió ella mientras se ponía de nuevo a cuatro patas y iba acercándose a tu cuerpo, quedando sus pechos encima de tu espalda y el glande rozando tus labios vaginales buscando tu entrada. -Estar en celo ya...así debe ser una hembra.- Antes de que con un movimiento de cadera empezara a obligar a tu interior a abrirse pues el miembro comenzó a abrirse paso sin ninguna piedad.

Solo me trajo un poco de tranquilidad el dejar de sentir su mano jalando mi cabello con fuerza, al menos podría sentirme ligeramente mas segura con el hecho de que mientras hiciera lo que me estaba pidiendo, mientras su goce fuese asegurado, yo no sería lastimada y por el momento eso era mas que suficiente.

Su miembro era algo mucho mas manejable que lo que había sido el de la Barroth, al menos este si podia hacer el intento de cubrir su glande entre mis labios para atender el mismo con circulares lamidas. Debía reconocer que aquella situación me estaba poniendo muy sensible a los estimulos. El estar en una situación peligrosa con una fiera que en cualquier momento podía cambiar de parecer y dejarme llevar las riendas de aquel asunto entre manos, me dejaba un escalosfrio de lo mas perturbadoramente delicioso.

Pero para mi sorpresa no era la única que disfrutaba, pues la Tobi pronto comenzo a soltar unos jadeos de lo mas agradables para mi oido. Aquello me llevo a alzar la mirada en busca de su rostro, aunque antes de eso podía presenciar como su respiración parecía intensificarse, provocando un suave movimiento de sus senos que me resultaba hasta hipnotico. Realmente era una mujer hermosa y aunque fuese toda una fiera salvaje, su intensidad era demasiado atractiva para mis ojos, mas aun ahora que se había permitido disfrutar de mis atenciones sin dejar de vigilarme. Que bueno para ambas que la situación me encendía tanto que no tenía la mas mínima intención de rebelarme contra su autoridad.

-Sabe bien....- Suspire entre jadeos cuando me libere por escasos segundos, lo suficiente como para poder emitir unas palabras inconcientes ante la prueba de aquel liquido preseminal que su miembro me estaba otorgando. No era particularmente sabroso ni nada, pero ya se me había hecho una costumbre el buscar provocar mas excitación en mis parejas con frases así en medio del acto.

-Eh?- pero no tendría tiempo para quedarme allí disfrutando de darle placer a la Tobi, pues esta parecía impaciente. Con un brusco movimiento ella me puso contra su cola y con fuerza sujetaba mi cabeza contra la misma -Auch...eso duele- reclame con la voz casi quebrada pero pronto la sorpresa me invadio al sentir como estaba manipulando mi cuerpo con tanta facilidad como para dejarme en una posición sumamente expuesta. -Espera...es muy pro..hiiii!!!- trate de apelar a su conciencia pero esta mujer tenía bien en claro lo que quería y cuando, y al sentir su lengua pasar con tanta lentitud un ligero gritito se me fue arrebatado de mis labios, pero pronto sería reemplazado por un suave gemido de gusto ante el tacto de su lengua.

No me esperaba eso de ella y quizas la sorpresa hizo que se sintiera aun mas intenso que si hubiese estado estimulandome antes. Ella declaraba y hacía una exposición de mi humedad y mi condición muy similar a la de un celo, pues estaba sumamente mojada y caliente; el pecho me ardía y quería mas atenciones ahora que me había dado una probada de ello. Pero uno no siempre tiene lo que quiere.

-Ahhhh, espera....se gentil por favor...- Pedía por un poco de piedad pues su miembro se adentraba sin ningun miramiento ni cautela dentro mio, solo avanzaba cada pulgada del largo de este sin importar si a mi me dolía o no. Eso me llevo a levantar mi espalda, presionando aun mas esta contra su pecho. Queria agarrarme con una mano, enviando esta por encima de mi hombro, en un intento de sujetarme de aquella que me estaba empalando hasta lo mas profundo de mi intimidad. -Por favor....dame un momento...ahhh- Suspiraba entre una mezcla de gusto y dolor. Ahora mi respiración se veía mucho mas agitada que antes, moviendose así mis pechos por pura inercía y soportando el peso de ambos cuerpos con una sola mano, aunque no sabía cuanto tiempo podría aguantar así, aunque en gran medida con aquella forma de sujetarme era solo para sentir un contacto mas ameno, quizas pedía demasiado pero me desesperaba esa sensación a la que era sometida tan drasticamente.

Me sentía sumamente llena, mas que con la Barroth, pues a diferencia de la dragona de tierra, el miembro de esta si podía adentrarse mas facilmente en mi interior. Solo esperaba no recibir una descarga por mi osadía de querer buscar un momento para aclimatarme a ese intruso en mi cuerpo.

-Prometo hacerte sentir bien.....ahhh es mi disculpa...por atacarte...- sola buscaria el movimiento de mis caderas para controlar y adaptarme mejor a su falo, quería acostumbrarme lo mas rapido posible para que su impaciencia no la llevase a comportarse demasiado ruda conmigo, aunque una parte de mi esa sola idea le gustaba mucho.

Ella no tuvo piedad, no importaba si pedías clemencia por su parte, no la tuvo. Si intentaste alejarte del miembro o lo que fuera, ella se apretaba mas a ti encerrándote en su cuerpo para que solo tuvieras su cola como apoyo y su cuerpo como limite. Por fortuna el miembro era agradable que entrara pero de todas maneras eran muy largo y grueso, quizás el doble que el de una humana. Solo cuando su glande rozo la entrada de tu útero la Tobi se quedo quieta y soltó un jadeo de placer, al ver que intentabas apartarla agarro ambas muñecas y las tiro hacia delante de tu cabeza encerrándolas en su mano para que dejaras de “molestarla.

-Hembra acostumbrarse rápido a servirme.- Dictamino como su aquello lo explicara todo. Te dio unos segundos para que acomodaras tu pelvis pero enseguida empezó a moverse. Lo hacia casi con malicia porque sacaba todo el miembro de tu interior hasta que tus labios exteriores lamían el glande para de nuevo volver a entrar pero cada vez con mas violencia, la primera solo metía medio miembro, la segunda un poco mas y para la cuarta ya intentaba darte una nalgada con su pelvis pero quedaba algo de miembro fuera por lo que solo conseguía dar un fuerte beso con su glande en tu entrada.

Un poco de saliva bajo por la comisura de los labios de la Tobi y te mancho la espalda mientras se iba moviendo con mas firmeza, sus pechos rozaban toda tu espalda y notabas como sus pezones estaban erectos y duritos, sus manos sujetaban las tuyas y podías sentir su presión como si aquello le estuviera encantando. Llegado a un punto arqueo la espalda y gimió de placer antes de darte la vuelta con brusquedad aun con el miembro en tu interior, tomando rápidamente tus piernas y obligándote a flexionarlas hacia tu cuerpo teniendo prácticamente tus muslos en cada una de tus mejillas.

-Grrrrr...- Te mostró los dientes, mas que estar siendo penetrada para ella estabas siendo violada, pero desde esta postura podías ver el hermoso cuerpo de la Tobi como se movía. Coloco su pelvis encima de la tuya y empezó a moverla de arriba a abajo para que el miembro entrara limpiamente en tu vagina, empezando a hacer sonidos bastante obscenos cada vez que entraba. -Seras buena hembra....grrr....aaaah....- No sabias cuanto aguantaría, pero estaba cerca del clímax.

No había piedad alguna, ella no sería como la Barroth y la clave que marcaba la notable diferencia es ese sentimiento de poder que otorga la autoridad, la superioridad que dejo establecido de forma natural que yo era inferior y ella podía explotar mi debilidad al máximo para saciar cualquier capricho que tuviese.

Sus embestidas, violentas como solo ella podía ser, me sacudían por dentro con una intensidad y malicia que me dolía con la misma intensidad que pronto elevaría la temperatura de mi cuerpo hasta alcanzar valores críticos. Mi piel ardía y solo lograba enardecerme mas con la presión de sus pechos, su saliva incluso se sentía sumamente fría cuando podía percibir su humedad caer en mi espalda. El imaginar su expresión salvaje y libinidosa me llevaba a apretar mis piernas y provocar toda clase de contracciones que buscaban refrenar un poco sus constantes penetraciones, al menos relentizarlas un poco, algo fútil a final de cuentas.

Mis labios no se gastaban en intentar silenciar los cada vez mas constantes gemidos de gusto; no podía ocultar que aquel trato me facinaba en cierto grado. Que me tuviera asi sujeta de las manos me obligaba a oprimir y juntar mis pechos, limitando el balanceo de estos pero dando un vistazo muy erótico a cualquier espectador.

-Ahhh...mhhhhh muy grande....ahhh- No podía hablar con claridad y las fuerzas de la parte superior de mi cuerpo me fallaba. Acabaría por dejar caer mis pechos contra la aplanada cola de la Tobi, o al menos eso hubiera querido, pues al final la misma hizo de mi cuerpo lo que quiso. Para ella no era mas que una muñeca de trapo a la cual mover a su antojo al obligarme a tomar aquella posición incomoda para mi, aunque eso no quitaba aquella sensación de ser totalmente dominada, de que alguien de caracter mucho mas fuerte me sometiera a sus caprichos y aquello, aunque fuese orgullosa me encantaba.

Mis gemidos se convirtieron en gritos del mas puro placer ante cada golpe de su glande en la profundidad mas humeda y recondita de mi sexo. Pero la vista, ohhh la vista que me estaba regalando era algo maravilloso el ver su esbelto y voluptuoso cuerpo sacudirse de aquella forma; ver sus pechos botar y aquella expresión de su rostro babeante y acalorado por el deseo con cada pulgada que podía ver desaparecer dentro de mi cuerpo en reiteradas veces. Me hacía preguntarme si ella disfrutaría de tocar y oprimir mis piernas, o si el intento de masaje que le daba a mi invasor era de su agrado, pues para esos momentos, estaba sumamente receptiva y entregada al placer.

-Mas....quierooo....- Gemía tan fuerte y pesado que no podía completar lo que pensaba decirle, las palabras quedaron atoradas en mi garganta y mis ojos comenzaban a irse hacía atrás. Trate de mantener contacto visual con sus ojos en todo momento, pero las sensaciones eran tan fuertes que solo podía concentrarme en usar mis manos para ser un mejor apoyo para ella.

-Llename....aun mas... Ya no me importaba la humillacion o el haber perdido, solo quería saciar mi lujuria y la ajena.

-Grrrr...-Abrió la boca y un poco de saliva bajo cerca de tu rostro antes de que ella bajara la cabeza parando de penetrarte y con la lengua describiera una lamida desde tu cuello hasta tu mejilla, a modo de beso de la Tobi. Se te quedo mirando antes de subirse si eso era capaz, un poco mas a tu cuerpo y volver a mover la pelvis chocando constantemente contra tu vagina. Podías sentir sus duros testículos golpeando tus nalgas y como el miembro hacia lo imposible por entrar por completo, pero eso no era posible, tu cuerpo no lo permitía y eso hacia que tu placer fuera en aumento.

Parecía que la estabas complaciendo, estabas haciendo que la Tobi te considerara una hembra aceptable y mas por como estabas disfrutando de su sexo. Los jadeos de la criatura fueron en aumento y estaba de lo mas ansiosa, notabas como su miembro crecía en grosor dentro de ti y sabias que estaba a punto de correrse. -Llenar a la hembra...- Casi como si fuera un rugido en susurro antes de soltarte las manos y agarrarte bien el cuello a modo de perversión.

Su cintura golpe con mucha fuerza y en el momento en que el glande rozo la entrada de tu útero esta arqueo la espalda y empezó a gemir de placer de una forma ciertamente aguda. Una corriente eléctrica recorrió literalmente tu interior mientras el semen empezaba a salir a borbotones del miembro de la criatura llenando hasta el ultimo rincón de tu organismo, sentías como se te hinchaba un poco el vientre pero solo fue un momento porque por la presión el semen bajo rápidamente por su miembro antes de que ella se convulsionara un poco por el placer de correrse dentro de una humana.

Se relamió los labios antes de que fuera retirando el miembro de tu interior y aun manchado de tus fluidos y los suyos apoyo el miembro en tu vientre, justo en la zona de tu ombligo y sin soltarte el cuello, te estaba asfixiando un poco, hablo. -Ahora tu...mi hembra...

Ya no podía aguantar ni un segundo más, hacia todo lo posible para no dejarme caer de buenas a primeras en la intensidad del orgasmo que estaba a las puertas de dar conmigo y junto con ello quizás un poco de alivio.

Pero solamente fui una ilusa, estaba tratando con una bestia salvaje que solo quería mostrar su autoridad y jugar con mi cuerpo como si este fuese una muñeca de su propiedad, a la cual poder manipular a su más completo antojo.

Sus manos apresaban mi cuello y no me dejaban experimentar al máximo aquel placer. Quería poder gemir tan fuerte como me fuese posible y aquellas garras impedían el libre paso del oxígeno así como mi facilidad del habla o al menos el poder gemir sin contenerme un apice.

Me sofocaba y asfixiaba más haya de sus manos, aquel porte intimidante. Era algo excitante aunque notaba la falta de control en la Tobi, aún podía disfrutar de su trato y de la delicia que fue el sentir como cada recoveco de mi intimidad fue bañado en su semilla.

Me sentía tan plena, tan llena de ese electrizante calor que no pude evitarlo más, ni tampoco la segunda vez. Pues uno tras otro llegaron los orgasmos al punto que no sabía el lapsus entre el terminar del primero y el acabar del último. Aquella sensación fue tan intensa que no pude retener más tiempo mi consciencia. Todo se me fue lentamente a negro, ya que entre las heridas y lo agotador que resultó ser el pasar el rato con la Tobi, ni siquiera fui capas de responderle, solo me desvanesi sobre su cola y quedaría tendida en esta.

Te abandonaste a los reinos de morfeo mientras la Tobi seguía agarrada a tu cuello, dejando que su semen golpeara tu interior antes de sacarla y que bañara tu cuerpo. Pero escuchaste lo que parecían ser explosiones si es que eso era posible, escuchabas como la Tobi rugía a los cielos con fuerza y por supuesto, escuchaste como un montón de manos entre maullidos te sujetaban y te movían hacia un lugar que no tenias ni idea.

Te despertaste en tu cama, te encontrabas desnuda y alguien te había lavado, tu armadura se encontraba cerca de ti y tu espada reposaba a un lado. No había nadie en tu casa pero la luz se filtraba por la ventana, al moverte podías haber pensado que era un sueño pero tu vagina dolía un poco y al tocar notabas que aun estabas un poco dilatada por el miembro de la Tobi, no, no había sido un sueño, pero alguien te había rescatado.

Estabas casi segura solo con mirar un poco por la ventana que no estabas en un lugar desconocido, estabas viendo tu campamento y desde donde estabas solo quedaba el hecho de que estabas en el gremio. Escuchabas un montón de maullidos provenientes de abajo, maullidos felinos.

El despertar fue algo de lo mas ajeno posible. Mis ultimas memorias me habían preparado para tener una abrupta interrupción de mi sueño, pensé que despertaría en medio de una lucha pero en su lugar fue en una cómoda cama que se me hacía un tanto extraña y familiar al mismo tiempo.

A medida que mi mente se aclaraba y mis ojos buscaban identificar aquel sitio como la habitación de un recinto, no solo iba cayendo en cuenta de que me encontraba en el gremio, sino que los sonidos se volvían mas nítidos y fáciles de escuchar. Había una gran cantidad de maullidos que venían desde abajo por lo que podía empezar a sospechar que podría tratarse de las gatas de Baba.

Mas allá del ligero dolor en mis partes mas intimas, no parecía que tuviera alguna otra herida que pudiese ser un problema para poder levantarme de esa cama e ir por mi ropa, al menos las partes fáciles de poner como los pantalones y la musculosa, tampoco quería demorarme mucho en bajar, quería saber a que se debía tanto escándalo aunque podía hacerme una idea del motivo.

-Meeeeewwww...- El salón del gremio estaba un poco, lleno a decir verdad. Habían como seis felynes sentadas alrededor de una mesa mientras comían pescado, pero eso no seria lo mas importante si no fuera por lo que llevaban encima. Todas las felynes llevaban armaduras elaboradas de combate, de diferentes piezas de monstruo, una llevaba una ballesta pesada en su espalda, otra una espada a dos manos, un arco, otra una katana y así sucesivamente, sin duda eran como una especie de cazadoras felyne.

Vainilla se encontraba sentada en la barra, tomando lo que parecía ser una jarra de leche con su tradicional expresión, al ver que bajabas movió un poco sus orejas identificándote y asintiendo hacia la encargada que te saludaba de forma mas alegre, Vainilla se fue a sentar con las demás felynes mientras Felicity te indicaba que te sentaras. -Buenos días bella durmiente, parece que por fin has despertado.

Saco una ración de comida y te la coloco delante mientras iba lavando algunos platos. -Vainilla vino corriendo hacia el gremio para pedir al equipo de rescate que te fuera a buscar, parece que has tenido un buen encontronazo, te encuentras bien? Tuvimos suerte de sacarte pronto del nido.

No esperaba encontrar a un grupo de Felynes tan bien preparadas, demonios hasta se veía claramente que tenían mucho mejor equipamiento y experiencia que yo misma, eso en cierta forma me daba una sana envidia por eso mismo.

Quise hablar primero con vainilla pero por lo visto, no era el momento. Ahora debía centrar mi atención en Felicity, no quería ser grosera con ella después de todo. Me acerque hasta ella y me sente donde me indico.

-Jeje, lamento eso...llevo mucho tiempo dormida?- No era bueno aquello, me preocupaba la respuesta pues mas de un dia de sueño indicaba lo fuerte que me había golpeado aquel relampago de la Tobi, algo a tener muy en cuenta a partir de ahora mismo. Aunque la primer buena señal fue el no contenerme a la hora de empezar a comer de aquellas raciones que me había ofrecido la encargada del gremio, como negarse entre que era algo que venía de ella y un inmenso apetito que me invadio en el momento.

-Gashia- Ni siquiera había alcanzado a tragar apropiadamente mi comida antes de tratar de hablar nuevamente. Pero al menos eso sirvio para enterarme quien había sido mi salvadora inicial.

-Lamento los problemas, no pude contra una monstruo que generaba electricidad y me hizo prisionera como sabras....Gracias por la ayuda, también se lo agradecere a Vainilla...Tu crees que esta enojada conmigo?- Aun se me hacía difícil saber si en ese instante estaba siendo distante conmigo o solamente era su personalidad.

-Por cierto de donde salieron esas Felynes tan bien armadas? cada una de ellas se ven peligrosas.

-Tan solo llevas un día, come tranquila que no se va a ir a ningún lado.- Apoyándose en la barra y mirando a las felynes las cuales hablaban todas entre maullidos, incluso Vainilla la cual parecía algo mas comunicativa con las de su especie. -No, no esta enfadada, si diste lo que pudiste no tiene porque estarlo, solo que quieras o no a estado algo preocupada por todo lo que a ido sucediendo, nunca la había visto correr tanto.

-Pues te presento al equipo de rescate, son el equipo especial de Baba, todos los gremios tienen uno, se dedican básicamente a ayudar a las cazadoras que se quedan atrapadas en un combate, si no, perderíamos mas cazadoras que monstruos cazados, ellas son muy capaces de luchar pero piensa que no acabaron con tu presa, solo la ahuyentaron.

Se escucho un “meeewww” como si te hubieran escuchado mientras ponían los pescados en alto y brindaban antes de volver a centrarse en comer. -Lo único que hay que darles una buena comida después de cada caza, es una buena recompensa, pero tranquila que eso lo paga el gremio.

Empezó a limpiar con un paño la barra. -Una Tobi Kadachi, tuviste suerte de salir con vida, te encuentras bien? Te ves capaz de volver a la caza o necesitas mas descanso?

Extendi un saludo ante la presentación del equipo de rescate, realmente les debía una grande por haberme sacado de ese sitio, aunque bien podría acostumbrarme a apaciguar las ansias de sexo de una monstruo como la Tobi Kadachi, no me agradaba eso de quedarme allí indefinidamente o de ser madre aun, aunque no estaba del todo segura si aquello era posible por la diferencia de especies.

-Gracias por todo Felicity, perdona si las preocupe....tratare de ser mas cuidadosa-

Me sentía un tanto avergonzada teniendo que decir aquellas palabras y el tono carmin que adoptaba mi rostro era prueba de ello. Y aunque fuese extraño, aunque vi una oportunidad para coquetearle a Felicity, sentía la necesidad de contenerme y no hacerlo por el momento, habian sido demasiadas emociones con lo de la Tobi Kadachi.

Terminando ya de comer, o de engulliar si somos mas especificos, ya me sentiria de nuevo en el mundo, y lista para responder.

-Estoy bien, me siento genial, creo que ire a terminar lo que empece, que tampoco quiero demorarme en construir esos baños de lodo, traeran un buen turismo a la aldea.-

No quería comer e irme, pero ya había perdido un dia entero durmiendo y quería empezar con las construcciones de los baños antes de que estuviese listo el establo de la barroth.

-Terminare mis misiones, gracias por todo Felicity, volvere pronto-

Se me hacía extraño despedirme así, como que lo veía bastante dramatico comentarlo con esas palabras, aunque el drama era algo que no escapaba a mis gustos.

Mis pasos me llevaron hasta Vainilla, quedandome de pie cerca suyo.

-Gracias- Sería igual de escueta que ella para responder pero mi calido abrazo no se hizo rogar tras mis palabras. -Seguro la palmaba o esclavizaban si no fuera por ti....Como te sientes Vainilla, quieres mas oportunidades de explotar?, por que yo me siento bien para continuar.-

-Si em...tema plantas...vale es que el contrato se a finalizado ya.- Quiso excusarse Felicity antes de ir a por una bolsita pequeña de plata y ofrecértela, dentro habían 20 moneditas.- Veras el contratista ya a conseguido las plantas que quería porque bueno...hay Felynes que se dedican a estas cosas o otras cazadoras, en fin que las plantas que trajiste no iban a durar mucho así que se las he vendido como he podido, no es mucho pero imagino que es mejor que un manojo de hierbas secas. Quizás así podrás dedicarte mejor a la caza? Que parece que te esta trayendo mejor suerte no crees?

-Mew...- Las felynes, como si todas estuvieran sincronizadas, cosa que daba entre mal rollo y demasiado adorable, dejaron de comer y se te quedaron mirando con las orejas levantadas, todas menos Vainilla la cual seguía con su tranquilidad característica.

Movió un poco las orejas cuando la abrazaste y te dio un par de palmadas en la espalda como haciéndote entender que no pasaba nada, que los accidentes podían ocurrir. -Si....mew explotar.- Soltando un maullido mas antes de ponerse de pie y colocarse de nuevo los barriles de pólvora en el cuerpo. Las felynes soltaron una especie de “purr” para ellas mismas y volvieron a comer, eran extrañas este equipo de rescate pero después de todo te habían salvado, que mas daba como se comportaran si eran felices.

-Entonces, volverás al bosque?- Quiso saber Felicity.

El escuchar lo de las plantas no fue una noticia agradable, aunque si esperable si a fin de cuentas ya había pasado bastante tiempo desde que accedi a hacerla, tenían tiempo limite al fin y al cabo.

No había mucho que hacer al respecto mas que agradecer lo que había logrado ella que me pagasen por una misión incompleta, no podía quejarme la verdad.

Lo bueno es que ni Felicity ni Vainilla estaban molestas al parecer, ambas realmente eran unas excelentes compañeras a su manera de hacer las cosas. Realmente estaba agradecida por su ayuda y la única forma que se me ocurría de momento para retribuirles es con progresos.

-Si, si solo dormí por un día entonces aun no debe expirar el encargo de la pukei pukei- aun teniamos tiempo, podía completar aquella misión y acercarme mas a el primer paso para hacer que esa aldea comenzara a generar algo de dinero en paralelo a lo que yo pudiese obtener de las cacerías.

-No perdamos tiempo Vainilla, el tiempo es oro como dicen- Animada y renovada, no podía dejar que una derrota me abatiera, sin mencionar que no la había pasado tan mal al perder, aunque no sería algo que buscase activamente. Sin mas que hacer me apuraría para salir por mis cosas, prepararme y partir hacía el bosque.

Una vez te despediste de Felicity, volvieras a tener a Vainilla a tu lado y tenias un par mas de monedas encima, te pusiste en camino hacia el bosque. Era una mañana fresca, parecia que el tiempo iba a cambiar pero por fortuna no cambiaría de forma radical, aun brillaba el sol y transmitía cierto calor.

El camino hacia el bosque ya lo conocías, al llegar Vainilla arrugo un poco la nariz y estornudo un momento antes de mirarte y decir. -Polen.- De forma bastante simple antes de empezar a entrar en lo que era la espesura. Allí encontraste unos rastros de lo mas curiosos, era como si algo hubiera, literalmente, lamido los troncos para recolectar la savia, ademas de encontrar unas pisadas bastante grandes a veces en el suelo y otras apoyadas en lo que era la madera.

Te fuiste adentrando mas y mas siguiendo ese rastro hasta que llegaste a un pequeño claro donde había un par de troncos caídos por el tiempo, ya medio podridos y allí acababa el rastro, junto a una especie de pocillo con mas baba en ella, pero esta vez la baba era como violácea.

Vainilla saco una de sus bombas de su mochila mientras miraba a todas partes, erizando ligeramente el pelaje.- Aquí...-

Los rastros nos llevaron a un claro del bosque de lo mas peculiar. Señales marcadas por la saliva en los troncos fueron el escenario predecesor de un lugar repleto de arboles en estado deplorable y de un peculiar pocillo relleno de un liquido extraño, viscoso y de un aun mas raro color violaceo; algo no estaba augurando un buen porvenir y quedaba claro que debíamos estar alerta.

Vainilla lo comprendió de inmediato y aunque un poco tarde, desenvaine mis armas y me prepare para lo peor. No sabía mucho de la pukei pukei y debía ser cuidadoso respecto a esta. No me podía permitir gastos como en información previa sobre aquella monstruo, no con tantos gastos que debía hacer y el dinero que debía reunir para los mismos.

Trataba de agudizar mis sentidos pero me resultaba inutil, ante la adrenalina generada por la espectativa ante lo desconocido me encontraba obnubilada ante la sobrecarga sensorial como para saber donde se encontraba mi presa y en que momento haría acto de presencia con exactitud. Lo único que sabía es que había llegado al sitio correcto.

No lo viste, estaba tan alto que no la viste, tu mirada iba hacia otras zonas antes de que algo viscoso y contundente te golpeara en uno de tus costados, no como si fuera una maza pero aun asi habia sido casi como una buena patada. Al girarte la viste, estaba a cierta distancia del suelo, como si estuviera pegada a la pared de uno de los arboles, observándote con una sonrisa lasciva.

Lo primero era bastante grande, mas que tu pero no en exceso, mediría unos dos metros y medio fácilmente, tenia una larga cola con la que se mantenía agarrada en una de las ramas. Un frondoso cabello parecido a la hierba fresca y unos ojos grandes y rasgados como una gata. Iba desnuda, se podía apreciar perfectamente su cuerpo desnudo, sus nalgas, sus blandos pechos y una vagina que se ocultaba entre sus piernas, parecía blanda pero sus escamas seguramente eran resistentes.
 

-Que bien huele....- Su voz era dulce, melosa y al hablar podías ver una larga lengua saliendo de sus labios mientras empezaba a bajar por el árbol mirándote detenidamente. -Dulce dulce...miá...- Seguramente te había golpeado con aquella lengua pues la usaba con mucha soltura.

El impacto no pudo ser previsto y este llego desde un punto que no pude definir de buenas a primeras su dirección. Pero no sería necesario pues pronto la autora de aquel ataque a traición se mostraría en ese momento, la que por su aspecto parecía ser la Pukei-Pukei.

Poco sabía de su raza pero al menos podía identificarla por el color verde que abundaba en su cuerpo y la larga lengua que se hacía de lo mas peculiar y llamativa, mas aun al referirse a mi con ese tono de voz extrañamente meloso, lo encontraría hasta seductor de no ser por aquel golpe inicial; aunque no pudiese afirmar con toda certeza que ella fuera la autora del ataque.

-No fue un buen inicio decir que soy tuya...- respondí luego de sobarme el sitio del golpe y ponerme en una actitud un tanto mas seria. No sabía nada de ella, y debía ser cuidadosa, mis imprudencias me llevaron a convertirme en la esclava de la Tobi Kadachi, y al menos en esta ocasión no quería estar relegada a la misma situación.

-Vainilla, hora del boom- Avise a mi compañera la señal de ataque, aunque en esta ocasión no sería un ataque en conjunto, esperaría en una postura de resguardo y observación, atenta a los movimientos de aquella dragona tan exoticamente peculiar y atractiva. En parte quería saber mas de como se movía para ver como luchar apropiadamente, pero por otro lado, quería poder observar su figura un rato mas, se veía demasiado llamativa como para ignorar su aspecto seductor.

La lengua de la Pukei impacto en tu escudo y por un momento estuvo pegada, tuviste que hacer una prueba de fuerza entre su lengua y tu escudo, menos mal que te habías preparado porque estabas segura de que si no lo hubieras hecho el golpe te hubiera provocado una vez mas dolor.

Por fortuna allí estaba Vainilla que con un rápido maullido fue corriendo hacia la boca de la Pukei, inmolándose delante de ella, pero por desgracia la Pukei parecía realmente lista porque aparto la cabeza liberando su lengua de tu escudo en el ultimo momento y el estallido no hizo demasiado daño.

Con un gorgoteo parecido al de una mujer haciendo gárgaras la Pukei empezó a sacar de nuevo la lengua que parecia no tener fin, queriendo golpearte de nuevo.