Partida Rol por web

Mas que por miedo, que por culpa, Rufus firmó el contrato, con el susto de pensar que estaban tratando con el mismo diablo.

Anonadada por el saber de aquel tipo, Estrilda firmó sin vacilar. Tan solo le faltaba que le dijese el nombre de su fallecido pez mágico para salir corriendo de allí.

Tras las palabras de aquel “endiabladamente” apuesto desconocido y, que todos los “compañeros” firmasen aquel pergamino casi sin rechistar, Harg se acerco a donde se encontraba el sujeto al cual miro seductoramente a los ojos y tras apoyar sus codos sobre la mesa.

Vaya, un admirador al parecer, le ronroneó, cualquiera diría que eres el mismísimo Diablo en persona ¿verdad?, todo misterio, elegancia y un toque de agua de infernum en el cuello. Lo cual me lleva a preguntar, ¿si así fuera, porque el Oscurísimo perdería el tiempo con una panda de mortales sin rumbo en el final de los días y con un simple encargo que el mismo podría realizar?, Harg hizo, distraídos círculos sobre la madera con su dedo índice antes de continuar, a menos que haya algo que falte por mencionar, algo que pueda complicar el asunto, concluyo sonriendo.

El hombre plegó con esmero el papel sin ni tan siquiera molestarse en contestar a las veladas ¿acusaciones? de Harg el Rajaviejas, asesino de niños, violentador de viudas y en general engendro despreciable.

Un trabajo es un trabajo y nada hay que añadir. Dijo mientras sacaba una labrada cajita de plata de su chaleco y cogía un puñadito de picadura para la pipa. Tres días para recuperar lo que se me debe y traerlo de vuelta. Añadió ignorando aun a Harg. Id hacia el sur, seguid el delicioso cantar de los buitres y otras carroñeras. Si por un casual hubiera algun...impedimento...por parte del barón u otros para haceros con lo que se me debe confío en vuestra siempre fértil imaginación. Pero no acepto retrasos ni medias tintas.

Y por fin mirando a Harg sonrió lenta y casi cariñosamente. Harg hijo mío, no firmes si no quieres. Ambos sabemos que tu saldo ya ha salido tabulado en el libro de cuentas. Y es negativo, muy negativo. Así que dejate de monsergas que si alguno de los presente tiene ya fichado el boleto eres tu. 

Y hace un gesto con la pipa hacia la puerta. El contrato ha sido firmado (menos por Harg pero a este no le queda casi nada digno de ser llamado alma) el precio y el servicio acordados.

Ahora toca cumplir.