Partida Rol por web

Lady Hagedis habría seguido a Dante al encuentro con los verdaderos Sith, pero el Merodeador había borrado de nuevo sus rastros con inusitada facilidad. Como testigos mudos se encontraban 5 cadáveres. Todos enfundados en armaduras con un corte Sith muy familiar. Cada uno había muerto por herida de sable laser.

Quien fuera el creador era un mente enferma, la máscara de cada asaltante estaba soldada a su rostro. Desproveerle del casco era desollar toda la cabeza, dejando irreconocible el cadaver.

- Esa peste de Zabrak está más cerca de lo que ha jurado combatir de lo que él cree. Si todo termina en buen puerto espero que lo maten de manera cruel, lenta y dolorosa. -

El pequeño androide trabajaba con rapidez inusitada. Jarik Tharen a diferencia de sus acompañantes no quería arriesgarse a recibir el "agradable" bombardeo planetario del que esos Sith fueran capaces. Permitirse perder unos minutos en el hiperespacio era una medida muy sabia y prudente.

Los motivos de Carr Junn le pertenecían a el únicamente, Jedi y Sith eran estrechos de miras, algo que la senda Gris había aprendido a evitar durante toda su breve existencia. Es posible que esta nueva amenaza erradicara su ya de por si escaso número.

- Duooooo, bip buuuoooo, bip bip -

- ¿No reconoces la aleación? ¿Es un metal nuevo?. -

- Bip duoooo bip biiip duooo bip. -

- No reconoces las proporciones de elementos, pero tiene una capa refractaria, ¿qué hace? -

- !Duooo bip bipppp bip! -

- ¿Interfiere con los dispositivos de detección? ¿Quieres decir que ese material es indetectable? -

- Duooo bip bio bip. -

- ¿Incluso un sensor térmico? Dante no bromeaba en cuanto a tecnología se supone. -

- Bip buooo bip bip bip. -

- ¿Emiten microparticulas? ¿Que quieres decir?. -

- Duooo bip bop bip. -

- Rastrean este material... tenemos un problema -

Una consulta rutinaria en la biblioteca de la Orden no suponía ningún problema, aunque cada minuto que pasaba jugaba en contra. Si realmente la Flota Negra se acercaba los acontecimientos podían precipitarse de manera dramática.

Carr Junn tenía sus propias sospechas, la biblioteca era extensa y la más completa, pero había sufrido en la época del Imperio Galáctico para luego volver a ser nutrida y fecundada con nuevos volúmenes, pero los míticos Ancestros y los supuestos "Verdaderos Sith" correspondían a un periodo mucho más anterior, puede que incluso la historia conocida no fuera más que un bebe en comparación con la época en que ambos imperios se enfrentaros.

Sin embargo había información interesante, que desgraciadamente confirmaba en parte la historia del supuesto "León".

El escrito hablaba de una academia de entrenamiento Sith construida y escondida en el corazón de Malachor V, mucho antes de que este fuera destruido por el Generador de Sombras, mucho antes de que la Exiliada partiera para enfrentarse a Darth Traya y Darth Sion.

Las escasas referencias afirman que la construcción tenía patrones Sith, pero era increiblemente arcaica, mucho anterior a las ruinas de Korriban, se hablaba de cientos, no miles de año atrás.

Entre otras fuentes se encuentra el folklore y vieja mitología. Khaeldrom aparece como un Héroe Deidad de Garos, la supuesta Lysandris es mencionada como la diosa de la fertilidad en la vieja mitología Twilek, una de las creadoras de su mundo natal según las viejas historias.

La historia del Triturador de Soles coincidía en todos los puntos con la narrada por Dante. No había exagerado las capacidades destructivas de ese arma, había un dato muy relevante y era que a pesar de haber sido construido en la época imperial había sido diseñado y creado por un alienígena cuyo nombre y procedencia se ha olvidado de la historia.

Cualquier averiguación posterior le llevaría horas, horas que no tenía, pedir una búsqueda a tanta distancia no era tan sencillo. Cada segundo tenía su precio y el Zabrak necesitaba pensar con inusitada claridad.

- Maestro debemos alertar al ejército, a la población, dar la alarma. La gente debe refugiarse, no, abandonar Garos, no podemos quedarnos parados, que se llame a la flota de la República, es inhumano arriesgar Garos de esta manera. Debe haber ALGO que podamos hacer. -

Gorek era lo más próximo a un ataque de histeria. Era desagradablemente perceptible para su maestro. Su mundo natal podía desaparecer en unas pocas horas si el Maestro Oscuro no había mentido. Tras todo lo vivido era una opción que cobraba fuerza y por otra parte no ganaría nada, solo desconfianza si pronunciaba una mentira de semejante tamaño.

Pero Gorek era incapaz de pensar con calma, y en su estado era más vulnerable que nunca.

Las cosas se volvían a suceder con demasiada rapidez como para pararse demasiado tiempo. Lo primero era seguir con vida, lo segundo dar la alarma, y lo tercero … Bueno, ya se vería que viene después; procuremos antes conseguir las dos primeras.
- R2, esas microparticulas … ¿no podemos nosotros seguirlas, o seguir la señal que las busca?
- Diip boop doop.
- Ya, hay alguna manera pero no tenemos tiempo ni la forma de conseguirlo ahora. Bueno, ya estudiaremos la manera.

Jarik arranca el deslizador y pone rumbo hacia su nave. En este caso no se preocupa por pasar desapercibido en la Fuerza y la utiliza para poder ir a la máxima velocidad posible.
- Ponte en contacto con el espaciopuerto donde tenemos la nave. Diles que nos dirigimos para allí y que para ir ahorrando tiempo les solicitamos el permiso de despegue. Después, quiero que mires si seguimos pudiendo transmitir en banda ancha un aviso de emergencia; como lo que pretendíamos para denunciar al de la refineria. Es posible que aún lo tengamos que usar. Y R2, ten a mano todas tus armas incluida una de las granadas que cogí a los asesinos, es posible que las necesitemos.

R2 tenía una de ellas, y Jarik llevaba las otras. También tenía las armas que había ido recogiendo en las peleas aunque sabía que lo mejor sería el sable de luz doble que llevaba a la espalda.

Jarik redujo la velocidad para poder usar el comunicador. Sabía que tendría que deshacerse del pequeño material que llevaba pues le iban a seguir gracias a él, pero a lo mejor lo necesitaba para convencer a los jedi de lo que iba a suceder. Dante tenía razón, Garos IV iba a ser atacado y pronto. Conectó el comunicador con el del maestro nickto, el de Hek Onwee y el de los dos jedi. Tenía que ponerles sobre aviso.

El comunicador hace un chasquido y de repente se oye la voz de Jarik por él. Se le nota en la voz que estaba tenso, y por el ruido debía de estar en movimiento.

Aquí Tharen, he descubierto que los enemigos pueden rastrear el material de las armaduras que los mantiene ocultos a nuestra tecnología; así que lo más probable es que el ataque a Garos IV se haga en poco tiempo. Os aconsejo iros del planeta cuanto antes, yo me dirijo a mi nave. Si alguien necesita transporte que me lo diga, aunque apretados, podemos ir unos cuantos hasta el planeta más cercano.

Gorek, relaja tu mente, en este momento es cuando un jedi debe tener la mente más clara, más despejada. Recuerda que la fuerza nos proporciona el camino, pero si no están en comunión con ella, si tu atención se distrae y tu miedo te domina, nunca encontrarás esos caminos.
No estás sólo en esto, estoy contigo y lo estaré hasta el final. Contactemos con el maestro Shim'awakty antes que nada, el conoce mejor este planeta que yo y sin duda su consejo nos será de gran ayuda.

Jarik, puedes precisar un poco más de cuanto tiempo disponemos? Confirmas el intervalo del sr Dante?

Lady Hagedis escuchó la comunicación del Caballero Gris mientras preaparaba Xsiessye para el despegue hacia las coordenadas en las que el Supresor le estaría esperando. No podía hacer nada por salvar a la población de Garos IV ni por encontrar al Merodeador, pero tal vez pudieran aún hacer algo por la galaxia. Montándose junto con Alcabros en la cabina del caza, Hek Onwee conectó el comlink en la frecuencia del Tharen.

- Caballero, le estoy transmitiendo unas coordenadas, introduzcalas en su ordenador de a bordo, nos encontraremos alli. Alli se encuentra mi nave insignia, adjunto codigo de identificación para no recibir ostilidades de la misma. Sigo pensando que es una buena idea trabajar juntos.

Durante unos segundos consideró la idea de transmitir las coordenadas al resto de miembros de la reunión, pero no le parecía buena idea difundir demasiado el paradero del Supresor a miembros ostiles de la República, lo mejor sería quedar en repetir la reunión en otro sistema.

- Concierte un planeta de encuentro con los Jedis, nos encontraremos en él si aceptan a otra reunión.

Una vez cortada la comunicación, Xsycissae maniobró los mandos de Xsiessye para salir del hangar en el que se encontraba y, con movimientos extremadamente eficientes y económicos, despegó dejando atrás la atmósfera y, inmediatamente despues de salir del pozo gravitatorio de Garos, saltó al hiperespacio sin necesidad de calcular una ruta. La ira que ehrvía en ella había crecido exponencialmente a la frustración causada por la estupidez jedi. Esa ira canalizada le permitió analizar las corrientes de Fuerza circundantes y calcular el salto con una precisión fuera de lo normal.

El maestro Nickto siempre había sido una presencia reconfortante y tranquilizadora, pero en esta ocasión el mensaje de Shim'awakty no hacía otra cosa que añadir dramatismo a la delicada situación de Garos.

La voz del venerable Nickto era cansada, debía estar realizando un tremendo esfuerzo, su respiración era perceptible y muy fuerte, Shim'awakty debía estar próximo a la fatiga absoluta.

- Las fuerzas de seguridad planetaria no dan a basto, estos asesinos camuflados están atacando estaciones de comunicaciones, plantas de suministro energético, espaciopuertos, etc. Están por todas partes como una plaga. He acabado con unos pocos pero no puedo desplazarme con la suficiente celeridad.

Es cuestión de minutos que salte la alarma planetaria y se de parte a la república, el pánico puede cundir en apenas unos segundos. Incluso en la fuerza siento una extraña angustia, el advenimiento de alguna catástrofe. -

Tormak asentió ante las palabras del maestro Shim'awakty con resignación.

Eso sólo confirma las palabras de ese lord oscuro. Yo también he notado una conmoción en la fuerza. Parece que las naves de los verdaderos sith se aproximan con la intención de destruir este planeta, por la presencia del éter y del dispositivo Gaia que posee el lord Dante. Tiene que haber una manera de evitar este desastre.

La mente de Tormak estaba trabajando a toda velocidad intentando encontrar una solución...

Maestro, cree que hay alguna posibilidad de interceptar estas naves o de introducirse en ellas de alguna forma?

- Me temo que en esta ocasión la situación es mucho más complicada. Si la flota negra se acerca abandonará el hiperespacio en algún punto muy cercano a Garos, tal vez incluso en su órbitoa, pero no encuentro manera alguna de averiguarlo.

En el hiperespacio la única manera de arrancar una nave de su trayectoria es con un generador de vacío, o que esa nave en su ruta pase cerca de algún cuerpo celeste con muchísima gravedad. Aludiendo a la enorme tecnología que poseían los Ancestros la cual era equiparable a la de los Sith la posibilidad de un error de cálculo por su parte.

Un intento de evacuación a escala planetaria llevaría semanas, meses incluso. Además de requerir inmensas naves de pasajeros que tardarían muchísimo en llegar, el tiempo esta totalmente en nuestra contra.

Para evitar esta catástrofe deberíais abandonar Garos, pero de nada servirá si ese tenebroso no abandona también el planeta, los dos fragmentos del Dispositivo Gaia están atrayendo el fin del mundo para esta pobre gente.

En mi mano está pedir refuerzos a los planetas cercanos, pero sería enviar su flota a morir contra la Flota Negra.

Amigos míos esta es una decisión complicada y me temo que solo os atañe a vosotros y en especial a Carr. Solo os diré un pilar de nuestras enseñanzas, la vida de un Jedi es sacrificio, más allá del sentido literal de la palabra. Vivimos para proteger y si ello me llevará a renunciar a mis creencias para salvar una vida lo haría, aunque arrastrará para siempre la vergüenza y el exilio.

Solo añadiré una cosa más, yo me quedo en Garos, esta es mi segunda casa mi segundo hogar. Si debo morir aquí así lo acepto. -

Jarik continuaba su carrera por el bosque acercándose a su destino.

Negativo Tormak, no puedo garantizar ninguna hora pero no pueden tardar demasiado. Si no me equivoco el ataque que sufrimos el otro día … -o fue tan sólo ayer- junto con los que fue a cazar nuestro “viejo” conocido [/b]- Esperaba que Tormak comprendiera que se refería a Dante, no quería dar más pistas por una linea no segura. – deberían de haber sido como mucho una avanzadilla para recuperar lo que guardáis. Y debido a su fracaso no pueden correr el riesgo de que os vayáis.

Jarik hizo una pausa en su conversación para atender a R2, que ya estaba pitando.

- booop beep.
- Estupendo, nos garantizan que para cuando lleguemos tendremos via libre. Ahora R2, mira a ver cuáles son los planetas más cercanos y compáralos con las coordenadas que nos han pasado.

Un rápido mapa apareció en la pantalla del deslizador, mostrándole los planetas pertenecientes al sistema Garos: Berusa, Charla, Sundari, Garos IV, Regar I, Regar II y un punto intermedio entre Sundari, el planeta más cercano a Garos IV, y Garos IV que indicaba la posición que le había pasado Hek Onwee.

Entonces Jarik se dió cuenta de lo que le extrañaba de las coordenadas de Hek Onwee. Eran unas coordenadas en medio de ninguna parte. Era una práctica que pocos hacían pues más de una nave se podía perder en el camino. Eso hacía que la tripulación de Hek Onwee era muy buena, y ella una persona con una buena capacidad de mando. Además tenía que ser una tripulación, y quien sabe si más de una nave; después de todo, sólo los militares que mandaban naves grandes eran los que utilizaban la expresión "navio insignia". Desechó ese pensmiento y se concentró en lo que tenía que hacer.

Volviendo a hablar por el comunicador con Tormak, Jarik continuó:
- Yo me largo del planeta. Si queréis os puedo dejar en un planeta cercano antes de que yo me reúna con nuestra última amiga, que me ha pedido otra reunión con ella. Incluso me ha dicho que si queréis quedar en algún planeta podéis hacerlo por mi mediación.

Después puso la comunicación para Hek Onwee, y al ver que no podía responder lo que indicaría que está en el hiperespacio le deja un mensaje indicándole que en cuanto pueda ira a las coordenadas que le indicó.

- R2, calcula los trayectos entre Garos IV, Sunari y el punto de encuentro con Hek Onwee. Me gustaría que después sea lo más rápido posible le viajar a cualquier sitio de ellos. Y ten preparado el aviso de ataque para poder enviarlo justo antes de que nos vayamos. No creo que sirva de mucho pero quiero que sepan los habitantes de Garos IV lo que se les avecina. Por cierto, ¿sabes si el sistema de protección de este metal, tiene algo que ver con el que utilizan en Garos IV para las naves?

Carr cerró los ojos mientras escuchaba por el comunicador. No podía estar más en desacuerdo con las palabras del maestro Shim´awakty. Pero aquella discusión estaba ya fuera de lugar.

Recordó una enseñanza de su maestro, mucho tiempo atrás.

Dime, Carr. ¿Caerías en el lado oscuro si con ello salvases la Galaxia? El zabrak niño no había podido responder, pero la pregunta no se formuló con esa intención. Sirvió para crear una brecha entre el padawan y la Orden. No todo podía ser fe ciega, ni blanco o negro. Había gamas de colores y tenían su función. Al final, todo consistía en decisiones. Y al final, todo consistía en esa decisión.

El zabrak hombre ya tenía su respuesta. Quizá le alejara de la ortodoxia, pero no podía creer que algo tan evidente escapara de las mentes más brillantes de la Galaxia, enfrascadas como él decía en la Fuerza separada de lo demás, cuando todo tenía relación.

A pesar de la celeridad con la que tenía que realizar sus cálculos el pequeño androide aun fue capaz de conectarse a la holored para extraer información confidencial de las defensas de Garos. Sin esperar confirmación de Jarik la incansable unidad R2 mostró el informe en pantalla.

- Duooooooo bip boop. -
- ¿Los efectivos de la república?
- ¡Biiiiiip! -

"Gabinete de Defensa Planetaria
Contabilización de Efectivos Estacionarios en Órbita
Función Defensa Planetaria.

Gobernador, el informe adjuntado facilita el número y cuantía de las naves emplazadas para la defensa planetaria de Garos IV ante cualquier ataque por parte de una flota hóstil. Queda bajo su deber facilitar instalaciones y suministros para el correcto funcionamiento del dispositivo defensivo, además de coordinar su colaboración con las baterías terrestres.

Efectivos:

2 Fragatas CC-7700 Interceptoras
2 Fragatas de Asalto
4 Acorazados
10 Cañoneras Corelianas
1 Destructor Imperial Clase I
1 Crucero Mon Calamari
2 PortaCazas
2 Cruceros Liberator
8 Escuadrones A-Wing
4 Escuadrones X-Wing
4 Escuadrones B-Wing
4 Escuadrones Tie-Interceptor"

- Es una flota más que considerable para prestar batalla a las naves Sith. Pero seguimos sin saber el número... -

Carr apretó el comunicador al caer en algo. Si no se equivocaba, entonces verdaderamente Dante planteaba atraer a los sith hacia el planeta. Así ponía en peligro todas esas vidas...mejor dicho, las condenaba irremediablemente a menos, claro, que tuviera un plan por el que ellos colaborasen y además cayeran en sus tinieblas...

El camino del jedi era sacrificio. Pero el sacrificio no era entrar en el lado oscuro...o ya no sería jedi.

Se concentró a pesar de la repulsa y dejó sus emociones a un lado. Tuvo miedo, sí, de que su mente conectara con otra tan corrupta, pero aún así debía hacerlo. Ya no había asomo de nada en su mente, ni inflexión ni reto, ni desafío o juicio. Nada. Sólo esto:

- Soy Carr Junn. Si tiene los artefactos que atraen a los sith, atraerlos a este planeta condena a sus habitantes. Si tomamos una nave y escapamos del planeta en ella con el "éter" y el dispositivo que tienes, los sith deberían seguirnos, y podríamos llevarlos a un planeta desprovisto de vida donde tendría mi colaboración. En su plan de traer el conflicto a Garos IV no puedo involucrarme, sino hacer cuanto pueda por salvar a la mayoría...a costa de mi vida y de mi orgullo.

Confiaba en que se diera cuenta de que le llamaba de usted, y lo hacía por pura humildad. También en eso se había equivocado Dante. Carr Junn no respetaba menos a alguien por tutearle, sino que lo hacía por respeto a la verdad y a lo que importaba. Sin embargo, reconocía su error al no ceder en algo tan sencillo en una negociación. Quizá aún no fuera tarde para eso.

Recibido Jarik. Lo siento, pero al menos por mi parte no puedo seguirte. Aunque con pocas probabilidades de éxito, mi deber es proteger a esta gente e intentaré salvar sus vidas hasta mi última bocanada de aliento.
Transmiteme los datos del puesto de encuentro, si todo va bien nos veremos allí.

Carr, me recibes? Necesito hablar contigo. Por favor, responde.

La telepatía era un poder curioso y a su vez podía volverse en contra de su portador. Transmitir un mensaje por el poder de la mente podía dejarla abierta a la invasión de otra mente hostil. Una posibilidad que Carr trabajaba tristemente, un riesgo más.

Sin embargo no percibió burla, ni alegría, ni rencor, nada. Dante escuchó sus palabras impávido, su presencia era sutil pero a su vez poderosa. Pero su mente era totalmente alienígena, la humanidad de ese hombre se había esfumado hace mucho tiempo.

- Hace falta una gran voluntad para hacer lo que acaba de hacer Sr. Junn. Le guste o no se parece a mi más de lo que cree. Y aunque todo su ser le impulse a descreerme no tengo ningún interés en corromper a nadie, hizo su elección, yo la mia.

La posición de Garos es delicada, y el tiempo se acaba. Contacte con el Maestro Tormak y el Sr. Tharen, abandonen el planeta con rapidez, ya hay un punto de encuentro fijado con la Bruja de las Tormentas. Intenten no matarse hasta mi llegada e intenten que Gorek no esté cerca de la Tora Naga.

Me reuniré con ustedes posteriormente. Garos vivirá para ver otro amanecer. -

Si Dante mantenía el contacto o no ya era imposible saberlo, el extraño merodeador parecía estar ocupado ultimando algún detalle.