Partida Rol por web

Una presencia hizo volar las pruebas de Bubba de la mesa y colocó sus tres pistas junto a él, la arqueóloga, la biblioteca y la máquina de escribir eran las visiones que las patatas habían sabido transmitir al muchacho.

Después Mamá Ashantí recibió un beso en la mejilla. 

Eso fue todo por esta vez...

Ésta fue la visión que Mamá Ashantí recibió sobre el lugar:

Ésta fue la visión que recibió la tierna Isabelle acerca del lugar:

Ésta es la visión de Ophelia sobre el sospechoso:

Ésta es la visión que la pizpireta Adelaida recibió acerca de su objeto:

-¡Hola! ¿Tienes salsita?

Veo las cartas volar hasta Bubba y ordenarse solas, y a Mamá reaccionar a algo invisible, y entiendo que no he acertado.

Oh, vaya... Digo con voz lastimera.

Nunca me ha pasado que me equivoque. Estoy triste y siento que no estoy a la altura.

Pero entonces recuerdo los ánimos de Bubba, la comprensión de Isabelle, y la fuerza de Mamá. Si ella pudo superarlo, yo también puedo.

¡No pasa nada! Grito levantando la cabeza. Me habéis enseñado que hay que persevirar, sé que juntos lo conseguiremos.

Ahora que estoy contenta otra vez me fijo en las fichas de Bubba. Me levanto y voy hacia él. Le abrazo. Muy bien Señor Bubba, es usted un gran Patatomente. Ahora tiene que ayudarnos a nosotros. Le acaricio el pelo y me quedo muy sorprendida cuando al tocarlo siento su cabello tan duro como un casco.

Después voy hacia Mamá y le doy otro abrazo. ¿Has acertado, verdad? Qué bien, Mamá, ya casi lo tenemos.

Pero a Isabelle no le he notado nada, así que supongo que tampoco lo consiguió entender bien. Voy corriendo a abrazarla y le digo con toda mi ilusión: No te preocupes, encontraremos el lugar. Seguro que la siguiente visión nos lo aclara. Y mira el lado bueno, no tenemos que buscar en tooooodo el mundo. Le doy vueltas al globo del mundo para mostrarle lo grande que es.

Mi Psycho Phone está zumbando y Lilly está demasiado ocupada como para entretener al muertito, así que voy hacia allí para recibir la visión. Me pongo delante del micro, ahora apoyada en la mesa, y con las palmas juntas como me enseñó mi mamá, le ruego con mucha intensidad.

—Querido Muertito, siento mucho no entender tu anterior visión. Por favor, mándame una visión que me quite las dudas y las ganas de hacer pipí.

Me llega una visión muy clara.

—Estoy viendo... Metal. Lo veo desde arriba y muy cerca. Son un montón de tuercas y tornillos apilados. Unos encima de otros. No puedo ver el fondo. Entre ellos hay una herramienta con la forma de un tirachinas y también se parece a unos alicates, es una... ¿Cómo se llama eso? Una... Llave Francesa, o Inglesa. Eso es. Y ya está. Pues ahora no sé si quiere decirme que es de metal y la forma del tenedor, o que es parte de una máquina como dijo Bubba sobre la plancha.

Me quedo extrañada y de repente me llega otra imagen.

—¡Otra visión! Oh, ahora si que hay un fondo en la escena. Es una ciudad llena de chimeneas, de las que sale humo. Muy cerca de mí veo una máquina. Se parece a una araña toda enterita de metal, va caminando por encima de tubos de metal que salen del suelo hacia arriba. La parte del cuerpo y la cabeza es como una cabina de acero y cristal, no puedo ver el interior pero supongo que tiene un mecanismo dentro. De la cabina redonda sale una chimenea de la que sale humo... Y al fondo hay otra araña, muy lejos, que camina por la ciudad.

Espero un poco por si me manda una tercera visión, pero no lo hace, así que lo apago y me siento con los demás otra vez.

—Al principio creía que era la navaja, porque me decía que había mucho metal y el tirachinas es de madera. Pero aunque las máquinas sean de metal y pudiese querer decir eso para confirmar la navaja, creo que la parte en la que veo el humo saliendo de la máquina se parece mucho a una plancha de vapor. ¿No? Y además insiste en maquinaria. Por ahora me quedaría con la plancha, pero es muy pronto, quiero escuchar vuestras opiniones.

Las luces se amortiguan y el espíritu nos hace saber quién está en el camino correcto. Ante el Sr. Sinclair se situan las imágenes que muestran las 3 cosas que el espíritu necesitaba comunicarle. He fallado esta vez pero el que uno de nosotros lo haya logrado me anima a seguir.

Adelaida está triste pero pronto se le pasa. No creo que la tristeza tenga demasiado hueco en su espíritu. En eso, no nos parecemos nada, está claro. Observo al Sr. Sinclar intentando adivinar si, además de una persona extraña es alguien alegre o con tendencia a la tristeza. Pero, a su manera, me resulta tan inescrutable como Mamá. En cambio Ophelia... creí haberla identificado como alguien alegre, pero está resultando difícil sobrellevar su silenciosa presencia. No sé si tendríamos que hacer algo por ella... Decido dejarlo correr un poco más, aunque su ayuda seria bienvenida y agradecida, no pasará nada de momento si no puede despejar su mente de lo que la tiene concentrada.

Adelaida me abraza y yo le acaricio los rizos.

-Claro- le digo para que siga feliz, intentando parecer contenta hasta que se separa. Pero si me preocupo un poco. La noche no durará eternamente y siento que no avanzamos los suficientemente rápido.

Escucho a Adelaida intentando concentrarme
-Lo cierto es que el tirachinas tiene algo de forma triangular, un poco como la plancha, es verdad. Pero lo de la llave inglesa...- dudo y le doy vueltas porque no lo entiendo.
Cuando escucho la segunda visión aún me quedo más perdida -Adelaida, cielo, no lo sé. No entiendo nada de tu visión. La idea que me transmite es verdad que habla de máquinas, pero en mi cabeza habla de máquinas más grandes que no están en nuestras imágenes- comento desesperada  -Hubiese cogido la máquina mas grande y compleja de entre las opciones que tenemos, que sería la de escribir. Pero esa era la del Sr. Sinclair, así que no puede ser. Supongo que la siguiente, en tamaño y complejidad es la plancha-
"¡Oh dios mío! ¿Porqué es todo tan difícil?" pienso mientras suspiro, nerviosa, casi con ganas de llorar

Tenía intención de continuar con la orden que llevabamos pero, mientras hablo, un poco desesperada y olvidando que tengo los dedos manchados del aceite de la puerta, me toco la cara. Y ese nuevo contacto desencadena una visión sin proponermelo.

-Un momento, por favor...- pido a mis compañeros  -Estoy viendo libros... nueve libros apilados, abiertos como en triángulo, como si fueran tejados de casas, unos encima de otros, como haciendo una montaña o un edificio. No hay nada más- Pero antes de que comience a pensar en lo que puede significar otra imagen lo sustituye -¿Qué es eso?- No puedo evitar que se me escape -Es como una especie de casa grande o un castillo pequeño pero las ventanas parecen botones y hay como hilos de colores que entran y salen por los agujeros del edificio, como las ventanas. Y fuera, hay lo que parece un hombre en zancos. Pero si me fijo bien, no es un hombre es un pájaro negro con grandes alas y un gran pico-

Abro los ojos sorprendida. De nuevo animales, de nuevo libros. Miro las fotos atenta. Señalo la capilla
-Un gran edificio. Un gran libro. Un angel de grandes alas. No es que entienda que esto tenga mucho que ver con las visiones, pero mirando las otras fotos, no encuentro más relación tampoco-

Se sentía culpable por guiar a la pequeña al tenedor, cuando resultó no serlo. Pero ya era tarde para lamentarlo, debían seguir con las visiones. Y reconocía que las de Adelaida seguían pareciéndole confusas.

-Felicidades Bubba, por su criterio a la hora de elegir la interpretación de sus visiones- independientemente de si la ayuda de los a veces le encaminaron la decisión final fue suya- Adelaida, pequeña, temo que mi ayuda sirva de poco con sus visiones. Puede referirse a la plancha, como dices- aunque algo le decía a Mamá que quizá no era la plancha- aunque también a la navaja o incluso las tenazas metálicas. Escoge la que creas más acertada.

Luego llegó la visión de Isabelle.

-Creo que tus visiones señalan a la cripta, o iglesia. Analizando tus visiones, la primera, la del oso, no entiendo muy bien la relación aunque supongo que estaría en el gran libro que sostiene el ave. En la segunda, el palacio y las velas podrían señalar a un templo de culto, y el cepo, no sé, quizá haga referencia a que la religión es una trampa que atrapa a los incautos. En la tercera de nuevo aparecen libros, pero como la biblioteca no es, y forman un edificio alto, de nuevo podría señalar a una iglesia. Y la última, de nuevo edificios grandes, y con colores en las ventanas. Las iglesias cristianas suelen tener ventanas con colores para proyectar contrastes de luz en el interior. En cuanto al cuervo con zancos, ni idea, solo se me ocurre- aunque era pillado por los pelos- que podría ser el cura, que habla por encima del resto de creyentes, en una posición generalmente por encima de ellas- a menudo en un púlpito u otra construcción. - O esa es al menos lo que yo creo.

Y ahora, le tocaba a ella. Esta vez no se sentó en el suelo, la magia para descifrar lugares era distinta de la de localizar personas, si no que comenzó a producir extraños ruidos, cuasi musicales, pero sin pronunciar palabra alguna. Mientras, daba vueltas sobre sí misma y miraba en todas direcciones, en trance. Por último, sostuvo su bolsita y esparció los huesos mientras giraba. Una vez todos en el suelo, los miró detenidamente.

-Dos han sido las visiones que me han visitado- dijo, contrariada por el contenido de las mismas- en la primera, hay un extraño río, rojizo, que se extiende hasta el horizonte. Por todos lados hay como una especie de rocas con un aro encima de ellas, y muchas de estas estructuras están conectadas entre sí, por cadenas- esa visión no le decía nada, y tampoco es que lo hiciera mucho la segunda- En la segunda, hay una torre grande, dividida en dos, como si se reflejara en un siniestro lago con nenúfares. En la escena aparecen un cuervo y otra animal informe, que no sé si es otro ave o un pez extraño- no logró verlo bien.- No sé muy bien, pero he pensado o en el porche, por los cuervos y el pasaje sin fin, además de que aparece- con poco detalle- una entrada a la torre que podría significar entrada. O en la bodega, en la que hay líquidos y vino, que puede tener, si es tinto, el mismo color- o parecido- al del río. Pero la verdad, no tengo mucha idea, ¿alguna sugerencia? 

Se le podía haber escapado algo crucial. necesitaría ayuda en esta visión.

Escucho a Mamá intentando dibujar sus visiones en mi cabeza. Y luego, en silencio, escucho su interpretación.

-Sí, es cierto que el rio podría se vino. Y, si eso fuera así las piedras serían toneles. Los toneles tienen aros que les dan la forma, podrían ser los círculos que se ven sobre las piedras. El lago de la segunda visión también indica líquido. ¿El animal extraño podría ser el reflejo en el lago de otro? Porque si así fuera, el lago podría representar la visión turbia que produce el alcohol... - En cuanto lo digo me arrepiento  -No me haga caso, Mamá. A veces me dejo llevar y digo cosas que no son-

-Sí- le dijo a Isabelle- el cuervo y el otro animal borroso se ven más o menos a la misma altura y la idea del reflejo también me vino a la mente, como dos reflejos. Uno de arriba a abajo y el otro- donde aparecían los nenúfares y los animales- lateral.

Seguía con dudas pero al ver que los demás tampoco lo tenían muy claro decidí mantener la plancha.

Escucho a Isabelle y a Mamá analizando sus visiones y decido comentar mi opinión. Pues tiene mucha lógica que sea la Bodega por lo que dicen que hace el vino además de calentar el cuerpo. Y un río rojo, un río tinto... Si, yo me apostaría un penique. Si los niños apostasen, claro.

Luego miro a Isabelle. Y creo que es la Iglesia también por los libros, y el triángulo que forman que es el Ojo del Señor Dios. Y las alfombras y la riqueza que tienen dentro.

En el momento en el que mis cartas volaron y danzaron frente a mi, me quede mirándolas, sonriendo, absorto, maravillado, como siempre que ocurre. Me di la vuelta, satisfecho, y le contesté a la patata que acababa de hablarme.

Patata portavoz, sabes que la salsita no se reparte hasta que el misterio esté realmente resuelto. Por ahora, aunque es una gran noticia, solo tenemos nuestras pistas. Le enseño las pistas a las patatas, de una en una para que todas me den sus impresiones, mientras mis compañeras hablan sobre sus visiones. Cuando le enseño las pistas a la nueva Patata Acíaga, la noto triste y decaida. Le pongo un dedo en el hombro y le susurro: Tranquila, pronto llegará tu momento.

Justo en ese momento siento algo pequeño abrazandose a mi pierna. Es Adelaida felicitandome por mi trabajo. Patatomante, Adelaida. Se dice Patatomante. Le sonrío. Gracias, yo estoy enseñandole las pistas a mis patatas, pero tengo un tubérculo puesto en vosotras, -Me señalo una oreja - os ayudaré en lo que pueda. Adelaida se va corriendo a abrazar a otra persona, y sigo enseñandole las pistas a las patatas.

Cuando la última patata y yo quedamos satisfechos, me dirijo a mis compañeras.

Bueno, por lo que he podido oir y para no perder la costumbre, nuestro fantasma les ha seguido enviando visiones con bastantes lecturas.

Adelaida, yo sigo sin estar convencido de ninguna de tus visiones. Se me ha quedado muy grabada en la patata tu descripción de los filos punzantes en muchas de tus visiones, lo que me haría apuntar hacia la navaja, por el metal, lo punzante y la madera. También, la plancha puede señalar a la madera y el metal, pero también al vapor, por lo que podría ser otra opción.Y por último, puede que el fantasma esté intentando llamar tu atención directamente hacía el metal para mostrar un camino incorrecto hacia la madera, y te esté señalando directamente hacia las tenazas... Además, si abres las tenazas, tienes ante ti la forma de un tirachinas...

Personalmente, elegiría la navaja, o las tenazas, pero no lo haría convencido. Miro a Adelaida y me agacho para mirarla directamente a los ojos. Perservera y lo conseguirás, Adelaida.

Me levanto y voy hacia Isabelle. Tu visión parece mas clara, Isabelle. Parece conducirte con directamente hacia el sitio correcto. Yo también pienso que es la capilla, firmaría por ello.

Por último me dirijo a la Señora Mamá. Su visión también me parece bastante ambigua, y con un mensaje muy escondido. Yo también estaría entre la opción de la bodega y la terraza. Pero al no parecer ver ningún rio ni nada que se me asemeje con tu primera visión, también elegiría la bodega como primera opción, aunque me faltaría algun detalle más para poder afirmar con seguridad que estemos en lo correcto.

Bubba me ha dejado pensando en la navaja. Me muerdo las uñas dudando entre la plancha y la navaja.

-Entiendo tus dudas, Bubba, pues también son las mías. Ya dije que señalé la bodega por intuición, pero podría ser cualquier otro lugar.

Con Bubba relajado jugando con sus patatas, la presencia vuelve a la habitación. Ésta vez toma fuertemente las manos de Mamá y de Isabelle. 

La quinta hora comienza y la noche se vuelve más oscura por momentos...

Ésta es la visión de Mamá sobre su objeto:

Aquí están las visiones de Isabelle sobre su objeto:

Ésta es la visión que Adelaida tiene sobre su objeto: