Partida Rol por web

Una vez logro alcanzar el castillo, con Roy entre mis brazos aún inconsciente pero estable, busco con mi mirada a cualquiera de los hombres o mujeres que trabajan en palacio para el mismo Drerick, y con un leve gesto, lo conmino a cuidar del joven, - Aseguraos de que descansa. - antes de ponerme en marcha, encaminando mis pasos hacia Drerick y todos aquellos que lo rodean. En mi mano diestra, el odre se inclina sobre mi boca, vertiendo una gran parte de su contenido, lo cual me anima ligeramente tras el intento frustrado por parte de los Kadvuries de conquistarnos.

Parece que hemos de dar gracias, nuevamente, a Poral. - pienso, mientras observo como Talgor desmonta de su caballo y dirige sus primeras palabras a Drerick, palabras que no termino de escuchar ante las pronunciadas por el enano de nombre Gimsrek, las cuales se ganan toda mi atención. - ¿Estás seguro de eso?

La contestación de Uña Sucia borra la sonrisa por un momento de mi cara hasta que logro recordar la actitud consentida y caprichosa que solía tener.

Mucho tiempo ha pasado desde lo que pasó en "La Aldea Maldita". Es cierto que con el tiempo las buenas impresiones prevalecen sobre las demás. Centrémonos en lo que me ha traído aquí.

-Mi esposa Lezmar ha preferido mantenerse alejada de aquí. Venir a su corte no es un viaje de placer que se diga...- Mi actitud se ha vuelto completamente cínica. No es conveniente aumentar las hostilidades entre nuestros reinos, pero tampoco lo es para nada el permitir que su orgullo ocupe más que él -En cuanto intuí que tendríais problemas envié a Kaa como emisaria, por si necesitabais la ayuda del Imperio Lunar. La alianza que une nuestros reinos me obliga a actuar de esta forma. El incendio en Nolsania y el ataque que os encontrábais sufriendo no hacen otra cosa que reafirmar mis sospechas... Por cierto, ¿qué ha sido de Kaa? ¿Ya no recordáis ni a vuestros amigos y la habéis hecho prisionera?

Duarnte la defensa de Hertet, algunos mercenarios enanos fueron aliados del imperioo en la lucha contra los kadvuries. La cara de este enano te suena, y muy posiblemente estuviera en la batalla.

La batalla de Hertet fue muy bcruenta pues para los kadvuries esa ciudad es santa al igual que para los lunares, por lo que siempre está en paz tensa.

Una sonrisa franca se muestra en mi cara mientras, ya más tranquilo, enfundo mi arma.

- Pues lo cierto es que no recuerdo vuestro nombre, maese enano, aunque por supuesto sí me acuerdo de la defensa de Hertet, y también de vuestro rostro. Fue un buen combate, y aunque perdimos más hombres de los que me hubieran gustado, fue una buena victoria. ¿Qué haceis en estas tierras?, ¿viajais solo? - pregunta el oficial con curiosidad

Mantuvo una sonrisa sesgada a la vez que complacido al ver el rostro del humano cambiar y dar las nuevas de Lezmar que poco o nada le interesaban.
-Estara preñada tal vez, jejeje, la camada de estos dos debe de ser tan fea como mi primo Trecirk, que sera de ese traidor.

El pequeño goblin los miro con una ceja alzada o alzaria una ceja de tenerlas.
-¿Kaa? ¿Esa enana malhumorada y grosera? No tengo constancia de ella desde que se esposo con tu hombre que por cierto ¿Esta tambien por aqui?-Busco con la mirada mientras sus grandes orejas verdes jugaban con el viento dejando escuchar el silbido del mismo.

-Mmmm... Las ultimas horas he estado reunido con multitd de personas y cada una traia un problema nuevo pero no recuerdo a esa mujer.-Dicho esto giro la cabeza mirando a su ex-montura.-¿Lomy sabeis si a llegado algun emisario de Argos? ¿O alguien a avisado de alguna mujer gritona y bajita que haya invadido sin permiso el reino o palacio ultimamente?-Pregunto antes de ver volver a Taurnil limpiandose la barbilla.-¿Y tu Elfo?

Lomy, clavada la lanza en el suelo y apoyada en ella, había permanecido callado, escuchando a unos y a otros. Cuando Gimshrek le señala a Sellesh como el oficial del que le había hablado, sonríe al enano- Vaya, debe de ser cosa del destino, que justo te lo encuentres aquí. Esperemos que tenga información sobre estos salvajes.

Cuando todos acaban por juntarse, una sincera sonrisa asoma en sus labios al encontrarse con Argos, al que saluda amistosamente, al igual que al capitán Magner. Al ex-centauro le resultaba agradable reencontrarse con viejos compañeros de aventura.

Agradecemos mucho que hayáis acudido en nuestra ayuda, Argos, y estoy seguro de que el rey Drerick también lo agradece…- como muchas otras veces, Lomy trata de quitar hierro a los comentarios de Drerick, el cual no era precisamente un buen diplomático-. Nuestro reino está siendo castigado, y cualquier ayuda es poca.  

Cuando mencionan a Kaa, Lomy niega con la cabeza-. No tengo ninguna noticia de que haya llegado a palacio. Espero que no le haya ocurrido nada por el camino- comenta mirando directamente a Magner.

Pero será mejor que entremos en el palacio, pues tenemos varias cosas de las que hablar, como sobre lo que hemos podido descubrir en la biblioteca sobre estos salvajes y los Neths, o sobre la importancia de encontrar el cuerpo de Sevril, como ya ha comentado Oklayu- Lomy termina mirando a Drerick, como esperando un asentimiento a su propuesta de entrar al palacio y hablar con tranquilidad.

En mi posicion espero los informes del rey goblin, mas al escuchar sobre la desaparicion de mi esposa mi alma cae a lso suelos, el campo de batalla nos prepara a todo, menos a perder a quien ams amas.

Observo consternado la situacion, y apesar de mi disciplina mi cara deja ver el temor, mientras mi temblorosa amno se acerca al
puño de mi espada.

kaa, donde estas, diso, ¿como pude olvidarme de ti? al diablo la etiqueta, tengo irte a buscar

Me acerco lentamente a Argos recobrando poco a poco la compostura

-Señor, solicito permiso apra salir a investigar... el paradero de mi.. demi esposa.

Oklayu había cambiado su semblante iniesto por una postura con sus brazos cruzados y su ceño fruncido. Maldito renacuajo verde, si no tuvieses esa corona... Su ojos miraban diréctamente al cuello del monarca mientras sus puños se apretaban instintivamente, los latidos de su corazón parecían hallarse en su cabeza y la ira le erizaba los pelos del cuerpo.

Necio, absurdo necio, haberme obviado de tal forma...¿Acaso la ayuda de mi pueblo no es relevante? Con este dirigente que tenemos estamos todos avocados a la extinción.

Luego escucha las sabias palabras de Lomy y alcanza a comprender porqué tamaño gañán ocupa semejante cargo. Sabios son sus consejeros, quizad ellos sí sepan qué es lo realmente urgente e importante en esta ocasión

El asombro se asoma en mi rostro, y no puedo evitar abrir la boca estúpidamente mientras contemplo cómo Magner, hasta ahora ejemplo de todo lo que un oficial lunar debe ser, pierde la compostura.

Tal vez debería ofrecerme para acompañarle, no es seguro que vaya solo. Sin embargo, el Emperador no está seguro aquí, mi deber es permanecer a su lado. Es tan difícil pensar en cosas tan complicadas.

No, esperaré órdenes... - pienso, tomando por fin una decisión - Mi Señor Argos sabrá qué es lo que hay que hacer.

La intervención del centauro tiene el efecto deseado, y mi actitud se relaja por momentos. Siempre ha sabido restar importancia a los comentarios fuera de tono de Drerick. Pero mi semblante se torna de nuevo serio al escuchar las noticias sobre la no aparición de Kaa. Tras unos instantes, en los que medito la decisión que voy a tomar, me vuelvo a Magner para contestar a su petición.

-Tranquilízate Magner. Kaa es muy capaz de valerse por si misma, y no creo que haya sido ningún problema serio el que le ha impedido llegar.- Me giro hacia Sellesh y le llamo -¡Sellesh! Tu información sobre los Kadvuríes puede sernos útil. Vayamos a Palacio a ver si averiguamos algo más.- De nuevo me vuelvo hacia Magner -Mientras estemos reunidos, trata de recabar información sobre Kaa en la ciudad. Si no se encuentra aquí preséntate de nuevo ante mí antes de salir a buscarla.

Busco a Stred con la mirada.

-Acompañarás y ayudarás a Magner a buscar a su esposa en Prwnk. Hacedme saber cualquier tipo de información que recibáis.

Es absolutamente necesario que Magner encuentre a su esposa. Tanto por Kaa como por el hecho de que no quiero que ninguna preocupación distraiga a mis soldados de su cometido.

Por un segundo mis ojos recuperan su brillo de esperanza, sin embargo avergozado de mi mismo me cuadro.

Gracias señor... yo...

Streed, nos vamos.

y acto seguido apresuro el paso hacia mi montura

tal vez deberiamos dividirnos, y preguntar entre los soldados y aldeanos supervivientes del castillo,
se que esta bien, tiene que esta bien!!!, pero no puedo olvidar mis deberes, jo, cuando ella se entere
seguro me reprimira -esbozo una sonrisa tristemente esperanzadora- pero a darnos prisa..

Señor... - asiento humildemente a las palabras del Emperador, siguiendo sin pronunciar palabra a Magner cuando me lo ordena.

Bueno, siempre será mejor esto que asistir a otra insulsa e incomprensible retahíla de nombres, sitios y sucesos en los que cuesta tanto mantener el interés...

-Si es buena idea, el campo de batalla no es buen sitio para discutir.-Dijo sin pensar, antes de alzar la barbilla en busca de alguien conocido.

-Gustrik, hazte cargo, pon orden, y consígueme un salvaje que sepa hablar nuestro idioma o que cuente su version. Tuldar, si no tienes nada que hacer ven con nosotros. Los enanos que tambien vengan tienen mucho que contar.-Comento al ver la mala cara de Oklayu a la que no le dio mas importancia pues para el los enanos siempre estaban enfadados.

Se giro mientras pisaba su capa en su giro, tras tropezar un segundo, se volvio y busco por entre las caras nuevas.-¡E Brujo! Ven con nosotros y si alguno de tus amigos sabe algo que debamos saber que venga tambien-Se dirigió a Yarr.

Con un simple gesto dicto a Lomy y a Taurnil que le escoltaran.
-Vayamos a la sala real creo que sera el mejor lugar, tras el caos surgido.

Magner y Stred parten hacia el exterior del palacio en busca de información sobre Kaa, mientras algunos soldados goblins, humanos y dragonuts recogen a los heridos y muertos en la corta batalla.

Gustrick ordena a unos soldados goblins que le lleven ante él algún kadvuri ileso o herido, para ser interrogado.

Los demás parten hacia la sala del trono, siguiendo a Drerick.

Un soldado goblin informa al jefe de la gurdia que han capturado a varios soldados kadvuries, tres de ellos ilesos, además de los dos que tienen en las mazmorras, capturados previamente al ataque.