Partida Rol por web

Cuando la conversación acaba, el silencio vuelve, y con él vuelve también la atmosfera tensa que compartían dos personas tan diferentes cómo Gustav y Silvano. Sin embargo, eventualmente ambos pueden captar movimiento colina abajo, y con gran alivio pueden ver cómo dos figuras, una mujer y un niño están ascendiendo. 

Tan pronto cómo Smith ve a Gustav, comienza a correr colina arriba para lanzarse en sus brazos. Sin embargo, la felicidad dura poco cuando se da cuenta de que el cadáver de Pals aún reposaba en un hoyo abierto. Cuando Hannah termina en alcanzar al grupo, su mirada también se va directamente al hoyo. En sus ojos, de pronto, se puede captar la furia reprimida, pero al rato suspira. Entonces, se gira hacía Gustav. 

- Cómo puedes ver, han cumplido su palabra... Supongo que era lo que nos convenía a todos. Pero aún así, cuando antes nos comencemos a mover de nuevo, mejor. Se que necesitamos descansar pero prefiero que sea lejos de ese grupo. - Vuelve a girarse hacía el hoyo. - En cuanto a Pals... El Jarad suele quemar a sus cadáveres. Cuando menos rastro dejemos en el mundo sobre nosotros, mejor. 

Silvano se reconforta al ver llegar a Hannah con Smith, aunque por otra parte, eso significaba no poder llevar a cabo su venganza. 

-¿Os han seguido? -dice cuando acaba el reencuentro. -Me alegro que esteis bien.

Cuando Hannah pregunta por la incineración de Pals, Silvano asiente con la cabeza. -Tenía fe en que regresaras a tiempo para verlo una vez más. Parece ser que tú lo conocías mejor que yo.

Entonces, con el consentimiento de Hannah allí presente, Silvano enciende una rama con la ayuda de una tea de la hoguera, y tras haber acomodado a Pals en su lecho de tierra y paja, prende fuego al sepulcro en varios puntos distintos para acelerar el proceso de combustión, observando en silencio como las llamas iban consumiendo a Pals.

- Tanto cómo conocerlo... - Responde Hannah, poco segura. - Pals se guardaba sus secretos bastante bien, al igual que su pasado... Supongo que nadie llegó realmente a conocerlo.  

Tras darle el consentimiento a Silvano de que le prendiera fuego al cadáver. Hannah se mantiene derecha, mirando fijamente a la llamas durante unos segundos. 

- Que tu memoria desaparezca con tu cuerpo y tus recuerdos permanezcan para siempre con nosotros, camarada. - Dice en tono solemne, se la notaba algo afectada, pero sabía disimular bien el dolor. Entonces se da la vuelta. - Vamonos, el humo podría atraer a los curiosos. 

Y sin más palabras que esas, el grupo se pone en marcha de nuevo, dejando tras de sí las crepitantes llamas. De nuevo, Hannah encabezaba la marcha a caballo, Gustav iba junto a Smith y Silvano iba detrás de todo, el cuál no podía evitar sentirse algo fuera de lugar en aquel grupo. Cómo si Hannah pudiera leer sus pensamientos, de pronto comienza a hablar.

- Silvano, ¿Tienes idea de por dónde continuar una vez que lleguemos a Helltia? Por lo que me dijo Pals, es la primera vez que sales de Flegellia, ¿Ya podrás continuar sólo? 

-Me gustaría creer que sí, pero lo cierto es que apenas conozco nada de la región de Helltia. He de reunirme con el resto de mis compañeros antes de que les pierda el rastro. ¿Sabes si queda muy lejos de aquí las tierras de la casa Phals? -dice con duda, como si le costara pronunciar el nombre de "Phals".

Hannah frunce el ceño. 

- En primer lugar, es la Casa Phal, no "Phals"... Más te vale recordarlo si no quieres ofender a nadie. Al fin y al cabo no son por nada una de las Casas más poderosas de Helltia. Y en segundo lugar... Se podría decir que las tierras de la Casa Phal son las que quedan más lejos desde dónde estamos. Te espera un camino largo... - Suspira. - Aunque siempre podrías acompañarnos hasta las tierras de la Casa Hollster. Quizás no sea la ruta más rápida, pero viendo lo desorientado que vas, quizás sea la más segura para ti. 

-La que está más lejos... Comprendo. -suspira. -Supongo que podría acompañaros y desde allí seguir una ruta más fiable... Aunque me preocupa lo mucho que podamos tardar. Ya voy con una semana de retraso. No me puedo permitir demorarme más. 

Hannah se encoge de hombros. 

- Es lo único que puedo ofrecerte, y reza para que no tengamos problemas para llegar igualmente. Las cosas en Helltia están algo complicadas últimamente... No conozco mucho los detalles, pero presiento que no tardaremos en descubrir que se cuece por allí. 

La marcha continúa, con menos conversaciones que el día anterior, pero los ánimos no estaban para más. El grupo viajaba por caminos semi-ocultos por la vegetación en la ladera de la montaña. Hannah aseguraba que pocos conocían esas rutas, pero tampoco era cómo si el Jarad se asegurara de mantenerlas limpias de intrusos, por lo que más valía tener mil ojos puestos en el camino. 

Llevaban medio día de camino, cuando deciden por fin dar una merecida parada en un pequeño claro apartado del camino. Aprovechan para comer lo poco que llevan encima, bajo la promesa de Hannah de que había una aldea a solo varias horas de allí, y deciden descansar sus agotados cuerpos, aunque nadie parece dispuesto a dormir por el momento. 

Gustav estaba recorriendo los alrededores del claro, costumbre que tenía ya en su época de bandido, y recogiendo los frutos comestibles de la zona. No era cómo si no tuviera para comer, al fin y al cabo podía hacer aparecer un árbol frutal cuando quisiera, pero algo en él lo motivaba a dar aquellos paseos por el bosque, recordando sus antiguas costumbres... Tan lejanas en su mente y tan cercanas temporalmente. Además, hacía días que no tenía un momento de tranquilidad para él sólo, recordar lo que sabía sobre el bosque le hacía pensar en todo aquello que Heath le había enseñado, recuerdos que entremezclaban tristeza y melancolía, pero que se convertían en el combustible de sus ansías de venganza. 

Distraído cómo estaba en sus pensamientos, Gustav tardo un rato en captar un movimiento. En un principio, hubiera jurado que era un simple animal asustado, pero el sonido de sus pasos era demasiado pesado para ello. Provenía de su derecha, allí dónde la vegetación era más densa. 

Silvano estaba reposando su dolorido cuerpo en el tronco de un árbol caído mientras que a su lado, Hannah parecía estar meditando sobre algo y Smith mordisqueaba distraído una hogaza de pan. Gustav no estaba a la vista en aquel momento, había salido a explorar los alrededores, y por cómo se había marchado era evidente que prefería hacerlo sólo. Nadie tenía energía para impedírselo, a fin de cuentas lo raro es que no estuviera descansando cómo los demás. 

De pronto, un cosquilleo recorre la espalda de Silvano y se gira rápidamente alterado, para no encontrarse con nada. Sin embargo, a su lado, Hannah parecía haberse puesto en alerta. Había levantado la cabeza, y escrutaba los alrededores con vista y oído. Al rato Silvano la imita, pero no consigue ver nada. 

- Me ha parecido escuchar algo, pero... Supongo que habrá sido Gustav... - Dice Hannah, que aún así no parecía confiar mucho en sus palabras. 

Intento parecer que no me he dado cuenta del ruido y me giro con lo que parece la intención de observar un arbol pero intento ver que o quien esta a mi alrededor.

Tan pronto cómo Gustav se gira en la dirección del sonido, capta otro movimiento entre los arbustos, pero el mismo se detiene rápidamente. Mientras que mira con disimulo un árbol, puede captar otros sonidos, una respiración agitada, el sonido de algo al arrastrarse muy lentamente. Y no sólo eso, en una segunda ojeada, mientras que se dirige hacía otro punto, Gustav puede distinguir algo mejor la figura oculta. O mejor dicho, las figuras. Daba la impresión de que había dos hombres escondidos, pero evidentemente uno estaba mucho más calmado que el otro. 

-¿Suele hacer esto normalmente? Creía que de estas tareas se encargaba el chico. -mira a Smith. -En fin, espero que eso que has oído sea un jabalí, porque me empiezo a morir de hambre. -dice Silvano mientras empieza a cargar su arco y mirar hacia sus alrededores.

Silvano observa los alrededores con la mirada pero no descubre nada sospechoso. Lo que fuera que hubiera hecho el sonido se había marchado ya o se estaba esforzando por mantenerse silencioso. 

-Venga hombre, ¿no te está durando demasiado la patrulla? Sal ya para que podamos verte. -dice en un tono de voz anormalmente alto.

Intento escuchar si hay mas gente intentando emboscarme, si solo son dos me intento perder entre los arboles para despistarles. Con la daga que uso para cortar la fruta en la mano por si consigo atrapar a alguna que me pierda de vista.

Gustav se aleja con el mismo disimulo con el que había estado paseando hasta ahora, concentrándose en los sonidos del bosque. No escuchaba más que la respiración nerviosa de una persona, cómo antes, que se iba apagando poco a poco. Cuando estaba lo bastante lejos, escuchó unos murmullos y tras eso, unos pasos evidentes que se alejaban de forma apresurada. 

Y de pronto escucha la voz de Silvano, desde el claro: 

- Venga hombre, ¿no te está durando demasiado la patrulla? Sal ya para que podamos verte.

Busco la persona que ha llamado la atención de Silvano para sorprenderle y atraparle. Me muevo sigilosamente por el bosque con la daga en la mano.

Gustav no encuentra a nadie, de hecho, acaba por llegar al claro y siguiendo la mirada de Silvano, es evidente que al que esperaba ver regresar era a él. La situación parece tranquila allí, sólo que Silvano está algo tenso sujetando el arco y Hannah parece concentrada escuchando los alrededores. Smith simplemente se esta acabando su porción de la comida, más tranquilo que los demás. 

Gustav acaba regresando al claro, mirando a su alrededor con desconfianza y empuñando su daga. Se relaja un poco al ver que no está ocurriendo nada allí. 

- Veo que tú también los has escuchado... - Dice Hannah mientras que se acerca a Gustav. - Pensé que habían sido imaginaciones mías, pero no es la primera vez que escucho algo desde hace un rato. Creo que nos están siguiendo... ¿Les has visto?

-¿Estas escenas son habituales en vuestra travesía? Me gustaría llegar vivo y de una pieza. ¿Qué o quienes habían, Gustav?