Partida Rol por web

- Tiempo y conocimiento. - Responde Hannah. - Según los escritos que hemos podido rescatar el dominio de la magia requiere de un largo aprendizaje que requería de cientos de horas de concentración y estudio. Además de una precisa comprensión del comportamiento de las energías que viajan a través de nuestro cuerpo, no saber manejar correctamente dichas energías puede llevar a un mago a una muerte prematura. - Pequeña pausa. - Tiempo y conocimiento era algo que no tenían las clases bajas, ni siquiera en aquella época, por lo que la magia se restringía a las personas poderosas, y la mejor forma de aprenderla es a través de un mago, por lo que los estudios independientes no daban muy buenos resultados. - Pequeña pausa. - Por supuesto hay excepciones, tanto de gente que no tiene un cuerpo apto para dominar la energía de su interior cómo de gente que dominaba la magia de forma natural... Pero para aquellos que ya dominaban el poder, la aparición de magos a los que no tuvieran controlados era una amenaza. Por lo que dichos magos eran tomados cómo súbditos o ejecutados. - Hannah parece que piensa algo. - Al final, la separación de los aptos y los no aptos, y el control que los aptos tenían sobre la magia creó una especie de jerarquía. Y en la cúspide de dicha jerarquía estaban los Emphart, por cuya sangre se decía que corría la magia más pura, pues la mayoría de su descendencia desarrollaba su control de forma natural. - Hannah levanta un dedo para llamar la atención de Gustav. - ¿Por qué si el Imperio tenía a los magos más poderosos perdió contra la Iglesia? ¿Cuál es su secreto? La respuesta viene haciéndonos otra pregunta. ¿Que es más útil, un creyente o un esclavo? Cómo te he dicho antes, los magos no tenían que porque usar su fuerza vital para combatir, si no que podían usar la de otras personas. El Imperio de Emphart usaba esclavos y la Iglesia usaba creyentes. Pero un esclavo escapa cuando la batalla está en su contra pero un creyente cómo los de aquella época, capaz de morir por su diosa... - Se encoge de hombros. - La balanza se inclinó hacía la Iglesia. ¿Me has preguntado cuáles son sus capacidades? Por lo que podemos saber podrían ser infinitas... Aún existen fanáticos de Kihn cómo en aquella época, idiotas dispuestos a morir por colaborar en la causa de la Iglesia. Y además sabemos de dónde están sacando poder, de algo que llevan haciendo desde sus inicios. Cuando alguien ve que su vida está por terminar, viaja al templo de Kihn dónde se dice que descansará en paz en el regazo de la diosa... Patrañas religiosas que se han convertido en una tradición. Nuestros espías no han llegado a verlo, pero podemos adivinar que los magos del templo extraen y almacenan en su interior la fuerza vital de los moribundos. Tantas personas... Y durante tantos años... ¿Acaso podemos calcular la cantidad de poder que poseen ahora los magos de la Iglesia? - Pequeña pausa. - Pero sabemos que la Nueva Emphart se está preparando para el peor de los casos... ¿Has oído hablar del barco fantasma?  

Gustav había oído hablar del "Barco Fantasma", pero nunca le había prestado demasiado atención. Era una leyenda de marineros, que había surgido no hace mucho tiempo, aunque muchos eran los que aseguraban que era real. Un barco de casco blanco y velas blancas aparecía rodeado de niebla en medio del mar. Atacaba a los barcos que viajan en solitario, asesinaba a todos sus pasajeros y jamás se llevaban nada con ellos. La primera vez que Gustav había escuchado eso había pensado que era simplemente una patraña inventada por piratas para asustar a los marineros. Pero ahora que la magia era una realidad... ¿Era acaso una locura? 

Cuando Gustav asiente, Hannah continúa. 

- Nosotros creíamos que un mago sólo podía absorver la fuerza vital de aquellas personas que se la cedían, pero por lo visto la Nueva Emphart ha encontrado la forma de extraérsela a la fuerza. El barco fantasma no es un leyenda, es un barco tripulado por habitantes de la nueva Emphart que estaban ganando fuerza gracias a marineros y piratas. - Hannah se mantiene pensativa unos segundos. - ¿Sabes? Creo que con esto ya te he dicho todo lo que debía contarte... Aunque si tienes alguna duda más... - La cara que ponía Hannah dejaba claro que ella no tenía ganas de seguir con aquello. 

- Entiendo que pese a la capacidad de los magos estos son incapaces de manipular la mente de los humanos. - [Si me responde afirmativamente añado.] [¿Entonces qué os está impidiendo infiltraros en el templo de Kihn?]  

- Sólo hay tres tipos de personas que puedan entrar en ese lugar. Los altos cargos de la Iglesia, sus familias y los moribundos que van allí a "descansar". Créeme, el Jarad ha intentado colarse cientos de veces, pero nadie ha conseguido salir... Ese lugar es una fortaleza con ojos en todas partes. ¿Y las familias de los altos cargos? Han sido inculcados desde que eran unos bebés para amar y obedecer a Kihn... Es imposible corromperlos. - Niega con la cabeza, resignada. - Y supongo que puedes pensar que tiene que haber alguien que no este de acuerdo con estos métodos, alguien que este dispuesto a saltarse las normas... Pero una vez que sabes demasiado no te degradan de puesto o te mandan a otro lugar... Simplemente te hacen desaparecer. 

Me pongo comodo en suelo dando por terminada la ronda de preguntas. Miro al cielo un momento como si estuviera analizando todo lo que ha dicho Hannah. 

- Cuando me marché de Helltia, todos me trataron de loco. Teniendo la certeza que nos enfrentaremos en batalla a magos y los ases en la manga que tenga Kihn definitivamente sé que estoy loco por no querer retroceder un paso delante del infierno que se avecina. - 

Me levanto de forma pesada y me acerco a una parte de la pared derruida. Meto el brazo dentro de la pared y saco una botella con una etiqueta que parece vieja. Mientras me pongo un vaso de una bebida que no parece muy sana pregunto a Hannah. - ¿Qué harás cuando Kihn caiga y la nueva Emphart controle toda la humanidad? Cuando no hayan más hilos que te digan lo que tienes que hacer. -

Hannah mira sorprendida a Gustav. 

- ¿No es inútil hacerse esa pregunta? En primer lugar hay que saber si llegaré viva al final de esta guerra... Y en segundo lugar hay que saber quienes serán los ganadores de la misma. - Suspira. - Sinceramente... No lo sé. - Hannah mira a la nada durante unos segundos. - ¿Que haces cuando se cumple tu función en el mundo? Me criaron para ser un miembro del Jarad, para que algún día el Imperio de Emphart volviera a resurgir... Y cómo antes te he dicho no he conocido otra vida.  Supongo que si la Nueva Emphart gana y si eso supone que el Jarad ya no es necesario... Estaré pérdida... - Se encoge de hombros. - Pero eso también implica que el Jarad deje de ser necesario. Vengan los tiempos que vengan después de que todo esto pase, acabemos en el bando en el que acabemos... La gente siempre ocultara secretos que otros quieran conocer. Ya sea para seguir controlando el continente a la sombra de la Iglesia o para ayudar a mantener el poder del nuevo Imperio, creo que podemos seguir siendo útiles. 

Bebo de la copa y me acojo de hombros. - Veo que al igual que yo. El abismo ha empezado a consumir tu alma. - Como si fuera una sentencia dejo que el silencio pese.

- ¿Cual es el siguiente movimiento después de Goldzwall? - 

Hannah sonríe. 

- Al haber sido aceptado cómo miembro del Jarad por Weasel, debes someterte a sus órdenes. A estás alturas, si todo saliera cómo está planeado, nosotros sólo podemos suponer cuáles serán sus órdenes. En primer lugar... Estoy segura de que tanto Weasel cómo Goldzwall estarán muy interesados en conocer esa nueva "arma" que te han dado los Gnagerit, la misma arma que supondrá la destrucción de los Martillo de Sangre. Estoy segura de que estarán interesados en saber cómo conseguirla. - Pequeña pausa. - Y en segundo lugar... Sabemos de tú relación con los Escudo de la Justicia. - Se pone más sería. - Esos idiotas no han aceptado cooperar con el Jarad, cómo si pudieran apoderarse de Helltia ellos solos. Quizás tú podrías convencerlos. Al fin y al cabo la nueva Emphart no tendrá piedad... Alguien debería proteger al pueblo. 

Me acabo la bebida. Sonrío, sin labios los dientes toman una posición extraña en mi expresión. 

- Necesito al escudo de Justicia como la punta de lanza para tomar las bastillas de Helltia. Si conseguis matar a Zack Giner haciendo que parezca que han sido las fuerzas de la "ley" de Helltia Zack se convertirá en un martir que ya no se opondrá a la alianza contra la Jared. En medio del caso llamaré a mi alianza con el escudo de justicia para que me ayuden en mis planes de venganza contra la nobleza. Una vez la revolución comience no creo que los aliados sobren. Entonces estoy seguro de que la Helltia que resurja estará mucho más dispuesta a negociar con sus vecinos.

Me calmo y saco un bola. - ¿Te acuerdas de esto? - digo mirando a Hannah.

Hannah frunce el ceño, algo desconfianza. 

- Si, desgraciadamente. ¿Por qué? 

Con cuidado empiezo a deshacer la bolsita, para revelar el mecanismo. - Te voy a enseñar el truco detrás de el arma que se usará el Goldzwall. Acercate.- 

Muestro el contenido, siendo solo una semilla, unas agujas, un polvillo y telas. Se ve que con cualquier golpe fuerte una vez se han ensamblado la semilla se mezcla con el polvillo. - Los Gnanerit me dieron este polvillo, el poder del cual aún estoy explorando. Lo que sé ahora mismo es que puede acelerar el crecimiento de las plantas y comparandolo con la magia de los magos no parece consumir la fuerza vital del alma. - 

Los ojos de Hannah se llenan de interés al ver el mecanismo interno de las bolas. Parece que lo analiza durante varios segundos y después se cruza de brazos y medita unos segundos. 

- ¿Y de dónde sacan los Gnagerit ese... "Polvillo"? 

Que Gustav supiera, los Gnagerit expulsaban aquel polvillo de sus cuerpos cómo si se tratase de esporas. Hannah frunce el ceño cuando Gustav se lo comenta. 

- Curioso... - Comenta. - Pero debería de haber algún coste asociado a su poder... Quizás consuman otro tipo de energía para realizar su "magia". 

Me encojo de hombros. - Realmente quizás ni los Gnanerit sepan que aquellas esporas consumen su vida. Puede ser también que el coste vital se deba al hecho de ir contra la naturaleza. Siendo el poder de los Gnanerit en sintonia con ello quizás el coste es muy bajo - Lo digo sin estar convencido de lo que digo. 

- Quien sabe, no te preocupes que se lo preguntaré cuando vuelva a mi base. Por ahora lo que necesito descubrir es como usar este poder para sacarle el máximo potencial. - 

Hannah asiente, y parece que va a añadir algo pero de pronto se pone en alerta y los músculos de su cuerpo se tensan. Al cabo de unos segundos, Gustav puede saber porqué, hay sonidos de pasos en el exterior. Hannah mira a Gustav con el ceño fruncido, parece que ella está tan confusa cómo él sobre quienes podrían ser. Casi cómo llevaba por una brisa inexistente, Hannah se desliza hacía las sombras del sótano y se esconde.

Los pasos parecen estar dando vueltas en la superficie, y se escuchan voces pero están demasiado amortiguadas cómo para entender que están diciendo. 

Echo un vistazo a los cacharros que hay por el suelo, guardando los utensilios y los suministros lo más rápido que puedo. 

Voy a esconderme en otro lugar de la habitación. No tengo claro quien es y no es bueno que los Zwerg encuentren un no muerto rondando sus castillos. 

Lo que escucha Gustav tras esperar varios segundos en un tenso silencio le hace soltar un suspiro de alivio. 

- Debe de estar en el sótano. - Comentaba la voz de Kayden. Y al cabo de un rato sólo le respondió un gruñido de respuesta, que debía de ser el de Luke. 

Habiendo guardados los trastos que podian indicar que Hannah estaba por aquí salgo del sotano. Me tapo la cara al ver al Sol y digo. - Me alegro de veros. - 

- Yo también me alegro de que sigas de una pieza, Gustav. - Dice Kayden estrechándole la mano a Gustav. Tras eso Luke hace lo mismo. No había rastro de Heath. Kayden hace un resumen a modo de informe de la situación. - El cargamento está entregado. Y Besen organizó una reunión privada tan pronto cómo lo tenía en sus manos, incluso organizó una demostración. Debo reconocer que el ambiente olía a batalla. - Se encoge de hombros. - Y no dudo en que no tardará en llegar. - Entonces pone mala cara. - Heath se ha quedado a ayudar a Maverick, tienen mucho que hacer y poco tiempo para planearlo... Contando con los pocos momentos en los que pueden comunicarse con la libertad de no ser escuchados. 

- Perfecto, vayamos a una de las torres derruidas y me cuentas los planes de Maverick. - 

Kayden asiente, pero justo cuando se da la vuelta para encaminarse a una de la torres mira hacía un punto por detrás de Gustav. Levanta una ceja, confuso. Gustav se gira y puede ver que Hannah ha salido del sótano. 

Hannah se acerca, y ante la mirada interrogativa de Gustav responde. 

- ¿Qué? Voy a estar dando vueltas por aquí todo el tiempo, podría seguir escondida si quisiera pero no merece la pena... - Señala con la cabeza a Kayden y Luke y añade con un tono más discreto. - Cuentales lo que creas conveniente pero ahorrate los detalles y se breve. 

Sonrío, no me encuentro tan sorprendido como podría Hannah esperar. - Como veis por mi parte los planes van según lo esperado. Aquí nuestra amiga es quien se encargará de entregar las información a la fortaleza, No tengo muy claro hasta que punto Heath os ha contado la información que disponíamos pero he conseguido una alianza con "ellos" - Digo esto último como si hubiera decidido que ese iba a ser el nombre de sus aliados. - de un golpe podremos tener el apoyo que necesitamos para llevar el descanso a Helltia de la tirania que la oprime.- 

Viendo un poco la expresión de sorpresa de kayden añado. - Sé que tendreis más preguntas de las que ahora mismo puedo responder pero os pido paciencia. Por ahora tendreis que aceptar mi palabra sobre esto. - Mirando a Hannah y acompañando con el brazo a Kayden para que avance digo. - Hannah, acompañanos. No tiene sentido que te vuelvas a las sombras puesto que nuestro destino està unido al igual que al del resto de mis camaradas. -