Partida Rol por web

-Que no sea para tanto- dijo Jerome -palabras ciertas pero cada uno se mueve en el área que conoce-la mirada del viejo recorrió los rostros de los presente. Luego volvió a una página de su libreta y anoto algo casi en entendí le con letra de médico o al menos parecía eso. - bien entonces mañana a las 22 en mi local? - preguntó

Me detengo en el umbral de la puerta que da al restaurante, mis ojos que hace unos momentos habían mirado al numeroso grupo de Tremeres, ahora recorren el resto de la sala. Puedo ver a Karen, ella me gusta, es una mujer que sabe lo que quiere. Recuerdo la advertencia que me hizo James hace un rato, aunque con todo lo que había pasado me parecía una eternidad. ¿Debería creerle? Sabía que no me deseaba mal alguno y por mucho que me costara admitirlo le apreciaba, pero nunca le había considerado alguien inteligente y menos aun capaz de intuir nada que no tenga que ver con su pellejo.

Observo a la joven que habla con la Primogénita, no la conozco, apenas conocía la punta del iceberg del oscuro mundo en el que me había visto envuelta desde hacía unas noches, la inmortalidad cambiaba totalmente la perspectiva del tiempo, pero esta seguía siendo mi época, no la de ellos. Quería más poder y riqueza, quería que tuvieran que saludarme con respeto y no se atrevieran ni siquiera a hacer el más mínimo gesto en mi contra. Esa chica podía ser perfectamente una joven de cuatrocientos años pero no tenía el poder que yo anhelaba, no le tenía ningún respeto y eso era una parte fundamental, no tanto como el dinero, pero casi. Debía ir lentamente haciéndome con el monopolio del transporte en Nueva Orleans, si conseguía controlar parte de la ciudad, poco a poco podría influir mucho más en los asuntos mortales y a su vez, en la vida nocturna de los vástagos.

Saco mi móvil y miro la hora, cada vez faltaba menos y me había entretenido demasiado tiempo con Rémy. Empiezo a andar hacia el otro pasillo, en el lado opuesto del restaurante. Parece que ya han acabado con los eventos en la biblioteca, ya que algunos de los vástagos empiezan a abandonar la sala y suben a cubierta.

¿Qué había comentado la señorita Baker sobre eso? No lo recordaba bien.

Quizás sea otro juego en el que ganar una gran cantidad de dinero haciendo payasadas de circo, tengo mis dudas en subir hasta ahí, pero perder la posibilidad de obtener un beneficio es algo que no puedo ignorar. Así que empiezo a subir a cubierta.

Salgo del restaurante y empiezo a subir las escaleras que llevan a la cubierta superior, perdida en mis pensamientos y sin prestar mucha atención a aquellos que también se dirigen ahí.

Frustrada porque Yoomee no me coja el teléfono, lo pongo en silencio y lo guardo en el bolso. Probablemente sólo sea que se ha retrasado el envío de Ambrosía de este mes. 

Asciendo por las escaleras hasta llegar al solarium, y echo un vistazo para observar a los cainitas que se hayan reunido ya allí.

-Hola de nuevo, mes amis -sonrío, avanzando hacia la piscina, contoneando mis caderas bajo el largo y vaporoso pareo que apenas cubre el trikini- ¿qué tal ha ido el concierto? 

Finalmente me dejo caer sobre una tumbona, cruzándome de piernas, y compruebo de un vistazo que todo sigue en su sitio.

-¿Esperamos un poco más a ver quién aparece para la ruleta?

Parker esta en la cubierta, esta vez no está sola como antes sino junto a un anciano que está observando algo delante suyo apoyado en la barandilla, quizás las hipnotizadoras olas del agua que produce el barco en su movimiento, y ella es Agnieszka, tal cual ella es, manteniendo una conversacion con el anciano que esta muy serio, ella te da la espalda, no se ha percatado de tu presencia, la conversacion parece muy seria, importante... intima.

Llego a la cubierta superior, me sorprende un poco ver las tumbonas aunque no sé que esperaba realmente, miro hacia el oscuro cielo iluminado por las luces de Nueva Orleans, un lugar ideal para tomar el sol en un crucero de lujo. Realmente apropiado. Doy unos pasos por el solárium, mirando de reojo la piscina, al acercarme a una de las tumbonas del otro extremo dejo mi maletín y me cruzo de brazos. Entonces llega JoJo, ha tenido tiempo para cambiarse y poder disfrutar de esto, no esperaría menos de alguien como ella. Nunca me han gustado las playas ni las fiestas en la piscina, todo esto me recuerda a las aburridas vacaciones de primavera y los viajes que hacían los demás estudiantes a Florida, por suerte no fui nunca, siempre tuve la cabeza donde toca.

La organizadora parece contenta de estar aquí al menos eso siento al escuchar su saludo, a saber que tiene preparado. ¿Tengo que contestar? Miro hacia el cielo de nuevo. -Hola, ha sido tranquilo.- La compañía en el solárium no es mi favorita, pero claro prefiriendo la soledad es difícil ser complacida en una fiesta. Están esos dos,  JoJo y un viejo, quizás tenga razón en que sea mejor esperar a que venga más gente por mucho que me duela. Puedo ganarlos a todos.

-¿Puede adelantarnos algún detalle? ¿Por ejemplo los premios?- Espero que sea algo de un valor similar al anterior premio y esta vez lo guardaré bien.

Asiento a las palabras del anciano. Tal vez este viaje sea útil después de todo. 

Estaremos a las diez en el lugar acordado. me giro para dirigirme a la joven cainita. Gracias, Caroline. Escucho atentamente sus palabras, me parece atrevida la descripcion de sus "actividades cotidianas" peor sobre todo las de ese tal Fowler, alzo la vista para localizarlo en la sala. No teníamos pensado quedarnos mucho tiempo en la ciudad pero es interesante tener localizado a todo el mundo, seguro que Leonardo opina igual. 

En compañía de la preciosa Rosalie, la anfitriona indiscutible de aquel evento tan peculiar, Lavonne acudió a cubierta donde otros invitados se estaban reuniendo para la presentación del siguiente juego. Todavía no tenía claro si deseaba participar o no, pero quería saber de qué se trataba.

Tras la indudablemente enérgica actuación del joven Babylon, me levanto de mi asiento y asiento en su dirección en señal de felicitación. A continuación echo un vistazo a mi alrededor para comprobar que la mayoría de los Vástagos reunidos están ya abandonando la biblioteca para acudir al lugar donde se llevará a cabo la siguiente actividad. Abrochándome nuevamente la chaqueta, me encamino hacia donde ellos van. Me pregunto qué nuevo juego nos tendrá preparado mi amiga JoJo.

Parker esta en la cubierta, esta vez no está sola como antes sino junto a un anciano que está observando algo delante suyo apoyado en la barandilla, quizás las hipnotizadoras olas del agua que produce el barco en su movimiento, y ella es Agnieszka, tal cual ella es, manteniendo una conversacion con el anciano que esta muy serio, ella te da la espalda, no se ha percatado de tu presencia, la conversacion parece muy seria, importante... intima.

Escucho lo que tenga que decir mi contertulio... y de pronto me percato de la presencia de los recien llegados a cubierta, antes incluso de que Morgan se de cuenta de que estamos nosotros dos alli...  ya te hemos visto nosotros primeramente, le miro a Mihail como diciendo parece que no estamos solos... mirando de reojo hacia los otros... asi que le digo con suma e impecabilisima educación que os quedais flipados los cuatro, tal es que nunca habeis visto en toda vuestra vida y sólo lograis atisbar a oir el final... - Os ruego, mi señor, que vayamos a un sitio mas privado si vos los deseais...

Subo las escaleras y estar al aire libre me reconforta un poco más que la sangre. Saber que puedo salir a espacio abierto y que no me contienen cuatro paredes parece hacerme sentir más seguro. Es ridículo pero así funciona la cabeza.

Miro a Agnieszka unos segundos. Parece inmersa en una conversación importante, y no deseo interrumpir su charla con su mentor. Por unos momentos me he preguntado si las palabras de Baby le habrán herido de algún modo, después de todo se ha marchado de una forma abrupta, instantes después de haber expresado un claro deseo por el joven y exuberante músico. Sacudo varias ideas de mi mente. No entiendo a algunas personas. Las afrentas sociales solo son capaces de hacer mella durante unos instantes en mi. O provocan un frenesí... o las dejo ir rápidamente. No tengo tiempo ni memoria para guardar afrentas.

Lo cual me lleva a la otra mujer que hay en cubierta.

Jane Morgan.

No me gusta. No tenemos los mismos intereses ni quiero nada de ella. Y lo peor... sabe sacarme de mis casillas con demasiada facilidad.
Sin embargo he puesto en peligro su integridad y debería responsabilizarme. Suspiro mientras niego y camino con las manos en los bolsillos.

- Señorita Morgan... - digo en voz baja como pidiendo permiso para acercarme. Luego tomo aire para continuar y miro a mi alrededor. - Sé que no soy de su agrado ni usted lo es del mío. Sin embargo es mi obligación pedirle formalmente una disculpa por mi imperdonable forma de actuar en el casino. 

Me mantengo a una distancia prudencial. La he amenazado dos veces y no quiero seguir dandole motivos para sentirse agredida - No importa lo que dijese usted. La bestia tomó el control aprovechándose de mi ira... y podía haberle hecho daño. 

Seguramente le importará un bledo... pero quisiera disculparme. Su destreza es impresionante y merecía ganar esa baraja. No debí hacer esos comentarios.

De repente llega la preciosa y exótica organizadora de la fiesta. Mis ojos se deslizan lentamente para observar su cuerpo expuesto por el escaso traje de baño. La curiosidad que siento por esa exótica mujer es grande, pero mayor es mi precaución. Una ghoul independiente... claro, y Santa Claus es un puto Tremere con animalismo. No me gusta no saber quien maneja los hilos, y mientras no lo sepa, esa mujer no es de fiar.

- Estoy seguro de que pronto vendrán más personas a ver el espectáculo de la ruleta. Estoy de acuerdo con la señorita Morgan, ¿puede darnos unas pistas sobre el evento y el premio?

Cuando Lavonne y Sebastian suben a cubierta, JoJo está hablando con Jane Morgan y Shane, hablando con calma sobre el próximo evento al lado de la piscina.

Parker se encuentra en una zona apartada hablando con Mihail.

Sin embargo, si lo que busca es algo sucio o retorcido, le recomiendo ir con Fowler... aunque no respondo por el en niguno de los otros sentidos. Y claro, volviendo a lo que dije en un principio… Dime con quien andas, y te diré quien eres.  ¿Le resuelve eso su duda?

Acaricio mi barbilla meditando sus palabras. Una sonrisa divertida se dibuja en mi rostro y señalo a la cainita con el dedo índice moviéndolo lentamente - Es usted más sabia de lo que parece... es un refrán más que aplicable a nuestra sociedad.

Inspiro mientras meto las manos en los bolsillos y luego resoplo - sin embargo es una acusación... tremendamente grave. ¿Sabe el señor Fowler la desagradable opinión que tiene usted de él? ¿o es algo de completo dominio público?

Tanto Jerome como la chiquilla de ese vampiro Francés parecen de acuerdo con cerrar tratos mañana. Puede que estén interesados en el premio gordo. Es tanto una obra de arte como un objeto único. Por un segundo incluso pienso en pasar de todo y quedarme con la pieza, pero estas personas seguramente puedan apreciarla mejor que yo.

Veamos hasta donde llega la cota del juego.

- Me gustaría acompañarles mañana, tengo una pieza que creo que puede interesarles. Y seguro que hay cosas que me interesan aparte del dinero. - me levanto y me sacudo las arrugas de la camisa mientras busco a mi sire con la mirada. - Ha sido un placer señor Dumont, estaré allí a la hora acordada. Señorita Caroline, sin duda tiene usted una perspicacia divertida. - luego me giro hacia la preciosa chiquilla del guaperas franchute y le guiño un ojo. - muñeca, ha sido un placer conocerla. Nos veremos mañana y veremos si puede interesarles mi obra de arte.