Jorosh...
Susurró Celeste casi sin pensar.
-En fin, supongo que no te sacaré nada más...-Damien miró a Marianna como se mira a una cucaracha.-¿Unas últimas palabras antes de que te mande con tu amigo Jorosh?-el estoque no emitió apenas ningún sonido cuando fue desenfundado, tenía manchas de sangre seca y tierra del día anterior, ya que el joven no había sido muy cuidadoso limpiándolo. No habían tenido tiempo.
-Doblegaos antes de que os aplasten. Abrazad el dolor.
Marianna miró a Celeste con una sonrisa lobuna y levantó el cuello, ofreciéndose como sacrificio.
Celeste salió del sótano malhumorada, dando un portazo tras de sí. Luego se encontró con Aleph, y sus gritos pudieron oírse incluso desde el sótano.
-¡¡¡Mátala!!!! ¡¡¡Mátala tú y déjame en paz!!! ¡Pero eso sí te lo aseguro, si logramos tener a Lucian tal y como está esta mujer no esperes que ceda yo!
-Hablas mucho de la sangre, yo no tengo ni idea de ésto, pero no voy a manchar la casa de mis parientes con el fruto de tu podrido corazón.- Damien envainó su estoque y se desató uno de los largos cordones que ataban sus botas, lo pasó alrededor del cuello de la mujer, apretó con fuerza e hizo un nudo. Luego pateó con fuerza a la mujer en el estómago y se sentó a ver como moría.
-Pensé que sería duro quitar una vida cuando el otro está indefenso, pero ahora simplemente creo que es más fácil. Y es curioso pero no siento ningún remordimiento.
Aleph miró a Celeste en silencio, luego asintió. En su expresión había una mezcla de alivio y tristeza. Segundos después, entraba en la habitación y se acercaba a Damien. Sin decir palabra, se acercó a la mujer, que se ahogaba lentamente... Y, con un movimiento rápido y simple, la partió el cuello usando sus dos manos como resorte
No hay necesidad de que sufra Dijo, mirando a Damien. En sus ojos solo había tristeza
Y antes de que lo digas: Sí, había considerado la posibilidad de que el ahorcamiento fuese un farol. Pero Aleph es un tipo sencillo ;)
-De cualquier modo, hay que ir a la cofradía, rápido -dijo Fiona-. Antes de que lo hagan... Parecía tan segura...
Gracias
Pero Aleph no sentía gratitud por haberle ahorrado dolor a esa mujer. Aleph se sentía agradecido por pensar que Celeste había elegido el camino correcto. A pesar de haber quitado una vida hacía apenas unos segundos, se sentía feliz... Y triste, al mismo tiempo. Pues todo eso se podría haber evitado, de algún modo
-No tengo nada que hacer allí. Sin mis poderes no soy de utilidad.
El tono de Celeste era una mezcla de frustración, y resignación.
Nome funciona el teclado, estoy escribiendo desde un teclado virtual, que coñazo darle a las teclitas con el ratón. T.T
Déjame en paz.
Seca, directa, breve.
-Lo se, pero yo no podía partirle el cuello con las manos, y después de todo lo que decía de la sangre me negué a derramarla. Parecía estar deseándolo.-dijo con repulsión.
El joven quitó la mordaza a los otros dos acólitos apresados.-¿Y vosotros tenéis algo que decir? ¿O queréis compartir el destino de vuestra jefa?.
Los otros sectarios negaron con la cabeza. Estaban mucho más asustados que la mujer, que no había dado ningún tipo de muestra de miedo.
-Pero Celeste, te necesitamos. Sin tus poderes no podremos hacer nada -dijo Fiona-. Aunque no vayas a conjurar nada espectacular, necesitamos que estés ahí. ¿O no?
La mujer miró a los demás buscando apoyo.
Aleph decidió no intervenir. Su opinión era transparente, incluso para los que le conocían desde hacía relativamente poco, como Fiona: Todo lo que supusiera poner en peligro a Celeste era algo con lo que él no estaba de acuerdo, fuera cuál fuera la situación
La cara de Junette había ido adoptando poco a poco una inexpresividad poco común en la muchacha con la eterna sonrisa preparada. No le gustaba ver a Damien actuando así, a pesar de que lo sabía necesario. Así que un escudo de "no me importa nada" se había ido formando a su alrededor, la única manera de mantenerse cuerda.
- Que haga lo que quiera, Fiona. - dijo con voz fría - Otros tenemos aún menos y no nos vamos a quedar escondidos en casa. - añadió. Por no importarle, no le importaba ni lo que pensaran los demás. - Vámonos ya, perdemos demasiado tiempo decidiendo.
Junette salió de la habitación de la misma manera que había entrado, sin esperanzas y el corazón convirtiéndosele paulatinamente en piedra.
Damien escuchó a Junette y lo que no había conseguido un asesinato a sangre fría, que sus tripas se encogieran y su corazón temiera, lo provocaron las palabras de la chica. Pero decidió agarrar los restos de su vida antes de que se fueran por el desagüe de la impasibilidad y la indiferencia.
Tomó el brazalete de la ahora muerta cultista y siguió a la joven fuera de la habitación hasta encontrarla a la vuelta del pasillo. La agarró entre sus brazos, no era un abrazo de un amante, sino el abrazo desesperado de un naúfrago a una tabla, una madera emocional.-Eh, Junette.-se le quebró ligeramente la voz.-¿No te dije que eres la chica más valiente que conozco? No me dejes ahora.¿Sabes lo que me ha costado lo de hace un instante? No te me hundas ahora, no nos hundamos ahora ¡Esto va a acabar bien! Ya verás.
Junette negó suavemente con la cabeza. Aceptó el abrazo, pero parecía ausente de su propio cuerpo y no hizo amago ninguno de devolverlo.
- No... no va a acabar bien... - susurró - Puede que nosotros sobrevivamos, incluso que evitemos la llegada de Jorosh, pero... - miró a su primo a los ojos - todo habrá cambiado. Tú habrás cambiado, justo por lo que acabas de hacer. - en su voz había una calma triste - Jules probablemente acabe muerto, eso devastará a Fiona. - exponía los hechos sin temblarle la voz - Yo volveré a casa de mi madre, sin... - hizo una pausa - No tiene importancia.
Acarició la mejilla de Damien con cariño y dejó salir una pequeña sonrisa de afecto.
- Ya nada tiene importancia. No debe tenerla. Porque si la tiene, si permito que la tenga... no podré aguantarlo. - confesó - Es la manera más fácil.
La pobre está actuando como un autómata, lo último ha sido demasiado, pero la necesito atenta. Al menos me ha sonreído.
-Pues yo no pienso resignarme. Y no he cambiado lo más mínimo... esa mujer era una torturadora y una asesina. Está mejor muerta. Ya me he hartado de miserables cultistas. Vamos a detenerles ahora mismo. Y si encontramos a Jules, veremos qué responde a las acusaciones. Porque hay algo más aquí, no sabemos el verdadero propósito de Jules ¿Qué gana él liberando a Jorosh?.-Damien miró al techo.-¿Qué demonios se me escapa?.
-Vamos, terminemos con ésto de una vez.
Damien salió un momento, después de tomar el brazalete de la mujer, fuera habó unos instantes con Junette y luego volvió a aparecer en el marco de la puerta.
-Vamos, es ahora o nunca.
¿Y tú Junette? Tanto tiempo con Jules y no sabes nada... ¿Qué me ocultas tú?. ¿Habrá usado Jules el sortilego para borrar la memoria contigo?.
Celeste miró a Fiona.
-Precísamente por eso. ¿Decís que sin mis poderes no sois nada? ¿Si no tengo mis poderes... qué es lo que soy? Todo cambiaría en el caso de que pudieras cederme tu energía. Entonces podría ser de ayuda, en caso contrario me temo que lo que puedo hacer allí, es similar a lo que puedo hacer aquí.
De hecho... pensándolo fríamente...
cartelito amarillo???? O.o