Partida Rol por web

-Voy a ver que soy capaz de encontrar.-Digo adelantándome.-Al ser relativamente sigiloso puedo pasar inadvertido y si hay trampas puedo desactivarlas.

Dicho esto, me introduzco en el tunel en busca de enemigos o cualquier signo de presencia inteligente.

Eldarian asintió a Nenfirien. Sabía que su amigo y compañero de aventuras sería más útil de avanzadilla. Así, acariciando a Jai, para que recuperara su forma normal, le dijo.- Amigo mio, acompaña a Asmodeo en el deambular de este pasillo. Si os encontrarais con cualquier peligro, intenta pasar desapercibido. Si no puedes ruge y ayuda al tieflin todo lo que puedas- le dijo mientras le acariciaba-. Ve.

El pasillo no parece contener ningún peligro por el que alertarse y Asmodeo le indica al resto que pueden seguir avanzando sin problemas.

Recorren los metros que abarca el túnel hasta llegar a una habitación con forma octogonal cuyas paredes son de roca lisa y reluciente que se elevan hacia arriba. Parecen una torre achaparrada dada la vuelta.

En una de las paredes hay un pequeño pasillo para atravesarlo y avanzar por aquella estancia.

Aire se recogió un poco la falda y empezó a caminar con cuidado, levantando las piernas mucho, recordando a los pasos de un caballo.

Al llegar a la habitación miró a sus compañeros y se llevó el dedo a los labios para indicarles que no hablaran. Se adentró avanzándo rápidamente de puntillas y se paró delante de una pared, analizándola, buscando algo que a simple vista no se viera.

Illvander avanza por el pasillo sin decir nada, intentando no producir mas ruido que el suave roce de sus botas con el suelo. Tras llegar a la estancia examina el suelo y las paredes en busca de algo oculto.

El hechicero de la tierra se detuvo, esperando la señal de sus compañeros para que pudiera seguir avanzando.

El enorme tigre se detuvo en la sala exagonal a la que le había conducido el pasillo. Miró a Asmodeo para ver lo que hacía y al ver que se daba la vuelta esperó ahí a que llegara el resto de compañeros.

Mientras esperaba escrutó la sala a ver si encontraba algún signo de cualquier cosa que hubiera estado ahí recientemente.

Al ver que regresaba Asmodeo sin el tigre y les conminaba a seguirle, Eldarian se adentró en el pasillo para ver donde les había llevado, teniendo cuidado de no hacer ruido en su caminar..

Al llegar a la sala octogonal, por fin vio a su compañeros felino al cual acarició en el lomo. Después inspeccionó el recinto.

En aquella sala no parecía haber nada más a simple vista, parecía que la única opción posible a tomar en cuenta era el pasillo que había más alante.

Pero de pronto, el Hechicero del Fuego señaló hacia arriba. A varios metros, en lo alto de la torre parecía haber unas cuantas marcas que escondían algún tipo de puerta secreta, no eran ni una, ni dos, sino que había varias puertas escondidas bajo algún tipo de ilusión.

El problema era que la pared era de roca lisa, y trepar por ella era una tarea casi imposible, aunque actos más heroicos se habían visto en algún momento.

¿Qué es, qué es? dijo Aire nerviosa, poniéndose rápidamente junto a Valduane para mirar donde el hechicero señalaba. Al ver las marcas, se desilusionó. Oh, pensé que era algún regalito para mí... dijo triste mientras pateaba el suelo.

Después, suspirando, continuó. Yo puedo subir hasta allí arriba, si es lo que queréis.

-Yo puedo trepar y abrir las puertas.-Digo sin darle demasiada importancia.-Lo que si necesitaré despues es una cuerda para que el resto podáis subir.

Yo no necesito ayuda tampoco. Veamos qué es lo que hay ahí arriba y después que suban los demás

-De acuerdo, adelante.

Dicho esto, empiezo a trepar hacia arriba con cuidado por si hubiera alguna clase de trampa por la pared. Despues de todo, si alguien se ha molestado tanto en ocultar las puertas...

Yo os esperaré aquí, cuando abráis la puerta subiré con los demás. - dijo Dimitry desde abajo viendo que poco podía hacer él. Sabía trepar, pero esa pared era demasiado lisa para trepar con facilidad. 

Se alejó un poco de donde estaban todos, en silencio para vigilar el pasillo que salía desde la sala.

-Yo necesito de una cuerda. Ten cuidado Asmodeo, puede tener trampas mágicas.

Estando donde estamos, cualquier cosa es posible. Una puerta oculta en un lugar así ¿a dónde llevará? Es un lugar con demasiadas posibilidades y demasiada gente.

-Haría falta todo un ejercito para explorar un lugar así a fondo...

¡Vale! gritó Aire y empezó a subir por el aire, como si unas escaleras estuvieran visibles sólo para ellas y no para los demás.

¡Qué alto está! Ya podían haber puesto las puertas más abajo dijo cuando comenzó a ayudarse de las manos para subir.

Eldarian miró hacia arriba y vio las puertas a las que Illvander hacía referencia. Negando con la cabeza el druida miró a su compañero Jai. Estaba claro que ni él ni su gran amigo felino estaban hechos para esas grutas. No veía el momento en el que iniciar el regreso a la superficie. Pero sabía que si investigaban lo suficiente, sabrían cuan de grande sería la amenaza drow.

- Jai- dijo Eldarian acariciando a su amigo-. Creo que te tocará reducir tu tamaño, pero esta vez te dejaré en ese estado un tiempo. Quizás necesitemos que seas pequeño en vez de grande- comentó el elfo.

- Aun así, primero que abran la puerta y veamos que hay. Luego tomaremos las decisiones que sean oportunas- concluyó.

La hechicera comenzó a escalar por una escalera de aire, mientras que Asmodeo caminaba con soltura por la pared y Valduane decidía ascender levitando. En pocos segundos alcanzaron las puertas que había allá arriba.

Cuando ascendieron se dieron cuanta de que ellos no veían nada, y tras varias explicaciones por parte de Illvander, donde le explicaba el punto concreto de las puertas, lograron verlas. Les había costado unos cuantos minutos darse cuenta de aquello, era un conjuro de ilusión muy trabajado. El hechicero que hubiera lanzado aquel conjuro dejaba claro que no quería que se descubriese lo que había allí dentro.

Las puertas invisibles dividían la extraña torre invertida en cuatro plantas. Una puerta encima de la otra accedía a cada piso. Sin pensárselo mucho decidieron entrar por la primera. Abrieron la puerta sin ninguna dificultad, y de ella una extraña niebla oscura comenzó a salir, por mucho tiempo que dejaran abierta la puerta, no se disipaba, así que era evidente que aquella sala estaba bajo algún tipo de hechizo. Una nube oscura cubría toda la estancia, dificultando la visión en el interior, hasta tal punto que solo podrías ver aquello que estuviese a un palmo de vuestras narices.

Illvander al ver la niebla aparecer a través de la puerta se puso en una pose defensiva, esperando algún enemigo. Al no ver ninguna amenaza y ver que la niebla no desaparecía su mente empezó a pensar en por qué alguien estaría interesado en querer una habitación a oscuras.

- Chicos, parece que ahí arriba hay algo que alguien quiere que no veamos. Podría ser la guarida de algún hechicero Drow bastante poderoso o simplemente un lugar donde ocultar algo para que no se encuentre nunca. De todas formas el asunto de la niebla me hace pensar en una trampa si o si, y seguramente no sea la única.