Partida Rol por web

Es Septiembre y en Punta Arena se celebra (justo mañana) el festival de las mariposas. Al llegar al pueblo, en la entrada al puente hay un cartel y un espejo; en el cartel hay escrito el mensaje: "¡Bienvenidos a Punta Arena! Por favor, deteneos a veros como os veremos nosotros." 

Es ya tarde/noche por lo que convendría buscar una posada para descansar del viaje y reponer fuerzas con una buena comida.

Te han llegado rumores de que en la costa perdida, más concretamente en el Golfo Varisiano debería haber artefactos antiguos de gran poder ocultos por el paso de los años. Así que te dirigiste allí y tus pasos te han llevado a Punta Arena un pueblo costero del Golfo Varisiano donde mañana se celebra un festival...

Estas de viaje por Varisia, y has escuchado que en uno de los pueblos costeros del Golfo Varisiano se celebra un festival, este pueblo es Punta Arena y el festival es el de las mariposas. Así que te diriges allí llegando la tarde antes de la fiesta...

Tras dejar tu tierra natal viajaste lejos, muy lejos, a la otra punta del continente para que no te encontrasen. Querías una nueva vida y nada se iba a interponer. Viajaste tan lejos que llegaste al mar, concretamente al Golfo Varisiano y allí encontraste un pequeño pueblo donde te anunciaron que al día siguiente había un festival, el festival de las mariposas...

Nada mas entrar en el pueblo Kalimash se estira y despereza marcando y abombando su armadura con sus imponentes músculos antes de sonreir, una mueca amistosa a la que sus colmillos afilados dan un aspecto feroz.

Eztá bien, vamoz a ver ke me encuentro - aunque su caligrafía es perfecta y sus conocimientos lingüisticos son bastante avanzados, sus colmillos nunca le han sido de particular ayuda con la dicción, superando ésto sólo cuando se encuentra declamando una historia, ¿que bardo sería si no?

Decide darse un paseo por el pueblo- nunca sabes que puedes encontrarte hasta que hueles una lugar a fondo.- y cualquiera se sorprendería de saber que incluso los orcos tienen dichos de cierta sabiduría. No en balde muchos los crea él mismo en el momento, eso también cuenta, ¿no?

Una vez en las calles se dedicó efectivamente a olfatear todo además de mirarlo, después de todo hasta él había terminado harto de las raciones de viaje y una buena comida era su segundo objetivo tras haber visto el pueblo.

Entras en el pueblo olisqueando y mirándolo todo a tu alrededor, decides andar recto nada más entrar a ver que te encuentras. 

Lo primero que te llama la atención es una exhibición bastante macabra, sobre la entrada a una cuadra cubierta de un establo hay una colección de orejas goblin: preservadas y clavadas a tres travesaños distintos, cada uno con un nombre goblin grabado a fuego en la piel correosa. Después te fijas que hay un cartel donde aparece un goblin arrollado por las patas de un caballo (localización 38).

Justo enfrente del establo (localización 41) hay una gran tienda, te asomas y vende ropa, armas, juguetes, obras de arte, libros y herramientas importadas.

Continúas y justo al lado del establo (en la localización 37) empieza a oler bien, a comida. Es un edificio de grandes dimensiones y en el tejado hay un impresionante y, bastante oxidado, dragón de hierro que se alza sobre el tejado del edificio, sirviendo tanto de pararrayos como de decoración. Parece una posada y se oye murmullo dentro.

Por último llegas a una plaza (localización 35) en la que han colgado banderillas  de colores en el aire y hay un estrado.

Justo al llegar a la plaza a la izquierda ves el mar y una barca amarrada a un embarcadero de madera.

Vaya, el pueblo no es tan pequeño como creía y tiene cierta y obsesiva fijación con los goblin, como si los cazasen o algo - piensa con cierta ironía.

Decidido a seguir viendo el pueblo antes que ceder a su olfato sigue adelante y luego gira a la derecha, por lo larga que es diría que se trata de una de las calles principales del pueblo. Que le aspen además si no ve incluso algunos edificios grandes.

Quizá alguien me indique mejor- dice pensando en voz alta.

Nada más girar a la derecha (en la localización 27) ves en la puerta de este edificio enorme unos niños jugando con una pelota de trapo, cuando te ven uno de ellos dice Mirar como Gorvi mientras te señala pero parece más limpio y siguen jugando a la pelota. También hay un humano que parece que los vigila y te mira con curiosidad pero siendo discreto.

En frente de este edificio (localización 26) hay lo que parece un ultramarinos, vende equipo de granja, armas, arreos, herramientas, muebles, comida y te viene un olor a pasteles que se te salta la hiel.

Continuas y ves (localización 22) un cartel delante de una tienda con un goblin con los ojos como platos leyendo un libro del revés casi tan grande como él. 

Frente te golpea de nuevo un olor agradable, un aroma a pan que lucha contra el olor penetrante y salado del mar (localización 21).

Continuas y ves dos edificios grandes (uno localización 10) uno es una fortaleza de piedra con un guardia en la puerta.

El otro (localización 11) parece el ayuntamiento del pueblo.

Por fin llegas al final de la calle, pero el olor nauseabundo al llegar allí te echa para atrás (localización 6) te fijas y hay un pequeño barranco que da al mar donde hay mucha basura tirada y esparramada.

Al llegar a la entrada, miro hacia el cielo, viendo que ya es de noche. Entro en la ciudad, curiosa, observando la entrada a mi paso, y lo que me rodea. <Buscaré una posada y pasaré la noche aquí...> pienso, me aunque me fijé en el cartel del festival, el cansancio puede conmigo. Creo que es mejor buscar el lugar adecuado para una comida caliente y dormir en condiciones. 

Sigo el camino recto, buscando "la calle principal", voy mirando a ver si veo algún guardia a mi alrededor, para preguntarle por una posada, mientras me voy fijando en los edificios por los que paso. También echo una ojeada a la gente, intentando averiguar que clase de pueblo o ciudad es esta. 

Entras en el pueblo mirándolo todo a tu alrededor, decides andar recto nada más entrar a ver que te encuentras. 

Lo primero que te llama la atención es una exhibición bastante macabra, sobre la entrada a una cuadra cubierta de un establo hay una colección de orejas goblin: preservadas y clavadas a tres travesaños distintos, cada uno con un nombre goblin grabado a fuego en la piel correosa. Después te fijas que hay un cartel donde aparece un goblin arrollado por las patas de un caballo (localización 38).

Justo enfrente del establo (localización 41) hay una gran tienda, te asomas y vende ropa, armas, juguetes, obras de arte, libros y herramientas importadas.

Continúas y justo al lado del establo (en la localización 37) empieza a oler bien, a comida. Es un edificio de grandes dimensiones y en el tejado hay un impresionante y, bastante oxidado, dragón de hierro que se alza sobre el tejado del edificio, sirviendo tanto de pararrayos como de decoración. Parece una posada y se oye murmullo dentro.

Por último llegas a una plaza (localización 35) en la que han colgado banderillas  de colores en el aire y hay un estrado.

Justo al llegar a la plaza a la izquierda ves el mar y una barca amarrada a un embarcadero de madera.

Al ver las orejas de goblin, no puedo evitar encogerme levemente <que horror... que mal gusto...> arrugo la naricilla, y es entonces cuando el olor a comida caliente me llama la atención, y hace que se me olvide un poco el tema de las orejas, mi estomago da un vuelco, esta claro que tengo hambre, así que con cautela, observo antes el edificio, y después entro despacio, intentando no llamar demasiado la atención. <Miraré aquí, si no, seguro que hay mas de una posada...> 

¿Habrá mas de mi raza? Es extraño y más en un pueblo pero eh, ¿no soy yo una rareza? Debería intentar no tener ideas preconcebidas sobre estos pieles blandas tarugos.- decidió no pararse con los niños, no le apetecía que el humano se hiciese el valiente ante el monstruito, por lo menos debería tener la excusa de estar borracho si quería meterse en una pelea por lo que siguió avanzando hasta la pequeña plazoleta vertedero.

¿Olores fétidos? ¡Kalimash sabía mucho de eso! No que la higiene hubiese sido una preocupación hasta hace relativamente poco, por supuesto lo que los humanos no sabían es que esparcir la basura en vez de acumularla evitaba la concentración de olores demasiado intensos.

En vez de eso encoge sus inmensos hombros y se gira para ver todo, parece que ya ha rodeado casi todo el pueblo, por lo que decide seguir hacia su derecha donde puede ver un edificio extraño.

Te asomas y efectivamente es  una posada, está casi al completo el salón y sólo hay una posadera atendiendo a todo el mundo. El salón es bastante grande con mesas rectangulares de madera para seis personas la mayoría. Hay unas 17 mesas. Ves que al fondo a la derecha hay una mesa para cinco personas vacía. Los aseos están al fondo enfrente y al lado de la mesa vacía hay una puerta cerrada. En el fondo a la izquierda está la barra y del centro de la posada hay una escalera que sube y divide en dos el salón.

Los que hay allí son todos humanos y hay bastante ruido, aunque el lugar parece acogedor.

Hay un cartel al lado de la barra que pone "Se necesita ayuda".

Te decides a entrar y la posadera se acerca a atenderte Vienes sola? Allí hay una mesa libre, acomódate si quieres y ahora voy a atenderte y te guiña un ojo después de señalarte la mesa que tú habías visto.

Le dedico una amable sonrisa a la posadera, y asiento con la cabeza aceptando su invitación de sentarme -Gracias-

Camino con cuidado entre la gente, intentando que nadie me pise y tomo asiento. Una vez sentada observo con curiosidad todo a mi alrededor mientras espero a la camarera. Leo el cartel <quizá podría ayudar aquí... empezar a trabajar y establecerme> pienso, imaginando una nueva vida mientras espero paciente a ser atendida. 

Giras a la derecha y sales a un cruce amplio de calles.

A la izquierda (localización 5) hay dos con pintas de combatientes en la puerta de una tienda que exhibe joyas. Te miran de arriba a abajo con descaro.

Justo enfrente (localización 1) hay una impresionante catedral, seguramente el edificio más grande del pueblo y también el más nuevo.

Al poco se te acerca la posadera Mi nombre es Ameiko, encantada, soy la dueña de esta posada que llaman el dragón oxidado ¿en qué puedo ayudarte? te sonrie

Sacudo la cabeza, saliendo de mis pensamientos y le dedico una amable sonrisa a la camarera. 

-Un placer Ameiko, estoy aquí para cenar algo y pasar la noche ¿sería posible?- no me presento, aunque le sigo la conversación -y.. he visto un cartel de que se necesita ayuda... ahora he llegado muy cansada, aunque si quisieras podría sacar fuerzas y echarte una mano. Necesito un trabajo- le comento, al ser la dueña, es ella la que manda, así que es con ella con la que debo hablar, y ya que ha venido a atenderme, aprovecho.