Partida Rol por web

Puede ser alguien pobre, como una lechera o una cerillera o quizás alguien que no salía mucho de su casa. 

El chico asiente cuando le pides salir de allí - si, salgamos. Hay que ser cuidadoso, por aquí debe haber soldados de la Reina... - te hace un gesto con la cabeza para que lo sigas y envaina la espada. 

Comenzáis a caminar por el laberinto, con cuidado de no tocar nada. Pasáis unos 15 minutos girando y caminando, tanto que comienza a casar y piensas que estáis perdidos. Entonces ves como el chico se detiene y te hace una señal. Escuchas voces hablar en una esquina, parece que está jugando a algo, dados lo más posibles. Jack te mira y frunce los labios - _{creo que son soldados...}

Si, yo también pensaba lo mismo – respondí mientras buscaba un punto de apoyo, todo esto me estaba mareando un poco y dadas las circunstancias no quería entrar en pánico, no ahora.

Sostuve la mirada de la chica mientras respiraba profundamente  - te creo – respondí intentando sonreír lo mejor posible – tuve una charla con el sombrerero hace un par de días, Rapha algo me dijo también , dame un minuto querida – le pido mientras intento asimilar todo aquello – esto suena a locura pero te creo – le dije con un susurro cuando las palabras peleaban por salir de mis labios – entonces ¿todos somos personajes de cuentos? –¿ por qué de cuentos? Y si eso era así, ¿de qué cuento había salido yo? Aquello era totalmente absurdo pero  ¿no lo había sido todo desde hace unos días?

Lo de los sueños, las voces… si, he tenido sueños extraños pero no pensé que tuvieran que ver con esto – sonreí sin alegría - ¿Quién se supone que soy yo? – pregunté mas para mi que para ella – lo único que sé es que estamos en el país de las maravillas y que estoy descalza – y al decir aquello un escalofrío recorrió mi cuerpo – el único personaje que recuerdo que iba descalza era Cenicienta – le comento negando con la cabeza.

Me tomé unos minutos antes de volver a hablar, pasé mis manos por mi rostro un par de veces, y volví a respirar profundamente  - Tienes razón, tenemos que hacer algo, vamos fuera, quizás encontremos algo que nos sea de ayuda –terminé por decir, necesitaba aire fresco, aunque fuera el aire de un mundo de cuentos. 

Wendy siente que sus hombro se destensan cuando Dominique comenta que le cree. Por supuesto, ese tipo de datos no son fáciles de agradecer y la mira agradecida por el esfuerzo que hace. Aprovechando el descanso que se da la mujer, guarda la carta en uno de los bolsillos del pantalón y mira a través de la ventana con un semblante distraído.

-No es que seamos provenientes de cuentos... esos relatos siempre tienen algo de verdad, dentro del mito, la leyenda y el folklore. Por ejemplo, Peter Pan es una leyenda dentro de lo que conocía hasta que un día apareció en mi ventana; Fa Mulan cuenta el mito de una mujer que participó en guerras por su país haciéndose pasar por un hombre y así mantener su honor...

La pelirroja mira a Dominique y le sonríe un poco. Un gesto de comprensión e intento de ayudar sin saturar demasiado.

-¿Quién dice que Blanca Nieves no existió? ¿O que Caperucita Roja no estuvo de frente a ese lobo? ... Historias que pasan de boca en boca en la sociedad hasta que se convierten en cuentos. Claro, algunas cosas cambian, pero la magia que invade esos relatos no... Somos el ejemplo perfecto que eso existe.

Después se acerca a la puerta sin abrirla, sino a la distancia suficiente para hacerlo en cuanto gusten irse.

-No sólo es Cenicienta, también Rapuncel... o Ariel cuando se volvió humana. He estado pensando en quién podrías ser, pero la clave está en lo que vistes y lo que ves en sueños. Si no te ofende, al verte considero que eres alguien que, o bien desconoce que es una princesa o no lo es, que casi no salía de casa o de una economía frágil.... Tenía un libro que se llamaba Once Upon a Time, donde venían imágenes y relatos de nosotros. Era de gran ayuda, pero se desvaneció antes de aparecer aquí. 

De nuevo mira por la ventana para hacer memoria. <<Si tan solo la magia siguiese...>>

-Peter Pan, Alicia en el País de las Maravillas y la Revolución en el País de las Maravillas, Blanca Nieves, La Bella Durmiente, la Bella y la Bestia, Mulan, Pinocho, Caperucita Roja, Robin Hood... la Sirenita, Aladdin, Hansel y Gretel... el Mago de Oz, Leyendas Artúricas, Rapuncel... Rumpelstinski..... Así supe quién es quién, pero algunos dibujos eran borrosos, por lo que desconozco a varios y entre ellos a ti. Seguramente al rememorar esas visiones podamos descubrir algo.

Al escuchar que debían salir, asiente y abre la puerta. Al hacerlo, cierta emoción la embarga por encontrarse en el País de las Maravillas. En silencio, pide encontrarse con Jack para cerciorarse de que esté bien; pero evitar a la Reina porque le intimida solo pensar su nombre.

-Vamos... a lo mejor en el camino nos encontramos con zapatos. Y si dices haber hablado con el Sombrerero, podríamos tenerlo como aliado. 

Tuve que reprimir la risita nerviosa en la que estaba a punto de estallar, tanta información de golpe mareaba pero… ¿acaso no me estaba planteando que esto era real hace un par de días? Si, después de hablar con El Sombrerero había decidido creerle, tras leer el manifiesto, pero esto , esto iba mucho mas allá de lo que podía racionalizar.

Mis sueños si, emm déjame que piense, estaba en una torre, o era un cuarto? No lo recuerdo bien, odiaba ese lugar pero creo que no podía salir, había una anciana a la que también odiaba y temía – intenté recordar pero sin demasiado éxito – ahora mismo tengo todo borroso y confuso – me excuso pero de pronto un leve escalofrío recorrió mi cuerpo – y si en vez de ser buena, resulta que soy una de las malvadas del cuento – comento abriendo los ojos como platos ante este hecho, pero sacudo la cabeza intentando quitarme la idea de la cabeza – Si, vámonos de aquí a ver a quién o qué podemos encontrar – le digo acercándome a la puerta -  ¿ Así que Rapha es Mulan? Jajajajajaajjaaja le pega – termino de decirle con una risa intentando relajarme todo lo que puedo.

Me puse detrás del muchacho tras convenza al andar con cuidado y sin tocar nada....tras un buen tiempo en andar....Por mi cabeza, pensé que nos habíamos perdido y que no dábamos con la salida...me empece a agobiar un poco intente disimularlo.... Los pies me mataban con los tacones que tenían puesto...Seria muy bonitos...pero ya me molestaban, así que me los quite y lo llevaba en las manos... de repente nos paramos.... Por lo visto había soldado de la reina... Algo me acordaba de este cuento el país de las maravillas.... Dije en vos baja.... Si nos descubre los soldado...La reina nos mandara cortar la cabeza

Salís de aquella casa abandonada, para encontraros un jardín igual de abandonado, que debió ser precioso cuando tenía cuidados. A pesar de que hay sol, el país de las Maravillas, es totalmente diferente a como os lo esperabais. Es lúgubre, falta de colorido, con árboles retorcidos y plantas hermosas, pero de aspecto algo siniestro. 

Entonces a unos pocos metros de la puerta, veis una enorme libre, de vuestra altura más o menos, que os mira con unos enormes ojos saltones. En sus "manos" lleva una taza y un plato, que tiemblan a la vez que todo su cuerpo. Viéndole la cara, no parece estar muy bien, o está enferma o parece que está a punto de morirse. A pesar de que os ve, no os dice nada, de nada. Salvo por los temblores, está quieta como una estatua. 

Te mira con una media sonrisa - creo que está realmente enfadada, cortarnos la cabeza puede ser lo mejor que nos haga - se cruza de brazos pensativo - no podemos distraerlo, así que podemos volver... - te mira de arriba a abajo - o podemos luchar... aunque como no les des taconazos...

Wendy reflexiona las visiones de  Dominique tras unos segundos. Si puede hilar cabos con tan poca evidencia, y recordando de qué trataban las historias en el libro y los que ella misma sabe, hay un perfil en el que puede encajar. No está tan segura, pero al menos es un indicio.

-No, no creo que seas una villana-le sonríe un poco y le tutea para la confianza-. Y sí, a la señorita Raphaelle le queda muy bien. La maldición eliminaba las memorias, pero no la verdadera esencia. Ya con lo que me estás diciendo, creo que podrías ser Rapuncel, además...

La pelirroja se interrumpe al encontrarse con la liebre. Cuando ve a ese ser y de fondo el descolorido escenario, no puede evitar pensar por unos segundos que hay un cuadro en sintonía. Si la magia en el lugar muere, sus habitantes se ven afectados. <<Como en Nunca Jamás>>... Es mejor no asustarlo o afectarlo más de lo que está. <<¿Será Liebre de Marzo>> 

-Oh... disculpe nuestra interrupción-realiza una leve reverencia al estilo inglés antiguo y forzando más su acento-. Buen día. ¿Ya es la hora del té? Hemos escuchado que aquí se prepara una gran infusión de esa gran bebida. A la señorita y su servidora nos gustaría mucho y hemos venido desde muy lejos para deleitarnos. ¿Será tan amable de indicarnos si se llevará a cabo?

<<¿Será Liebre de Marzo? ... ¿Podremos contar con su ayuda?>>

Te despiertas en un bonito jardín, rodeado de rosas rojas que sueltan un perfume embriagador. Cuando te pones en pie, descubres que por mala suerte (o quizás no) estás en el laberinto que hay antes de llegar al palacio de corazones. Eso significa que estás en el país de las Maravillas. Sabes que el laberinto se había vuelto un lugar peligroso, aunque no sabes el por qué. 

Te miras y ¡estupendo!, llevas tu ropas de siempre, las que tenías cuando vivías aquí. Bueno era hora de ir saliendo de aquí, antes de que aparecieran los guardias de la reina. 

Se despertó de repente, confuso. Se levantó, sacudió la cabeza un poco, para espabilarse, y miró alrededor. Se dio cuenta de dónde estaba, y , contento, chilló:

 -¡Vaya!¡El País de las Maravillas! ¡Qué encanto!

No obstante, comprendió que se hallaba en el laberinto, por lo que decidió salir. No era buena idea estar tan cerca del palacio, y a saber qué le ocurriría si ahí se quedaba... Dio una vuelta, miró a las bonitas rosas , e inspiró el perfume. Pero no era momento para que se quede quieto. Tomó uno de los caminos que se abrían, esperando poder salir de ahí.

Sonrei... Con taconazos no creo que haga mucho... Lo único que puedo hacer es pasar sin hacer ruido......

¡¡AAAAHHH!! - os tira la taza y el plato, aunque no consigue atinar. -SOLDADOS DE LA REINA, SOLDADOS DE LA REINA- dice mientras corre de un lado a otro. 

El chico se asoma para ver a los tres solados. Efectivamente está entretenidos jugando a los dados, enfrascados en sus apuestas, algo apartados. Hay suficiente sitio como para pasar, además están sin prestar mucha atención a su alrededor aparentemente. Jack/Zach te mira - intentemos pasar, sin hacer rudo ¿ok? - el chico se lleva un dedo a los labios y comienza a caminar despacio, muy despacio. Sorprendentemente el muchacho no hace mucho ruido al caminar hacia el otro lado, llevando una armadura que solo hace un leve ruido leve metálico. 

Comienzas a seguir al muchacho, mirando a los guardias, muy atenta e intentando que no te oigan. Son hombres ¿carta?, si como en el libro de Alicia en el país de las Maravillas. Entonces, al no seguir el ritmo de Zach, chocas con él, provocando un ruido metálico y haciendo que él se tenga que apoyar fuerte en el suelo con un pie. Los soldados se percatan de de vuestra presencia y se giran hacia vosotros mientras desenvainan con precisión marcial. Zacharias no puede evitar poner una mueca de disgusto -mierda...- te mira, sin reproche, pero si muy serio y se coloca delante de ti, para cubrirte - corre, yo me encargo. No vas a poder luchar con esas pintas. - Desenvaina la espada que llevaba en el cinto, pero esperó a que los soldados se movieran.

-¡E-es el príncipe! - grita uno de los soldados. -A por él y su compañera ¡seguro que es otra traidora! - vocifera el segundo. El tercero se pasa un dedo pulgar por el cuello - mañana veremos sus cabezas cortadas. -Dicho esto se lanzan al ataque.