Partida Rol por web

A pesar del trágico incidente de la ladrona de medicamentos, el obvio desplante del capitán hacia la madre de Poe y el mal humor de Amantine, el viaje parecía estar yendo en la dirección correcta. Tal vez el barco se meneaba o hacia ruidos extraños, crujiendo de vez en cuando con el oleaje, pero en realidad…resistía bastante bien, lo que significaba que ciertamente era un buen barco, o al menos eso pudo sentir Zeren, el cual tenía al capitán a su lado, intentando darle direcciones aproximadas sobre la dirección que seguir.

El viaje ciertamente fue de unas cuantas horas…cinco a ser exactos, la susodicha isla estaba lejos, pero cuando la visteis…os disteis cuenta de que ahí podía reinar el caos. Era una gran isla, poblada de enormes arboles, palmeras y algún que otro mástil que sobresalía entre las copas de los árboles. Inumaki parecía estar algo tenso, sobretodo mientras os acercabais, pero aun así, mantenía una sonrisa de oreja a oreja.

-Bue…bueno chicos…esa…esa es la isla Banana, nuestro…nuestro lugar de destino, pasé…pasé con el barco por aquí hace unos días…es…es que me perdí, pero…pero me fue bien para…ya sabéis, explorar y encontrar un buen sitio para que podáis entrenar.-Sonrió.-Os irá de lujo…solo que bueno…no importa, ¿alguno de vosotros va armado o…?

Las horas pasaban y el barco continuaba de una pieza... hecho que podría catalogarse como un milagro teniendo en cuenta el estado Nuestro héroe, quién se encontraba matando el tiempo en su camarote, aún asimilaba el hecho de que se había subido de forma voluntaria en una prisión maltrecha y flotante, liderado por un incompetente capitán, camino a un destino desconocido que según aquel borracho serviría para entrenar a su grupo inconexo de personas a la que se esforzaba en llamar "tripulación"...

Iba escribiendo en mi libreta de apuntes con mi pluma mientras estaba tumbado en la hamaca que elegí de aquel hortero camarote... posiblemente podría usarlo como prólogo de una desventura que pudiera escribir en el futuro; mientras realmente meditaba en que esto había sido muy pero que muy mala idea. Este viaje estaba siendo muuuuuy aburrido, y mi único entretenimiento era escribir cualquier idea que se me ocurría, picar de una bolsita de frutos secos que cogí de la taberna de mi madre, y poniendo un par de cosas como objetivos y disparandoles cacahuetes que no me gustaban usando unas gomas elásticas... vamos, intentando no aburrirme.

Pero al final me había aburrido tanto que salí a la cubierta después de un rato largo sin echar mucha cuenta a nadie... y entonces vi la isla a la que nos dirigiamos. Una jungla, nos iba a meter a todos en una maldita jungla caótica y salvaje. Además las palabras del capitán no eran muy buenas -Genial... isla Banana... suena a que moriremos de una forma absurda. Muerte por monos- pensé con mucha desconfianza -Miedo me da lo que has encontrado ahí- dije sin ningún pelo en la lengua -No, no estoy armado... como mucho le puedo puedo arrear a alguien con un morral lleno de libros o lanzarle gomillas o cacahuetes- le respondí al hombre llevandome las manos a la nuca... era un camarero, ¿que esperaba? ¿Un espadachin?.

El viaje fue un poco largo, aunque se me hizo eterno mientras evitaba corrientes demasiado fuertes, por temor a que el barco acabase hundiéndose. Ya de por sí era raro que con esos ruidos que hacía no hubiese ninguna fuga. En lugar de "tierra a la vista" o una presentación interesante, nuestro intrépido y animado capitán comenzó a temblar.

- No te preocupes, escritor. Aunque no sea un gran luchador, ¡Puedo manejar bien mi daga! - Dejé ver la daga que tenía en el cinto, no era un gran arma, pero servía para defenderse. - Tampoco creo que encontremos grandes peligros. ¿Por qué parece tan asustado, capitán? -

Nunca había estado en esa isla, ¿Habría marines allí?

Durante el viaje me quedare en la zona de arriba del barco mirando hacia nuestro destino, me lo tomare con calma y acabare intentándome sentar en algún sitio que parezca suficientemente estable como para no ceder al peso de mi cuerpo. No seré demasiado habladora sinceramente.

Una vez divisemos tierra me pondré en pie y le daré una buena ojeada en la distancia...

"Veo varios mástiles..." Diré arqueando una ceja mientras tengo una mano al nivel de mi frente como si eso me permitiera ver más lejos, mirare de vuelta al capitán ante su comentario.

"Suena a que vamos a meternos en problemas ¿Vamos a intentar robar un barco a alguien de esa isla?" Intentare intuir exactamente cuáles son las intenciones del capitan, su nerviosismo es sospechoso "Llevo una arma de fuego en el equipaje, mejor voy a por ella" Me iré hacia la zona de camarotes donde había dejado mi equipaje.

Cuatro horas y media había tardado Amantine en dejar la cocina... "Decente". ¿Qué significaba decente en este caso?

Que por lo menos las superficies para cocinar y la vajilla estaba limpia; no quiso ponerse a fregar techos o paredes (dando el hecho de que no era seguro que el barco se desmoronara) y menos mientras el resto zanganeaban por ahí. Aunque para Amantine mucho mejor haber hecho eso sola ya que limpiar ya la ponía de mala leche, Inumaki le ponía de mala leche, fijarse en que habían forzado la enfermería y les habían robado le ponía de mala leche; y estar de mala leche... LE PONÍA DE MUY MALA LECHE.

Tras haberse aseado levemente para quitarse la suciedad que se le hubiera impregnado de la cocina, la peliblanca subió a la parte de arriba del barco, sentándose en la escalinata que daba a la zona del timón mientras veía la isla llamada "Isla Banana". ¿Iba en serio? Bueno... De donde ella venía había cosas más ridículas...

Al preguntar por las armas Amantine miró al capitán de reojo.

-Yo tengo un juego de cuchillos de cocina si te consuelan.

El capitán se rascó la nuca con una leve sonrisa al escuchar las palabras de Poe.-N…no te preocupes, tampoco serán muy necesarias las armas creo, tu…tu sigue a tus compañeros y todo terminará en un periquete.-Exclamó con tranquilidad. Por su parte, cuando escuchó a Illya hablando de robar un barco, negó.

-No buscamos un barco exactamente, pero podemos conseguir buenas piezas para reparar el nuestro, a fin de cuentas ahí hay buenas tablas, mástiles en perfecto estado…es un cementerio de barcos en cierto modo.-Dicho eso carraspeó.-Pero deberíais animaros chicos, sois algo sombríos a decir verdad…¿es por la chica que robó en la enfermería?, no os preocupéis…tal vez vuelve con las medicinas…o no…-Parecía ser que no.

-Sea como sea…no os tenéis que preocupar de nada, vais a ir juntos y os veo más que preparados.

Tanto Ilya como Amantine parecían saber pelear, chicas de armas tomar, seguro que nos acababan defendiendo ellas. Pensar algo así me hizo sonreír, aunque mi sonrisa desapareció cuando Inumaki volvió a hablar.

- Espera, ¿Cómo que cementerio de barcos? - Me coloqué frente a él, intentando parecer serio. - Capitán... ¿Qué es este sitio? Un cementerio de barcos pinta a que aquí cerca hay marines, o piratas peligrosos, o alguien que destroza todo lo que sea de madera y flote sobre el agua. - ¿Por eso estaba el barco así? ¿Qué tipo de práctica era esa? No me había fijado en los mástiles hasta ese momento.

Di un paso adelante, acercándome a Inumaki. - ¿Y por qué parece que nos mandas a ir nosotros solos a la isla...? - Aunque fuese el capitán no iba a meterme de cabeza en una trampa.

Escuché con cierta apatía cuando el capitán me decía que me mantuviera cerca de los demás -Aja... también me podría quedar al lado tuya, ¿no?- le pregunté -Si eres un gran capitán proteger a un compañero si hay peligro no debería ser ningun problema- expliqué con las manos tras la cabeza, con tono despreocupado -Así al menos si hay problemas le puedo usar de escudo humano- pensé.

Realmente no me importaba demasiado eso de que la isla era una especie de cementerio de barcos del cual podríamos aprovechar para sacar piezas para nuestro trozo de madera flotante... total, no creo que haya nada que mejore el aspecto del barco o su funcionamiento -A ver... yo no nos llamaría sombríos... desconfiados tal vez; pero sombríos para nada, je- dije con sinceridad absoluta y una leve risa -Pero admítelo... esa tía no vuelve con los medicamentos- terminé diciendo en referencia a Sasha la ladrona de la enfermería.

Y ya con el tema ese de que nos decía cosas como "no tenéis que preocuparos", "vais a estar juntos", y ahora pensando en esa primera frase de que "tu sigue a tus compañeros"... uff, me estoy viendo lo mismo que Zeren había señalado con su pregunta -Seguro que no es eso Zeren... seguro que nuestro capitán no tiene pensado mandarnos a explorar una isla desconocida sin su supervisión... Ningún buen capitán haría eso con su novicia tripulación ¿verdad?- pregunté de tal forma que una respuesta negativa por su parte quedaría un poco mal.

Me habré marchado unos momentos y volveré con una mochila más pequeña que la que transportaba en la taberna horas antes. Mirare un poco la situación, los ánimos y me volver a unir a la conversación sobre la situación actual.

"Un cementerio de barcos..." Mirare hacia la isla de nuevo arqueando una ceja extrañada sobre la naturaleza del lugar, algo claramente no cuadraba con la aptitud del capitán, el nombre de la isla y su propósito en general. Suspirare pesadamente, me pondré a rebuscar en la mochila sacando un cinturón de cuero con una funda de arma vacía y varios compartimentos y me lo comenzare a poner.

"Yo ya he firmado, así que no voy a quejarme más por el momento. Sigo dando mi voto de confianza" Sera mi comentario, seguiré las órdenes del capitán. Después sacare una arma de fuego sencilla que me colocare en la funda y finalmente me comenzare a guardar bolsitas con la munición preparada por otros compartimentos del cinturón.

El arma en cuestion sera una pistola bastante comun y tipica, de las que usan los marines de forma reglamentaria y que cualquier pirata con un minimo de dinero puede conseguir en el mercado negro o cualquier isla con mercado de armas.

-Tal vez vuelve con las medicinas... -Dijo irónicamente Amantine para sí, negando y escuchando como pretendía que con los restos de otros barcos reconstruyeran en el que estaban- ¿Ehhh? ¿Me limpio la cocina entera yo sola y ahora tengo que cargar tablas? -Se quejó la peliblanca, frunciendo el ceño- En el trato no estaba la explotación, mamarracho -Le espetó a Inumaki, bastante mosqueada

El capitán no dudó en alzar las manos como si quisiera protegerse de vuestros golpes y ataques.-Calma, calma…veamos…pues…yo tengo que quedarme cuidando del barco, soy el capitán…¿no querréis que un mono gigante con sombrero termine pilotando en mi lugar, verdad?-Bromeó…aunque no habría mucha diferencia.

Aunque no dudó en sonreír al escuchar las palabras de Ilyia.-Gracias por tu confianza…de verdad.-Pero entonces recuperó la compostura y carraspeó.-Veamos, necesitaremos…velas, maderos, placas de acero si encontráis…tal vez una quilla, lo típico, no os preocupéis.

Dicho eso señaló en dirección a la isla.-Lo peor que os podéis encontrar son mosquitos o las moscas…o los monos, nada preocupante os lo prometo…no es que tenga un miedo irracional a ese tipo de cosas.-Sonrió con nerviosismo.-Vamos, vamos, no os quedéis ahí parados, si no vais a perder tiempo y el barco se hundirá…es broma.

Ya nos había costado trabajo reunirnos todos y una ya se había escapado antes de comenzar el viaje. Si íbamos a dudar a cada momento... no llegaríamos lejos. - Vamos Zeren, has caminado bastante, no puedes detenerte ahora. - Decidido, me agarré a una cuerda del barco y subí a la barandilla de este. - ¡Con un par! -

- ¡Vamos chicos! Se supone que todos tenemos razones para estar aquí, ¿No? Pues vamos a demostrarle al capitán lo que valemos. ¡Bajaremos a la isla y conseguiremos lo necesario para hacer de este trozo de madera un gran barco! Y le pondremos un buen nombre. - Bajé de la barandilla y me acerqué a Poe. Contaba que tomarme confianzas con él me llevase a buen camino, y no a que me tirase por la borda uno de estos días.

- Escritor, para contar una buena historia hay que vivir una gran aventura. No correrás peligro, seguro que las chicas nos pueden defender. - Guiñé un ojo a nuestras compañeras. Una con pistolas y otra con cuchillos, yo por lo menos no me atrevería a enfadarlas.

- Mientras el capitán nos cubre exploraremos la isla. ¡¿Venís conmigo?! - ¿Porfi plis? - Intentaba animar un poco al grupo, costaba trabajo que hubiese buen ambiente. Incluso a uno se le acaba la motivación que tiene si el grupo no quiere avanzar, oye.

Desde luego, la peliblanca había usado la palabra exacta para describirle... este capitán era un mamarracho de arriba a abajo, sin ningún ápice de duda -Ahora a todas sus excentricidades le sumamos que le tiene fobia a los monos... pufff- pensé con resignacion; pues ya era demasiado tarde como para volver a isla Tortuga junto a mi madre -No hagas preguntas de las que no quieras conocer la respuesta capitán...- fue lo único que le dije despreocupadamente con respecto al mono con sombrero que nos podría robar el barco... mejor que no conozca mi respuesta aunque sea obvia. Y encima nos quiere dejar solos en la isla... creo que con lo de "mamarracho" ya lo dije todo.

Desde luego, el trabajo de chatarrería que nos había encargado distaba mucho de ser ese "entrenamiento" que nos había prometido... Y sinceramente tengo cero ganas y el capitán me ha dado menos cinco de motivación para salir del barco -Es que me parece increíble que dé verdad se vaya a quedar aquí mientras el seguramente se quede en su camarote rascándose la huevera... Ojalá ese gorila gigante viniera de verdad- pensé con hastío.

Y sinceramente el perrito faldero del capitán tampoco es que me motivase mucho -Tengo imaginación de sobra para inventarme una aventura sin tocar esa isla que seguramente tenga más cosas que mosquitos y monos...- le respondí al navegante mientras me ajustaba mi morral lleno de libros -Pero también estoy convencido que estoy más a salvo en esa isla con ellas dos que en este barco a solas con el capitán...- termine diciendo... sin preocuparme demasiado si Inuzaki escuchaba o no -No te ofendas... es sólo la impresión que me has dado en estas seis o siete horas que te conozco. Todo puede cambiar...- le dije al mamarracho por si se deprimia aún más... lo último que quiero es que me deje tirado porque no me aguanta -Aunque si se va y nos deja abandonados, seguro que en ese cementerio de barcos encontramos un barco mejor que este... pero no le veo tan inteligente ni tan malicioso como para que esa idea le pase por la cabeza- pensé.

Comprobé que tenía unos cuantos libros útiles en mi morral, un buen repertorio de gomas elásticas y frutos secos de sobra. Y por último me ajuste la gorra -Si, vamos contigo Zeren... pero tampoco grites tanto no vaya a ser que despiertes "eso" que al capitán le tiene tanto pavor- terminé respondiendole, y después a seguirle... en fin, de algo hay que morir; aunque yo prefiriese morir de viejo.

Mirara a Zeren que movere un brazo hacia arriba con el puño cerrado sin demasiada energía pero como intentando parecer emocionada, básicamente agradezco su gesto pero no soy del tipo de personas que se motiva de primeras cuando claramente puede estar jugándose la vida.

“Yey… vamos de aventura” Me daré cuenta de lo ridículo que han quedado mis palabras desganadas que tosere un momento y volveré a formular mi frase “Vamos a investigar la isla. No creo que podamos transportar mucho material pero haremos lo que podamos”

Me acercaré hacia el borde del barco mirando a los demás con el cinturón con el arma de fuego colgando.

“En marcha, contra antes acabemos antes podremos seguir adelante. No soy una chica de junglas precisamente”

Amantine escuchó al capitán y sus compañeros suspirando pesadamente. No es que ella no confiara en el capitán y estuviera disgustada por el viaje, solo era una cascarrabias que había hecho un trato por seguridad.

-De acuerdo -Comentó, poniéndose de pie y acercándose al rubio- Relájate mini-rubio que todavía tienes que cargar muchas cosas y vas a agotar energías a base de gritos -Dijo la peliblanca, mirando bien la isla y esperando a que bajaran todos para finalmente bajar ella también

Inumaki se quedó callado al escuchar a Poe, obviamente los comentarios del joven escritor eran un tanto dolientes, pero aun así decidió callarse esta vez, posiblemente porque le sacaba unos cuantos años al muchacho.

-Muy bien, ¿entonces estáis preparados chicos?.Zeren, intenta esquivar ese arrecife de ahí, y las rocas…luego podemos echar el ancla por allá…os bajaré en el bote y luego deberéis acordaros de cumplir la misión.-Sonrió levemente mientras esperaba que su navegante cumpliera la faena y así fue, en un periquete Zeren consiguió hacer lo que le había pedido el capitán, casi se llevaba la mitad del cascarón con una roca, pero por suerte solo fue un susto.

En poco tiempo ya estabais armados y subidos en el bote, remando hacia la isla.

Algunos teníais dudas obviamente, pero el capitán os observaba atentamente desde el barco, cruzado de brazos y analizando la situación. Tal vez se hacia el tonto…o realmente era tonto, no importaba, ahora estabais solos vosotros cuatro.  

Illya hizo por parecer animada, lo que me sacó una sonrisa, y Amantine al menos respondió positivamente, pero Poe se resistía bastante. Supuse que las primeras impresiones no le habrían gustado. Un robo, una tripulación pequeña y novata y un capitán algo despistado, sumado al simpa que le hicimos a su madre. Pues no pitaba bastante bien. - Bueno, lo contaré como 1 y medio de 3. Lo mismo consigo que se animen un poco en nuestra excursión. - Mi siguiente objetivo era que hablasen un poco, o intentar saber qué motivo tenía el escritor de aventurarse al mar. No parecía estar nada contento con su situación.

Siguiendo de nuevo las indicaciones del capitán, fondeamos el barco, de milagro, y salimos en un pequeño bote. Cogí uno de los remos y dejé el otro para que alguien me ayudase, luego empecé a remar rumbo a la isla.

Cuando ya estábamos a mitad de camino, me decidí por romper el hielo. - Chicos, ya sé que las cosas están un poco tensas... por que quizás esto no es lo que nos esperábamos, y encima hemos tenido un incidente en la enfermería. Pero ya que viajamos juntos, podríamos aprovechar para charlar un poco, conocernos y eso. Quizás podríamos empezar por el motivo que nos ha traído a unirnos al barco, ¿Qué os parece? - De nuevo estaba tirándome al río, pero había que dejar las cosas calmadas para evitar que fuese a peor.

Mientras Inumaki terminaba de dar órdenes al navegante, Amantine bajó a la cocina y metió en su bolsa de tela su botella de alcohol y el juego de cuchillos. No sabía que necesitaría antes.

Una vez anclados la peliblanca se subió al bote junto a los otros, dando un golpecito a Inumaki antes de montar y haciéndole un gesto a escondida.

Una vez acomodados y remando pareció que Zeren quería tirarles algo de la lengua, era lo normal vistos los ánimos.

-La verdad es que el viaje ha sido una mierda desde el inicio pero... Poca gente empezó con un barco en condiciones y una gran tripulación... E Inumaki no es mal tío, es un diamante en bruto, cobarde y gañán pero nos cuidará a todos. Yo lo sé -Comentó, acomodándose en un extremo del bote- Me uní al barco para hacerle un favor al capitán, ya nos conocíamos y nos reencontramos. Es una mierda de historia pero... Es la mía -Concluyó, sonriendo de lado y pegándole un trago al alcohol

Yo no estaré participando en los remos mientras avanzamos por el mar hacia la cosa, los habré mirado un momento pero se de sobras que voy a causar que la barca se mueva para donde no debe así que me habré quedado sentadita en el fondo de la barca mirando a los demás hasta que Zeken intente sacar tema.

"Yo llevo un tiempo dedicándome a la piratería y al pillaje, no soy novata en este mundo pero tampoco soy alguien especialmente buscada. Soy una pirata del monton" Diré con un tono bastante neutral lo cual dificulta saber un poco si las experiencias son buenas o malas, mirare hacia la isla un momento mientras seguimos avanzando "He de decir que esta tripulacion parece de las mas difuncionales que he visto... Pero he visto cosas peores que estas"

Suspirare y aportare.

“Para comenzar el capitán sabe leer, es un punto a su favor”

Al final simplemente preferí mantenerme callado durante toda la preparación hasta partir hacia la barca de remos... ya creo que he herido suficientes sentimientos por el momento. Ya tenía todo preparado y listo, por lo que me fui con el grupo hacia la barca y continúe en silencio allí. Zeren dejo un remo suelto que ninguno de los demas parecía estar dispuesto a agarrar... y desde luego yo tampoco. Por lo que le tocaría al navegante llevar la dirección del barquito.

Yo me mantuve en silencio y tranquilo tumbado mirando al cielo con las manos tras la nuca, hasta que Zeren decidió romper el hielo -Ains... tensa no es la palabra... más bien es una situación horrible liderada por un tonto...- pensé mientras me incorporaba. También escuché con cierta apatía las historias de las chicas -La borracha y el capitán se conocían, la otra ya era una piratilla...- fui pensando en mi cabeza -No has dicho porque te has unido... sólo has dicho que eras pirata de antes y ya- le señale a Ilya con cierta indiferencia... pero ya que cuenta la historia que la cuente bien -Yo simplemente me he embarcado porque la Marina me perseguía por leer algo que no tenía que haber leído, y no quería que mi madre saliera malparada- terminé diciendo... meh, ya me daba igual decirlo. Total, estoy convencido de que unos monos nos van a matar por haber hecho caso al capitán por mucho que intenten defenderlo... asi que qué importa que lo sepan o no.