Partida Rol por web

..... Mierda~mierda~mierda~mierda~mierda~mierda....

     Por el rastro me auguraba que no me iba a encontrar con buenas nuevas... y tenia razón en haber venido solo.... la señorita no creo que soportara ver a Cokett en ese estado.

... necesito ganarles tiempo...

      Palmeando a Ko-ko para que se subiera a mi cabeza, empiezo a meter barullo ... y hasta yo podía hacer eso ... 

       Nooo... v-vengo solo... ¡¡ y-y a quejarme !!- mientras golpeaba alguna mesa o taburete cercano a la vez que Ko-ko cacareaba mientras miraba al cocinero -  ¡¿ S-sabe lo amañado que esta el sistema de recompensas en los juegos de Pachinkos...?! - a la vez que el gallo apuntaba a mi espalda en donde faltaba el morral de hace unos momentos en donde había guardado la reliquia.

   J-jugarlo pide una ficha azul... una Ficha azul... p-pero sus premios aun cuando saque las ciento setenta y cinco pelotitas blancas en el juego.... no me dan mas que tres pelotas moradas... ¡¡ tres !! - levantaba los dedos para que se  concentrara aun mas, a la vez que el gallo apuntaba con su pico hacia afuera - pero recién con diez de las moradas vale para formar una azul.... ¡¡¿ v-ve a donde quiero llegar ?!! , noes esta estafando señor... - golpeando mas y mas la mesa - nos esta ¡¡ ES-TA-FAN-DO !!.

Por suerte pudo hacer un nuevo trato con aquel tipo, y si bien a Edward no le gustaba mucho aquel trato, tenían suerte de que aquel tipo fuera más diplomático que el tipo ruleta.

Ryuta aceptó el trato, posiblemente era la única manera de salir de allí de una pieza, ahora el problema era como encontrar a Shire, habían llegado con ella y no era plan de dejarla allí, pero dudaba mucho que el jefe del casino les dejara ponerse a buscar a su capitana.

Los problemas no hacían más que acumularse, ahora aquel chico que había visto en aquella bodega junto a Ryuta hizo acto de presencia en el lugar inventando un excusa que Edward dudaba mucho que funcionara con aquel tipo, ya no sabía muy bien que hacer, si ayudaban a aquel chico lo más probable es que se metieran en más problemas de los que ya tenían, pero si lo dejaban allí sin hacer nada lo más probable es que aquel chico no saliera de allí, así que tras un suspiro discreto le pasó el brazo por encima de los hombros y dijo- Si viene con nosotros, no se preocupe, solo es un poco hiperactivo y tiene mal perder, enseguida nos lo llevamos de aquí para que no le moleste más- solo esperaba que el tipo siguiera creyendo sus palabras y les dejara marchar sin más problemas. 

Parecía que habíamos conseguido esquivar una bala y podríamos marcharnos en perfecto estado... mas o menos... o al menos eso pensaba hasta que Alvert llego montando toda una escena en la cual trataba de engañar a Matsuda de forma bastante pobre a decir verdad. Edward pareció pensar igual que yo ya que de inmediato fue a cubrirlo para que no se metiera en problemas él solo, debíamos marcharnos de inmediato.

- Así es, es de nuestro grupo pero nos separamos... No se preocupes nos lo llevaremos con nosotros para que no moleste a los demás clientes -di media vuelta y rápidamente dirigí una mirada hacia el gato de la entrada, muy fugaz sin realmente una intención clara- ¡Edward, Alvert! Vámonos, tenemos prisa y aquí ya no se nos ha perdido nada -lo mejor sería irnos para no involucrar a nadie mas en nuestros problemas, Shire sabía cuidar de si misma y mientras nadie sospechara de Elisea estaría a salvo, solo esperaba que los demás me entendieran y ya cuando saliéramos fuera habláramos

Mientras más hablaba Alvert, más visiblemente molesto se veía Masuda. Al final, por la expresión que tenía en la cara, parecía que una vena la iba a estallar. Sostuvo con fuerza el guante blanco en su mano derecha, pero antes que la situación escalara, Edward y Ryuta salvaron la situación anexando al granjero con ellos. Esto provocó que soltara su guante, cosa bastante curiosa, porque habrían jurado que hace un instante no tenía ningún guante en la mano.

-Estaba pensando mandarlos a hacer esta misión solos, pero viendo que su grupo tiene gente tan incompetente que ni siquiera sabe mentir, voy mandarlos con un escolta. Me gustan los riesgos, pero sólo cuando sé que puedo ganar -dijo Masuda claramente irritado, y luego se dirigió hacia el caracol con bocina en la mesa-. Sí, es sobre ese grupo. No hay pierde, uno lleva una bolsa de basura humana, y otro un maldito gallo. Síguelos, no los pierdas de vista. Sí, tú sabes qué hacer -Colgó su llamada y se remitió a ustedes tratando de mantener la compostura-. Bien, ya tienen sus instrucciones. No vuelvan sin Buruzame. Diceman los estará vigilando, y él es mi segundo al mando, así que creo que no necesito decirles lo que va a pasar si intentan hacer alguna otra estupidez. Ahora, ya váyanse de aquí, antes que pierda la paciencia -Masuda volvió a su mesa junto con sus cartas.

El gato casi en la entrada interpretó la mirada del cocinero y las ultimas palabras de Masuda, como su señal para que salieran, así que aprovechó el lapso de concentración provocado por la ira del ex-pirata para escabullirse fuera de ahí junto con Helena.

Así salieron todos del casino con vida. Además del encargo de traer al gyojin, Daiki Buruzame, teniendo al muelle como el lugar asignado para la búsqueda el muelle.

Aunque el sangrado del samurai hace tiempo que se había detenido, Ryuta podía sentir que el cuerpo de Cokett se sentía cada vez más frío, lo cual no era una buena señal.

A lo lejos vieron a un particular personaje. Un hombre con la cabeza en forma de cubo, y sus manos moviéndose constantemente mientras jugaban con tres dados dorados.
Y aunque estaba a suficiente distancia como para no escucharlos, no les quitaba los ojos de encima.

Por suerte aquel tipo acepto sus escusas y les dejo marchar sin daño alguno, aunque ahora tendrían a otro tipo de niñera, por lo menos salieron de allí para poder ayudar a aquel samurai.

Visto que el tipo que les iba a hacer de niñera no podía escucharlos dijo- Antes que nada llevemos al samurai para que no se nos muera, ¿crees que es buena idea llevarlo de vuelta al barco?- dijo mirando hacía Ryuta- después empezaremos la búsqueda de ese gyojin, creo que será mejor no hacer enfadar a ese tipo del casino, contra antes encontramos al gyojin antes podremos salir de esta isla- ciertamente se habían metido en más problemas de los que ya tenían, pero ahora no podían hacer mucho, solo hacer lo que el tipo del casino les había dicho, si no lo cumplían tenía la sensación de que algo bastante malo les iba a pasar.

    Mhmm~mmm...- intentaba seguir hablando, pero antes de que me diera cuenta ya tenia un par de manos tapando mi boca y evitando que dijera cualquier cosa ... p-por que no están huyendo....

   Mientras intentaba liberarme entendí algo mejor la situación, parece que de alguna manera habían logrado quitarse esos guardias y ahora estaba en una especie de trato con el tipo sombrío ese de Genome ... al cual solo había logrado cabrear... , pero aun asi parece que se les iba a permitir una especie de misión, no entendía bien de que iba, pero involucraba al señor Burazame aunque la verdad no me importaba, lo que ahora era prioridad era la salud del señor Cokett.

  Bwuaaa...coff...cofff- al sentir por fin la boca libre - q-que paso...¿ c-como quedo tan m...mal ? - preguntaba mientras ayudaba a llevar al samurai malherido - t-tu compañero Ryuta... e-el debería poder ayudar al señor Cokett... - le decía al cocinero mientras no nos deteníamos, hasta ver a lo lejos nuevamente al tipo con cabeza de dado.

     _{R-ryuta... la..la señorita y tu capitana están juntas} - susurraba para evitar que nos pudiera escuchar - ellas tienen mi mochila - le explicaba, por si la pantomima de Ko-ko no le había dejado claro - _{deben de seguir por la parte trasera del casino... si no... deben estar ya en la posada...}

Maldita sea ahora tendríamos que lidiar con alguien que nos andaría siguiendo para vigilar cada uno de nuestros pasos, y encima tenía la pinta de ser otro adicto al juego como el anterior, pero al menos pudimos salir finalmente del lugar de una pieza aunque habíamos tenido que arrastrar a Alvert con nosotros. Había perdido muchísimo tiempo en esto y el cuerpo de Cokett cada vez se sentía mas lejos de la vida a cada segundo. Había que darse prisa que ya empezaba a preocuparme mucho por el estado del samurai.

- En el barco esta Drake, él sabrá tratarlo... es la única persona que conozco que puede ayudarle. Además creo que ya se donde esta ese gyojin o al menos donde ha estado -respondí primero a Edward- Cuando volví con él ya estaba en así, se enfrento a uno de los jefes de seguridad del casino y casi lo matan, por suerte llegamos a tiempo para salvarlo pero si tardamos mucho no va a salir de esta -en cuanto Alvert empezó a hablar en voz baja le mire de reojo y respondí en el mismo tono de voz- De acuerdo, Shire cuidara de ella. Si quieres puedes ir con ellas a la posada pero yo voy al barco lo mas rápido que pueda. De momento Matsuda no se ha dado cuenta de que le robamos pero no creo que tarde y seguro que nosotros somos los primeros sospechoso, mientras no estemos cerca de ellas deberían estar fuera de la mirada de ese hombre... Pero tengo algo en mente... Nos vigila una persona, nosotros somo tres... no puede vigilarnos si nos separamos.

.-Solo hay un significado para esto. Mi família puso un cartel de Se Busca para encontrarme, son los únicos que aún me llaman pro ese nombre. Y si los han repartido por los bajos fondos como dices eso atraerá a todo tipo de gente.-dije al ver mi cara en el cartel. Luxxana. Hacía mucho tiempo que no veía ese nombre:-Hay que avisar a la capitana y entonces os contaré más sobre ese cartel y sobre ese nombre.-le acabé diciendo a Rufa. 

Rufa se vio pensativa ante lo que le dijiste. -Problemas familiares, ¿eh? Bueno, entonces eso significa que probablemente no te quieren muerta... o eso espero. Pero como dices, esto puede atraer la atención de gente peligrosa -Te volteó a ver más relajada-. Sobre la capitana, bueno, la ultima vez que la vi fue atrás del casino. Andaba con una niña de pelo azul, como ella, hm. ¿Crees que sean hermanas? -Rufa se rio al darse cuenta de lo que había dicho-. Parece que todos tenemos problemas de familia, ¿eh? -Bromeó la ladrona, pero pronto cambió a un ánimo más serio-. También estaba con el niño del gallo, Alvert. Ni siquiera sabía que estaba en la isla. Todos se veían así como sigilosos, como en una misión secreta, así que no los quise molestar, pero si quieres te llevo con ella.

-En realidad, son más que tres -dijo una voz grave como de un hombre de mediana edad, y cuando el gato dio un paso al frente, se percataron que la voz provenía de él-. Mi nombre es MewPaw -El gato hizo una pequeña reverencia-. El gyojin estaba en su barco cuando nos fuimos. Así que creo que todavía debe estar ahí. No es que esté en contra de intercambiar vidas, pero Buruzame no es mala persona en realidad, de hecho, él fue el único que me dio pescado con toda el hambre que tenía, así que tendría que preguntar, ¿hay una solución a esto que no termine con Buruzame muerto? -El gato preguntó calmado.

-Tsk, estamos perdiendo el tiempo -Una voz casi fantasmagórica retumbó desde el casco de buzo-. Lo que vayamos a hacer hay que hacerlo ya. Alvert, si vas a donde Shire, yo te acompaño. Después de todo, a eso venía, a avisarle de la amenaza del casino, aunque tengo la sospecha que ya está al tanto -Helena suspiró-. Como sea, lo que queda claro es que hay que irnos ya. Esta isla ya no es segura.

Mientras Helena y MewPaw exponían sus puntos, vieron al hombre cuadrado por fin ponerse en acción, caminando lentamente hacia su grupo, todavía jugando con los dados en sus manos.

-Alvert lleva algo de tiempo allá adentro -dijo Elisea tranquila, pero con una postura algo tensa-. Aunque no hay de que preocuparse. Está Cokett, seguro que él puede protegerlos bien a todos -Podías notar que extrañamente se tocaba mucho las manos sin darse cuenta-. Yo conocí a Alvert en un pueblo en una isla más atrás. Él me pidió ayuda para llevarlo fuera de la isla -Su semblante se relajó un poco más y sonrió-. Aunque creo que al final quien me terminó ayudando fue él. Cuando le dije de mi predicamento, él, sólo me ayudó sin pensarlo. A pesar de lo conozco de pocos días, yo, es tan gentil y divertido. Creo que nunca he tenido un mejor amigo -Hizo una sonrisa sincera, pero pronto se cambió a una expresión seria-. Y tienen que estar bien. Los tres. Deben estar bien -Vio hacia adentro de la inmensidad de la bodega y suspiró. Luego se volteó hacia a ti.
-Shire, dijiste que tú y Alvert pertenecían a la misma tripulación, ¿cómo fue eso? -preguntó Elisea, como tratando de alejarse su mente del presente. 

Estaba bastante intranquila por tener que quedarse fuera con Elisea, quería entrar y ver si todo iba bien con Ryuta pero entendía la situación. - Si en un rato no tenemos noticias entraremos también.- Le dije a Elisea en un tono más autoritario de lo que pretendía.

Aún seguía inquieta, pero las palabras de la peliazul me distraían y de cierto modo me tranquilizaron. - Y Ryuta no es un cualquiera, por algo es miembro de mi tripulación.- Respondí, tratando de calmar tanto a la chica como a mí misma.

Alcé las cejas ante su pregunta, no me molestaba pero me pilló desprevenida; me llevé la mano izquierda al mentón y aspiré pensativa. - Es complicado. Fuimos compañeros en la tripulación de Elias Mouth, creo que sus ambiciones infantiles fue lo que nos atrajo a los dos. Pero eso no duró mucho tiempo.- Rodé los ojos hacia mis pies, que habían empezado a chocar entre sí de forma inconsciente. Una parte de mi quería desahogarse con Elisea y otra guardarme el dolor para mí, esta vez fue la primera la que ganó. - Un tripulante le traicionó y la marina le capturó, no pudimos hacer nada y Elias murió en la playa, también perdimos a otros dos compañeros.- Desde que empecé a hablar sobre ese episodio mis ojos miraban algún punto perdido en el infinito, lo que veía era una sucesión de imágenes que preferiría olvidar pero que se quedarán para siempre.

Me di cuenta de que había perdido la noción del tiempo y sacudí la cabeza antes de volver a mirar a Elisea. - Después de eso decidí que no podía dejar mi sueño morir ahí y tomé la palabra, de alguna manera todos me escucharon y ahora soy su capitana; bueno, todos menos Alvert.- Rectifiqué - Discutimos, tenemos visiones diferentes de la vida y eligió tomar su propio camino, el momento no ayudó para acercar posturas. Es un buen chico y creo que de hablar con calma las cosas podrían ser distintas, pero no le culpo, y parece que el está bien así.

Concluí y me froté la cara para alejar del todo los malos recuerdos. - Siento contarte una historia así, tal vez no es lo que esperabas.

    Helena...- musitaba al escucharla hablar ... tenia razón estábamos quedándonos sin tiempo y estas pausas eran lo que menos necesitaba Cokett.... pero fuera lo que hiciéramos tenia que ser ahora, pues aquel hombre grande se estaba comenzando a mover.

   _{Necesitamos que Ryuta y Cokett logren llegar al barco sin que les sigan...} - les susurraba al grupo, para luego rápidamente alejarme unos pasos del grupo.

    ¡¡ SEÑOR !!, C...creo que lo vi... l..las escamas.. aquel Gyojin se escapa por el final de la calle - Mientras apuntaba a uno de los pasajes lejos del cual se encontraban mis compañeros -I...intentare arrinconarlo por aquí... vea si le puede emboscar por la otra calle...- mientras partía sin esperar confirmación del mismo ... al menos que les de tiempo a los chicos para que puedan perderse de la vista del cabeza cuadrada....

Siguiendo un plan improvisado, Alvert dio una falsa alerta del hombre pez. Avisó que no pasó desapercibido por el sujeto que los vigilaba.
El hombre cuadrado lazó sus dados al aire y los atrapó a todos en una sola mano, para después disponerse a correr en la dirección que había indicado Alvert.
-¡Buruzame! Te dije que no podías escapar. Definitivamente no puedes -dijo el hombre al avanzar, o al menos eso fue hasta que vio al chico con el gallo partir. Y aceleró su paso, pero esta vez alcanzó al propio Alvert-. Niño, eres muy lento. Así nunca vamos a arrinconarlo. Emboscarlo los dos juntos suena como una mejor opción. A menos que quieras que se escape. Y creéme, tú no quieres eso -El hombre cuadrado dijo eso último bastante serio.

Así fue como ambos se alejaron del lugar hacia una dirección incierta, dejando a los demás solos. Todos excepto por Helena y el gato, quienes parecían haber desaparecido.

Después de correr un rato, predeciblemente no habían alcanzado al gyojin. La razón principal siendo que todo eso era un invento. Lo que no era un engaño, era la paciencia del hombre cuadrado que se iba desvaneciendo poco a poco. Hasta que llegaron a un callejón sin salida.

El hombre de cabeza cuadrada se detuvo ante el inminente final del camino.
-¿Seguro que lo viste por aquí? Porque si es así, parece haberse escapado. Como la ultima vez -Volvió a jugar con los dados en su mano-. La primera vez que se me perdió fue en la costa. Tiene sentido. Un gyojin cerca del agua le da todo un mar para esconderse. Claro la cosa es muy diferente cuando están en tierra, sobre todo en calles con tantos pasajes como las que rodean al casino -Empezó a pasar rápidamente sus dados dorados entre una mano y otra-. Tal vez quieras regresar a donde están tus amigos para seguir buscando a Buruzame por aquel lado. Anda, tú puedes ir primero, yo te sigo de cerca -Tomó sus dados con una sola mano y con la otra sacó a un pequeño caracol que cabía en la palma de su mano-. Sí, quiero hablar con el jefe -dijo al caracol.

No sabías que es lo iba a pasar, pero era un echo que tenía el den den mushi, y estaba a punto de comunicarse con Masuda. Y eso podía no ser bueno.
 

Llegaron al barco sin mayor contratiempo y sin ningún ojo curioso sobre ustedes.
Al subir a bordo, de inmediato pudieron ver a un alto y fornido gyojin azul con Drake revisando una de sus piernas. Aunque claro, apenas el médico vio que Ryuta llevaba a alguien a cuestas, de inmediato le ayudó al espadachín a poner al samurai sobre la cubierta.

Drake tomó su pulso y revisó las heridas de Cokett, quitando de en medio la manga que tenía atada para cambiarla con vendajes provisionales.
-Nueve heridas de bala, algunas todavía adentro de su cuerpo. Mucha perdida de sangre. Sus músculos están desgarrados debido a sostenido esfuerzo. Mi diagnóstico. Muerte en un par de horas -dijo el médico sin miramientos-. Me sorprende que aún no sea cadáver. Como sea, veré que puedo hacer. Puedo realizar una operación, pero llevará tiempo. En el futuro nos serviría tener un cuarto de consulta o una sala de cirugía en el barco, digo, si traer casi muertos al barco se va a volver habitual -Sin mucho esfuerzo, se cargó al samurai hasta dentro de los camarotes.

El gyojin se acercó a ustedes muy alegre. -Hola, soy Daiki Buruzame. Llegué hasta hace poco aquí, ¿ustedes son de la tripulación, no? Entonces también les doy gracias por dejarme esconder en este barco. Esa gente mala del casino no se cansa.

-Oh, ya veo -Elisea se mostró cabizbaja al escuchar tu historia-. Lo siento. Escuché decir algo así a Alvert en cuanto leyó el diario de hoy, pero me dio miedo preguntarle. Se veía muy alterado. Ahora ya sé porque -Dio un suspiro-. Eres fuerte, Shire, sobreponerte a todo eso, yo no creo que podría hacer lo mismo. Si estoy en busca de mi padre, es porque no tengo otra opción, es la familia que me queda -Te miró a los ojos e hizo una sonrisa amable-. ¿Sabes del mito de creación de los Rumian? Ellos creían que cuando los humanos fueron creados, eran perfectos. En lugar de estar hechos de cruda piel y carne, su ser era de una cerámica muy fina y brillante. Sin embargo, los dioses no les gustó esa primera creación, así que mataron a todos esos primeros humanos destruyendo sus cuerpos en mil pedazos. O eso intentaron, por que la vida en esos fragmentos seguía brillando, y de los fragmentos, intentaron reconstruir sus cuerpos con tierra, plantas, cualquier material que encontraran para completarse. Pero fue un esfuerzo inútil. no importa cuanto material ocuparan, al final siempre terminaban muriendo. Sólo los humanos que tenían más fragmentos de cerámica era los que sobrevivían. Así que todos los humanos primitivos trabajaron juntos. Los que tenían muchos fragmentos compartían los que tenían, pero a veces también podías ver unos que daban todos sus fragmentos a los que tenían pocos, con tal que la vida de los humanos siguiera su curso, aún si ellos no estuvieran vivos para verlo. Así nacieron los humanos modernos según ese mito -La chica mostró mucha ilusión en los ojos-. Yo creo que es igual con las personas. Siempre que haya personas importantes en nuestra vida, creo que nos quedamos con una parte de ellas. Y creo que eso es lo que hace que podamos vivir. Compartir lo que vivimos, compartir nuestros sueños, eso es lo que hace valer nuestra vida -Rápido salió de ese trance de estar contando esa historia e hizo una pequeña reverencia-. Perdón, no quise aburrirte con mis explicaciones. Yo sé que sólo son niñerías -Se disculpó apenada-. Volviendo al tema, estoy segura que si hablas con Alvert podrían entenderse mejor.

En ese momento, Helena llegó al lugar.
-Shire -dijo con su característica voz tétrica-. Te estuve buscando por mucho tiempo. El mink y yo hemos -Volteó a un lado y al otro, pero al no ver a nadie, negó con la cabeza-. Eso no importa. La situación se complicó -Señaló el edificio del casino-. El casino pertenece a un hombre llamado Genome Masuda. Alguien que se ve muy amenazanate. No hay tiempo para todos los detalles, pero Ryuta, el chico del parche y hasta Alvert están involucrados en una misión que hacen para Masuda para entregar a un gyojin, Daiki Buruzame, que se encuntra en el barco -Explicaba esto de manera concisa como si fuera un informe-. Ahora mismo, Alvert distrajó al segundo al mando de Masuda y se fue con él por una calle, mientras que Ryuta parece tener como prioridad el llevar a un herido al barco para que Drake se haga cargo. No sé qué es lo que quieras hacer, pero lo que sea hay que actuar rápido. Este lugar, no, esta isla ya no es un lugar seguro para nosotros.