Partida Rol por web

Por suerte la provocación de Alvert tuvo su efecto y los enemigos se alejaron lo suficiente de los aliados como para poder disparar de manera segura sin causar daño a los compañeros, pero lo que no esperaba Edward es que el disparo fuera tan preciso, no solo había dado a Diceman, sino también a los que le acompañaban.

Durante unos segundos Edward pensaba que se habían quitado de encima a Diceman, pero para su mala fortuna cuando el humo se disipó todavía seguía allí de pie y seguramente no muy contento, así que volvió a recargar el cañón y volvió a disparar contra Diceman, visto lo visto no le haría mucho daño, pero por lo menos le haría ir mas lento y ellos evitarían tener más problemas de los que ya tenían.

- Buen tiro.- Felicité a Edward. No pude evitar alzar la mirada al ver a Lux una vez más repartir órdenes, realmente parecía otra cuando estaba al frente de una embarcación y de alguna manera me hizo sentir orgullosa de poder contar con gente así. Pero ahora debía centrar mi atención en el enemigo que teníamos en frente, y aunque la navegante tenía razón sobre apuntar a la ruleta no podía pasar por alto el proyectil en forma de pica.

Traté de apuntar hacia el y que la colisión frenara en seco la amenaza. - ¡Daiki, Helena! ¡Volved de una vez!.- Grité, con la esperanza de que llegasen a escucharme, cada metro que nos alejábamos hacía más difícil su camino de vuelta.

Por mucho que no quisiera transmitirlo era obvio que una molestia me invadía, no era física si no mas bien algo en lo ocurrido me desagradaba. Nunca diría que era pero no se me daba bien ocultar mis emociones, de todas formas mi mirada seguía oscilando entre los dos principales problemas para nuestro barco, no me podía desconcentrar, debía mantener la guardia en alto y proteger el Sakkaku con todo lo que tenía.

Otro cañón fue disparado contra nosotros, de manera inmediata tensé las piernas para ir hacia él pero antes de tenerlo a rango un disparo nuestro sale contra el, aún así no me confío y sigo con la mirada esa pica esperando por si era necesaria mi intervención a pesar de todo.

Tsch, ya no podré tirarlo al mar- pensó cuando mencionó la tecnología que permitía el funcionamiento de sus dados, por lo que tuvo que descartar la idea de que tuviese los poderes de una fruta del diablo. -No me hables de tecnología... O estas ciego?- le respondió aun así, bajando una mano señalando su cuerpo. 

Agradeció el gesto del gyojin, aunque no dijo nada al respecto. Sin embargo, no estaba acostumbrada a no luchar en solitario o a tener que tener en cuenta otros factores que no fuese su enemigo directo, lo que dejó aquella ventana tan clara para ser atacada. Su traje lanzó humo ante el efecto de la sustancia de los dados, lanzando un pequeño grito ahogado por el dolor al sentir los desajustes en la presión interna del traje y el quemor en su  poca piel.

Dentro de su casco, frunció aún más el ceño cuando Alvert provocó a Diceman y este se alejó de ella, sin tiempo para reaccionar. -¿Por qué se tienen que entrometer? - pensó, levemente furiosa, algo extraño en ella. El barco todavía estaba bastante lejos de salir de su alcance, por lo que podía permitirse uno o dos intentos más contra el extraño hombre. Tenía la confianza de que una vez saltase al agua estaría a salvo, por lo que pudo sentirse más segura. A pesar de los daños, no demasiado graves, decidió forzar su cuerpo y traje, girando una llave en la bombona de su espalda, para aumentar la presión hidráulica que le permitía moverse a esas velocidades superhumanas.

Con un movimiento rápido como un parpadeo y elegante como las olas del mar, apareció delante de Diceman. Apareció justo delante de él, casi pegando el cristal, ahora mismo teñido de un rojo sangre, contra su cara y simplemente diciendo con una voz endiablada y terrorífica -Yo soy tu enemigo

Casi a la vez, su brazo se movió con la misma velocidad, tratando de clavar su aguja de nuevo en el cuello, por la zona de la tráquea para tratar de dañarla. Con un fugaz gesto, giró una pequeña llave en su inyector y el líquido rojo brillante en el frasco junto a éste burbujeo, dejando pasar el veneno a la punta de la aguja. Dio un giro de 360 grados para, sin dejarle paso, colocarse cerca de su lateral, buscando una de las principales venas del cuello para a continuación, clavar la aguja e introducir su veneno dentro del cuerpo y, con suerte, matarlo o al menos dejarlo fuera de combate.

-Un traje de mala muerte con agujas de segunda mano. Si crees que eso puede competir con el lujoso diseño de mis dados, entonces siento pena por ti -dijo el hombre cuadrado ante tu comparación en cuanto a tecnologías. Aunque lo siguiente que hiciste, no lo vio venir, y cómo hacerlo con la velocidad en que te moviste. Estando tan cerca de Diceman, una explosión de los dados desde ahí causaría más que daños menores como antes. 
La visión del cristal rojo con tu voz tétrica y distorsionada, los distrajo sólo fracciones de segundo, pero fue más que suficiente como para que tu aguja impactara directo en su traquea, dejando un profundo sangrado. A continuación, trató de moverse para evitar tu ofensiva cargada de veneno, pero Diceman estaba muy ocupado tratando de no desangrarse, así que inyectaste el líquido rojo en la arteria sin oposición.
Tu oponente cúbico cayó de rodillas sosteniéndose el cuello en un inútil intento de detener el sangrado y el ardor interminable que el veneno causaba en él. La mirada que tenía en ese momento es una que ya habías visto varias veces, era la de un enemigo que ya estaba perdido.
Sin embargo, el hombre cuadrado no era el único oponente en pie. Otro hombre apuntó el arma hacia ti, listo para cobrar venganza por su superior, cuando de pronto, otra bala de cañón impacto contra el sujeto, y lo que es más, la explosión fue suficiente como para romper el suelo de madera del muelle, provocando que ambos, el guardia y Diceman cayeran al agua sin remedio.

Daiki estaba bastante pálido viéndote, parecía paralizado, aunque pronto se recuperó. -Em, pues, bien hecho, Helena.

MewPaw se apoyó nuevamente sobre su báculo, tratando de recuperar el aliento. Tosió un par de veces, expulsando unas gotas de en cada vez. Cerró los ojos un momento, y de inmediato recuperó una posición que se veía más enérgica, como si todas las heridas de bala en su cuerpo no mellaran su actitud positiva.

De repente, la voz de Shire a lo lejos, llamó la atención del gyojin. -Es Hashire. Si no vamos, se van sin nosotros.

-Helena, ha sido un placer -El gato hizo una pequeña reverencia y después le dio la mano al gyojin-. Daiki, una vez más, gracias por el pescado. Ustedes dos, cuídense. Si planean llegar a la Gran Line, situaciones como esta son cosa de todos los días. Yo... todavía tengo unos asuntos pendientes aquí. Sin embargo, espero que nuestro próximo encuentro sea en situaciones menos venturosas.

Daiki asintió a lo que dijo el gato y le sonrió. -Eso de ultimo no lo entendí. Pero, de nada, ¡nos veremos! -Se despidió con una sonrisa, y luego se volteó hacia ti-. Vi que llegabas muy rápido al puerto nadando, así que estoy seguro que puedes seguirme al barco al mismo ritmo -Caminó hacia la orilla del muelle, listo para zambullirse y nadar.

El Sakkaku se aleja. Está a 48 metros de ti.

La distancia con el puerto se hacia más grande, pero aún así, Edward pudo hacer su tiro con el cañón, el cual atinó a una única silueta que aún se veía de pie. Para cuando se disipó el humo, no había más siluetas humanas paradas en ese lugar. Lo que sugería que sus problemas en la costa se habían terminado.

Shire, previendo el desastre que podría hacer la figura de pica en sobre la parte trasera del barco, disparó el otro cañón contra el puntiagudo y plano proyectil. Atinando con una precisión impresionante. Y aunque esto detuvo a la pica de avanzar, esquirlas del proyectil ahora amenazaban con dirigirse aún al barco, por suerte Ryuta estaba preparado para cualquier eventualidad, así que desvió todas ellas gracias al ágil movimiento de su espada.

Desde lejos, la visión de la tragaperras gigante que el barco del casino tenía montada, les recordó que aún no se encontraban fuera del peligro del todo. Sin embargo, una vez más fue una falsa alarma, puesto que nada resultó de hacer girar la palanca.

El Sakkaku se encuentra a 110 metros de distancia del barco enemigo.
Helena y Daiki están a 48 metros de distancia, en el puerto.

Por suerte volvió a acertar el disparo contra el enemigo, cuando se disipó el humo pudo ver que en el lugar del impacto no había nadie, por unos segundos se alegró de que Diceman ya no estuviera en el lugar, pero dudaba mucho que hubieran acabado con aquel tipo, pero por lo menos ahora mismo tenían un problema menos.

Ahora su mayor problema era el barco que les perseguía y que los compañeros que estaban en el puerto volvieran al barco y salir de allí a toda prisa, así que volvió a girar el cañón en dirección al barco enemigo y disparó contra él, ya con acertar el diapro por lo menos haría algo de daño al barco, por lo menos el suficiente como para que dejara de perseguirlos.

Hizo un movimiento con la mano para despedirse del mink, y se tiró al agua junto a Daiki. Tenía que alejarse de allí lo antes posible, no por miedo a refuerzos del casino, sino a los de la propia marina. Un destrozo así podría llamar la atención de instancias superiores de la organización militar, y una imagen suya era lo que tendría que evitar a toda costa. Aún así, el East Blue seguía siendo un lugar seguro, pero no quería arriesgarse

Igual que como vino al puerto, volvió al Sukkaku, como si de un torpedo se tratase, a pesar de no dejar la más mínima ondulación en la superficie del agua, gracias a la pose hidródinámica en la que se colocaba al usar el Sea Menace. Así, en menos de 3 segundos recorrió toda la distancia que los separaba, aprovechando el impulso para subir a la cubierta del barco, agarrándose a la barandilla y terminando de escalar.

El cristal de su escafandra parecía empañado, y partes de su traje parecían manchadas de un líquido morado, así como emitir un leve silbido. Antes de decir nada, se llevó las manos a las llaves de paso de la bombona y las apretó un poco y el silbido cesó. Miró hacia atrás en busca del otro barco que les perseguía y dijo, forzando más su voz a lo que estaba acostumbrada para que todos la oyesen: -Diceman... Eliminado. No creo que disparen más. Puedo ir a por el barco y entretenerlos- dijo simplemente, esta vez esperando instrucciones

El barco seguía adelante con el viento a favor cuando llegaron Helena y Daiki. En ese momento pude soltar el timón para acecarme a Helena:-Serás burra!!.-le dije dandole un fuerte golpe en la escafandra con la llave inglesa, mientras caía una lágrima por lo ojos:-No vuelvas a hacer una estupidez así! snif...snif...snif...pensaba que no volverías.-le dije mientras sozollaba contenta de ver a Helena:-Daiki, muchas gracias por ayudarla. Si no estás cansado sustituye a Drake en su posición y dile que venga a curar a Helena por favor.-me sequé las lágrimas y miré a Helena:-Me ha costado mantener la distancia suficiente entre el muelle y el barco para que volviérais rápido. Ahora descansa.-le dije antes de volver al timón.

Seguí gritando órdenes para que tensaran y destensaran las velas para ganar velocidad, esquivar barcos y salir lo antes posible de aquél puerto. 

Habiendo cumplido su objetivo en el anterior disparo, Edward se propuso lidiar con el que aún quedaba. Lastimosamente, todos los cambios de dirección que había hecho con el cañón desvió un poco el tiro que hizo, dando oportunidad al navío enemigo de esquivar el disparo.

Helena y Daiki regresaron al barco en tiempo record. Aunque claro, el gyojin con mucho más escándalo que Helena. Gritando por alto sobre su victoria, una vez Helena informó que Diceman ya no era un problema.
Aunque claro, la actitud de Daiki cambió en cuanto vio a Lux hacer ese brusco gesto de aprecio.
-¡Claro que sí! ¡A la orden! -El gyojin fue a reemplazar a Drake tan arriba en el barco, a toda velocidad, temiendo alguna represalia en forma de llave inglesa.

En un instante, Drake ya se encontraba frente a Helena. -Marcas de quemadura, irritación de la piel, deduzco que estuviste expuesta a algún corrosivo. Si es veneno, probablemente entre en tu torrente sanguíneo, causando una reacción en cadena sobre tu sistema nervioso que termine por detener tu corazón -dijo el médico, con su pronóstico más pesimista-. Si quieres puedo tratar tus heridas adentro. Improvise una consulta para atender al paciente, así que debe ser una zona higiénica -Ofreció Drake con su tono serio, a pesar que se veía bastante agotado.

Con toda la tripulación reunida, obstáculo menos, y otro a gran distancia, Lux maniobró el barco para ganar aún más ventaja respecto a sus perseguidores. 
En este punto, el barco del Bon Voyarti se detuvo, y comenzó a regresar a puerto. Era fácil deducir que siendo un único barco, con el daño que ya había recibido, y el hecho de que se encontraban tan lejos, continuar con la persecución resultaría muy impráctico.
Habían escapado de los dominios de Genome Masuda, con su casino y gente bien vestida. En contra de las probabilidades lograron huir y hasta se llevaron una valiosa pieza del casino.
Fue así como vieron a la isla con ese gran casino hacerse pequeña en la distancia, a la vez que el cielo estrellado empezaba a esclarecerse con los primeros rayos de sol.

Cuando todo estuvo más calmado, Rufa convocó a la presencia de todos dentro del barco.
Momentos antes de que pudieran entrar, Elisea solicitó amablemente hablar con Ryuta, Alvert y Shire, mientras que Daiki se acercó a Lux.

Con todos reunidos dentro del barco, Rufa extendió un mapa en una mesa de madera que había dispuesto para esto.
-Cuando estuve en la isla, estuve obteniendo y información. Y me hize con este mapa... por casualidad. No conozco mucho de esto, pero reconozco que hay unas islas, así que creo que podemos ir a cualquiera de estas.

El mapa mostraban islas relativamente cerca de sus coordenadas en el East Blue. Principalmente, se mostraba dos ubicaciones importantes: Las Islas Polestar, lugar donde se encontraba Loguetown, el lugar de nacimiento y fallecimiento del rey de los piratas. E Isla Oykot, un lugar arrasado por la guerra y que estaba en vías de recuperación.  
También sobresalía una línea roja al final con un único acceso.

Según los conocimientos de Edward como astillero, sabía que en las condiciones en las que se encontraba barco, navegar por muchos días sería cómplicado. Así que un traslado hacia las Islas Polestar podía sería arriesgado. No era una tarea imposible, pero una odisea así requeriría el máximo esfuerzo del navegante y el astillero del barco.

A Shire le sonaba el nombre de Oykot. Era de los únicos lugares en el East donde la marina de hecho perdió contra los piratas. Los cuales acabaron con el reino, forzando a la marina a hacer una misión de salvamento en lugar de para derrotar a los piratas.
Este era uno de los hechos que le gobierno se encargó de censurar.

Elisea hizo una ligera reverencia ante ustedes.
-Primero que nada, gracis por su atención. Quiero agradecerles todo lo que han hecho por mí, y por Cokett. No creo que haya una forma en que pueda pargárselos, pero haré lo posible, y trataré de no ser una carga -dijo todo esto todavía inclinada en señal de respeto.

Se levantó y volteó hacia el espadachín cocinero. -Ryuta. Estoy mu agradecida por todos tus esfuerzos. Salvaste la vida de Cokett, y él es muy importante para mí -Se quedó en silencio unos segundo-... no se que hubiera hecho de perderlo -Volvió a sonreír con amabilidad y le entregó a Ryuta un abultado sobre color manila-. Esto no es suficiente, no creo que pueda pagar el gesto de nobleza que hiciste, pero te prometí un pago por tu ayuda, así que espero que esta compensación pueda serles útil de alguna forma.

La atención de Elisea cambió hacia el granjero. -Alvert. Yo sé que no hiciste nada de eso por dinero, lo que es más, me brindaste tu amistad sin condiciones. Así que quiero que tengas esto -Le entregó un sobre menos abultado a Alvert-. Tal vez no sea suficiente para un barco, pero espero que esto te acerque un poco más a tus objetivos.

Al final, se dirigió hacia Shire, con la estatuilla en forma de ojo en sus manos. -Shire, te debo una sentida disculpa -Inclinó de nuevo la cabeza-. Nunca fue mi intención meterlos en tantos problemas. Tampoco pensé que las cosas escalarían a tanto. Yo... afrontaré cualquier consecuencia que conlleve el haber causado todo esto -Levantó su cabeza bastante seria-. Empece a descrifrar las inscripciones que tenía, espero que no te moleste -Se mostró un poco apenada admitiendo esto-. Si quieres podemos estudiarlas juntas después. Lo que pude entender es sobre una leyenda como la que te conté en el teatro. Usaban una lengua característica de una isla específica en la Grand Line, una que estuvo en contacto con Wano hace varios siglos. Sólo hay una cosa que no entiendo -Se acercó a la capitana y le mostró la parte de abajo donde venían las escrituras antes referenciadas, sin embargo, eso no era lo único ahí, había letras que Shire reconocía muy bien. Eran iguales a las de los poneglyph-. ¿Ves esos carácteres de ahí? Me parecen familiares, pero no recuerdo ningún idioma ni lengua muerta que haya estudiado que se parezca a esto, ni siquiera puedo entender su estructura. Creo que ni ni siquiera sé si es un mensaje, o sólo algún adorno.

Las letras del poneglyph decían:
"Diez mil abajo, en lo profundo del mar. Diez mil arriba, en las suaves nubes. Diez mil al centro de todo.
¿Será que la verdad está en todas partes?
Esto lo sabía Joyboy, y Pandora tras que él."

-¡Hey, Lux! -Se acercó el gyojin sonriente-. No sé si lo sepas, pero el gato, ¿MewTaw? Él nos ayudó contra los del casino, pero dijo que todavía tenía cosas que resolver, pero -De su chaleco sacó un pequeño paquete envuelto en tela con "Lux" escrito en tinta negra, esta se ve algo borrosa considerando lo mojado que está el paquete-, creo que algún momento debió de meterme este paquete de contrabando, que me supongo que es para ti.

Aunque aliviada porque Helena y Daiki regresaran a salvo, hice el amago de levantarme para reprocharla por su comportamiento, sin embargo Lux ya lo estaba haciendo por mi, al verlo volví a mi posición con una media sonrisa para efectuar el siguiente disparo solo para ver como el barco perseguidor se alejaba cada vez más.

Me levanté, esta vez sí, y me dirigí hacia el centro de cubierta estirando los brazos. Sentía que como capitana debía decir algo, pero no me salía nada. Tras unos segundos de duda extendí el pulgar hacia el resto. - Buen trabajo.- Acerté a decir.        Apenas reaccioné al improvisado diagnóstico de Drake a Helena. - No creo que conocimientos normales de medicina puedan aplicarse a ella. Aún así deja que te eche un vistazo para quedarnos tranquilos.- 

Acudí al llamamiento de Rufa tras haber sido convocada también por Elesia. - Será de gran ayuda Rufa, bien hecho.- Viendo el mapa me percaté de lo cerca que estábamos del Red Line, y por consiguiente del Grand Line. - Todas las pistas que tenemos sobre la Caja de Pandora apuntan hacia la isla en el cielo y otro tipo de leyendas, y no veo otro lugar más que el Grand Line en el que algo así sea posible.- Dije algo evidente para recalcar cual era nuestro destino con los peligros que eso conllevaba. - Pero necesitamos hacer una parada más y no tenemos ninguna buena opción para ello. Oykot es una isla tomada por piratas y en Loguetown la Marina está pendiente de todos los novatos que quieren cruzar el Red Line.- Expuse.- Y aún tenemos a Alvert y Elesia con nosotros.

- ¿Qué opinais? Quiero escuchar vuestra opinión antes de decidir nada. 

-No entiendo por qué lo dices...- le contestó a Lux cuando vino a por ella, algo desconcertada. No reaccionó al golpe en su escafandra, que resonó como una campana al chocar los metales -Fue el acto más responsable. Eliminé una amenaza potencial y siempre tuve margen para escapar...- Se giró de nuevo hacia la barandilla de la cubierta diciendo -No necesito descansar, puedo seguir luchando- dijo, mirando el barco que los perseguía, lista para lanzarse al agua a por ellos. Sin embargo, el doctor vino, dejando claro que no le permitirían ir a luchar. 

-Ni siquiera estoy segura de si mi corazón late... - le dijo, no por rechazar su ayuda, sino porque nunca se había visto en la tesitura de tener que curar su cuerpo orgánico, generalmente con arreglar algún tubo suelto o ponerse un recambio servía. -Y si, es veneno- le comentó, confirmando sus sospechas, aunque no mostró preocupación en su voz. Fuese como fuese, acompañó a Drake a su consulta.

Independientemente de los resultados de sus esfuerzos por curarla, no se encontraba tan mal como para quedarse descansando, por lo que acabaría saliendo a cubierta, viendo a los demás alrededor de un mapa y decidiendo que destino tomar. -Loguetown es un suicidio- dijo claramente -Lo emplean como paso hacia Reverse Mountain, no podremos encontrar un barco allí a un precio que podamos permitirnos.- miró el estado bastante deprolable del barco, y aunque no recordaba haber entrado nunca a Grand Line, sabía lo duro que era hacerlo -Este barco se hará añicos antes de que podamos ver el Grand Line. Y una vez allí- se acercó al mapa, señalando el mar ecuatorial que cruza todo el mundo -No hay vuelta atrás. Sólo podemos ir hacia adelante, y cada vez se pondrá peor- A pesar de tener su objetivo más allá de Red Line y querer llegar cuanto antes, todo el mundo conocia las historias de las decenas (sino cientos) de vidas perdidas en ese mar por aquellos que pecaron de ingenuos

-Además, Lux, no se si tienes un Log Pose, pero sin uno de ellos es imposible moverse por allí, acabaríamos perdidos en el mar o todavía peor, en el Calm Belt- puso el dedo encima de la isla en el mapa y dijo -No conozco Oykot, pero deberíamos aprovechar que seguimos en un Blue y podemos movernos más o menos libremente para prepararnos mejor. 

MewPaw me había hecho llegar un paquete por medio de Daiki:-Ese pequeño travieso. Espero que tenga suerte en lo que busque. Dame eso a ver qué es?-le dije a Daiki ofreciendole una mano para aceptar el paquete. 

A pesar de que tanto Helena y Daiki pasaran a mi lado al subir de nuevo al barco no abandoné mi posición sobre la barandilla hasta que el barco propiedad de Masuda se retiro, de hecho espere un poco mas que los demás antes de bajar la guardia lo justo para ser el último en reunirme con el resto.

Lo primero que hice fue guardar mis espadas, no sin antes hacer un movimiento seco para limpiar la posible suciedad superficial que hubiera sobre ellas, al poner pie sobre la cubierta Elisea me intercepto junto a Alvert y Shire para hablar de algo. No estuve mucho tiempo hablando con la chica apenas un par de frases pero ya desde lejos se podía ver que había recuperado mi carácter afable y hablaba con cordialidad. Tras eso Rufa nos pidió a todos que fuéramos dentro para hablar de algo.

Casi estábamos en Grand Line, tan solo dos islas nos separaban de Reverse Mountain podía sentir la emoción en cada ápice de mi cuerpo, ardía en ganas de llegar por fin. Pero antes había que como mínimo hacer una parada y eso implicaba tener que arriesgar con la Marina o con piratas.

- Loguetown es un riesgo pero si tal como dice la capitana Oykot esta tomado por piratas es directamente un lugar hostil, al menos con la Marina no deberíamos tener problemas a menos que nos reconozcan y muy poca gente puede conocer nuestras caras, es la ventaja de que aún no tengan precio nuestras cabezas... bueno, los que aún no las tienen -que teniendo en cuenta las que había liado yo en cada isla no tardaría mucho en tener alguna recompensa- y además es mucho mas fácil conseguir provisiones en la ciudad que acoge a todos los que van de paso al Grand Line que en una isla pirata... -entonces mire a todos los demás y por un momento se me paso por la mente si estaba hablando de mas sin saber- Eso creo al menos... -me rasque la nuca y di un par de pasos hacia detrás- Sea cual sea la decisión confió en Lux y Shire para decidir, apoyare lo que quieran ambas.

Agradecido acepté el sobre por parte de Elisea, no era lo que tenía en mente cuando hacía todo lo que hice pero era un pirata y el dinero era dinero.

- No hacía falta Elisea, hice lo que debía hacer. Y no podía permitir que alguien... -dudé sobre mis palabras- ...que un compañero muriera delante mía. Tanto defender a Cokket como defender este barco y a todos sus tripulantes, es igual para mi. No quiero que nadie de las personas abordo ahora mismo muera y por ello lucho hasta la última gota de mis energías y no quiero que nadie más se sacrifique por mi.

Mire el sobre con ciertas dudas, con este dinero podría comprar mejores espadas y poder pelear mucho mejor que con una espada barata y otra robada a la Marina pero... mire el resto del barco. No podía usar este dinero de forma egoísta.