Partida Rol por web

Habían pasado dos días más, y este era el día del ataque. El día en que los piratas atacarían Salty Mine, momento que aprovecharían para infiltrarse en la base en medio de ese caos.

El misterioso mercenario con apariencia de buzo había permanecido casi en completo silencio, solo comunicando lo necesario y en su mayoría trabajando es sus extraños aparatos.

Aunque Rufa y Daiki habían reposado, aún se encontraban lejos de recuperarse por completo. Rufa en un estado peor que el del gyojin.

La joven Ladovia los había convocado en la cubierta del barco para discutir los planes. -Bien, entonces, como pueden ver en estos planos, la base tiene una estructura, pero las partes realmente importantes no están en la superficie, sino abajo -Señaló a los papeles con la arquitectura del lugar-. Aquí hay bóvedas de las antiguas minas que acondicionaron para hacer instalaciones de la marina. En cada una puede haber cosas importantes, incluyendo un cuarto que viene en los planos sin nombre -Cerró los planos y colocó un burdo mapa que se veía viejo-. Aquí hay un túnel que podemos aprovechar para infiltrarnos desde abajo, desde la antigua mina. -Me parece un buen plan. -Claro que sí, he estado planeando algo así desde -decía Ladovia hasta que se dio cuenta de que la voz no provenía de nadie de los presentes.

Una mujer bella y misteriosa estaba sentada en un una orilla de cubierta. Viéndolos con algo de curioso interés. -Son los Piratas de Shire, ¿no es así?

Atravesamos el océano con un buen viento a nuestra cola, lo que fue bueno para llegar antes de tiempo a Salty Mine y echar el ancla para poder abastecernos de pescado y que los heridos se recuperasen. Una vez pasados dos días de travesía empezamos a estudiar el plan de Ladovia que había preparado. Escuché atentamente lo que tenía planeado:-No me parece mala idea, además como le dije a Ed, estaría bien saquear lo que pudiéramos de los almacenes de la Marina para nuestro barco, he estado haciendo algunos bocetos para crear algunas armas y equipo para todos pero necesito los materiales que pueda encontrar allí.-expliqué al resto de la tripulación para que supieran que no sólo era la navegante del barco y que podían contar conmigo para más cosas. Además del hecho que gracias al entrenamiento que le pedí a Ryuta ha aprendido alguna cosilla para poder pelear mejor.

En un momento el ambiente cambió de repente, una mujer ajena al barco había aparecido:-Kyaaaa!!-me pilló totalmente por sorpresa y tan sólo pude hacer aquello en ese instante:-Quién eres tú?-dije en cuanto recobré la compostura. 

Estos tres últimos días me había dedicado a entrenar sin descanso y aunque no me encontraba satisfecho con el resultado era con lo que debía adentrarme en esta base. El mismo día antes de el asalto había dado de comer a toda la banda con la mejor comida que había podido preparar aunque para eso había debido comer yo mismo algo de peor calidad ya que no tenía suficientes ingredientes de la mas alta calidad como para todos.

Pero el día había llegado y Ladovia nos reunió a todos en cubierta para ponernos al tanto de su plan y la información que tenía sobre como funcionaba Salty Mine. en silencio observaba el mapa... lo mas probable es que una vez todos dentro nos dividiéramos para cada uno hacer cosas diferentes pero al menos la ruta de entrada sería común. Estaba a punto de abrir la boca cuando una voz desconocida sonó alrededor nuestra, como acto reflejo gire sobre mi propio eje para encarar a esa persona ya con una mano en mi espada y dos centímetros fuera de la funda.

- ¿Quién eres tu? -no llegaba a tener un tono agresivo pese a mi postura, la mire de arriba a abajo no tenía pinta de estar con la Marina y por la zona debía haber muchas bandas de piratas por lo que era lógico pensar que debía pertenecer a alguna de ellas pero eso no quería decir que no fuera enemiga- ¿Y que pretendes colándote en nuestro barco?

A diferencia de algunos que habían pasado los días entrenando, yo los había dedicado a descansar, leer y pescar para matar el tiempo, aunque sin mucho éxito. Pasé también bastante tiempo en la enfermería siguiendo de cerca la recuperación de los heridos.

El tiempo pasó rápido y ya nos encontrábamos en el lugar, era momento de la última reunión para trazar el plan, asentí a las indicaciones de Ladovia, ese mapa sería de mucha ayuda. - Perfecto aprovecharemos...- De pronto sentí como alguien más estaba en cubierta y en cuanto escuché su voz me giré hacia ella llevándome la mano derecha al bolsillo donde guardaba los kunáis. - ¿Necesitas algo?

Por suerte no hubo ningún percance en el viaje, cada uno haciendo lo suyo, Edward pasó su tiempo entre reparaciones y preparativos del barco para su próximo destino, así que el tiempo pasó más rápido de lo que esperaba y ya habían llegado a su destino.

Estoy de acuerdo, si podemos sacar algo de los almacenes mejor que mejor, además si tenemos la oportunidad, creo que sería buena idea el sabotear algunos de los barcos, así la huida será mas fácil- no sería fácil el salir de allí, así que toda precaución y preparación era mejor que nada.

Antes de poder decir nada más apreció aquella mujer en el barco, Edward echó mano al mango del martillo situado en su espalda, si bien aquella mujer no parecía hostil, la manera de colarse en el barco no hacía pensar nada bueno, además era mejor estar preparado para un posible ataque.

     Sabia cual era destino... entendía parte de lo que se iba hacer allí, pero mas allá de eso era casi un espectador mas en este viaje, por lo que a modo de pagar nuestro espacio en el barco con Ko-ko pasábamos parte de las mañana en pescar parte de la comida que nos pudiera cocinar Ryuta no era mucho.. pero... algo es algo.

   Se que Lady~nee estaba explicando los planos y aunque me hubiera gustado entender que era eso, pero...

    Hmmmmmmmm... - el ultimo de los peces estaba dando pelea... - hmmmmm... - era un rival digno - Hmmm...- pudiera ser fácilmente un rey marino dada - hmmmmmm *slashhh* - mirando consternado el como la cuerda se cortaba perdiendo asi cualquier intento de seguir con la pesca - joooooooo.... Ko-ko...  podrías haberme dicho que la cuerda se estaba tensando tanto...

   Volviendo con la sesta de peses suficiente para llenar mi cuota, termino encontrándome con cierta escena bastante rara en la cubierta del bote de la tripulación.

   Ehhhhhhhh... - mirando a los presentes, luego a la dama del sombrero... y una ultima vez a mi emplumado compañero, para volver a quedarme mirando a Shire y el resto - ¿ por que siempre se les termina colando medio mundo en la cubierta ?

Ladovia asintió a Lux y Edward. -Me parece bien. Creo que a todos nos vendrían bien unas armas -La joven pirata puso su dedos entre los planos hasta que se detuvo en un lugar-. Aquí. Este es un lugar muy espacioso, quizás el almacén esté ahí, y no muy lejos, hay un cuarto reforzado, podría ser la armería. Ahora, sobre los barcos -Señaló a Edward, para después mostrar otros planos encima de los que tenía-. Esos están en la superficie, al frente de la base. Sería complicado subir desde los cuartos subterráneos, pero si están muy distraídos, tal vez podamos colarnos.

La irresponsabilidad del gallo al no avisar sobre lo débil de la línea de pesca era algo patente. Era imposible saber sus verdaderas intenciones, pero tal vez el hecho de que el pescado no era precisamente su platillo favorito, tendría algo que ver con lo sucedido. Pero en ese momento había algo aún curioso ocurriendo, y era a la mujer en el barco al cual no fue invitada.

La mujer se llevó la mano a la boca un momento en una discreta risa por la reacción de Lux, pero después le dedicó una mirada a todos los presentes. Se veía tranquila, pero no solo era eso, Edward y Ryuta podían detectar algo más en ella, era como si estuviera relajada, aún a pesar del hecho de que en cualquier momento podían entrar en posición defensiva.

-Es mi culpa, es que sus planes se veían tan interesantes, que no pude evitar el echar un vistazo -Cruzó las piernas mientras apoyó un brazo sobre la baranda-. El capitán de los Woodview nos dijo que había reclutado a unos novatos para el trabajo. Así que quería asegurarme antes de llevar a cabo la invasión. Así que pueden relajarse, no les haré nada -Fijo su mirada brevemente hacia Ryuta y Edward, pero repentinamente, todos los presentes sintieron como si alguien palmeara su cabeza como si fueran niños, y lo extraño era que no había nadie detrás de ustedes.

La joven Ladovia estuvo viendo a la mujer con ojos de puñal todo este tiempo. Drake permaneció sin decir nada, e incluso Daiki, quien siempre se le veía con una sonrisa, esta vez se veía serio.

-Preguntaría quien es Shire, pero creo que me puedo hacer una buena idea -La mujer volteó a ver a Helena-. Es imposible que seas Shire -Miró hacia Lux sonriente-. Eres simpática, pero nadie de esa familia puede ser una Shire, y no creo que esa niña de los planos lo sea. Si apenas debe tener la edad de ser una aprendiz -Finalmente, se levantó de la orilla del barco y dio un par de lentos pasos hacia la capitana-. Mucho gusto, Shire. ¿Qué tanto sabes del plan de hoy?

Esa sensación tan repentina sobre tu caso, como de una mano, y si tu vista no te engañaba, te pareció ver unos pétalos de flor en el aire por unos segundos.

Si lo que recordabas de la enciclopedia era cierto, debía tratar se de la fruta Hana Hana. Cuyo poder permite hacer brotar o "florecer" partes de cuerpo en diferentes lugares.

La mujer no parecía tener intenciones hostiles, así que me relajé un poco aunque quedé en una posición en la que llegado el caso podría echar mano de mis armas rápidamente. Por como hablaba sobre nosotros asumí que era parte de una tripulación importante que participaría en el asalto, hice un leve gesto con mi mano para que Edward y Ryuta soltaran sus armas y me acerqué unos pasos hacia la desconocida.

- Así es, yo soy Shire. Y estaría bien saber con quien estoy hablando.- Levanté la cabeza para encontrarme con su mirada y asentí completando la presentación. - En la reunión de hace tiempo se comentó algo sobre eliminar la presencia de la marina en el East Blue, pero lo que sonaba más interesante era el secreto que aquí se esconde que mencionó Crocodile. ¿Hay algo más que deberíamos saber? - Si bien mi voz no llegaba a sonar desafiante sé que se podía intuir un tono duro, no me acababa de gustar como se estaba dirigiendo a nosotros.

      Hmmmm... - se veía extraña la señora, pero entre todos los presentes en la cubierta... igual tampoco es que fuese la vela que mas iluminaba ... y eso que no estoy contando a los que siguen en reposo... - entonces...ya que parece que esto va ser mas de relajo... - viendo como algunos ya ponian sus manos cerca de los mangos de sus armas - ¿ no les importa si me retiro ? - dando una rápida vista a la capitana y lady~nee - alcance a pescar algo... y será mejor llevarles a la cocina.

      caminando ya por la cubierta, cierto detalle de quien juega a " te hice mirar" lo sentía en la cabeza, tal que sin poder evitarlo miro hacia los lados, no me encuentro con nada y luego miro a Ko-ko - ¿ compañero.... fuiste tu ?

Al parecer aquella mujer no era enemiga, así que Edward siguió la orden de Shire y soltó su arma, aunque se mantenía en alerta por si cambiaban las tornas.

Cuando Edward escuchó el nombre de Crocodile por parte de Shire, sabía que le sonaba de algo, aunque no recordaba de que o cuando lo había escuchado, pero parecía que antes de unirse a ellos habían tenido contacto con aquella persona, ahora solo quedaba escuchar por que aquella mujer había aparecido en el barco y saber si eran buenas o malas noticias.

Me molestaba, esa actitud como si nos conociera de siempre, la confianza con la que nos hablaba y las que se tomaba me resultaban casi insultantes. Pero cuando nos miro a mi y a Edward algo extraño paso ¿me habían tocado la cabeza? Moví apenas los ojos para buscar algo que no estaba ¿que demonios había pasado? ¿Se burlaba de nosotros? Al menos confirmo lo que ya pensaba, era una pirata como nosotros y por tanto mas o menos una aliada... por muy mal que me cayera.

Ya había dejado mi arma cuando la capi nos lo indico, recupere una postura mas "neutra" aunque me cruzaba de brazos como si tratara de imponer mi presencia de alguna manera y por supuesto no apartaba mi mirada de ella.

La mujer vio de reojo a Edward cuando soltó su arma, ante lo asintió amablemente.
-Buena disciplina, Shire -Desvió su mirada hacia Ryuta, para luego pasar de él como si lo ignorara-, aunque hay algunas cosas que podrías mejorar- Volteó a ver a la capitana, todavía con esa sonrisa tranquila-. Supongo que sería molesto solo referirnos de tu y de usted, entonces pueden decirme Miss All Sunday.

Ante la curiosa reacción del granjero el gallo no podía ofrecer una mejor respuesta de la que él tuviera, sin embargo por lo alterado que se veía el pollo, era bastante posible que este último también hubiera tenido la misma sensación.

-Oh, por favor, solo soy una visitante en su barco. Siéntanse libres de seguir con su rutina, a menos que quieran sobrevivir el día de hoy -A pesar de lo severo de sus palabras, su tono era perfectamente calmado.
-El plan de Crocodile era muy ambicioso. Demasiado para su propio bien, pero supongo que eso es lo que se esperaría de Shichibukai -La mujer señaló hacia el fondo, en dirección de la base naval-. Salty Mine sigue siendo el objetivo, pero esta vez solo es una ataque relámpago. Participaran las fuerzas de los Woodview, Bon Voyarti y Baroque Works -Caminó hacia la orilla del barco-. El plan es más simple esta vez. Mientras están distraídos defendiendo la base, ustedes entran y sacan el botín. No sé que secretos pueda haber ahí, pero cada cosa cuenta. Información, tesoro, armas, cualquier cosa que tenga valor y puedan sacar de ahí antes de que termine el ataque estará bien. Después de eso -La mujer levató la mano y de repente, un mapa ya se encontraba en las manos de Lux-, van a la isla a un día de aquí, al sureste. Debería estar en su mapa. Ahí, entierran el tesoro. Siéntanse libres de tomar su parte del botín. Se repartirá en cuatro partes iguales -Se vio como la mujer arrojó algo hacia el mar-. Estaremos en contacto. En cuanto el ataque vaya a terminar, les daremos aviso para que tengan el tiempo suficiente para salir. De forma que confío en su ingenio para robar tan bien como lo hicieron a Masuda. ¿Alguna pregunta?

Tras recuperar la compostura y ver que esa mujer misteriosa no va a hacernos nada me mantengo atenta a todo lo que dice:-A nosotros nos toca la parte divertida entonces.-comento al escuchar que nuestro cometido es infiltrarnos y robar el botín. Miss All Sunday hace un gesto y en mis manos aparece un mapa de la zona marítima donde estamos, veo Salty Mine en un lado del mapa y recorro con la vista el mapa con las indicaciones que ella dice:-Una isla al sureste de Salty Mine......mmmmm. Aquí.-dije y la marqué en el mapa con un círculo, no tenía descripción alguna así que suponía que era un trozo de roca sin colonizar:-Vale y cuando enterremos el tesoro cómo contactamos para indicarles donde se encuentra?-pregunté ingenuamente y prácticamente sin darme cuenta de lo que acababa de decir. 

     V..vale... - decía luego de las palabras de la extraña hacia mi comentario, quizás no fuera el mas listo, pero entendía que igual no era tiempo pera estarlo desaprovechando así, por lo que aun con el balde en mano y con el eco de los peces que resonaban aun en su interior, no me queda mas que quedarme quieto en el sitio escuchando lo que tenia que decir .... sigo pensando que esto es una muy~pero muy mala idea...

Era obvio que sus palabras me molestaron pero sería un imbécil si cayera en sus provocaciones o si me dejara llevar por emociones momentáneas en un momento como este por lo que me limite a mantener la compostura. Entonces escuche el cambio de planes el cual tenía cosas buenas y malas, por un lado al parecer ya era definitivo que Masuda no estaría cerca en este ataque lo cual me agradaba ya que debía tenernos ganas pero también me decepcionaba ya que un duelo con él en medio de una base de la Marina sería una forma de ganar fama increíble, por otro lado casi toda la parte importante recaía sobre nosotros y eso sin contar que teníamos pensado ir a por probablemente una de las personas mas importantes de la base.

- Tampoco te creas que fue la gran cosa, Masuda debería mejorar su seguridad si no quiere que otro espadachín se le cuele por todo el casino -comenté como si no fuera la gran cosa y es que realmente fue muy fácil tan solo una persona nos planto cara de verdad pero solo el sirvió para recibir una brutal paliza

Al final el plan parecía ser entrar a hurtadillas y sacar todo lo que pudieran, viéndolo por el lado positivo, ellos tendrían menos posibilidades de encontrar enemigos, por otro lado tampoco estaba claro si aquella mujer y su gente no les estaba vendiendo al enemigo o cuando tuvieran el botín les tenderían una emboscada, aunque tampoco es que tuvieran muchas opciones en este momento, así que habría que seguir las órdenes, al menos de momento.

Decidí ignorar por completo el comentario de la mujer sobre la disciplina y escuchar lo que tenía que decir. Me seguía sin gustar esa forma tan altanera que tenía de hablar, pero no era solo eso, había varias cosas que no me cuadraban. Cosas como que Crocodile, después de convocar una reunión para atacar la isla, se desentienda por completo del asalto. No le di más importancia porque intuí que sería inútil preguntar sobre ello a nuestra "invitada" pero sí fruncí el ceño extrañada por nuestro papel en el ataque. - ¿Vais a dejar a unos desconocidos en quienes no tenéis confianza la parte más importante? Haremos lo que podamos, pero los tesoros no son nuestra prioridad.- Respondí directamente y la miré con gesto interrogante, tal vez su reacción me diera algo más de información. Algo me decía que ella tampoco estaba ahí por el dinero.

-Así es. Espero que se diviertan mucho en esta misión -Hizo una sonrisa alegre en apariencia, aunque quienes tenían práctica leyendo a las personas, como Ryuta y Edward, podían notar lo forzado de su expresión, como si fuera un gesto por demás entrenado-. Cielos, que olvido de mi parte. Dejo con ustedes, un den den mushi. Comunicación directa conmigo -De pronto, el bolsillo en la chaqueta de Lux se sintió más pesado, más en específico, pesado por una carcola con un sombrero vaquero y con un emblema que decía "Baroque"-. Desde ahí les avisaremos cuando vayamos a hacer una retirada, y ustedes pueden decirnos que ya enterraron el tesoro.

-Eso es exactamente lo que planeo, Shire. Y no te preocupes, es una base de la marina, habrá suficiente cosas de valor, las estén buscando o no -dijo la mujer calmadamente-. La confianza se construye, y ahora tienen la oportunidad de demostrar que son de fiar, pero si te hace sentir mejor, si siquiera intentan escapar con todo el botín, tendrían a dos tripulaciones pirata y una importante organización, todos bastante motivados a encontrarlos y cortarles el cuello -dijo de forma serena con su tranquila sonrisa-. ¿Te parecen suficientes precauciones? -A pesar de lo grave de sus amenazas, su actitud relajada, parecía más bien un desapego a los ojos de Shire, como si verdaderamente nada de eso lo importara.

La mujer volteó a ver a Ryuta cuando le escuchó a hablar. -Lo cierto es que, de todos los que le han robado a Masuda, en este momento ustedes son los únicos con vida. Así que no es poco su mérito, Señor Espadachín -Explicó tranquilamente, para después dirigirse hacia la orilla del barco-. Por lo menos hasta ahora. Sin embargo, el capitán de los Woodview les tiene fe por alguna razón, así que tendré que creer que hay algo más en ustedes de lo que se ve.

Sin aviso, la mujer saltó a la baranda del barco. -Les deseo lo mejor en su objetivo, y recuerden, esto es una cooperación entre todos. Así que hagan su mejor esfuerzo para que todos ganemos al final -Se despidió con la mano-. Pero parecen personas honradas. Y hasta unos piratas saben trabajar en equipo a veces. Así que, ¡hasta luego! -Saltó del barco hacia lo que parecía el agua, sin embargo, pronto vieron a una gran tortuga con un manubrio alejarse por el mar, y la misteriosa mujer abordo de esta.

La joven Ladovia se quedó un momento mirando al horizonte. -La primera vez que veo a esta mujer y ya la odio -dijo frunciendo el ceño, pero pronto se distrajo guardando los mapas-. Bueno, suficiente de todas esas Miss, no sé que. Tenemos cosas que hacer, ya casi llegamos al lugar.

No pasó mucho tiempo hasta que Ladovia les indicó que debían detenerse. Una pequeña plataforma sobresalía del agua, y tenía una oxidada escotilla. Con algo de trabajo, Ladovia logró abrirla y les hizo una señal para que entraran.

El sitio se veía muy oscuro. El pequeño Drake cargaba con una lámpara de aceite, pero aún así no era suficiente para iluminar la extensión del sitio.
Parecía como un camino tallado en la roca, como un pasadizo o una gruta. El lugar estaba bastante húmedo con una que otra gota escurriendo del techo, y un par de charcos en el suelo. 

-Este camino es el que nos lleva a las antiguas minas -Explicó Ladovia mientras avanzaban-. Solo tenemos que seguir el camino y -Dejó de hablar en cuanto la lámpara mostró más adelante una gran extensión de agua, tan grande que no podía pasarse de un salto-... puede que haya algunos problemas.

Hay un profundo lago subterráneo frente a ustedes, con una extensión de 27 metros entre una orilla y la otra.
Con paredes de roca a ambos lados.

¿Con que solo nosotros habíamos salido del casino tras robarlo? Pues si querían mantener su reputación vendrían a buscarnos y ahí estaría yo el primero. No aparte la mirada de aquella mujer ni por un segundo, más aún tras mostrarnos esa sonrisa tan falsa, e incluso cuando había saltado por la borda me acerque a esta para observarla alejarse apoyado.

- ¿Soy el único que no le ha gustado su presencia ni por un segundo? Se sentía tremendamente hostil... no me gustaría estar en el mismo barco que ella por demasiado tiempo -comente justo tras las palabras de Ladovia, no era odio lo que sentía aunque tampoco sabría dar una explicación real al porque me sentía así... era pura intuición

Durante el resto del trayecto eché una mano a Alvert para guardar el pescado, indicándole mas bien donde hacerlo para las próximas veces y poco mas ya que tenía interés por permanecer la mayor cantidad de tiempo en cubierta. No tardamos en llegar a una escotilla en el exterior de la base, parecía muy fácil aún así fui el primero en saltar cuando la consiguió abrir Ladovia. Este acceso nos llevo a un túnel carente de iluminación, avanzábamos por la oscuridad hasta encontrar con una zona llena de agua que prácticamente nos obligaba a nadar a través de ella. Me agache un poco para tratar de ver como de hondo era el lago y un suspiro fue mi única respuesta, me desabroche la chaqueta para atarmela en la cintura, molestaría menos y sujetaría las espadas en su funda mientras nadaba. Mire por encima de mi hombro al grupo.

- Toca cruzar a nado, a los usuarios os podemos ayudar el resto... -me daba completamente igual mojarme por completo al igual que poco me importaba remolcar a alguien la distancia del lago, al fin y al cabo tampoco era tantos metros por lo que no debería haber problemas- Vosotros decidís con quien queréis -por otro lado seguro que para Helena esto era como un juego con ese traje suyo