Partida Rol por web

No te preocupes por la moto, es un simple turista sin interés... pero bueno es normal que no te hayas percatado, veo que no has traído las gafas contigo... Tim "achino" los ojos pare visualizar mejor el coche que les precedía.

4 personas, nuestro amigo Alec parece seguir en forma detrás tenemos a tiburón y a De Gea puedo ver que ha vomitado en la parte trasera del asiento... huevos revueltos y ummm bacon, la conductora efectivamente es la rusa, MIERDA! lleva unas malditas bragas faja de esas antimorbo que he podido ver por el espejo retrovisor!

–¿Sin interés? Está claro que no has visto las pegatinas, en especial esa pequeña que tiene en el guardabarros delantero. Es un "Ángel del Infierno" que va a una convención motera. Tengo entendido que se estaban expandiendo por Europa. Será mejor terminar rápido con el trabajo antes de que se presenten cincuenta moteros con ganas de acción.–dijo imperturbable. Sean hubiese agitado la cabezacon desdén pero aquella no era forma de educar a un niñato. Si el pobre no era capaz de intuír el final de una frase habría que acabarlas– Es preciso que no saque el movil, ni para fotografiar ni para mandar la localización a sus compañeros

Observo el nuevo enganchón entre mis dos compañeros, esta vez discutiendo sobre los pasajeros del coche y el motorista. Me esforcé por detectar los rostros de los ocupantes pero entre tanto vaivén, adelantamientos y el tipo de la moto por el medio, a duras penas pude distinguir quienes acompañaban a De Gea.

-Desde luego, parece que va una buena colección de viejos conocidos en ese coche. Cada vez se pone más interesante el encuentro con Trevelier.-En cuanto a la discusión sobre el motero, decido añadir mi propia opinión sobre el tema.-No sé si será un ángel del infierno o el emperador de Japón, el caso es que ahora mismo está en medio de esta persecución y no parece asustado, ni ha reducido la marcha, ni se ha apartado de nuestro camino. No debemos subestimarlo y pensar que es un simple daño colateral, andémonos con ojo con ese motero.

Mis palabras fueron cortadas por el disparo de Tim, por un momento me confundió.
-Tim, entiendo por tu disparo que ya no merece la pena esperar que se produzca esa reunión y se acabaron los buenos modales con nuestros amigosde ahí delante, ¿verdad?-Comenté mientras desenfundaba mi pistola.

Mi instinto no me falló y, efectivamente, aquel vehículo nos seguía el paso. Pese a los intentos de Froilan Igma por despistarlo, quien condujese no lo hacía mal, nada mal. Al entrar en el túnel, la aglomeración de coches había quedado disipada y únicamente un incauto motero estaba allí con nosotros. “Maldita sea, seguro que nos persiguen esos asquerosos británicos”. Intento vislumbrar quiénes están en el interior del automóvil mientras le insto a mi compañera a que acelere más aún.  

Alec reconoció de inmediato a los ocupantes que ivan de pasajeros del coche, se trataba de Sean, que iba de coopiloto, George sentado tras el conductor y Timothy sentado tras el coopiloto. Dos de los Bond con los que se topó en la cafetería y el tercero que le dejó un regalito en forma de bala en el costado y que a punto estuvo de costarle la vida. Sin embargo no conocía al conductor del coche... un tipo delgaducho con pelo blanco que no apartaba la vista de la carretera y sabía como manejar el coche.

George tal y como Sean y Timothy habían dicho, vio a los ocupantes del coche. Al volante se encontraba una rusa de aspecto rudo... tenía toda la pinta de ser rusa por lo menos, de coopiloto se encontra el señor Alec Trevelier, mientras que en los asientos traseros había dos hombres, un mastodonte de sonrisa perturbadora y el político cagado de miedo con la cara más blanca que la cal.

Además de eso, se dio cuenta de que el motorista que había pululando por ahí era un turista que habría ido a alguna convención motero, eso lo dedujo por las pegatinas que portaba en su moto de gran cilindrada.

Tim puso el ojo en la rusa con bragas antimorbo e inmediatamente puso la bala... ¡para que pensarlo más!

La bala salió disparada directamente hacia la mujer, con tan buen tino que se alojó en su hombro haciendo que diera un volantazo brusco.

El coche de los malos parecía andar sin control ¡Alec tendría que hacer algo o se iban a pegar una castaña y de las buenas! pues Froilan Igma no conseguía recomponerse.

Mientras en el coche de los Bond Anacleto, el conductor de pelo blanco se puso a maniobrar también para evitar comerse al coche que iba delante y las balas que Dientes de Tiburón les mandó como regalo, ¡No iban a ser sólo los Bond los que tuvieran el gatillo fácil!

Sean se agachó instintivamente al ver al mascachapas (el detective no estaba al díade lo que significaba el término, pero veia capa a Tiburón de usar las chapas como chicle) asomarse a disparar. Aquel bastardo bien podía pudrirse en el infierno una, dos y las veces que hiciesen falta.
-¿Estáis bien?- Por un momento se vio al espía preocupado por sus compañeros, como si se preocupase por sus sucesores. O quizás era solo por su traje. En todo aso, recordaba los informes sobre Tiburón se había pasado a su lado. Vale sí, por un interés personal pero... En fin, estaba claro. Uno no podía fiarse de las mujeres hermosas ni de los hombres feos. Sin dudarlo, Sean respondió a Jaws con aquella mierda pistola nueva...Si al menos le hubiesen dado la suya de verdad...

Nuevamente y ya iban muchas Tim demostró quien estaba llevando el peso de la misión, una nueva bala silbó al salir de su pistola para acertar en su objetivo, esta vez la rusa fue quien probó el frío acero marca de la casa. El hombro de la corpulenta mujer ya no era capaz de aguantar el peso de su propio brazo y el volantazo fue tan brusco que Tim pudo ver como las bragas faja de la mujer se retorcían en sus bajos.

La sonrisa de Tim no tardo en aparecer... No es tan dificil Sean por probabilidad seguro que el próximo no fallas...

La respuesta de Alec y sus compinches no se hicieron esperar y el tiburón parecía tener pistola además de dientes, esta vez Anacleto pareció demostrar algunas dotes... Tim hizó un ligero movimiento para ocultarse ante los disparos para después volver a sacar medio cuerpo por la ventanilla para dar una nueva clase magistral de como se dispara.

Aquel tiparraco de deslumbrante sonrisa que acompañaba a De Gea en los asientos traseros se había girado para apuntar hacia nosotros. Al darme cuenta de sus intenciones agaché la cabeza tras el asiento antes de que llegara el disparo, pero probablemente por los bruscos movimientos del coche sus balas se perdieron por alguna parte, sin alcanzar a ninguno de los presentes en nuestro coche. Tras volver a recuperar una posición normal en mi asiento, observé que el motero no tenía ninguna pinta de estar metido en el ajo, por lo que mi atención se centró exclusivamente en el coche de delante.

La mujer, tras ser alcanzada en el hombro por el disparo, parecía perder el control del coche mientras Trevelier se afanaba con urgencia por ponerse a los mandos del volante y evitar el accidente que se les venía encima. Así que no dudé en asomarme por la ventanilla y tomarme mi tiempo para apuntar, con toda la flema británica que puede tener un australiano, al ex-agente con la intención de disuadirle de que intentara tomar el papel de conductor.

Mi intuición no me había fallado y nuevamente se cruzaban en mi camino los tres 007, esta vez acompañados de otro tipo al volante el cual parecía conocerse bien la zona. Sin previo aviso, escuché un disparo y al momento Froilan Igma perdía el control de nuestro vehículo; agarré inmediatamente el volante para estabilizarlo, mientras comprobaba de reojo como mi compañero les ofrecía una respuesta en forma de balas. “Yo no voy a ser menos...” –pienso desenfundando con la mano libre la pistola y abriendo fuego contra mis enemigos.

La lluvia de balas entre ambos coches llegó a su climax, proyectiles por aquí, proyectiles por allá vamos que parecían que las regalaban. Lo malo de esa desmesurada cantidad de plomo es que se terminó de liar bien parda dejando los coches hechos un Cristo... entre otras cosas.

El primer disparo de Sean fue directo a Alec, que parecía haberle cogido cariño al plomo en especial su esplendoroso cuerpo, pues la bala fue a alojarse a su brazo izquierdo con muy mala saña. El ex agente del MI6 no pudo contener una exclamación de dolor, quedando unos segundos inutilizado aferrandose la herida mientras trataba de contener la hemorragia.

A su vez el resto de Bonds efectuó la siguiente ráfaga... Tim descargó en ambas ruedas lo que hizo que la conductora no pudiera evitar el derrapaje en forma de zig zag... por su lado los disparos de George acertaron a los cristales traseros y a Shark en el pechote. En ese momento Alec reaccionó, era tal su enfado que devolvió sendos disparos al coche donde iban los Bond destrozando los cristales delanteros del coche en un primer fogonazo para después dirigir el segundo balazo al agente español que a punto estuvo de perder el brazo y que no pudo evitar perder el control del coche que zinzageó chocando con el coche de los malotes, yendose ambos automóviles a tomar por saco con sus ocupantes bailando el baile de san Vito.

Tras varias vueltas de campana los automóviles aterizaron muy cerca el uno del otro a un lado de la carretera, los que se llevaron la peor parte fueron los conductores que quedaron inconscientes y con varias heridas y contusiones.

Sean se arrastró por debajo del coche, con el pelo fántastico y el traje impoluto, pero sin ser siquiera consciente de ello. La elegancia, el porte, el saber estar era en él tan natural que podría haber caído en un volcán y morir sí. Pero morir con el traje, peinado, lacorbata en su sitio y sin despeinar. Una vez fuera giró sobre sí mismo y disparó. la bala silbó en dirección a De Gea mientras el Bond que tanto parecía haber fallado en aquellas últimas horas se convertía en el tigre que era. Corriendo hacia Alec. Dispuesto a saltar sobre él y a sacarle la información por la fuerza.

Ya lo había  advertido: aquella aparente torpeza era para hacerque el resto de los Bond confiasen en si mismos. Él era el maesto. El galan. El que se llevaba a las damas. El resto eran inferiores, pero merecían una oportunidad. Y llevarse a alguna chica de paso. O a algún chico, como se rumoreaba que le gustaba a Timothy y como había insinuado en alguna ocasión Daniel.

¿Qué Alec podía dispararle en cualquier momento? Sí. Pero Sean confiaba en sus reflejos...y en que sus pupilos le cubriesen

El silbido de las balas y la explosión de los neumáticos era música para los oidos de Tim quien no parecía capaz de fallar una sola bala. Ambos coches parecieron perder el control por un instante, lo suficiente para que acabaran en la cuneta en un festín de vueltas de campana.

Tras unos instantes Tim fue consciente de la situación y de que todos sus miembros seguían unidos a su cuerpo, salió del coche por el hueco de la ventanilla. Parecía que todos sus compañeros de coche estaban bien e intentaban salir por su propio pie.

El apuesto 007 aferró su arma dirigiéndose al vehículo de delante apuntando por si alguno de sus ocupantes resultaba una amenaza aunque sin duda sus ocupantes estarían mucho más heridos y maltrechos, mientras se acercaba apuntando Tim pudo ver como Sean disparaba al indefenso vehículo y sus ocupantes como un puto asesino a sueldo... sin duda haciendo alarde de su falta de honor ni principios.

Finalmente la persecución entre ambos coches había llegado al desenlace más probable, dadas las circunstancias. Tras el reparto de tiros entre ambos grupos, era cuestión de tiempo que los conductores fueran alcanzados y se produjera un accidente. Afortunadamente para los agentes especiales, apenas habían sufrido unas cuantas magulladuras y heridas de poca consideración. Anacleto había perdido la consciencia, pero sus heridas no parecían demasiado graves, por lo que se decidió a incorporarse y comprobar el estado de los ocupantes del otro coche.

Después del accidente, George fue el último en reaccionar, probablemente por la desorientación tras tanto ajetreo. Vio a Sean disparando en cuanto tuvo ocasión contra alguno de ellos.
Es evidente que nuestro amigo escocés quiere llevarse todos los puntos del tiro al blanco, y parece que su puntería mejora por momentos. Con un poco de suerte nos quedaremos sin nadie vivo a quien sacar información.

George alzó el arma apuntando hacia el otro coche, y se acercó buscando apuntar a De Gea, con la intención de obligarle a salir y venirse con nosotros, alejado de sus compañeros de viaje. 

Nos habíamos visto envueltos en un tiroteo y en medio de ese caos, una bala se alojó en mi brazo provocando que soltase un grito de dolor. Esos cabrones tenían buena puntería, había que reconocerlo; mi disparo posterior hirió a su conductor, y tras esto, llegó el festival de vueltas de campana. Una vez todo está en silencio, pego una patada a la puerta del coche y salgo rodando pesadamente por ella. El dolor que siento en mi brazo es intenso, así que presiono fuertemente la herida apretando los dientes mientras me levanto observando con recelo a Sean y al resto, alzo las manos en señal de tregua.

Un único y certero tiro había bastado para inhabilitar a De Gea y para paralizar al resto de la pandilla. Alec ya estaba alzando las manos en señal de rendición ¿de verdad había sido un 00? ¡Qué desastre! Estaba claro que nada como la vieja escuela. Ahora solo fingían ser duros y violentos, pero poco más.

–Muy bien. Imitad todos a Alec y no os mováis.–ordenó antes de dirigirse al mismo– No sé cuántas veces tendrás que morir para que sea la definitiva, pero no me importa ayudar al marcador...Así que ya sabes. Ni un movimiento.

Sean miró a todos y cada uno de ellos friamente, después dio un vistazo a De Gea. Mejor no arriesgarse a que muriese por el momento. Con la cabeza, hizo una indicación a Igma.

 –Tú, prrrrecio...Bueno, Tú, Igma. Impide que tu amiguito se desangre. Tenemos todos una charla por delante... aunque supong que querráis llevvar a De Gea con vuestro amiguito, el de las curas milagrosas ¿eh?

Los cuatro Bond salieron del coche perfectamente peinados, no sólo Sean era una máquina del estilismo... lo único malo es que un poco de polvo y alguna raspadura si que tenían, ¡todo no podía ser perfecto!

El instinto de Sean fue disparar a la primera cosa que se movió, De Gea en aquel caso... mientras que sus dos compañeros, a su propio pesar y de los propios interesados, fue la de apuntar con sus armas a todo el mundo.

Alec, previsor y viendo como sus compinches no terminaban de salir del coche, se apresuró a rendirse elevando los brazos... bueno uno, que el otro lo tenía muy perjudicado y no le terminaba de funcionar bien.

-Tú, prrrecio...Bueno, Tú, Igma.Impide que tu amiguito se desangre. Tenemos todos una charla por delante... aunque supong que querráis llevvar a De Gea con vuestro amiguito,el de las curas milagrosas ¿eh?

Sin embargo Igma no contestó... no podía, pues estaba inconsciente sobre el volante, sangrando por una brecha en la cabeza. Mientras Shark salió del coche tambaleando, había recibido dos tiros y parecía que tenía dificultades para respirar., pero ahí estaba la mole con su sonrisa siniestra incluida. En el coche de los Bond, Anacleto no parecía encontrarse mejor, el agente español estaba consciente pero con un color de cara muy feo, presentaba una herida de bala en el cuerpo y no parecía en condiciones ni de maldecir, aún así consiguió salir del coche con esfuerzo para dejarse caer en el suelo y apuntar con su pistola al asesino de la sonrisa metálica.

- No des un paso más... joputa- le espetó al asesino apuntando a la cabeza.

Shark no parecía entender muy bien el español pero el caso es que aquello si que lo captó pues se detuvo y hasta levantó ligeramente las manos.

Sean, que tras comprobar que Igma no lo había escuchado y sin dejar de encañonar a Alec, decidió ver como se encontraba de Gea, acababa de pegarle un tiro y lo cierto es que había conseguido que el político no huyese pero su cuerpo se encontraba tirado en el suelo, para ser sinceros al primer Bond se le pusieron por un instante los huevos de corbata, era capaz de haberlo matado... pero al darle la vuelta con el pie se dió cuenta de que la herida había sido en un brazo. El político español lo miró con horror.

- ¡No me mate!- exclamó temblando

Cawen la puta, me lo he cargao...que flojo son estos políticos

A pesar de ser praticamente un psicópata funcional, Sean sintió una punzada de preocupación que se pasó al ver inmovil a De Gea. Tras dar un rápido vistazo y analizar la situación, el glorioso 007 levantó la ceja sin perder de vista a aquel sollozante politicucho. En su época eran más duros, no había más que ver a Churchill.

—No te preocupes...no voy a matarte, pero tendréis que lameros las heridas. Y lo váis a hacer donde se recuperó tu amiguito aquí presente. ¿Estamos?– la impecable ceja seguía alzada, la sonrisa de anuncio.–Y vamos a tener una pequeña charla ahora mismo. Sin té, por desgracia, donde vais a responder todas nuestras preguntas.

Parecía que el mejor (el mas mejor) de los Bond posibles había terminado con su charla. Pero además de Bond, Sean siempre sería Sean.

–Por cierto, para meterse en asuntos tan turbios como los que se ha metido, señor De Gea, hay que tener algo que usted no tiene ¿como decís en este país? No hay mejor idioma que el suyo para describirlo...¡Ah si!Cojones Sean había dicho aquella última palabra en español. Ciertamente era el mejor idioma para aquellas descriptivas vulgaridades. Si lo hubiese dicho en inglés hubiese quedado basto, poco elegante, barriobajero, pero dicho en español tenía un je ne sais pas único