Partida Rol por web

Orbis 3: Uldatar [DM03/21]

02 El Túmulo

Cargando editor
01/03/2021, 15:08
Ûldatär

El Túmulo de Ûldatär

A la mañana siguiente los tres embajadores y las dos elegidas os dais cita en el Túmulo Sagrado de las Tres Espadas. Los campamentos en los que descansáis no están lejos, y desde aquí pueden verse los estandartes de todos ellos.

El Túmulo es un lugar muy antiguo, construido hace siglos por vuestros ancestros, que firmaron aquí una paz que dura hasta nuestros días. Muchas historias se cuentan sobre este lugar, y muy pocas son ciertas. Lo que sí puede apreciarse fácilmente son las tres enormes espadas de piedra, clavadas alrededor del Altar que hay en la cima. Desde el oeste una monumental escalinata conduce hasta él, y desde el este un largo y profundo corredor subterráneo lleva al interior de la Cámara del Solsticio, donde descansan los restos de reyes y héroes de nombres olvidados, aquellos que perecieron en la Guerra del Kaos.

Abajo de la escalera os recibe una ecléctica comitiva formada por una dríada, un hada y tres druidas (un gurahl, una centáuride y una humana montada en un reno). Para todos vosotros es la primera vez que veis una dríada, sólo habéis oído leyendas sobre ellas, es absolutamente hermosa y mágica. Y para la mayoría también lo es ver al resto de criaturas del bosque. Son el séquito del Maestro de Ceremonias, quien os espera arriba, junto al Altar en el que vais a celebrar las reuniones del Cónclave. Sólo podéis subir los cinco, así que vuestras escoltas deberán permanecer abajo junto a quienes os han recibido.

        

Cargando editor
01/03/2021, 15:22
Opilaf

- ¡Bevenidos! Koff! Emanas de Bery, Awië dAnodiräs, Alatar dAbatis y Ruper dAda... dAnelûk! Koff! Etamos akí runidos Koff! para decidir el detino dun poderoso ojeto Koff, koff! ayado nel Akerüm. Como mada la ley del tepo, y según el Pato dÛdatär, la decisón koff! se deberá tomar por mayorí. Tes evados, de tes regones, de tes koff! renos, deberán decidir ate las tes epadas, una Koff! única decisón. Sin ebago, dado lo execinal de lo ke tataremos eta vez akí, serán cato Koff! las voces. Por tato, Koff! Koff, koff, KOFF! la mayorí serán tes, y no dos, como a venido sedo. KOFF! ¡KE COMECE EL CÓCAVE!

Cargando editor
01/03/2021, 15:50
Ûldatär

Tras su breve discurso de presentación, y tras dejar las normas de la negociación relativamente claras, el viejo druida Opilaf se acomoda en el asiento que le corresponde y parece ausentarse rápidamente, dejando el asunto en vuestras manos, y dando una larga y profunda calada a su pipa. Segundos después expulsa humos de colores por boca, nariz y orejas, dándoles formas de animales en movimiento.

 

Cinco sois los que estáis en torno al Altar de Ûldatär, y os veis así:

 

La Guardiana Skaði

La Sacerdotisa Militsa

acompañadas por la Portaestandarte Sarïf Aekenür y la Capitana de Exploradores Siliäz Raelük con su tigre

  

 

 

El Vitûr Rupert Aedo de Anelûk

acompañado por Eynja y Thömtûin Aûrjammer

  

Eynja se retira al poco de llegar, tras presentar sus respetos. Al parecer tiene cosas más importantes que hacer.

 

 

El Altísimo Consejero Alantar Reginloc de Abatis

acompañado por el Capitán de Abatis Vaulo Rodirat y los guardias Satior y Saitos

    

 

 

La Tenebrïs Anwië Diherôth de Anodiräs

acompañada por su guardaespaldas Heimdallr, la Aprendiz de bruja Amina Otnis, dos guerreros bárbaros y una mensajera

        

Notas de juego

 

Comienza el Cónclave.

 

Cargando editor
04/03/2021, 15:12
Rupert Aedo

Al llegar al Túmulo, su altura impresiona. Quizás no sea su altura, quizás sea su presencia, su entidad, es un lugar tan mítico y evocador que no pude menos que inspirar dos o tres veces ante aquel magnífico espectáculo. No importaban las leyendas, ni el pasado, simplemente, ahora era parte de eso. Así que levanté mi cabeza, y con orgullo en la mirada, vi las maravillas, la dríade, hada, los druídas... que estaban allí. 

-¡Jalû! - Dije, con el saludo ceremonial del pueblo enano, a todos en general, y ninguno en particular. Me fijé en el resto de comitivas, como valorando su número, su enfoque... Di una indicación a Eynja, dándole permiso para retirarse. Acepté las indicaciones de aquella comitiva, y dejé al enano, con un saludo e inclinación respetuosos, y subí por las escaleras. 

- Eynja fylgist með ûmhverfinu og gætir þess að enginn komist inn eða fari án þess að við vitûm. Ég mûn segja þér hvert smáatriði. - Le dije al enano como despedida. 

En la cima del túmulo, a la sombra de las espadas, Estaba Opilaf.  Cuando vi a aquel anciano, y escuché su voz, por un momento, se me debió ver en la mirada un brillo especial, y en las piernas un pequeño temblor. Aquella voz dificil de entender explicó de lo que estábamos tratando. Así que decidí tomar la palabra, para expresarme. 

- Oh, druída Opilaf, le doy saludos del Maestro Rûniko Thaûberin Firjammer, quien tiene un interés extraordinario por todo lo que este artefacto pueda ofrecer a los tres estados miembros de la Paz de Ûldatär. Igualmente, saludo a las Elegidas y a los otros enviados. Como enviado plenipotenciario de Anelûk, y casi diría que en nombre de los otros dos enviados aquí presentes, creo que antes de nada, deberíamos saber y oir de las Elegidas acerca del Artefacto y lo que se sepa de él, su obtención. Luego, podremos debatir. Propongo que sean ellas quienes hablen primero. - Luego tomé asiento, mirando atentamente al resto de personas del cónclave. 

Notas de juego

Me imagino que todos tienen un asiento, y así actúo

Cargando editor
04/03/2021, 15:29
Rupert Aedo
Sólo para el director

-Eynja está vigilando por los alrededores, y está atenta a que nadie pueda entrar o salir sin que lo sepamos. Os contaré hasta el último detalle.

Cargando editor
04/03/2021, 18:47
Ûldatär

El Altar es una enorme y pesada piedra circular, igual de anciana que las espadas, y del mismo color que éstas. Alrededor se han dispuesto para la ocasión seis cómodos sillones de madera y cuero.

Cargando editor
04/03/2021, 20:03
Militsa

Cuando el séquito del maestro de ceremonias nos recibe, me siento bastante más tranquila, siento que ellos, aparentemente, tienen más en común conmigo que el resto de los asistentes. Las figuras me recuerdan a lo que vivimos al cruzar el umbral del santuario.

El jefe de ceremonias es un druida al que yo entiendo con dificultad, y tras darnos pie comienza a fumar algo de su pipa que hace aparecer animales de colores, miro sorprendida las figuras y casi me quedo absorta cuando el primer participante comienza a hablar. El representante de Anelûk nos invita a hablar las primeras.

Miro al resto y asiento a mi compañera, doy un paso al frente y comienzo mi discurso dirigiéndome en primer lugar al druida -Maestro de ceremonias- hago una leve reverencia con la cabeza, a continuación me dirijo al resto – Representantes de Anodiräs, Anelûk y Abatis- y le hago una reverencia a cada uno como muestra de saludo y respeto.

- En primer lugar os pondré en antecedentes, sobre cómo fuimos las elegidas. Nos encontrábamos camino a la Ruta Imperial y en una noche que estaba de guardia sentí cómo una presencia trataba de ponerse en contacto conmigo, pidiéndome ayuda. Al día siguiente, unos lobos nos atacaron, liderados por Horst un licántropo, que decía ser hijo de Beory y que trataba de robar el artefacto, buscando sin resultado la entrada a la gruta.

La guardiana de Beory- señalo a Skadi- acabó con su vida y de repente todo a nuestro alrededor tornó de hostil a absoluta tranquilidad y las heridas y el cansancio acumulados, desaparecieron. Unas runas mágicas acompañadas de un espíritu de un oso nos guiaron hasta, lo que en otro tiempo fue, el santuario de la Diosa Beory. Atravesamos un portal que dio paso a una gruta encantada, la naturaleza que allí pudimos ver era extraordinariamente bella, un estanque rodeaba lo que quedaba de un árbol, su tronco, y en el hueco levitando se encontraba el objeto. La Diosa nos recitó un poema y todo se esfumó, ella desapareció, el estanque se secó y la naturaleza murió. Nos eligió para ser las portadoras de tan valioso objeto, protegiendo con nuestra vida su acertado uso- hago una pausa para fijarme en las expresiones de los asistentes

Cargando editor
04/03/2021, 20:11
Ûldatär

Notas que Opilaf deja de fumar de su pipa, para prestarte atención, cuando nombras a Horst.

Luego sigue atento el resto de tu discurso.

- Tiradas (2)
Cargando editor
04/03/2021, 20:33
Rupert Aedo

Devuelvo con un gesto amable de cabeza y una sonrisa amigable el saludo a la primera de las Elegidas. Luego, escucho con plena atención lo que está diciendo, el extraño relato del hallazgo del relato. Por lo que sabía desde que había salido de mi orbis natal, del pueblo que me habia visto crecer, había grandes magias y realidades más allá de las que a veces se conocían. El relato parecía verídico, hablaba con seriedad y convicción, como quien de verdad lo había vivido.

Pero... ¿qué era el objeto? Eso dijeron mis ojos, aunque me mantuve quieto. No debía ser impaciente. Quizás al hablar la otra elegida se diría cuál era el objeto, y qué se sabía de él. 

Cargando editor
04/03/2021, 20:39
Skaði

Caminaba junto a Militsa en todo momento con la mano zurda apoyada sobre la empuñadura de mi espada bastarda de una forma relajada. Había demasiados desconocidos en ese lugar y era algo que no me gustaba. El único hecho que podía tener claro es que todos los presentes querían hacerse con la gema y que si había problemas seguramente no dudarían en destruirse los unos a los otros. Yo solo tenía proteger a Militsa.

Cuando llegamos saludé con un gruñido y escuché lo que tenían que decir. Intentaba aparentar que aquello era algo común para mí pero lo cierto es que en todos mis años jamás había visto un espectáculo similar. Todas esas criaturas, tan diversidad y extrañas, de alguna forma me sentía afortunada con el mero hecho de poder contemplarlas. 

Al comenzar el Cónclave nos ceden el turno de palabra pero yo me limito a escuchar a la Sacerdotisa mientras me fijo en los presentes. De forma instintiva intento encontrar sus puntos débiles y fuertes a la hora de moverse, pues los mentales son algo en lo que no soy diestra. 

Al finalizar entonces el discurso de Militsa, carraspeo ligeramente.

Tan solo una pequeña corrección. La bestia de Horts no murió, el muy cobarde huyó antes de que mi espada separara la cabeza de su cuerpo —digo, ahorrándome el resto del combate —. Lo demás ocurrió como acaban de escuchar.

A diferencia del primero en hablar yo me quedo de pie, de nuevo cerca de la espalda de Militsa.

Cargando editor
04/03/2021, 20:50
Ûldatär

En tu análisis para encontrar los puntos débiles y fuertes de los presentes, deduces lo siguiente: Alantar es quien menos sabe defenderse (7 Defensa). Tampoco lleva armadura (0 Absorción). Anwië y Rupert podrán defenderse decentemente y sí llevan algo de armadura. Anwië debe ser fiera en combate, sobretodo con armas ligeras y que requieran destreza, pero no ves ninguna.

Además, cuando al hablar aclaras que Horst no murió sino que huyó, el druida Opilaf te mira ojiplático.

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/03/2021, 20:55
Ûldatär

Cuando llegas al Túmulo y observas las comitivas de Alantar y Anwië, analizando su "enfoque", tienes claro que el Altísimo Consejero confía mucho en el poder militar de su pueblo, y que la Tenebïs, en cambio, se apoya en la intriga y la magia.

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/03/2021, 20:48
Alantar Reginloc

Una impresionante comitiva nos recibe a nuestra llegada al ancestral Túmulo. Antes de subir, dejo a Vaulo la espada enana. No me parece respetuoso ir a una negociación armado... personalmente.

El pintoresco Maestro de Ceremonias, tras las unas peculiares explicaciones sobre el funcionamiento del Cónclave, nos deja frente a frente a los candidatos con las Elegidas de Beory.

El enviado de Anelûk toma la palabra. No me gusta que hablen en mi nombre, así que reprimo un mal gesto cuando se autonombra portavoz de los presentes. Procuro que mi rostro no de muestras de tal molestia. Al fin y al cabo... hemos venido aquí a hacer amigos.

Las Elegidas toman la palabra y escucho con atención su relato. Me da la sensación de que la sacerdotisa no ha terminado de hablar, por lo que callo y aguardo a que continúe. Al fin y al cabo, han omitido lo que puede ser más relevante, las palabras de Beory.

 

Cargando editor
04/03/2021, 21:29
Militsa

Cuando escucho que mi compañera se dispone a hablar, temo por sus palabras. Y al escuchar la corrección que hace a mi relato, me acerco disimuladamente a ella y le susurro -Sígueme la corriente-

Cargando editor
04/03/2021, 21:32
Ûldatär

Militsa dice algo al oído de Skadi.

Cargando editor
04/03/2021, 21:34
Anwië Diherôth

El Cónclave había comenzado. Al igual que el Vitûr Rupert Aedo, consideraba que no éramos nosotros, los representantes de los reinos, quienes debíamos comenzar la ceremonia; sino las Enviadas por Beory. Fue por ello que aguardé en silencio, dispuesta a escuchar atentamente cada una de las palabras que pudieran decirnos.

La narración, como no podía ser de otra manera, fluyó sin interrupciones. Las Enviadas explicaron cómo habían encontrado el artefacto y algunos de los retos a los que habían tenido que enfrentarse antes de dar con él. Sin embargo, la corrección de la Guardiana, y el posterior murmullo de la Sacerdotisa, hizo que enarcase una ceja...

¿Habría algo que nos estaban ocultado? ¿El error había sido fruto de los nervios ante tan impresionante ceremonia?

Dudé un segundo, pero luego sonreí amablemente, tratando de infundirles seguridad. Eran jóvenes, probablemente no estuvieran acostumbradas a ceremonias de este tipo... Además, no dudaba de la veracidad de las palabras que hasta el momento habían pronunciado y de la implicación que tenían con respecto al artefacto.

Cargando editor
04/03/2021, 23:22
Militsa

Tras notar cómo los nervios se apoderan de mi compañera, le aconsejo proseguir yo con el relato.

- Acerca del artefacto, poco os puedo contar. Al tomarlo entre mis manos puedo sentir su inmenso poder y está rodeado por unas raíces que se mueven lentamente, a modo de protección. Puedo deciros que no es un poder que corrompa, pues yo no he experimentado semejante sensación. De hecho, mientras preparábamos este viaje, el barón Zeläj fue quién junto a su consejo de sabios estuvo estudiándolo, pero si halló algunas respuestas, no las compartió con nosotras- miro directamente a su enviada Anwië -No quisiera entrar a juzgarlo por ello, supongo que sus razones tendría-

Cargando editor
05/03/2021, 01:12
Rupert Aedo

En ese momento, decidí tomar la palabra nuevamente, aunque ni Alantar ni Anwië habían hecho uso de la misma, y parecía que a Alantar no le había agradado que hablase de aquel modo, casi por él. Pero tras las palabras de Militsa, en aquel momento, había que intervenir, y poner sobre la mesa el pequeño desequilibrio en la partida que acababa de mostrar, y me puse en pie, pausada y elegantemente, pero con solemnidad.: 

- Perdonenme las Elegidas, pero, ¿entonces en Anodiräs han tenido la ocasión de examinar el artefacto con anterioridad? - Gesticulé abriendo los brazos, con intención de dar a conocer mi extrañeza. Callé apenas unos instantes, dejando un silencio que intenté llenar con mi expresión. 

- Creo estar hablando entonces en inferioridad de condiciones, al igual que en enviado de Abatis. - Dije tendiendo la mano hacia Alantar-  Tendríamos que examinar nosotros igualmente el artefacto, para lo que pedimos la venia de este Concilio. Lo que podamos aprender de él, lo comunicaríamos. Tenemos gentes expertas, Militsa, que quizás puedan ver cosas. - Dije con un gesto grandilocuente, dejando en claro que estábamos ahí con intención de aportar y conocer el artefacto, para beneficio de todos. 

- Igualmente, sería bueno conocer esas conclusiones que en Anodiräs han podido obtener, y es posible que precisamente su enviada esté aquí para comunicarlas, Elegida Militsa, ante todos los otros enviados de los reinos. - Indiqué haciendo un gesto hacia Anwië de que esperábamos su oportunidad de hablar y comunicar aquella información vital-  No olvidemos que cuanto más sepamos de ese objeto, mejor decisión podremos tomar.  - Concluí, con voz profunda y sentida, sentándome con un gesto suave e intencionadamente humilde. 

Cargando editor
05/03/2021, 08:27
Anwië Diherôth

Noté la mirada de la Sacerdotisa, y asentí con la cabeza, agradeciendo sus palabras. Sin embargo, ante la intervención del Vitûr, sentí la necesidad de pronunciarme por primera vez desde que había llegado al Cónclave.

—Concuerdo con usted, Vitûr Rupert Aedo, que son los tres reinos quienes deben aprender el valor y el poder del artefacto; sin embargo, estoy segura de que no soy la única en considerar que cuantos menos ojos vean el artefacto, y por cuantas menos manos pase, mayor será su seguridad. Evitemos correr riesgos innecesarios —dije, saliendo en defensa de las Enviadas de Beory—. No os preocupéis, Vitûr... pues en el caso de que sea el Barón el elegido para custodiar el artefacto, reunirá a los regentes de ambos reinos para que debatan con él, en la seguridad de su reino, el poder y el uso que se le pueda dar a tan valiosa reliquia.

Hice una pequeña pausa, en la que sonreí amablemente y miré a ambos representantes.

—Siempre y cuando la señora Marquesa Paladina Alura y el Maestro Rûniko Thaûberin Firjammer decidan salir de la comodidad de sus grandiosos reinos y opten por acudir a la frontera... haciendo caso, por primera vez, a las peticiones de diálogo, debate, y aportación militar que el Barón Zeläj Deserïk lleva solicitando desde hace décadas frente al avance de las tropas del Kaos. Diálogo, debate y aportación militar de dichos regentes que hasta el momento han brillado por su ausencia.

Cargando editor
05/03/2021, 19:15
Alantar Reginloc

- Las palabras del Vitûr podrían haber sido las mías propias- digo haciendo un gesto de aprobación a Rupert- En cambio, no puedo decir lo mismo de la enviada de Anodiräs- digo dirigiendo la mirada hacia ella. -Para que la negociación sea justa, todas las partes deberemos estar en las mismas condiciones y comprometernos a informar de todo lo que podamos sobre el artefacto. No serán... tantos ojos... los que examinen el artefacto. Sólo unos pocos expertos elegidos, con el compromiso de todas las partes para compartir toda la información que se tenga. El hecho de no querer colaborar... - dirijo la mirara a las Elegidas, ya que ellas deben asegurarse del buen destino del artefacto- diría mucho de las intenciones de dicho pueblo para con tan poderosa fuente de poder.

Hago una pausa y me vuelvo a dirigir a la elfa:

- En cuanto a esos intentos de diálogo que mencionáis... jamás he tenido conocimiento de ello. Deben saber todos que el pueblo de Abatis jamás ha negado entablar diálogo con ningún pueblo que lo haya solicitado. Quizá nunca lo haya iniciado porque nuestro pueblo no haya tenido necesidad hasta ahora de hacer ninguna petición a los suyos, pero le puedo asegurar, que no se niegan oídos a quien los pide.

De todos modos, incluso en el caso de que fuera cierto, no es el momento ni el lugar de tratar semejante tema. Cualquiera diría que es un burdo intento de desprestigio... Si quiere tratar este tema, Tenebris de Anodiräs, podemos vernos en zona neutral de nuestros campamentos, pero no vamos a molestar a los presentes con un debate a todas luces innecesario, para tratar el asunto que nos ocupa.