Partida Rol por web

Empiezas a pensar que son una especie de tribu atrasada, ya que no dejan restos más que de heces, parece que son recolectores para buscar alimento y se mueven, huelen y viven como animales.

Ando por el pueblo y hablo en la lengua del Imperio,(después de dejar a los esqueletos, que puedo llamarlos rápidamente de ser necesario). Aun así tengo mi espada, mi escudo y mi armadura, por otro lado necesito una montura, pero lo primero es beber sangre, necesito alguien que aparezca, o algo.

Según ando por las calles me fijo si hubiera algún fuego en alguna casa, y voy diciendo hola!, de un lado a otro, a ver si aparece alguien.

Sigues a tu paso, y no ves nada, excepto un par de veces que hay restos de hogueras apagadas tiempo atrás y además, encuentras huellas de esas en tres sitios diferentes. Se concentran en sobre todo en las cercanías de las cenizas y palos chamuscados. No parece haber ni ratas ... pero si hay muestras de haber anidado animales (aves) y encuentras también una piel de serpiente. Es extraño, pero ... la serpiente tiene que tener (cuando mudó) por lo menos 5 ó 6 metros de largo y ... por lo menos dos palmos de grosor. Es como un buen tronco.

Si no hay nadie voy a buscar por el pueblo, y ademas esa serpiente, me da mala espina, asi que llamo a mis esqueletos y cuando llegan,me resguardaran y protegerán. Ya con ellos, peino cada una de las casas sin dejarme ni una. entrando en todas las habitaciones y revisando todo y cada una de las estancias por si hubiera algo de valor.
Ademas me fijo en el que este mas protegido de los esqueletos y/o mejor armado y le nombro jefe de la escuadra de esqueletos.

El pueblo de Gambrinus está totalmente vacío. Lo averiguaste al llegar a lo seguramente fue el ayuntamiento o algo así, ya que enfrente había una sala comunal y allí había un cartel. Kommunalraum dessen Gambrinus

Lo que hubiera que te podría ser de utilidad ya desapareció, y como armas o herramientas, la herrumbre lo destruyó. Los astiles están mucho mejor, pero las zapas, palas y demás partes de metal están muy mal.

Me paso un cuarto de noche buscando, luego busco las huellas de los pies descalzos y las sigo, necesito sangre y creo que es lo único que hay por aquí, aparte de una enorme serpiente que no aparece. Si hace falta les preparo una trampa, pongo a un esqueleto sentado con mi chaqueta y un casco o sombrero y nos escondemos a esperar, si no les encontramos antes.
Cuando les vea les hablo:- Hola!, quienes sois?, queréis comida? yo os puedo proporcionar comida si me seguís.

Los pies se cruzan muchas veces y das vueltas y vueltas que solo desquician tu mente.

Al no encontrarles intento hacer una trampa para atraparles, esta ya en el cementerio. que se disimulen los esqueletos, medio caídos, tirados en el suelo, lo que sea, pero que no se muevan. Entro en la cripta con 5 esqueletos, que se pongan detrás de la puerta, yo me pongo al fondo y dejo la puerta entreabierta.
tienen mas de media noche para entrar, sino, llamare a todos los esqueletos, entraran dentro, cerrare la puerta dormiré y mañana iré al pueblo y veré hacia donde salen los caminos, leeré carteles de haberlos y sino tomare un camino.

Todo parece estar tan en calma que tienes dudas que hubiera vida en Kilómetros y kilómetros a la redonda

Pasa otro día. Van 2.

visto que no han caído en la trampa decido irme, voy al pueblo y miro hacia donde van los caminos que llegan a el y si hay algún cartel.

El hambre atenaza tu ser y sabes que estás a menos de la mitad de tus capacidades y energía. Si sigues así mucho tiempo no pasará una semana sin que te transformes en una carcasa vacía.

Cojo la vía del sur la que enlaza con la principal de Silvania con el imperio, necesito sangre y he de ir a tiro fijo. así que sin mas preámbulos me encamino hacia allí, a mis esqueletos les digo que vayan a unos cientos de metros de mi entre la maleza, o los lindes del bosque, no quiero que los relacionen conmigo, pero tampoco quedar indefenso pues me encuentro cada vez mas débil.
Cuando encuentre la vía principal, quizás vea algún cartel y pueda hincarle el diente a alguna vaca de algun ganadero hasta que recobre mis fuerzas.

Parece que la zona está muy desolada y nada que pueda indicarte civilización parece estar a la vista. Ni si quiera ganadería básica o de subsistencia. Tardas unos ... casi una hora y tus esqueletos percibes que se están dispersando. Están abriéndose en abanico y en eso te percatas que a partir de cierta distancia no los controlas suficientemente bien. Necesitas delegados en lo que depositar parte de tu esencia y que estos controlen a sus subordinados.

 Cuando llegas al cruce ha pasado casi la mitad de la noche.

Miras en derredor y notas que hacia Silvania ... alguien ha dejado huellas recientes. Incluso escuchas el relinchar de una mula no muy lejos.

iba a ir hacia el imperio pero el relinchar de un animal vivo me cambia el sentido de la dirección y me encamino a Silvania no sin antes llamar a mis esqueletos y hacer que estén mas cerca, lo suficientemente mente cerca para que no se dispersen, pero no muy cerca para que los vean.
sigo el camino siguiendo mas el sonido del animal que el camino propiamente dicho.

Los esqueletos vienen hacia ti a paso lento. Han cambiado el rumbo y su abanico se está plegando y tú eres el punto de convergencia.

Te encuentras entre las ramas un pequeño campamento. Estás agazapado. Hay 6 ó 7 mulas y parece que un hombre solitario está preparando algo de comer en la hoguera que ha encendido. Esta, tiene una parrilla sobre el círculo de piedras que rodean a las tenues brasas. Las mulas están inquietas, pero el pesado botalón al que están atadas fue reforzado con un par de piedras a cada lado y otra encima. El señor ha desplegado la capotera y tiene el saco de dormir listo sobre una estera de cáñamo. El chicote que amarra las bestias es de soga gruesa, y a pesar de ser vieja y estar sucia, parece resistente.

Notas algo extraño, en los vientos de la magia, a su alrededor, y es muy raro que un solo hombre maneje tantas bestias de carga en solitario. Porta una oscura capucha que es parte de un sallo amplio y oscuro.

Me resulta extraño, así que voy a andar con cuidado, espero a que se eche y luego hago que se acerquen los esqueletos a unos 30 metros y se queden quietos. después me acercare a las mulas e iré mordiendolas una por una chupando lo justo y repartiendo lo que necesito entre todas para que no las desgaste mucho.

El señor está acostado, y tiene como un pequeño libro en las manos. Te decides y sangras un poco a las bestias. Recuperas algo y te sientes mucho mejor. Por lo menos has apagado el hambre.

Cuando te dispones a marcharte una voz te habla justo a la espalda. - Si usted ha tomado algo de mi habrá de pagarlo Señor von Bray. De inmediato miras hacia atrás, y no hay nadie. El lector sigue enfrascado en su libro y no da señales de movimiento alguno. El susto te ha hecho perder el contacto con los esqueletos.

Me giro, había perdido el enganche con mis esqueletos, que trate de recuperar mientras recobraba la serenidad y me acercaba al buhonero preguntandole:- Como sabe mi nombre, me conoce?, nos conocemos?
Al llegar a su lado me siento enfrente y le digo:- Bien, comerciemos, es la única persona viva que he encontrado por estos lugares y siempre es bueno conversas, aunque sea de negocios. que quiere?, o necesita?, que estima que vale la sangre de sus mulas?, como vera no he sacrificado a ninguna, ya que no quiero que usted pierda ningún activo, solo las he debilitado, pero la recuperación de la noche las devolverá la sangre que las he quitado. Por cierto, donde estamos?, me he extraviado.

Se sienta, perdiendo la postura de recostado, tras cerrar el librito. Se arrecuca en la capa y además oculta más su rostro. Tengo frio y miedo, pero necesito que este desaparezca. Pilla una rama y azuza a las brasas. El fuego chispea y crepita como si fuera una queja, y el hombre lo alimenta con 7 pequeñas ramas. La voz mágica y la que sale de entre las sombras de esa capucha es la misma. Profunda, cansada, cargada con años de sabiduría acumulada. Miedo a morir, a sufrir el frio de la tumba, para el que no hay sayo que abrigue lo suficiente.

Te percatas que entre susurros ha transcurrido toda su conversación y temes algo. No es un simple hombre. No es un viejete que pasaba por aquí. O la casualidad es mucha ... o algo ha hecho que coincidáis en ese paraje. Los truenos suenan en la distancia. El ambiente huele a humedad y parece que pronto se apagará esta hoguera por la fuerzas que las inclemencias climáticas pondrán en acción en breve.

Tus esqueletos están tras de ti, a pocos metros, en formación, con armas y armaduras que antes no tenían ni sabes de dónde han salido.

Miro extrañado a los esqueletos y luego miro al buhonero diciéndole:- Si, tengo frío y miedo, he perdido todo lo que tenia, pero no ha respondido a mi pregunta, si vamos a comerciar y ya he recibido varias cosas que quiere a cambio?, Si sabe mi nombre y mi actual situación sabrá que es lo que tengo y no es mucho. Quiere que haga algo por usted?