Partida Rol por web

Audrey acompaña al grupo en silencio, algo cabizbaja. Se mantiene oculta con su capa y capucha tanto como puede. Su cuervo descansa sobre su cabeza, manteniendo el balance.

De tanto en tanto corresponde alguna mirada con ligera incomodidad en su porte pero pronto vuelve a bajar la vista y continua su andar.

Cementerio de Ravengro - Astrado, 21 de Neth, 4720 AR [ Tarde ]

Hacéis vuestro camino hacia el cementerio nuevamente, evitando la mayor parte del pueblo con un largo rodeo que os llevará quizás una media hora. Los alrededores de Ravengro son tan lúgubres como el pueblo en sí, pero más que árboles muertos y graznidos de cuervos, nada llama vuestra atención en el camino, aunque sí tenéis la incómoda sensación de estar siendo observados.

Finalmente las verjas del cementerio, ahora cerradas, se alzan ante vosotros, igual de amenazadoras que las dejasteis anteriormente. Un silencio sepulcral cubre este lugar, al igual que la densa niebla cubriendo la parte inferior que pudisteis ver esta mañana.

"Bueno pues... vamos dentro, ¿no?" - Preguntó Penton decidido. Extendió las manos y empujó la verja tratando de abrirla. 

Con un sonoro chirrido, la verja cede ante vosotros y se abre a las nieblas que cubren el interior del cementerio. Un ondulante camino, por el cual llevasteis el ataúd del profesor no hace mucho, se interna hacia el interior de las Tierras del Reposo y lo único que se oye en el ambiente es el quejumbroso chirriar de la verja y los graznidos de Crow.

"CAW CAW" ​​​​​​

Añade Crow, como sólo un cuervo podría hacer.

Audrey traga saliva y toma la delantera yendo justo detrás de Penton.

"D-demasiado silencioso..." murmura con incomodidad mientras busca aquel sitio. "Entonces... T-tenemos que ir a buscar 'herramientas'... ¿Pero qué tipo de herramientas son...? ¿Cómo sabremos identificarlas...?"

A medida que entras en el cementerio, Crow grazna:

"¡Mira ahí!" — y a medida que señala con el ala, puedes ver más allá del camino, entre la niebla, la lápida de piedra a la que señala. Está un poco alejada, quizás a unos 12 o 15 metros de ti, por lo que no sabrías decir a quien corresponde, pero lo realmente extraño sobre ella es cómo la niebla se aparta de su alrededor, casi dejando un círculo perfecto alrededor del suelo tierra seca que rodea la lápida.

De un momento a otro, Crow añade un nuevo CAW, esta vez con la mirada fija en una dirección en concreto. Audrey mira en esa misma dirección Audrey y por un momento se queda ensimismada.

Tras unos segundos, la encapuchada se aparta unos pasos del grupo y se encamina hacia ese sitio. Tras avanzar unos dos metros se gira un poco y hace un pequeño gesto hacia el grupo: "Hay algo raro con esa lápida..." explica ella, justificando su comportamiento antes de volver a girarse y seguir avanzando. La lápida en cuestión es de piedra y está a poco más de doce metros de distancia grupo.

Audrey se pone en cuclillas y busca leer a quién le pertenece.

A medida que te acercas a la lápida, te sientes extraña, casi como si tus pasos fueran atraídos sobrenaturalmente a la lápida. Y cuando finalmente te agachas a leer, una realización de horror llega a tu cara cuando el nombre inscrito en esta lápida no es ni más ni menos que el de la señora Evelynn Sunshine.

Bajo su nombre, reza una pequeña inscripción:

"Ven a mi mundo, y sé como yo;

Como soy ahora tú pronto serás;

Abraza tu final y obsérvame."

Debajo de esto, una inscripción adicional reza:

"Difunta 4661 AR" 

"¡Espera!" Dijo Joseph mientras se arrodillaba y estiraba el brazo con el fin de alcanzar la lápida que Audrey había identificado. "Si se trata de herramientas mágicas, quizá pueda encontrar algún rastro de ellas. En el caso de que así fuera, podría ahorrarnos algo de tiempo."

A medida que te empiezas a concentrar en tu conjuro de detectar magia y murmuras tus palabras arcanas, algo empieza a manifestarse en tu visión. De la tumba que está examinando Audrey... Y de otras alrededor... Emanan varias auras ténues de nigromancia.

"No sé si se tratará de las herramientas, pero definitivamente hay magia de por medio... Y lo curioso es que no solo de esta lápida." Joseph se reincorpora. "Sino también de varias alrededor." Señala a varias tumbas cercanas al azar. "¡Tenemos algo entre manos!" Exclamó serio, intentando no alzar mucho la voz.

Gervasio observaba atentamente por el agujero que hacía de ventana y respiradero del saquito de familiares que Joseph llevaba atado a la cintura.

"¡Magia!" - exclamó Penton sorprendido. Aunque sabía que existía la magia y había visto cuatro trucos (como a Sebastian), nunca había pensado que en sitios así podría encontrarse magia. Toda la que el conocía había sido para facilitar la vida de la gente. "¿Para que servirá?" - dijo mientras se acercaba a una de las lápidas. Intenta leerla sacudiendo el polvo que tiene encima. 

Audrey, que se había arrodillado frente a la misma lápida que Joseph investigó, estaba pálida. Se aparta rápidamente de allí, ojos abiertos como platos y respirando como si le faltase el aire. Se lleva una mano al pecho y se aferra a su capucha con el cuerpo tenso, haciendo un gran esfuerzo por intentar controlar su respiración y calmarse.

Cuando Joseph concluyó su investigación arcana, la temblorosa chica movió sus ojos esmeralda a lo largo de las otras lápidas que él mencionó, intentando tan solo avistar los nombres allí expuestos.

Entrando en el cementerio parecía que no había nadie por los alrededores lo que resultaba ser una buena noticia. Le gustaría que destacaran lo menos posible, aunque tal tarea era difícil cuando ella misma era una de las mujeres más altas que una persona podía encontrar en su vida. Sigyn con su pelo blanco y su gran altura estaba acostumbrada a ser mirada con curiosidad. La joven se adentró junto al resto, observando las ordenadas lápidas, con su atención puesta en dos cosas, en si había algún vigilante y en los nombres de las diferentes calles. Tenían la dirección exacta donde mirar por eso le extrañó que el grupo se detuviera e incluso notara auras mágicas en unas lápidas cualquiera.

- Siento ser pesimista pero no me gusta, podría ser magia de alarma en lugar de algo positivo. Sigamos hacia nuestro objetivo, ¿os parece?

La inquisidora se fijó en el familiar de Joseph un segundo, se le había pasado por alto que viajaba en su saquillo.

- Sigamos las indicaciones que tenemos.

Remarcó el tema pues estaba claro para ella que algo no encajaba. Aprovechó aquellos segundos para mirar en varias direcciones por si se veía a alguna persona en el lugar.

Sigyn, no parece haber nadie inmediatamente alrededor vuestro, pero hay algo extraño en la escena que llama tu atención. La tumba de las lápidas alrededor de Audrey parece haber sido removida recientemente.

La joven no tardó en fijarse en el estado de las tumbas, algo no cuadraba ahí.

- Parece que han removido la tierra, pueden haber introducido o sacado algo de ellas.

Empezaba a convertirse en un pequeño misterio lo que allí ocurría y quizá tenía que ver con la vía susurrante más que con protecciones, Sigyn se quedó al lado de Audrey, apoyándose en su lanza larga.

Mientras Sigyn se acerca a Audrey, lanza en mano y observante a su alrededor, la joven se intenta mover para examinar el resto de lápidas que la rodean. Algo en su instinto la mueve a comprobar los nombres de los que allí yacen. Pero apenas llega a dar su primer paso, nota una mano que súbitamente la agarra de su tobillo impidiéndole alejarse.

Una sensación de terror pasa por su cara a medida que la tierra removida empieza a moverse y unas figuras parecen emerger. Carne podrida, mostrando incluso en algunas partes el hueso que hay debajo, fétidas extremidades que cavan por la tierra buscando el aire libre que hay encima de ellas.

Penton a una de las criaturas que empezaban a salir. "¡¿De las tumbas salen muertos?!", pensó. Intentó aplastar a la criatura que iba a salir, como si fuera un insecto.