Partida Rol por web

   - Tampoco hemos mirado los túneles laterales, hemos pensado que mejor todos juntos. - Arrugo la nariz y añado. - Sale una peste asquerosa de esos túneles. -

Alejados de la sala esa, del putrefacto olor y de esa sensación de angustia en el pecho que hacia que casi no pudiera respirar, todavía estaba jodido, muy jodido, y solo la fuerza de voluntad para intentar acabar con ese mal que había despertado era lo que me impulsaba a seguir adelante.

Los minutos que nos dieron Brais y Gaizka mientras investigaban, los agradecí enormemente para apoyarme en un pared y descansar, revisarme las heridas y limpiarlas un poco.

Cerré los ojos al oir la noticia, pues parecía que este laberinto nunca acababa y teníamos por delante numerosas ramificaciones no lo se digo negando con la cabeza supongo que deberíamos de descender lo máximo posible, pero me da miedo que nos pasemos por alto alguna pista, o incluso una posible salida para aquellos que todavía quieran salir de aquí.

Andemos y, en cada una de las bifurcaciones que se adentren unos pocos, mientras el resto les seguimos un poco más rezagados. Me cuesta caminar, incluso respirar, y no creo que pueda seguir el ritmo por todos esos pasillos de los que habéis comentado.

-¿Quien se viene conmigo? ¿Goyo el Valiente? ¿O el bravo cruzado, tal vez? -dijo en tono desafiante mientras acababa de arrancarse los trozos de abajo del vestido que le quedaban. Ahora la señora iba enseñando las medias de vellón y parecía no tener pudor. -Comodidad, ante todo.

Lady, no será necesario, dejenos a los hombres delante et quedese con el padre detrás.

.

   Empezáis a examinar metódicamente los túneles, no tenéis que avanzar mucho por el primero, pues a los pocos minutos acaba en lo que a fe mía pinta callejón sin salida. Un pico y una pala están apoyados en la pared, así como canastos de mimbre vacíos, suponéis para cargar el mineral o las rocas. Tras muhco o poco mirar, nada véis que se pueda hacer aquí. Volvéis sobre vuestros pasos y pasáis al siguiente tunel minero empezando por la izquierda, dejando el de la derecha para el final.

   Al igual que el primero, este tunel al cabo de varios minutos acaba en una pared rocosa, un aire malsano rodea los maderos de este túnel, que parecieran que fueran deshacerse en una nube de astillas podridas, charcos pestilentes hay de vez en cuando, una mezcla de barro y agua amarillenta que despide un olor espantoso. Sin nada que ver tras llegar al final, dais media vuelta y seguís avanzado, igual que antes dejáis el de la derecha para más tarde y os introducís por el de la izquierda.

   Os adentráis en el pasadizo, los escasos candiles de aceite que iluminan este túnel dan una luza más amarillenta aún de lo normal, como si la propia luz estufiera enferma. Los maderos que sostienen el túnel tampoco tienen buen aspecto, pero pese a vuestros temores, nada ocurre. Como ocurriera con los dos túneles anteriores al cabo de varios minutos el pasillo minero muere en un muro de roca. Echáis un vistazo, pero nada se ve de interés en el final de este túnel, con lo cual, sólo queda volver una vez más hacia atrás.

   Volvéis al cruce y descansáis un rato tras una hora de esta guisa, antes de proseguir adelante.

.

Ya no puede quedar mucho. Salida o muerte-sonrío, escupo al suelo y miro como vamos. Estoy cansado, las heridas en la grieta me dejaron destrozado. Pero no puedo desfallecer, no ahora cuando estamos tan cerca del final.....sea el que sea.

Miro al sacerdote, a duras penas puede con su alma pero sigue.  Miro a la señora, semidesnuda y no puedo evitar sonreirme.....si salimos de esta juro que le presto la capa, pero ahora dejo que me deleite la vista. Goyo, que cosas piensas, al borde de la muerte y aún piensas en los placeres de la carne. Al resto también los miro, hay dudas, pero aún queda esperanza.

   Tras el descanso avanzáis por el tunel hacia el fondo de la galería, la examináis por encima, pero he aquí que Xuan Calleja, Goyo el Feo y Beltrán de Salamanca que se percantan de un detalle que les llena de esperanza.

.

   Después de descansar un rato tu dolorido cuerpo, te levantas y continuas con los demás arrastrándote dolorido por el túne minero, sigués con los demás y al cabo de varios minutos también este túnel termina en una pared sin salida, desalentado, estás a punto de darte la vuelta, pero antes decides examinarlo, por si acaso. Goyo el Feo y Xuan Calleja, también lo miran con renovado interés.

   Te das cuenta de que la pared del fondo, es algo diferente del resto y crees que posiblemente indique un tramo de roca más delgado.

.

.

   Tras descansar, proseguís la marcha. Avanzas en cabeza junto con Gaizka, dejando atrás el cruce seguís de forma metódica examinado los pasillos y continuas al fondo con los demás.

   No tardas en llegar al final del tunel minero. Este como los demás acaba en un muro sin salida. Estás a punto de darte media vuelta cuando algo te llama la atención y examinas con cuidado el muro. No sabes si es una intuición o no, pero estás totalmente convencido de que esta pared es diferente al esto que has encontrado y crees posible que implique un tramo delgado de piedra.

.

.

   Pasado el descanso, que los hizo bien a los muy malheridos Beltrán y Aritz, os ponéis en marcha una vez más, deseando poder encontrar una forma de seguir adelante. Conforme decidistéis, dejás atrás con los demás el cruce y el tunel que queda a la derecha y por de enfrente al fondo que vas.

   Este, como los otros acaba en un muro de piedra sin salida, pero eso no es desanima a examinar la zona igualmente.

   Te percatas de un detalle bastante importante. Esta parte de la roca es diferente de las demás paredes en las que terminaban los otros túneles y estás seguro que implica un tramo delgado de roca. Cabe la posibilidad de lo podáis echar abajo con picos y acceder al otro lado. Sería agotador, pero posible.

.

.

   Después del descanso, que necesitaban con urgencia el párroco Beltrán y el aprendiz de Gaizka Aritz por estar muy malheridos, os levantáis y continuais por el tunel, dejando atrás este cruce.

   Con el paso de los minutos llegáis a un lugar donde el tunel muere sin salida como los otros, resignados, estáis a punto de volver sobre vuestros pasos pero por si acaso echáis un vistazo. Goyo el Feo examina el muro con interés, y Xuan Calleja también parece emocionado por algo. Incluso el párroco Beltrán de Salamanca se aproxima como si le hubiera llamado la atención algo.

.

- La pared de equí ye diferente a les demás - digo palpando la roca -. Tien pinta que, picando, podamos tirala abajo para llegar al otru lau - digo buscando a mi alrededor otros picos además del mío que llevo conmigo.

Además de otros picos observo las estructuras que sustentan el túnel, todavía no ha caído ningún otro, pero el peligro no deja de estar ahí. Si no hay picos tendré que volver a uno de los pasillos anteriores, donde si que hemos encontrado algunos para avanzar más rápido cuantos más piquemos en la pared.

   Picos sólo has visto uno en uno de los túneles, junto a una pala. Hay más atrás, pero habría que volver a atravesar el puente de tablones, dos veces más, una para retroceder a por el pico y otra para volver.

   Al fondo del túnel, contra la pared, podéis estar tres personas en paralelo. Más no entráis.

   Evidentemente, también has visto otro pico. El tuyo que llevas.

Eché el hacha al  cinto, escudo a la espalda y busqué un pico. Me puse a darle a la pared con todas mis fuerzas ya que la vida me iba en que aquí hubiese una salida.

   Ningún pico has visto últimamente, salvo uno en el primer túnel a la izquierda tras la cámara de los cadáveres.

   Hay más desde luego, pero para llegar a ellos debéis atravesar otra vez el puente del viento y los tablones. Dos veces. Una para ir y otra para volver.

   En cualquier caso un pico tenéis aparte del que recuerdas. El del minero Xuan.

En cuanto veo que Goyo anda buscando un pico le alargo el mío.

- Toma cuídalo, voy a buscar uno que había más atrás y me pongo contigo - digo antes de darme la vuelta para ir a buscar un segundo pico.

   Xuan retrocede hasta el primer tunel tras la horrible caverna. Hay siguen apoyados contra la pared el pico, la pala y los canastos de mimbre para retirar escombros. Recoges los canastos, el pico, la pala y vuelve con Goyo.

   Durante una hora empezáis a golpear la roca con los picos.