Partida Rol por web

Han pasado dos días desde la lucha contra el Titán. Baxter ha tenido tiempo de recuperarse, descansar e incluso asistir a algunas clases, las cuales han sido principalmente teóricas. Ha aprendido un poco más sobre de dónde viene la magia y la zona y plantas que crecen tanto en Issaera misma como en el bosque cercano. No ha llegado a mucho más, ¡Pasaron solo dos días después de todo!

El despacho de la Directora es un lugar amplio y bonito. Se nota que está pensado para que más de una persona trabajen ahí al mismo tiempo, seguramente ella y su esposo podrían atender a uno o dos alumnos cada uno sin problemas, sin necesariamente molestarse entre ellos.

Está lleno de libros y artefactos de todo tipo... Incluso hay un piano en una esquina.

Detrás del escritorio que se encuentra junto al vitral con vistas a prácticamente toda la región sur de la isla (algo coartada por la cordillera que rodea el centro de la misma en forma de anillo), Lunaire lee unos documentos, tranquila.

-Ah.-, ella sonríe cálidamente al verle. Asiente un poco. -Adelante, ponte cómodo. Ya te atiendo.

No mucho después Lunaire ha acabado con lo que estaba leyendo, firma al fondo con una bonita y elegante pluma proveniente de algún pájaro exótico de plumas rojas y doradas y le hace un gesto a Baxter para que se acerque.

-¿Puedo ayudarte?-, ahora mismo es el horario de tutoría así que Baxter está en todo su derecho de preguntarle lo que quiera. Ha terminado antes de tiempo sus clases y por lo tanto ha podido ir a hablar con ella antes del almuerzo, aproximadamente una hora antes.

Observo el despacho con curiosidad, al fin y al cabo según mi padre el lugar de trabajo de uno dice mucho de esa persona. Trato de mirar analíticamente los objetos, la distribución así como la posición de la directora en referencia a ellos. Está claro que me falta experiencia o simplemente se me da mal porque no saco nada más allá de que es una persona cultivada. Y sino lo fuera no tendría la posición que ostenta.

Ante su ofrecimiento tomo asiento y la observo acabar con los documentos mientras trato de poner mis ideas en orden. Tras lo que a mi me parece un instante me despierta de mi ensimismamiento con una pregunta. Aquí vamos. 

Eso espero. Directora, tras el incidente de hace dos días no he podido dejar de pensar en los acontecimientos que han dado lugar. He de decir que no desconozco la necesidad de luchar para mantenerse a salvo, a uno mismo y a otros. Y hasta llegar aquí creía que era muy bueno en ello, pero creo que lo que sé no es suficiente. Mis conocimientos teóricos y prácticos se quedan cortos. Tengo ideas de como suplir estas carencias, pero no puedo tener siquiera la certeza de que sean practicables hasta que ahonde más en lo que la profesora Alma puede enseñar. Pese a ello, he estado pensando y no creo que deba ser el primer camino a seguir. Antes que buscar ayuda en factores externos debería buscar la manera de mejorar el núcleo del conjunto. Mejorar yo, en lugar de buscar crear o adquirir artefactos que faciliten la tarea. Con esta conclusión he venido hoy aquí, para pedirle si puedo robarle algo de su tiempo para intentar solucionar este problema que me tiene atenazado. Tomo un soplo de aire, no me había dado cuenta de cuanto lo necesitaba hasta notarlo llegar a mis pulmones. ¿Había estado conteniendo la respiración o quizá estaba hablando más deprisa de lo normal? El primer problema al que me enfrento es el tiempo. El tiempo que dura un enfrentamiento, batalla, duelo o como quiera hacer referencia a la colisión de dos adversarios. Dispongo de una cantidad de energía finita y la batalla con esos seres oscuros me ha enseñado es que se agota antes de lo que uno pueda pensar. Le veo dos soluciones pero no ser como llegar a ellas. Una es aumentar la reserva y la otra es administrarla mejor. Alzo la vista hacia la directora, tratando de medir su respuesta. Quizá sea un problema con una solución más sencilla de lo que imagina. El segundo problema que tengo es el poder en bruto, he visto lo que pueden hacer mis compañeros y no me veo capaz de seguirles el ritmo. Cuando apareció ese gigante oscuro me di cuenta de que no tenía nada que pudiera acabar con él. Mi experiencia era con seres cuyo tamaño máximo era el de un caballo. ¿Cómo se enfrenta uno a un gigante y sale con la victoria?

Ya está, he terminado. Me he quitado de encima la losa que tenía en el pecho. Ahora solo me quedaba por ver si me había desecho de ella o había provocado una reacción en cadena que provocaría un alud.

La directora prestó gran atención a las palabras de Baxter. Está bastante claro que tiene vocación de profesora: Escuchar alumnos, sus preocupaciones y sus problemas parece resultarle algo natural.

Cuando él termina de hablar, ella sonríe de forma casi maternal.

-Aún así, por lo que me han dicho los profesores, has hecho un buen trabajo.

-El problema de un enfrentamiento tan grande como el que habéis tenido es que, como magos, no tenemos suficientes fuerzas para poder conjurar hechizos infinitamente. Esto es mucho menos relevante para magos expertos, pero aún así todo hechizo tiene un cierto gasto de energía...

-Lo que hacemos es aprender a aprovechar mejor la energía que invertimos en nuestros hechizos y llevar alguna herramienta para reabastecernos o para tener una "reserva secundaria". Lo más típico es una pócima cargada con mana o un cristal que almacene algo de energía para poder extraer de él al conjurar.

-De momento, lo mejor es concentrarnos en mejorar la forma en la que gestionas. ¿Quieres que practiquemos eso?-, ofreció sonriente.

-Estoy segura que ninguno de tus compañeros tenían realmente formas de acabar con él por su cuenta. La forma de acabar con un peligro superior a ti es trabajar en equipo.

Asiento levemente con la cabeza. Así que como suponía hay maneras... Me parece bien. Apunto mentalmente lo de las pociones y reserva secundaria. En cuanto al trabajo en equipo. Comprendo que es la mejor forma, pero no siempre vas a estar rodeado de personas dispuestas a intervenir o con el poder de hacerlo. Por no hablar que un intento apresurado y chapucero de trabajo en equipo puede empeorar el rendimiento de todos los involucrados. Apenas puedo creer que con la cantidad de daño que hemos hecho en "el incidente" el único daño por fuego amigo haya sido Agdayne. Mejor no remarcar que dicho fuego amigo había sido cosa de un profesor, supuestamente "experto" y no un alumno en aprendizaje. En cuanto a lo del buen trabajo... apenas ayude a contener un poco la situación, el mérito es más del resto que mío. Mis méritos se resumían en una sombra herida vencida, un fútil intento de controlar la situación con los golems, fallar penosamente en que el titan oscuro lanzase un puñetazo y algo de magia de soporte sobre Zak. 

Mejor cambiar de tema y eso que había dicho parecía una solución. Mejorar la eficacia del uso de la energía me parece óptimo, pero dudo que sea sencillo. ¿Por donde comienzo? ¿Hay algún ejercicio que recomiende? Tenía intención de aumentar la potencia de los conjuros, por lo que aumentaría el gasto aún más. Mejorar en el uso de la energía iba a ser una de las bases sobre la que construir. Por otro lado la imagen de la directora mejoraba por momentos y se distanciaba cada vez más del resto del profesorado.

Lunaire asintió con suavidad, pensativa.

-Puede ser. Todo depende del caso. Ser abierto, confiar en tus propias habilidades y la de tus compañeros... Esa es una de las claves para la victoria.

Sobre lo del fuego amigo no hace comentarios, aunque su expresión delata que le resulta bastante incómodo, debe estar al tanto de que fue culpa de Alma. Tiene suerte de que no fue grave...

-Por supuesto. Hay bastantes métodos... Siendo que tu nivel es inicial, podemos simplemente ajustar tu técnica de lanzamiento de hechizos. Más adelante seguramente necesites técnicas de meditación y concentración y eventualmente solo podrás avanzar mediante esfuerzo y práctica.-, explica ella, asintiendo.

-Me han dicho que te manejas bien con las Palabras de Poder. Te han visto invocando Golems con facilidad, eso es bastante impresionante.-, sonríe un poco, -Habla muy bien de tu capacidad mental.

No es tan fácil confiar en extraños. Apenas nos habíamos conocido unos minutos antes... no es el tipo de relación en la que uno confía la vida sin pestañear.

Al escuchar sobre los distintos métodos mi interés aumenta. Por fin empezaba a dar frutos la decisión de venir a la academia. El último par de días habían estado bien pero este lugar debía de significar más de lo que había recibido hasta el momento. ¿Hay algún sitio con algún registro de las distintas técnicas? Quizá algún libro o sección de la biblioteca. Me gustaría no solo aprender la parte práctica sino también comprender el porqué de su funcionamiento. Comprender como funcionaban las cosas era solo el primer paso de muchos en el camino de mejorar y depurar su rendimiento.

En cuanto a los golems. No soy el único que lo puede hacer. Usted hizo una pequeña exhibición a la hora de recoger nuestro equipaje nada más llegar. Fue un gesto que me hizo comprender que este lugar valía la pena. Hasta que todo se torció en la fiesta, por no hablar de el par de combates porque sí antes de ello. La academia tenía múltiples facetas y no todas encajaban conmigo, era algo a lo que tendría de acostumbrarme lo antes posible. No se que decir al respecto. A mí lo de las palabras de poder me viene muy intuitivamente. Solamente he podido rascar su superficie cuando contactasteis conmigo. Llamar a la disciplina "palabras de poder" en lugar de magia era otra cosa a la que adaptarse.

La directora asintió.

-En la Biblioteca hay mucha información explicativa. Puede que no te sirva para aprender nuevas Palabras pero quizás encuentres alguna forma de utilizarlas que no conocías antes... O te ayude a focalizar más tu uso de alguna ya conocida.

-Sobre la exhibición, bueno, soy una maga experimentada.-, sonrió un poco, amable, -Es de esperar que pueda hacer esas cosas, ¿No? No te preocupes. Muchas partes de la magia son puramente intuitivas... Y seguro que hay muchas más formas de acceder a ella que aún desconocemos.

Ya tenía intención de explorar esas posibilidades en la biblioteca. Tu confirmación de que encontraré lo que busco es agua de manantial para mis oídos.

Ahora mismo mi conocimiento en cuanto a que esperar de la magia es cuanto menos difuso. Antes de venir aquí mis únicas fuentes de información eran yo mismo e historias, cuentos y leyendas. Aún me estoy adaptando a este entorno y lo que se pueda considerar sentido común aquí. Que la gente diga unas palabras y pueda crear unos constructor tan solo con su fuerza de voluntad aquí era algo normal, como comprar el pan o vender ganado en el mercado. Pero de donde yo venía no era un acontecimiento nada común. Esta conversación aunque era relajante e interesante a partes iguales me había hecho ver que hasta la directora pese a parecer la persona más sensata del profesorado estaba lejos de la norma.

-Bueno, tienes que entender que estamos en una ciudad donde ser raro es casi normal, al menos por el Círculo Superior...-, esbozó una pequeña sonrisa, preocupada, -Y hay tantos magos y sacerdotes que son pocas las heridas o males que no se pueden tratar, dado lo pronto que puede asistir un curandero.

-Por ese motivo la actitud de las personas aquí es más... Relajada. Se toman la vida desde un punto de vista muy tranquilo y despreocupado. Pueden permitirselo.

-De cierta manera, creo que no está tan mal eso. No se vive con mucho estrés en la Academia.

Parece estar dispuesta a hablar con él cuanto tiempo sea necesario para aclarar sus dudas y preocupaciones, todo antes de ir a practicar.

Que cada uno viva como pueda o quiera, pero no por ello cambiaré mis valores al respecto. Cambiar de mentalidad es no es sencillo. Yo ahora mismo estoy en ello con respecto a este lugar. Más de uno se llevará un susto cuando tenga que salir al mundo y descubra que una fractura de hueso no se arregla al instante. Si quieren tomarse sus estudios de forma tranquila y despreocupada allá ellos. Yo tengo intención de aprender todo lo posible, lo antes posible y quizá incluso aumentar los conocimientos actuales en una o más materias. Lo que hagan los demás es cosa suya. Mi vista se desvía hacia los objetos que decoran el cuarto, esta conversación había cambiado de algo que me proporcionaba soluciones a mis problemas a algo distinto con lo que mi concentración me comenzaba a fallar.

-Con algo de suerte...-, sonrió ella, -Serán ellos quienes recorran el mundo arreglando esas heridas en un instante. Es cierto que en algunos lugares del mundo donde la magia y alquimia no es tan común, la vida es bastante más dura.

-Mi esperanza es que mis alumnos sean capaces de esparcir bien por el mundo, tal y como hice yo cuando me gradué. Mi mayor temor es que acabéis como los magos de corte del Círculo Superior, devolviendole nada al mundo...-, suspira, -Aunque no podría culparos. La mayoría de los alumnos que invito personalmente provenis de entornos humildes o riesgosos. La seguridad y riquezas que ofrece la vida de un noble de Issaera es atractiva para muchos.

-Pero... Si por cada diez alumnos que vienen a esta academia, uno acaba usando sus poderes para ayudar a los demás, ya me puedo dar por satisfecha.-, se mantiene esperanzada.

-Ahora... ¿Que tal si practicamos eso?

Desvío la vista de los objetos del despacho, con voz lenta y dubitativa respondo: "No... había... pensado en eso." 

Mis principales objetivos al venir a la academia eran ver mundo, aprender y hacer amigos. En menos de una semana había añadido incrementar mi propia fuerza además de empezar a dudar del último. ¿Quería en realidad hacerme amigo de esta gente? ¿Tenía derecho a ponerlos en duda por un par de experiencias, porque no fuesen lo que yo tenía en mente? ¿Y que haría en el futuro? Tenía claro que por lo menos una visita a casa pero... ¿De verdad me necesitaba mi padre en el taller? ¿Debía trabajar allí o hacer otra cosa?

Una pregunta llevaba a otra y otra en un ciclo sin fin, las dudas me carcomían hasta que escucho lo que llevo esperando desde que entré al despacho. ¡¡¡Una respuesta!!! Sí, vamos a practicar.

Y así, Baxter y Lunaire comienzan a practicar.

Unos cuarenta minutos pasaron practicando hechizos. Para Baxter resultó todo muy frustrante... Entendía perfectamente lo que la directora intentaba explicarle, el problema es que de ahí a la práctica hay un salto largo. Claro, eso de dividir su mente y concentrarse por igual en las Palabras mientras evoca sus poderes o cosas por el estilo suena lógico y tal, pero luego probándolo... Digamos que lo que más consiguió es jaquecas.

Sea como sea, pasado ese primer período tomar un té y galletas, tiempo que él aprovechó para relajarse. Ella le ofreció algunas técnicas para seguir ensayando y corrigió varios errores que vio en su forma de conjurar, consiguiendo así mejorar un poco su uso de la magia~ ¡La cosa va bien encaminada!

El profesor Aminé (que bien se lo podría llamar Director de no ser porque se supone que el título lo sostiene solo una persona) llegó para cuando estaban terminando, dando así por concluida la sesión del día.

-Siempre que necesites algo, aunque sea tan solo hablar... Puedes venir aquí o buscar el consejo de cualquier profesor, si nos encontramos disponibles. ¿Sí?

Dijo como nota final, mostrandose amable con él.

Lo tendré en cuenta. 

Viendo que marido y mujer estaban juntos y que yo ya había finalizado mis asuntos salgo del lugar. Ahora falta ver la manera de aprender nuevas palabras de poder... aparte de consultar la biblioteca.