Partida Rol por web

- ¡Joder con la potrilla! - no puede evitar exclamar Tina al ver el salto desenfadado de Valeria.

- ¡oh dios! - blasfemó- ¡Esto es absurdo! - se quejó sin dejar de intentar tirar la estantería junto a las fuerzas de Rambo y Ariel - ¿Por qué no olvidan esa cosa y corremos? Último empujón - siguió refunfuñando - último empujón y caiga o no YO me largo. ¡Esto es Texas, joder! No el maldito Titanic.

Ricky y John seguían intentando cerrar la puerta, sin embargo cada vez parecía que hacían menos fuerza, poco faltaba para quedar a salvo, sin embargo no lograban salvar esos escasos centímetros que les cortarían el paso a los zombies.

Purity trata de tumbar una estantería para evitar que los zombies den un rodeo, y con la ayuda de las otras 2 chicas lo consigue. Un montón de cajas trastos sueltos y la propia estructura caen sonoramente en uno de los pasillos evitando que por allí pasen más zombies, al menos sin ninguna dificultad. Sin embargo aún os queda un largo camino para lograr salir del laberinto de estanterías y aún no habéis logrado cortarles el paso a los zombies.

Por fin habían conseguido tirar la estantería, miro a los chicos bastante preocupada, pues no tenían mucho éxito y se cansarían tarde o temprano -Chicas o ayudamos a los chicos o que se vengan ya y empecemos todos a correr- las miró

- Tu corre. - respondió Tina a la más joven del grupo y predicó con el ejemplo.

Larguémonos ya. Pareció oírse en el rebufo que dejó Tina al salir corriendo almacén adentro, como una insistencia, un consejo que esperaba ser oído y cumplido, sin tiempo a valoraciones sobre el mismo.

La estantería cae por fin, haciendo un gran estruendo y cumpliendo su cometido: bloquear el pasillo adyacente. Casi se me escapa un grito de alegría, pero entonces me viene a la cabeza el por qué de todo ese asunto: zombies. Cada vez más intentando tirar abajo la puerta de ese almacén, y llevándose con ello a Jonh y Ricky por delante.

Como si Tina me hubiese leído el pensamiento, da la orden de largarse y pone pies en polvorosa, respondiendo a la pregunta de la joven pelirroja. Así que yo no tardo en imitarlas y salir corriendo tras la vaquerita. "Espero que esos dos hagan lo mismo, esos zombis van a conseguir entrar sí o sí", pienso.

Miro como Tina y Purity echan a correr, mira hacia ellas, luego mira los chicos, y algo confusa decide echar a correr hacia la puerta y estamparse contra ella, a ver si con el peso de su cuerpo, que no es mucho, pueden con el empujón cerrar la puerta.

Era evidente que no iban a poder cerrar ya la puerta. Su orgullo habia sido herido ya dos veces en una misma noche, pero no pensaba morir en el pasillo de una gasolinera mugrienta y mucho menos morir hoy.ç

- ¡Geiperman! ¡Es hora de irse! ¡1, 2 y 3!

Al acabar la cuenta atras se empuja en la puerta dandose impulso para correr en direccion contraria a los zombis. Desenfunda el arma y ya le da igual el ruido, ya arman bastante jaleo ellos solos. Mientras va mirando por el rabillo del ojo a John dispuesto a meterle un tiro al zombi que se le acerque.

No le dio tiempo a enfadarse porque le llamasen Geiperman. Ni siquiera sabía si le sentaba bien o mal el apodo. Pero lo que estaba claro es que John Wayne iba a soltar la puerta y él no se podía quedar allí haciendo el idiota o se lo iban a merendar.

Vale Eastwood

Respondió y esperó a que acabase la cuenta. Antes de soltar la puerta dio una patada intentando retrasar un poco más aquella masa de cuerpos, encías sangrantes y mala leche destilada. Era el momento de correr.

Cogió de la mano a Jonh y tiro de el para que dejase la puerta y corriese, como hacían todos los demás.

-¡¡Vamos!!-

Finalmente decidís salir corriendo todos. En ese momento la puerta empieza a ceder y a juzgar por el peso de los zombies acumulados al otro lado os dais cuenta de que a esas alturas, salir corriendo, era la mejor idea.

Jonh y Riky aún están separados del grupo y deben saltar sobre la barricada de cajas. El sherif cogiendo carrerilla salta por encima del obstáculo ladeando el cuerpo y marcándose una pirueta evidentemente innecesaria pero que le queda muy bien, por su parte, el ingeniero atleta salta con cierta dificultad y evita comerse las cajas por los pelos.

Algo más adelante las chicas siguen corriendo. Delante de todo va Purity que en un intento de hacer un sprint por el pasillo tropieza con varios objetos del suelo y cae de bruces. Tina y Valeria logran sortear los obstáculos y ponerse delante de todo.

Si alguien se toma la molestia de mirar hacia atrás verá que la puerta esta abierta de par en par y una horda bastante numerosa de zombies está entrando por ella de forma torpe. Agitando los brazos y con ansias de sesos echan a correr detrás de vosotros por el intrincado laberinto de estanterías.

Tina corría literalmente por su vida y por la de su sombrero, el cual mantenía en su sitio sujetándolo con una mano con todas sus fuerzas, como si la presión que ejercía sobre su cabeza la ayudase a correr más rápido, a impedir que sus rodillas flaquearan ante la idea de ser perseguida por tropocientos zombies seguramente con antojo de rubia.

Iba pisando los talones de Valeria, procurando pasar por donde ella pasaba, no era momento para experimentar otros caminos. Sin embargo, se atrevió a mirar hacia atrás, comprobando que sus compañeros no se habían topado con su fecha de caducidad y la visión de los zombies detrás de ellos le causó arcadas por la angustia y la repugnancia que atacaban con ellos. Se llevó la mano del sombrero a la boca y presionó convenciendo a sus tripas que no era un buen momento para redecorar y asintió a sus compañeros a modo de visto bueno por seguir vivos y volvió a mirar al frente.

Mientras intento alejarme lo máximo posible de la puerta a toda la velocidad que dan mis piernas, tropiezo con unos trastos del suelo y noto mi caída como si fuese a cámara lenta, como si fuera una película en primera persona donde puedes ver fotograma a fotograma una hostia épica. Los brazos se me mueven como espaguetis, tanteando el aire para dar con algo donde agarrarme para no caer, pero lo único que me frena es la cara contra el sucio suelo del almacén, que hace que mi cabeza rebote. "Estupendo, tan hábil como siempre" me da tiempo a pensar, dolorida.

Me levanto lo más rápido que puedo y, cojeando un poco en los primeros pasos por el dolor del golpe, sigo corriendo. No quiero ni mirar atrás, pero esos bichos ya han entrado. Los oigo. Y además de mi "refinado" oído, el sheriff y Jonh están corriendo a mi lado, así que eso quiere decir que por la puerta hay vía libre.

Finalmente, echo un rápido vistazo hacia atrás y los veo. Son un montón y están hambrientos... de nosotros. Me esfuerzo todo lo que puedo en seguir corriendo, no quiero ser devorada por los no-muertos.

Bien va en cabeza, así que le toca a ella ir abriendo camino, se pone a gatas y pasa por debajo de una estantería, eso frenara un poco a los zombies, deberían tirar la estantería para seguirlos o saber gatear, claro que todo podía ser.

Tina miró crítica y extrañada a Valeria por perder el tiempo y las energías pasando por debajo de una estantería, sin embargo, al no encontrar un camino mejor se resignó a seguirla, al fin y al cabo, esa cría tenía pinta de saber como escapar de sitios en los que no debería estar, ya fuese rápidamente o sin ser vista. 

Ricky procura quedar siempre el ultimo al tiempo que corre con el resto. Al fin y al cabo seguia siendo el oficial y estaban bajo su cuidado.

Sigue apretando el paso a los dos que tiene delante hasta llegar a la estanteria.

Primero ellos.

Recordó una película de zombis muy mala de sus tiempos de adolescente. Para salvarte decía uno No tienes que correr mucho, sólo más que el último.

Y un escalofrío le recorrió la espalda. Él era el último. Durante un segundo sintió la mano de Valeria tirando de él. Casi era como si hubiese sido su mujer quien le pedía que escapase con ella. Con ese sentimiento en mente corrió lo que pudo.

Se alegró ver que el sheriff le esperaba. Tal vez no era buena idea, podían cogerles a los dos, entonces ... ¿quién protegería a Valeria?

Venga Eastwood, salgamos pitando. Le dijo, pero no había tiempo de tonterías.