Partida Rol por web

¿Beber vino? ¿Qué somos nobles? sin embargo por no hacerle un feo a la capitana tomo una copa, o hago como el que se la toma ya que con disimulo acaba vaciándose por el desagüe. Cuando por fin me quito el traje de vacío noto la fatiga además de la enorme quemadura en el pecho. Uso los viejos remedios que usábamos en la caballería y por fin me echo a descansar.

Adriana, al haber usado los manuales para el inicio del salto, no se calentó la cabeza en guardarlos. - Gente, si alguien busca los manuales de Ingeniería y Operación de Motores de la nave, los dejo en el puente, que en las guardias los iré estudiando. Sabía que podía haber ganado tiempo, metiéndose en "camisa de 11 varas", pero no le interesaba lo más mínimo liarla.

Cuando pudieran, se lo haría saber en persona a la capitana, y cuando comentó lo del vino, recordó que había vinos que costaban más dinero en una botella, que lo que había gastado el Servicio de Exploración en enseñarla a pilotar. - Capi, lo del vino, lo haría mirar, ya que hay algunos de esos que valen más que el coche por el que casi nos pillan; para la próxima vez, conforme nos "acoplemos", tengo que empezar a hacer los cálculos de salto. Esa palabra, acoplarse, le valía para las dos cosas: una, nombrar el momento, y dos, la acción que acababan de terminar de acometer.

Tras volver a la nave, Darko se marcha directamente a su camarote, casi sin pasar por el puente, para quitarse el traje de vacío y darse una buena ducha después de todo el jaleo.

Un rato después, vuelve con su habitual ropa desastrada, pero algo más limpio, y con su calva reluciente y su barba algo menos enmarañada de lo habitual. Cuando ve que se está sirviendo vino, su cara se ilumina con una sonrisa medio tontorrona, y se sienta en el primer hueco que pilla en la mesa para trasegarse una buena jarra. No se fija mucho en si el vino es bueno o malo, él solo quiere remojar el gaznate. Tras fulminarse la primera en un tiempo récord, el alcohol parece soltarle la lengua mientras busca rellenar el recipiente.

-Aaaah... se agradece, capitana -dice, levantando la jarra hacia Lorna-. Esos bichos nos han echo sudar ahí dentro, ¿eh, Berto? Je, je, je... menosmalqueleshemospuestoensusitiorápidamente -vuelve a intercalar esas frases farfulladas, como si los nervios y la excitación le aceleraran la lengua-. ¿Cómo pataleaba ese último, eh, Doble? Hijoperraquézarpastenía... en fin, ¿adónde vamos ahora? ¿Toca vender el botín? ¿Os vais a ganar ya el jornal los que no sabéis usar un arma, o qué? 

Guiña el ojo hacia Lorna, Cassana y Adriana, pero cuando las tres están a punto de montar en cólera y soltarle un rapapolvo, la sonrisa inocente de Darko, como la de un niño travieso que casi se arrepiente de decir lo que ha dicho, las desarma. El grandullón incluso levanta otra vez la jarra hacia ellas, como pidiéndoles perdón. Sin duda, Darko afronta las relaciones sociales igual que los combates: de forma tosca, sí, pero también honesta. 

En el hiperespacio ya podía relejarse. Lo primero que hizo Doble tras levantarse fue dirigirse a Valdés.

- Ve a que Cassana le eche un vistazo a esa quemadura, Valdés. Con ella estamos en buenas manos – dándole una palmada en el hombro y asintiendo mirando en dirección de Cassana – Conozco a muchos que le debemos la vida a ella. – separándose con otra palmada en el hombro.

Tras darse una ducha volvió a colocarse su armadura de cloth habitual, limpia como siempre. Para la ocasión festiva eligió un diseño en azules verdes y amarillos pálidos. De alguna forma recordaba o se dejaba intuir a las formas de algunos árboles y frutos con un fondo de mar. Algo que él parecía considerar adecuado y de buen gusto, aunque probablemente no muchos coincidirían con él.

- ¡Por la tripulación de la Valykyria y su capitana! – alzó su copa proponiendo su propio brindis, vaciando después la primera copa de un solo trago.

Lanzó una mirada asesina a Darko cuando soltó aquello sobre el resto de la tripulación, aunque su sonrisa bobalicona consiguió suavizarle.

- Todos nos hemos ganado el jornal, Darko. Sin Adriana esa nave planetaria nos habría hecho papilla, y Pavel dio la talla allí abajo, por nombrar solo unos ejemplos. – le reprendió más suave de lo que habría sido antes de esa sonrisa.

No merecía la pena incidir más en el desliz. Seguramente los demás ya le darían su rapapolvo ellos mismos.

Dio un trago a la segunda copa.

- Capitana, aún faltan muchos arreglos que hacer en la nave. Muchas decenas de millones de créditos… - comentó con una punzada de dolor y fastidio - ¿Ha pensado ya cuantas partes del botín separaremos para las reparaciones? – sabía que era un tema delicado, pero había que abordarlo antes de empezar a hablar de repartir las ganancias.

En cuanto entraron en el hiperespacio Pavel se quito el traje de vacio y le hizo un chequeo para ver si habia daños en el despues del disparo y limpio la sangrey desmas restos que dejo la capitana cuando la revento su "amigo".

-Payaso-le madijo en voz baja mientras dejaba a remojo el trraje de vacio para quitar toda la suciedad.

Desarmo, limpio y recargo su arma para asegurar su perfecto funcionamiento y dio repaso rapido al vehiculo que acababan de meter.

Despues de una ducha y cambiarse con su ropa normal, de corte sobrio y funcional se unio al resto de la tripulacion en el festejo.

Tomo una copa de vino, escogiendo el mejor que encontro y bebiendo lentamente observo la alegria que parecia recorrer la sala y que gustandole le parecia excesiva. Un trabajo hecho con profesionalidad. ciertp, y moderadamente lucrativo pero tampoco era para tirar cohetes, aunque tambien penso

-Pero tampoco para no disfrutar de este magnifico vino-y dio otro sorbo.

Aunque sonreia levemente parecia un poco distante mientras le daba vueltas a otras cosas.

-Srta Scharhorst, no guarde, por favor los manuales, seguire estudiandoles para dominar un poco mejor los aspectos del salto. Me gustaria brindar-dije alzando un poco la copa-por el control de mision, que nos cuido como si fuera nuestra niñera y nos saco de apuros de forma rapida y limpia y por el sr Valdes, que protegio nuestras espaldas y se llevo lo peor del enfrentamiento. lo que me recuerda que tengo que hacerme con un arma mas potente para estos casos, mi arma es buena, sin duda, pero para perforar blindajes se queda algo escasa. Colocar la mercancia sera mi prioridad en Tech World, la ilegal claro, y vere como encontrar un intermediario para el asunto de los nobles. Los leones van a ser complicados de colocar, el vehiculo no, pero quizas deberiamos considerar la posibilidad de conservarlo para nosotros, nunca viene mal tener un vehiculo propio-y sonriendo de una forma un poco mas abierta- sobre todo si el precio es tan conveniente. No se entusiasmen mucho con las estimaciones de ganancias, en el mercado negro los precios pueden variar mucho, las cosas tardar en ser colocadas y los intermediarios, obviamente, quieren su comision y son autenticos carroñeros. Con respecto a lo que el señor Malta pregunta, y me parece una pregunta inteligente, sugeriria separar, al menos un 10% del botin para esos menesteres e imprevistos, que surgiran.

- No sé, Pavel. El trasto ese - refiriendose al vehículo - ocupa un montón de espacio en la bodega y lo nuestro es asaltar naves en el espacio, no explorar planetas, ¿no? - comento poco convencido con la idea de quedarse el vehículo por mucho que lo viera útil no lo veía adecuado para sus fines.

- Por cierto, capitana - cambio al poco el tema, ya que la decisión final del vehículo la tomaría Lorna - he estado pensando que quizás sería conveniente no asaltar ninguna nave en el espacio de Tech World. Seguramente sea un buen lugar para conseguirnos equipo de buena calidad y última tecnología. Si nos acabaran fichando allí podriamos cerrarnos puertas interesantes para armarnos en el futuro... - comento pensativo - Claro, que si pudieramos averiguar a donde va a saltar alguna de las naves que salgan de allí, podríamos estar esperándolos para cuando lleguen, si nos preparamos con combustible para dos saltos... - continuó sin estar seguro de si era viable lo que proponía, pero era una opción que merecía la pena explorar por mantener Tech World como una zona "segura" y no desperdiciar el salto.

Adriana, tímida, escuchaba con la copa en la mano, evitando en todo lo posible beber, y se mojaba los lábios en cada brindis.

Asintió cuando le comentarios lo de los libros: - Podemos estudiar juntos. Además, siempre sería mejor que simplemente repasar en los momentos de las aburridas y largas guardias en el puente, entre salto y salto.

Tech World.

- Sería estúpido hacerlo; ya que todos los de allí son tan piratas o más que nosotros. Sabía que había otros comerciantes, pero barrer mal en tu casa, te creará una fama indebida y luego te encontrarás un escobazo en la cabeza. Y rió.

Entonces propuso una cosa:

- Gente, lo de reparar la nave, nos interesa y mucho, pero nos interesa más mantener el pellejo. Entonces se puso a explicar sus planes y temores. Explicó como camelarse el ego de un egocéntrico, como hacer subir sus posibilidades de supervivencia, como si fuera un impuesto o una inversión en un "seguro de vida". Sólo era gastar un poco de dinero. Tal vez un tanto por ciento, que sería ingresado en las arcas del propio rey, y a ser posible de su chamberlán. Así tenerlos "pillado por los huevos", ya que directamente nos advirtieron que teníamos que esconder nuestra PATENTE DE CORSO. Estaba claro que no lo reconocerían, pero tener esos ingresos, registros de ellos, por quienes, pues es lo ideal, para protegernos las espaldas. Nos condenarían por piratería, pero también, sabiendo de lo que somos capaces, unos meses en la cárcel, simplemente sería la puerta a operaciones encubiertas por naciones mayores, o incluso entidades, empresas o tal vez algo mejor, haciendo de esta manera que la condena a muerte, típica pena para la piratería en muchos sitios, quedase mucho más lejos de nuestros cuellos/culos.

Lorna apuró su copa y la llenó de nuevo. Era una buena bebedora:

-Una vez transformemos el cargamento en metálico, un 10% será para Su Majestad, el rey Olev-dijo torciendo el gesto-Del resto, otro 10% lo destinaremos a un fondo común en el que se incluirán las futuras reparaciones de la nave y gastos que podamos tener, que los habrá aunque no habrá mucha compra de mercancías que digamos. El 80% restante lo utilizaremos para pagar nuestras soldadas. Podemos cambiar esto en el futuro pero ahora mismo creo que habéis hecho un gran trabajo y merecéis una recompensa.

Probó su copa. No era malo.

-Las reparaciones de la nave no corren prisa: primero, porque no tenemos el dinero. Hablamos de millones de créditos y necesitaremos varios golpes muy provechosos para pensar siquiera en cambiar algo. Nuestra primera presa no ha estado mal pero dista mucho de habernos llenado las bodegas de mercancías valiosas de verdad (por no hablar de los riesgos que hemos corrido para conseguirlas). Y segundo porque ahora mismo no son necesarias: arreglamos lo esencial en Drinax y la Valkyria no va a entrar en combate pesado si podemos evitarlo: nuestros objetivos tienen que ser naves mercantes lo más indefensas posibles para capturarlas, desvalijarlas y huir, no enfrentarnos a las patrulleras más que como último recurso. Incluso si eso pasara, hablamos de un Harrier en buenas condiciones, no somos una presa fácil. Y si estuviera al 100% ahí fuera siempre hay una nave más grande, mejor armada y más rápida que la tuya: nuestra misión es enriquecernos a costa del comercio y crear caos, no buscar nuestra última batalla naval.

Bebió de nuevo. Pasó el dedo por el borde de la copa con gesto pensativo:

-En cuanto a Tech World, iremos a su espacio puerto: el planeta en sí está habitado sobre todo por robots y lo que necesitamos es gente a la que vender drogas y animales vivos. Un robot no apreciaría el valor de nuestra mercancía y tienen una desagradable tendencia a no olvidar. Los pocos humanos que viven allí son todos científicos parecidos a los de Asim, a los de su Calaña les encantan las chucherías exóticas. Y hay mucho comercio allí de modo que sí, asaltaremos a alguien en el borde del sistema antes de irnos a otro sitio: debemos rentabilizar cada salto o nuestras finanzas se hundirán muy rapidamente. Estamos hablando de juntar millones de créditos, no podemos desperdiciar ninguna oportunidad.

- El rey tiene la sarten por el mango. – contestó como réplica a Adriana – Si nos quiere joder lo hará en cualquier caso. No creo que esos pagos lo fueran a desacreditar más que hacer pública la patente de corso que ya nos otorgó.
- Si nos olemos que nos quiere joder lo mejor que podemos hacer es volar lo más lejos posible y dedicarnos a la piratería por nuestra cuenta y riesgo. – sentenció sencillamente como quien ve inevitable que una piedra caiga cuando la sueltas – Personalmente, cuando acepté este trabajo tuve muy claro que a partir de ahora mi vida está unida a la vuestra, para bien y para mal. Nuestra mejor baza es permanecer leales unos a otros y no hacernos ilusiones con las promesas del Rey. – concluyó con un tono que no sonaba derrotista a pesar de sus palabras, simplemente aceptaba con estoicidad la mierda que parecía depararle el futuro.
.
- Como ordenéis, capitana – respondió llanamente a la replica de Lorna con su habitual política de presentar sus ideas a la capitana, pero no discutirlas ad infinitum.

-Hay muy pocos piratas que se hagan ricos-añadió Lorna en tono sombrío.

Una hora mas tarde, la mesa estaba cubierta por una docena de botellas vacias. Todavia quedaba caja y media por vaciar.

-Oye... Mark-la voz de la capitana sonaba pastosa-Siempre me he... preguntado... ¿por que te llaman "Doble"?

Saco el paquete de cigarros y se metio uno en la boca. Ofrecio tabaco al resto de los asistentes con un alzamiento de cejas.

La piloto, tras el último "muchito", de mojarse los labios, quedó muy sorprendido por la pregunta. Tenía curiosidad por la pregunta cuestión que planteaba la capitán. Ella también deseaba saberlo, pero consideraba que era algo personal, y que igual se entrometía en su intimidad.

- Bueno, no he sido yo la que ha roto el hielo, y si es una descortesía, al ser la jefa, "capeará la tormenta" de una "blanda".

A pesar del alcohol, o quizás a causa del mismo, Mark se removió incómodo ante la pregunta.
- Por el apellido. Malta. Doble Malta. Como la cerveza, ya sabes. – dijo escuetamente al principio, aun incómodo.
.
Pasaron unos segundos un poco incómodos en los que el público parecía esperar algo más, o tal vez solo fuera su desilusión por la falta de chicha de la historia.
- Vaaaleee… - acabó sucumbiendo al silencio opresor – Cuando entré en la academia le enseñaba a los compañeros una técnica para disparar más rápidamente y apuntando bien. Un disparo doble. Un profesor pasó por allí y quiso ridiculizarme diciendo que no sabía una mierda, que era un crío con ínfulas y me las iba a quitar a hostias. – comenzó a explicar – Así que puso la diana a más de cien metros y me dijo que le hiciera una demostración, que hiciera una doble diana o iba a fregar letrinas hasta que fuera sargento. Así que cogí la pistola láser y… hice una doble diana. Los otros cadetes comenzaron a gritar “Doble, Doble, Doble”, ya sabéis – hizo un gesto como si no tuviera importancia – Cuando otros cadetes lo oyeron lo juntaron con mi nombre estando de cervezas y desde entonces en la unidad solo pedíamos cerveza doble malta para hacerme la broma.
Dio otro trago a la copa.
- Y el cabronazo del profesor se aseguró de joderme el resto de la vida. Logró que me expulsaran de la academia y después se encargó de joder cada oportunidad de ascenso que tuve. – concluyó con evidente tensión en las manos y los brazos, quizás imaginando la cabeza de aquel profesor que quería reventar.
Miró a Lorna.
- ¿y tú? ¿Cómo acabaste como pirata? Nunca me lo habría imaginado. Cuando escapamos de Asin por los pelos eras una respetuosa agente de la ley – le preguntó ignorando por completo cualquier relación jerárquica entre los dos, tal y como le preguntaría a una vieja amiga con un cierto tono divertido en la pregunta.

-Menudos cabrones están hechos en la Academia –grazna Darko, ya medio borracho–. Yo tuve suerte y pillé al que probablemente fuera el único oficial con corazón de verdad, y no de plomo, en todo Drinax. Ah, joder, aún echo de menos al viejo Gunnar... tenía un solo ojo pero disparaba mejor que muchos otros con dos... 

Darko se sume en un silencio taciturno, dando opción a Lorna a responder a Doble.

Lorna puso los pies encima de la mesa mientras se ponia las manos en la nuca. Solto un largo suspiro, recordando.

-Por necesidad. O por desesperacion-dijo finalmente. Supuso que tenia que decir algo mas-En Asim era una agente de la ley, si, al servicio de la opresion drinaxiana. Mis compatriotas no me tragaban y mis jefes me consideraban poco menos que una traidora. Un dia, mi primo Zee fue arrestado por sedicion y sometido a un interrogatorio de grado seis. Os ahorrare los detalles escabrosos.

Cogio su copa. La agito delante de sus ojos. El vino parecia sangre.

-Yo no... no pude hacer nada para salvarle pero me mantuvieron alejada del caso por mis "implicaciones personales". Despues de tanto tiempo en el cuerpo ya estaba hasta las narices y aquello fue la gota que colmo el vaso: ayude a los compañeros de mi primo a fugarse y robar una nave. Yo no podia quedarme en Asim asi que me marche con ellos. El resto es historia.

Chasqueo la lengua como para alejar aquellos pensamientos tan sombrios:

-¿Y tu, Ostenhöllen? ¿Le pones nombre a todas tus armas?

Darko sonríe con esa sonrisa mezcla de boba, mezcla de aviesa que pone a veces.

-Sí. ¿No conocéis a Rompehuevos, no? Es mi lanzagranadas, pero lo reservo para las ocasiones especiales, sobre todo cuando no hay posibilidad de descompresión... Me lleva acompañando mucho tiempo. Siempre he sido más de romper las cosas primero antes de preguntar si podía hacerlo. -sonríe aún más-. Curiosamente, la táctica me sirvió durante bastante tiempo para subir por el escalafón militar, no sé si eso dice cosas buenas de mí o malas de los marines... 

(Lo dice literalmente: para Darko, casi todo es blanco o negro, no tiene matices, casi no parece comprender el concepto).

Luego apura directamente la botella de vino que tiene más cerca, mientras masculla atropelladamente algo que nadie puede entender, y mira a Roberto.

–¿Lo tuyo es natural, Roberto, o le robaste esos músculos a algún bicho cuatro veces más grande que tú?

Será por ser de caballería, respondo a Darko y me encojo de hombros. Luego sigo un rato con la mirada perdida hasta que me doy cuenta que nadie ha pillado el chiste. Les miro otra vez pero nadie se ríe. Vaya, aún tendré que explicarlo. Tenemos que llevar los tanques a cuesta cuando se quedan sin combustible, explico con algo de desgana, y trato de sonreir al terminar el chiste, poco convencido de su gracia, o de la mía. Se nota que no he bebido lo mismo que mis compañeros.

Mark sonrió al chiste de Valdés, ya fuera por no hacerle quedar mal o por el efecto del alcohol ingerido. Incluso le dio una palmada en el hombro.

Se giró a Darko y con una sonrisa plantó encima de la mesa la espada que solía llevar con él y de la que, junto a su defense y stunner, rara vez se separaba.

- Creo que todavía no te presenté a Abrelatas* – le dijo con una sonrisa llena de orgullo acercándosela por si la quería ver de cerca. Era una espada estática de buena manufactura. Una declaración de que Mark gustaba de gastar el dinero en “juguetes” de calidad.

La pregunta de Darko sobre la musculatura de Valdes casi le hace atrangantarse con el vino de la gracia que le hizo.

-Estan a media hora de conversacion y una botella mas de sacarse la chorra para ver quien la tiene mas grande-pense divertido mientras sonreia abiertamente.-Me gusta este grupo.

-Sera un placer estudiar con ud, capitana, quizas asi sera mas facil la tarea, porque no es precisamente facil la materia. me voy a retirar, quiero estudiar el planeta al que vamos a ir. Seria conveniente que si quieren adquirir algo en el mercado negro, cuando lleguemos, me hicieran una lista, para ir sondeando cuando empiece con las pesquisas. Gracias por su compañia y por su apoyo el abordaje. Un vino delicioso capitana.

Me dirijo al camarote con todos los datos que pueda conseguir del planeta.