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Piratas: El precio de la libertad

El Arcángel - Fragata de la Armada Española - El reclutamiento

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20/08/2007, 21:21

Un día como otro cualquiera, en una fecha no escrita todavía, el sol hace pocas horas que ha salido, el sonido de las olas chocando con el astillero, y el de los marineros saliendo en sus barcos al mar, es como cada mañana, estimulante.

La ciudad?, que importa, el lugar?, aún no está claro, sea como sea, el destino para el que cada persona a sido preparado, comienza a tomar forma, ahora lo que aquí se relata son sus comienzos, como nuestros héroes forjarán su primera amistad, una amistad que los llevará al mas grande de los tesoros o a la mas terrible de las muertes.

Aquí comienza la historia del Arcangel, la historia de su capitan Don Rodrigo Castellano Villalobos, y lo que a ella y sus camaradas les tiene reservado el futuro ...

Notas de juego

Esta es vuestra escena para rolear el reclutamiento de cada miembro. Podéis pasar de un momento a otro o lugar, tan solo ponedlo vosotros mismos para que os cuadren las historias y listos ;)

De momento puede empezar el capitán empezando donde desee.

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01/09/2007, 01:57
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Ignacio Baraicoetxea se sentía un poco desorientado, no era la primera vez que bebía con don Rodrigo, pero sí la primera vez que lo hacía en una taberna que no fuera la suya y en una mesa, como otro cliente más.

Aun no había probado la pinta que tenía delante, absorto como estaba, mirando los ojos de Castellano mientras intentaba olvidar el terrible suceso de la noche. El incendio que había devastado su hogar y su vida.

Más dado a estar detras de una barra o delante de los fogones preparando frugales comidas, aun no podía digerir lo que había pasado...

Castellano había probado su cerveza poco o nada, miraba ora a Ignacio ora a su copa sin pronunciar palabra, sabiendo el dolor que debía sentir. Le había encontrado a los pies de su taberna, aun encendida por las llamas, mirando con pavor y llorando furiosamente.
Quizá de haber ido unas horas antes podría haberle ayudado o bien podían haber acabado ambos muertos.

Echo otro trago y se limpió el mostacho, que por aquel entonces era parte íntegro de su rostro, como buen espadachín, hidalgo y soldado del viejo tercio.

Olvidalo, ya no hay vuelta atrás. Bebe y alegrémonos de que estas vivo. - le dijo con voz dura pero preocupada - Las cosas vienen y se van, pero la vida solo se vive una vez, y cuando te la arrebatan ya no hay mas que acogerse a Dios y a la Virgen santísima.

Notas de juego

Si quieres que edite algo porque no te guste como es la escena, dilo.

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01/09/2007, 02:27
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Aquella mañana la Comandancia de Marina de Cádiz estaba más revuelta que de costumbre, seguramente se debía a la orden del Rey que encomendaba a numerosos oficiales a disponer de hombres y barcos para una enorme y grata empresa: Acabar con el corso y la piratería en las rutas de indias y recuperar la recien independizada Española.

Acababa de salir de la reunión a la que me habían citado, el almirantazgo me había dado ya mis órdenes, junto con el barco que debía capitanear y me había dado una lista con la tripulación de que dispondría, a falta de algunos oficiales.
Cuando pregunté al Teniente, conocido mío de la instrucción, se sirvió de darme algunos nombres, entre ellos el de este hombre.
El Teniente General dispuso adecuadamente que le conociera allí mismo, pues había ido también a pedir la capitanía de su propio barco, pero por cosas del destino... y quizá por haber perdido su barco años antes,iban a rechazar su propuesta.

Un hombre capaz como él, con una carrera naval destacada merecía una oportunidad de embarcar de nuevo bajo la bandera de España y del Rey... y yo necesitaba hombres como él para llevar a buen puerto mi barco. Nunca mejor dicho.

El Teniente no tuvo demasiado tacto, nos presentó con prisa y de la misma forma le soltó -como un jarro de agua fría- que rechazaban su solicitud y que por el momento no contaban con él para nada que no fuera entrar de oficial en alguna goleta. Y luego se fue, despachándonos con una mirada sobria pero arrogante.

Mirando de soslayo al teniente comenté - esperaba algo más de educación de un oficial de su graduación. - resoplé mirando a don Fernando - Bueno, no tenemos mucho tiempo, asi que iré al grano. Voy a capitanear un buen barco, El Arcángel, y necesito oficiales... Hombres duros, que se despierten mirando a la muerte y se acuesten sin apartar la mirada. Que no tengan miedo de dar ordenes ni de recibirlas.
Que respeten el mar y que no se rindan ante las adversidades. Y que sepan mantener la disciplina y la sangre fría.
- le miré esperando su respuesta y sus reacciones.

Notas de juego

Si te parece, primero nos conocemos tu y yo y luego vamos ambos a ver a los tres tripulantes del barco. Abriré escena también, y supondremos que sucede en el futuro, si lo ves bien.

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01/09/2007, 11:14
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

Don Fernando no puede evitar una mirada de desdén por el oficial que se marcha. Tiene algo de arrogante que no le gusta y encima la forma de regodearse del tipo casi era una afrenta... pero ya se medirian para ajustar cuentas en un futuro.

Agachó un poco la cabeza debido a su altura y miró al nuevo capitán. El aspecto de Don Fernando es más propio de un tudesco o de un rugiente normando de los que aterrorizaban ls costas europeas hace tantos siglos... aunque este normando en particular se viste de forma impecable y muestra maneras de buen nacido.

-No importa... creo que ahora sois mi capitan.- Parece mascar una y cada una de las palabras que pronuncia. -Yo tengo sangre marinera en las venas, capitan. Mi familia siempre ha sido de marinos y oficiales de la armada, como mi propio padre. Y por supuesto yo he seguido sus pasos.
Hasta capitanee mi propio nvio, aunque la mala suerte hizó que acabara a tiro de los franceses y casi no lo cuento...-

Hace una breve pausa y continua.
-Bueno capitan. ¿Que experiencia tiene? Nunca he oido hablar de vos.-

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01/09/2007, 17:09
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Experiencia naval apenas de uno o dos años, pero en la zona de Levante. Realmente nada importante ni demasiado duro, escoltando buques frente a corsarios berberiscos, italianos y ocasionalmente franceses e ingleses, que gustan de jugar en nuestro patio sin darse cuenta de dónde se meten. - sonrío, franco y honesto.

No obstante he luchado en los peores campos de batalla de Europa, he reñido en Flandes, en el Viejo Tercio. Mi pica y arcabuz mataron mucho y bien durante aquellos años, desafiando sin retroceder, vendiendo cara mi vida como buen soldado español. - comento, henchido de orgullo - Supongo que es por eso que me han concedido tan grato honor.

Le observo de nuevo, de arriba a abajo - Voto a Dios que me place lo que veo y oigo, sin lugar a dudas sois el hombre que necesito como segundo de a bordo. Tenéis experiencia y parecéis suficientemente duro y curtido.

Notas de juego

deberias marcarte solo a tí y a mi. Desmarca a los demas.

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01/09/2007, 23:57
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

Al escucharlo no prece muy satisfcho, pero intenta esconder su irritación debajo de una copa de cortesia y buenos modales.

-Asi que sois de la infanteria... pues si que da vueltas la vida para que ahora acabeis como capitan de una fragata.-

Mira hacia un lado como si buscara algo.

-¿Sabeis quienes son nuestra tripulación?-

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02/09/2007, 00:58
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

Ignacio pestañeó volviendo de sus pensamientos al oir la voz de Don Rodrigo, miró la jarra que tenía delante durante un instante y añadió: ¿Cómo beber de la cerveza servida quizás por la mano que prendió fuego? No tengo nada, Don Rodrigo, toda mi vida estaba en el mesón ¿Qué hacer ahora? Necesito la ayuda de Dios y la Santísima Virgen ahora y no cuando llegue mi muerte…y no rezo hace mucho tiempo. ¡Quizás haya sido su castigo! ¡Cuan desproporcionado sería! Si por donar monedas en el cesto de la iglesia hubiera Dios perdonado mis pecados ¡hubiéronse llenado de mi mano todos los dias!

Notas de juego

Perdón por la tardanza. Estoy fuera de vacaciones con el portatil y no he podido conectarme mucho. Además el módem funciona cuando quiere. El domingo por la noche todo sera distinto.

Por cierto, me gusta mucho la introducción.

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02/09/2007, 20:26
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Ignoro el comentario hecho sobre la infantería.

Han dispuesto que gobierne un bajel llamado El Arcángel, actualmente en dique seco y cuya tripulación está incompleta - añado - por lo visto es un navío viejo, cuyas reparaciones se fueron dejando de lado conforme pasaba el tiempo.
Ocasionalmente se usa para patrullar el golfo, con lo que no ha sido necesario en ningún momento completar la tripulación.... hasta ahora.

Me meso la barba incipiente un momento, indeciso. - Iremos a ver el barco y a su tripulación en uno o dos días. Mientras tanto iré a terminar el papeleo para asegurar su entrada bajo mi mando y usted aproveche esos días para ver a la familia o... - hace un ademán indicando que lo use para lo que quiera.

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02/09/2007, 20:56
Don Rodrigo Castellano Villalobos

le pongo una mano sobre el hombro para confortarlo - Bebe pardiéz! no pienses más en ello, Dios nos lo da y Dios nos lo quita, yo lo sé mejor que nadie. - su tono deja entrever cierta melancolía. Acto seguido da un buen trago a su jarra.

Recuerdas que hace unos ocho años perdió a su esposa cuando se dirigía a las indias, el barco donde viajaban se hundió.

Puedo darte algún dinero, pero no será suficiente para empezar de nuevo. He gastado gran parte en pagar deudas y en celebrar con los amigos mi nuevo cargo... - dice algo más animado - por eso venía a verte. - callo, no es el mejor momento para hablarle de mi buena suerte.

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02/09/2007, 21:41
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Don Juan Diego de Almagro atravesó el corredor que daba al patio a buen paso. Esa misma mañana le habían entregado las ordenes para tomar el puesto de oficial de Artillería en un navío de la Armada: El Arcángel.

Le habían dicho que se presentara al capitán, de nombre Rodrigo Castellano Villalobos. Y tenía entendido que esa tarde estaría aquí, en la academia militar.

Se detuvo al llegar al patio de armas, escuchaba con claridad el entrechocar de aceros. Dos hombres, armados con espadas negras*, guanteletes y un coselete de cuero además de un capacete se batían con mucho tiento en mitad de la plaza.

Una docena de cadetes y soldados ya de curso completo observaban a ambos contrincantes entre chanzas y vitoreos.

Un soldado que venía detrás de Don Juan le apartó de un empellón y se dirigió a la multitud. Pero antes de alcanzarlos Don Juan le agarró por el hombro, inquiriendo cual era la prisa y qué sucedía allí.

El soldado, más bien cadete, apenas un mozalbete de quince años explicó sin mucho detalle que uno de ellos era un soldado viejo venido de Madrid que había tenido la poca fortuna de cruzarse con Julián, un diestro arrogante al que no le había faltado tiempo para insultar al viejo... quien había intentado evitar el combate aduciendo que sólo estaba de paso y que no quería trabar espada con alguien a quien sobrepasaba en edad y en seso por mucho.
Obviamente eso no hizo otra cosa más que avivar las ganas del joven soldado por darle una buena.

También explicó el joven que no ha mucho se había dicho que en Madrid se esgrimía mejor que en cualquier otra región de España merced a su valor en la guerra, y los gaditanos, muy de creerse insultados a la menor, llevaban unas semanas dando estocada de humildad a todo español y madrileño que con arrestos salía a la calle armado con ropera.

Mientras el joven tenía a bien informar a don Juan, cuyo uniforme denostaba un rango superior. Y siempre es mejor tenerlo en cuenta. El lance iba de mal en peor para uno de los contendientes.

El viejo soldado había realizado con precisión una finta en la que Julián había caído, fruto seguramente a su inexperiencia y al encontrarse caliente, queriendo terminar pronto y bien, delante de sus compañeros. Al atacar, el viejo soldado había desviado la espada sin apenas problemas y a continuación uso su destreza para desarmar al muchacho.

Don Juan acababa de llegar a primera fila de los espectadores cuando el viejo, antes de que Julián recuperara su arma le había puesto la punta roma de su arma en la nuez. El joven se quedó quieto, mirando con odio al viejo soldado, al tiempo que derrotado, los espectadores se habían quedado mudos.

El viejo soldado se quito el capacete con la otra mano, dejando ver un rostro cuadrado, serio, ni tan mayor ni tan joven. Sin cicatrices físicas pero con unos ojos y una mirada por la que se adivinaba experiencia en combate.

El combate ha terminado. - dije - Sabed que este viejo soldado, quien os ha vencido es don Rodrigo Castellano Villalobos, Madrileño como aventurásteis y oficial del viejo Tercio. - sorprendidos los jovenes pues lo habían tomado por un cualquiera ahogaron una exclamación - Dad gracias a que esto fuera un entrenamiento, la próxima vez, atad vuestra lengua en corto, por esta España nuestra caminan hombres mucho más peligrosos que no hacen ascos a alojar una cuarta de su acero ante insultos de tamaña consideración.
Por mi parte creo pagada la deuda que contrajistéis de palabra, conmigo y con mi espada.

volviendose a los espectadores - Que esto os sirva de lección a todos, en vez de agraviar a cuantos hombres llevan hierro al cinto, entrenad más y mejor y la próxima vez, que se hable de vosotros con actos en la batalla y no con duelos que a tantos ha llevado a la muerte, dejando familia e hijos por menos de lo que vale una vida.

Los cadetes y soldados jovenes se dispersaron, algunos se llevaron con ellos a Julián. El viejo soldado se quedó sólo, quitándose las protecciones.

Notas de juego

*de práctica

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02/09/2007, 22:12
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

Miro a los ojos de Rodrigo y veo en su mirada que desea decirme algo -Eres un gran hombre y un gran amigo Don Rodrigo y sé que si en estos momentos te sobrara un céntimo me lo darías sin dudarlo.. pero percibo que tienes algo que proponerme...habla, te escucho con atención.dice Ignacio girando su cuerpo hacia su amigo y tomando un sorbo de cerveza previo gesto de brindis hacia él.

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02/09/2007, 22:29
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Animado por la confianza de Ignacio prosigo - Me envian a Cádiz, me han dado el mando de un buque de guerra y navegaré a las Indias en una o dos semanas. - comento en un tono de confidencia - Es por lo de la Española.

La isla que había caído en manos de renegados y que era un lindo botín para corsarios y piratas, que podrían usarlo como fondeadero para saquear sin problemas la ruta que hacía el oro del Rey y de España.

Creo que... - meditó sus palabras y luego habló con el tono honesto y franco que le caracterizaba - ... podría conseguirte un puesto de cocinero a bordo de mi nave, pero no estoy seguro de que es lo que quisieras. La vida en el mar es siempre arriesgado.

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02/09/2007, 22:31
Juan Diego de Almagro y Arias

Aprovechando que todos los alumnos han desaparecido me estiro un poco la chaqueta, compruebo que todo esta en su sitio y camino hacia Don Rodrigo.
Al llegar junto a el me quito el sombrero, mientras me inclino a modo de saludo.

Permitame en primer lugar felicitarle por su victoria, capitán Don Rodrigo. Ha sido un buen combate, además de una dura lección que todo futuro oficial debería aprender.

Soy el alferez Don Juan Diego de Almagro y Arias, oficial de artilleria.He sido puesto bajo su mando por orden de su Excelencia el Conde de Grazalema, Almirante de Su Majestad el Rey.

Como pude leer en la orden, debemos embarcarnos en la fragata Arcangel, de lo cual deduzco que las cosas no deben ir muy bien si ha vuelto a entrar en servicio un barco tan viejo.Si bien es cierto que es un barco bastante temido, he escuchado bastantes historias sobre el durante los cinco años que estuve en América, no creo que sea capaz de volver a cruzar el oceano.
Además, habrá que instruir a la tripulación.¿Ha visto ya al resto de oficiales?

Mi capitán, parece ser que se ha producido un levantamiento en La Española,¿es posible que guarde algún tipo de relación con la vuelta del Arcangel?

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02/09/2007, 23:07
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

Ignacio sonríe irónicamente -La Mar- levanta su dedo indice señalando una marina que cuelga de la pared al fondo tras el mostrador-¿sabes una cosa? Mi padre fue pescador.Pasaba semanas enteras lejos del calor del hogar; aún recuerdo el olor a salitre despredenderse de su gabán al levantar los brazos para abrazar a mi madre cuando cruzaba el umbral de la puerta, seguidamente le entregaba un saquete con monedas acompañadas de una sarta de maldiciones por la mala fortuna en la pesca reflejada en el leve tintineo de las monedas al rodar por la mesa. Me decía a mi mismo que nunca trabajaría en algo tan ... ¡Qué injusto era! Trabajar hasta dolerte las uñas para tan poca recompensa. -Volviendo la mirada a su interlocutor añade -Pero lo que me ofreces es cosa distinta. No tengo a nadie y nada dejo aquí en tierra que no sean cenizas...¡Acepto encantado tu propuesta Don Rodrigo! -y con los ojos acuosos de la emoción, se levanta de su silla y con la jarra en alza, grita :¡Sea así entonces! ¡Iré con vos donde el destino quiera que vaya! ¡Brindo por vos, Don Rodrigo y que el viento se lleve las cenizas lejos, muy lejos del mar!

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02/09/2007, 23:21
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Gracias - le estrecha la mano - Venía de ver a un viejo amigo cuando pasó todo esto - con un pañuelo me limpio el sudor de la frente - hace años que no me bato con un pisaverde, ultimamente suelen darse cuenta con quien se meten... y no lo lamento, espero que le sirva para ser mejor persona en el futuro.

Un placer. - le respondo cortés - Así es, y... - antes de poder responderle a cada pregunta, don Juan se adelanta y hace otra pregunta.

Hago un gesto con las manos intentando detenerle - por favor, no se atropelle... - sonrío - le invito a una copa. - y me encamino afuera tras recoger mis cosas, un sombrero de ala ancha, guantes y cinto con la vaina de mi espada y una capa.

Notas de juego

No marques a Don Lope. Al resto sí.

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02/09/2007, 23:22
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

-Mi familia esta lejos capitán... pero en todo caso aprovecharé los días, quizá para ir de caza...¿Le gusta la caza señor?-

Su sonrisa oscila entre la guasa y la perversidad.

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03/09/2007, 04:43
Juan Diego de Almagro y Arias

Disculpadme Don Rodrigo, hace poco que he desembarcado.El trato continuo con los subalternos, la tensión y los combates hacen que uno pierda los modales.Será para mi un honor acompañarle.

Tras acompañar al capitan mientras recogía sus enseres salimos de la academia mientras anochecía y comenzaba a soplar una fresca brisa proviniente del mar.Nos dirigimos al mesón La Goleta, próximo al puerto, pero en una zona algo más tranquila.

Tal como estan las cosas parece ser que se avecina una nueva guerra, ¿no cree, mi capitan?-le comenté poco antes de llegar al mesón.

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03/09/2007, 10:27
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Puedes llamarme Rodrigo, aun no estamos de servicio ninguno de los dos. Y menos en una taberna. - comenta mientras entramos.

Se dirige a una mesa redonda situada en una zona alejada, en un rincón. Tras pedir una jarra de buen vino y un par de vasos continúa, en voz baja.

Es una guerra... pero solo contra el corso y la piratería. Pero será mas complicada y duradera que si fuera una guerra contra cualesquier nación que se nos opusiera, pues tales enemigos son esquivos y discretos.

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03/09/2007, 10:33
Don Rodrigo Castellano Villalobos

No esperaba menos de tí, pero no estaba seguro de que quisieras embarcarte, sin un rumbo fijo y siempre pendiente de los vientos, las mareas y navegando cautelosos por las procelosas aguas en busca de piratas y corsarios... - echa un nuevo trago remojando el gaznate.

Entoncés viajaras conmigo a Cádiz. - afirma - no te preocupes por el transporte, ya me ocuparé yo - sentencia tajante.

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03/09/2007, 18:48
Juan Diego de Almagro y Arias

Comprendo, mi... ,Rodrigo.Entonces nos embarcamos en El Arcángel, ¿ha comprobado como van las reparaciones?