Partida Rol por web

Gracias, dulce dama. Te dice con una sonrisa mientras se enjuga las lágrimas con su brazo.

Elisabeth asiente, dibujando una sonrisa entre sincera y avergonzada en el rostro y echa a caminar pasando junto a María. Intenta disimular el rubor de sus mejillas cuando habla con la morena.

María, ¿os importaría ayudar a... Es entonces cuando se da cuenta de que no conoce el nombre de ninguno de los dos. Mira de reojo a Charles y luego vuelve a dirigir su mirada a la gitana. ... a este joven caballero? Ambas sabemos que tus manos son milagrosas cuando se trata de golpes y heridas...

Termina diciendo, aún cargando parte del peso del inconsciente Peter sobre sus hombros.

Parecía algo ausente, las palabras de elisabeth me sacaron de mis pensamientos
- ¿milagrosas? todo lo contrario - responde
- pero claro, no me importa ayudar - digo caminando junto a charles, peter y elisabeth
- que pasaría para que markus se comportase así - suspiro y miro a charles curiosa

El pirata avanzó unos pasos hacia el fondo de la caseta, dejando a su espalda a Mery y permaneció en silencio durante unos segundos.

Capitana, ataqué a Peter por encontrarse en el peor lugar y en el peor momento que podía haberlo hecho. Comenzó Raven, todavía de espaldas en el fondo del cuarto y con un tono plano carente de sentimiento.
Se cruzó en mi camino cuando la rabia me invadía por vuestra reacción ante mis palabras, con esa estúpida sonrisa que desde tanto tiempo llevo teniendo que aguantar.

La pelea se sucedió sin armas por ninguna de las dos partes, y el resultado ya lo habeis podido comprobar. Por suerte para él, y posiblemente para mí, conseguí reprimir las ganas de matarlo. Conforme el pirata proseguía con su explicación, había comenzado a desabrocharse la chaqueta, y conforme terminaba la frase terminó por despojarse completamente de ella, arrojándola a un lado y tensando los músculos de su espalda.

Mery... Capitana, aceptaré cualquier decisión o castigo que tomeis hacia mi. Hizo una pequeña pausa, como si le costase continuar con lo que iba a decir a continuación. Si... Siento lo ocurrido por la manera en que haya podido afectaros, Capitana.

Tras concluir, el chico quedó de espaldas a ella, a la espera del chasquear que casi con total seguridad gritaría el látigo en manos de Mery.

La capitana le miraba, vacía. Soltó el látigo de al lado de su cadera, y lo hizo crujir en su mano.

Bien pues... y con rabia lanzó el látigo contra la pared que Markus estaba mirando. ...si deseas eso, sírvete tú mismo. Yo no estoy dispuesta a ello. Simplemente...No terminó la frase, puso sus manos sobre sus caderas.

¿Rabia? ¿Por como reaccioné a cómo me hablaste? ¿Puedo saber cómo debería de haber reaccionado? Aun así, no esperó ninguna respuesta. De todos modos, tansólo aclarar que esto no es ningún perdón...Se acercó a la puerta, con la mano encima del pomo. Cada golpe que recibió Peter también era un golpe contra mí.

Espero que ya estés más calmado...Markus

Sorprendido al no recibir los merecidos latigazos, Markus se acercó al látigo que Mery había arrojado y recogió su chaqueta.

Se quedó unos instantes mirándolo fijamente al tiempo que lo enrollaba y retorcía levemente. ¿Qué ocurrirá ahora, Capitana? Le espetó a Mery con una voz más humana. He perdido lo que más quería obtener antes de llegar a conseguirlo... ¿Perderé tambien mi oficio en vuestro barco?

Sin llegar a abrir la puerta, le miró.

Nunca pierdes nada del todo...Su mirada se vio oscurecida con el recuerdo de Will...Yo nunca he dicho que te echaría de mi barco. Tan sólo no quiero que subas al barco almenos esta noche, ya sea para reflexionar o simplemente para calmarte. Suspiró mirando el látigo en manos de Markus. No pienso usarlo contra tí. Del mismo modo, hacerlo sería dármelos a mi misma... No quiero verte herido... igual con las palabras. No siento ningun tipo de satisfacción hablándote desde la distancia... Le miró fijamente a los ojos.

Con tu perdón o sin él... agradezco tus palabras, Mery. Dijo Markus con media sonrisa en su rostro.

Dormiré en algun lugar del pueblo, por el momento creo que buscaré a Vargo y demás en algun lugar... seguro que ellos me calmarán.

Markus se acercó a ella y le tendió su látigo mirándola directamente a los ojos con una extraña expresión entre orgullo, arrepentimiento, alegría y agradecimiento.

...Te reservaré una habitación en la taberna, no me agrada la idea que duermas en cualquier rincón. Le dijo en tono algo serio.

Cogió el látigo, se lo volvió a atar a un lado de la cintura. Algo incómoda, sin saber qué hacer, se dispuso a salir de allí, en busca de Charles y Peter, para llevar el segundo con la ayuda del primero a que le viera un médico.

María y Elisabeth suben con Charles al barco que ha traído a Peter y depositan el cuerpo inconsciente del marinero sobre uno de los catres.

Mery sale de una de las casetas y ve como las chicas ayudan a Charles con el cuerpo, mientras suben por la pasarela del barco.

Markus está todavía dentro de la caseta, esperando que hacer. La capitana le ha prometido una habitación en la taberna, y todavía no sabe que va a hacer.

Miro el cuerpo, lo primero que hago es echar mano a su cuello para notar su pulso ... cierro los ojos tratando de contarlo sin cometer errores

Se acercó y miró a María. Creo que es mejor un médico, no creo que esté muerto, no moriría por algo así. Miró a Charles y luego a Peter. Suspiró, ¿cómo podía haber ocurrido eso? Respiró profundamente.

Por favor, id a buscar a alguien.

Markus salió de la caseta con paso firme cerrando la puerta de nuevo tras de sí. Su espada ya reposaba en la extraña vaina junto a su cintura.
Caminaba con los puños cerrados y la misma fría expresión en el rostro que traía desde hacía un rato. No obstante, parecía menos tenso.

Mientras caminaba hacia la salida del puerto, el chico no desvió su mirada del frente más que un breve instante para ver la situación de Maria, Elisabeth y Mery en el barco de Peter, sin poder evitar una sentimiento de satisfacción para sus adentros al recordar el rostro ensangrentado del último.

Las cosas suceden por que suceden.

Nada es coincidencia.

María y Elisabeth, junto con Charles y Mery, logran recomponer un poco el cuerpo maltrecho de Peter, el cual ahora descansa tranquilo sobre una de las hamacas. Charles dice que se quedará con él y que ahora prefiere estar solo, por lo que las tres chicas del Berenice salen del barco, donde se topan con Markus, que camina sin rumbo fijo por el muelle.

El grupo se junta cerca de la pasarela del Berenice, la tensión se palpa en el ambiente, mientras que en ese momento, el otro grupo de personas, los que faltaban, pasan dando voces por el comienzo del muelle.

Ambos grupos se miran...

Con rapidez, volvemos a los muelles y pese a la gravedad de la situación, me deleito por unos instantes al contemplar la silueta de nuestro navío iluminada por la pálida luz de la Luna.
Pero no podemos perder demasiado tiempo.
Por tanto, me encamino hacia la pasarela del Berenice y no tardo en subir a cubierta. Y ya en ella, miro a nuestros compañeros y digo.
Traemos malas noticias. Crow, nuestro navegante y Carmen, que se nos unió en la taberna, han sido capturados.
Y todo parece indicar, que hay un Bokkor, un maestro en vudu, detrás de esto. Venimos a prepararnos para la operacion de rescate.
Ahora, de nuevo aparece en mi rostro cierto tipo de sonrisa.
Y a aquellos que quieran unirse al grupo encargado de esta mision, les recomiendo que se vayan preparando. Los siervos de este hechicero, no son enemigos faciles.
Dicho esto, me hago a un lado aproximandome a la base del palo mayor, y, naturalmente, hago una comprobacion rutinaria de mis armas. Solo entonces, vuelvo a mirar a mis compañeros.
Sera mejor que no tardemos demasiado. Andamos escasos de tiempo. Aunque el doctor podrá guiarnos hasta el cementerio del lugar. Ese parece ser, la base de operaciones de este mal nacido.

Spade echa mano a un cuchillo de medianas dimensiones y a un rollo de cuerda antes de hablar.

- Es el sitio donde esos malnacidos suelen hacer de las suyas. Espero que podamos encontrarlo allí, o al menos alguna pista que nos indique su paradero. También buscamos al Capitán Necros, creemos que tiene que ver con las muertes de varias... señoritas.

Baja a cubierta y sube de nuevo con una lámpara sorda.

- Creo que eso es todo.

Con paso firme, echa a andar por la pasarela, dirección al cementerio.

No entiendo muy bien todo lo que sucede y me acerco a elisabeth ¿que pasara? la pregunto susurrandola

Bueno bueno bueno.. ¿aquién tenemos aquí? jeje.. - dice alegre dirigiéndose al nuevo grupito de piratas mientras sigue a de Vries hasta la cubierta del barco.. - tío, ¿necesitas algo?¿pólvora, por decir algo..? - le sonríe pícaro, tiene ganas de liarla parda.. se le ve en la cara.

Me acerco a vargo y tiro suavemente de su camisa para llamar su atención
- Vargo - digo casi en un susurro
- ¿que pasa? - pregunto algo confundida

Esperando la respuesta de Peter de Vries, hay algo que llama su atención, y és que la camiseta es tirada por alguien. Al girarse ve a Maria - ¡ah Cielo, eres tu! jeje - dice sorprendido y entonando una sonrisa.. - pues verás, la cosa es que estábamos persiguiendo a ese asesino del que ofrecen recompensa.. pero para nuestra sorpresa.. nos encontramos en su lugar a unos esqueletos que parecían.. ESTABAN - corrije - vivos.. - su cara va cambiando para serio, se le ha borrado la sonrisa. - cuando nos quisimos dar cuenta, Carmen y nuestro navegante Crow habían desaparecido..

Y bueno, nos disponemos a "rescatarlos".. dice el buen Doctos que sabe donde podrían estar esos hijos de.. - para un momento, observa la carita de Maria.. y contiene su ira - malandrines.. - suspira