Partida Rol por web

AHHHHH!!!

¡¡JaJaJaJaJaJa!! - Vargo se pone a remar con celeridad mientras ve pasar de un lado a otro los tiburones danzantes

El tiburón comienza a dar vueltas alrededor de los piratas, viendo que ahora es posible alcanzar a alguno.

Todos podéis ver como el tiburón os mira con sus ojillos negros, buscando una presa, buscando su comida.

Hasta que de repente lo ve...

El maestro artillero está en su punto de mira...

El tiburón se alza desde debajo del agua abriendo grandes sus fauces, cayendo con fuerza sobre el maestro armero Peter, cerrando sus mandibulas sobre su torso.

Todos véis como el Tiburon se hunde un poco con el cuerpo del marinero, mientras que el otro se acerca hasta vuestra posición, llamado por la sangre.

Menos un punto de vida, perdiendo sangre por la dentellada y asfixiandome al estar bajo el agua.
En fin. Tu eres el master. Si dices que sigo vivo, pues sigo vivo. Eso, no voy a discutirlo yo.
Je,je,je
Mucha suerte a los que vayan a tirar. Por la cuenta que me trae, claro. Je,je,je,je.

El Doctor, completamente absorto y agotado, rema sin cesar, ajeno a todo lo que le rodea. Hasta que ve la sangre en el agua. Mira alrededor y localiza al artillero, su mano desapareciendo en un remolino rojo.

Y salta de la cofa del vigía, nadando hacia el hombre, sin preocuparse de los escualos.

No me encontro lejos de Peter cuando es atacado por el escualo. En un primer momento, al ver al animal, y como se desenvuelve en el que es su medio, el pánico es generalizado y todos intentamos ponernos fuera de su alcance, pero cuando el artillero es atacado, algunos acudimos en su ayuda, yo entre ellos. Desenvaino mi sable y me zambuyo debajo del agua para intentar ver mejor a mi escurridizo y rápido enemigo. Una vez allí el aerodinamico animal se dirije a mí a gran velocidad, pero en el último momento consigo apartarme lo justo y con un dificil movimiento hacerle un profundo corte.

El primer pensamiento que pasa por la joven inglesa al escuchar los gritos de los demás y darse cuenta de lo que pasa es el siguente...

Mientras se entretiene con él, los demás podremos llegar a la orilla.

Pero si alguna cualidad tiene la rubia, es la de ser racional. Suspira y desde la distancia, da media vuelta en el tablón en el que se encuentra con Carmen, saca dos de sus cuchillos y apunta al ojo y a las branquias del perfil visible del tiburón.

No nos engañemos... Elisabeth no tiene simpatia ninguna hacia el artillero. Han tenido sus roces y ella, personalmente, no lo considera ni compañero ni camarada. Pero si algo es cierto, es que ahora se dirigían a una isla desconocida... y mientras más fueran, más oportunidades tendrían de salir con vida de ella. Además, si algún día se encontraban con el malnacido pirata que se apoderó de sus posesiones, Peter serviría de algo en la batalla.

¡¡WTF!!¡El tiburón ha enganchado a un miembro de la tripulación pirata!

Vargo se arrodilla encima del cacho de madera que había encontrado por ahí, saca sus espadas.. y cual torero ensarta las mismas en el tiburón justo en el momento en el que pasa por delante.

Stan mira el Dantesco espectáculo con una mezcla de  asco y miedo.

-Hombre, a mi tampoco me caía tan bien...- dice girándose para mirar al doctor... pero se encuentra solo. El doctor ya está a mitad de camino entre él y el escualo.

-Oh, mierda...- viéndose solo considera que lo mejor es ayudar al holandés. Además si matan al tiburón se lo podrán comer... tenía bastante hambre.

Sacó el cuchillo de untar la mantequilla de su funda y lo miró con resignacion. Tampoco es que en aquella isla fuera a haber mantequilla... Y que demonios, si aquella mujer podía lanzar un cuchillo... ¡Él también!

Apuntó cerrando un ojo y mordiéndose la lengua y lanzó el cuchillo... este pasa muy cerca del doctor, para clavarse después en la dura piel del tiburón, que ya parecía más muerto que vivo.

Coraline, que había dejado de remar al oír el grito, se gira para ver qué había pasado.

Mierda.. Murmura. Si iba ella, no lo conseguiría, apenas podía defenderse y mantenerse a flote. Como si le hubiese leído la mente, el lobo empieza a nadar ladrando y enseñando los dientes en dirección al tiburón. Coraline, algo preocupada, observa la escena, apretando los puños.

Al tiburón le cae la del pulpo en pocos segundos...

Elisabeth le arroja dos cuchillos, que se clavan en su lomo en plan orejas, al mismo tiempo que Vargo y Rodrigo le dan de espadazos, haciéndole grandes cortes en su duro cuero. ( O lo que sea la piel de los escualos )

Acto seguido, Westen saca valor de donde no lo tiene, y sacando un cuchillo de huntar que siempre lleva encima, le ensarta un ojo al pobre tiburón, que ya comienza a abrir la boca del dolor... pero esto no ha terminado todavía...

El buen doctor comienza a nadar hacia el pirata herido y en ese momento, como un torpedo, el perro de la desconocida de nombre desconocido lo pasa por un lado, abriendo su boca bien grande y ladrando con todas sus fuerzas.

El perro le lanza una dentellada al escualo, el cual, gracias a todo el daño sufrido, deja el cuerpo casi sin vida de Peter a la deriva, el cual es cogido por un pie por el Doctor, que venía a ayudarle.

El otro tiburón, al ver que su amigo está muerto, se lanza sobre él y comienza a devorarlo con ganas, mientras que los marineros continúan nadando hasta la isla, llegando casi sin fuerzas a la playa.

Spade se sacudió la arena mientras echaba a caminar hacia la palmera.

- Damas y caballeros...

Spade mira los restos de Peter buscando refugio del sol bajo el cocotero. Distraidamente, lee la nota colgada del árbol, mientras el pirata se desangra.