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Plaga

[Capítulo 1] - Primera plaga

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22/05/2019, 17:52
+++ Director +++

Discusión o no, enfrentamiento o no, la puerta del local se abrió con violencia y un grupo de soldados uniformados entró al tropel. Eran dos pelotones completos, veintiocho hombres en total, uniformados y armados, aunque sus armas apuntaban al suelo y sus cuerpos en posición de firmes, mirando al frente. Llevaban boinas donde se podía ver la insignia del noble y temido comisariado de Nugratis. Una armadura similar a la de caparazón protegía sus cuerpos y los rostros iban ocultos en máscaras completas; parecían autómatas a juzgar por sus movimientos.

Los líderes del grupo no tardaron en darse a conocer y, mientras el barman se hacía cada vez más pequeño, dos comisarios entraron con paso firme. El primero tenía un rostro completamente anodino, bigotillo bien perfilado y una mirada de total y absoluta superioridad. El otro, el que entró justo después, era un hombre entrado en años que lucía con orgullo unas horribles cicatrices que le desfiguraban el rostro y lo habían cegado de un ojo. De pelo cano y con porte nobiliar se quedó mirando con expresión de asco a todos los allí presentes; ni se molestó en hablar.

 ¡TODO EL MUNDO FUERA DE ESTE LOCAL EN ESTE PRECISO MOMENTO! - vociferó con estentórea voz, algo que iba en total contrapunto con su forma física, que, era buena, pero no le pegaba con la potencia de su voz - ¡SEGÚN LA ORDEN 2 3 ALFA EMITIDA HACE CINCUENTA MINUTOS! ¡TODOS LOS LOCALES DE ESTE TIPO SE CLAUSURAN DE MANERA INDEFINIDA! - aquella orden arrancó quejas de muchos de los soldados que allí se encontraban, especialmente de los perros, pues los dragones se mantenían en ominoso silencio ante la autoridad que encarnaban aquellas figuras.

El que llevó la voz cantante pero que seguramente era el de menor rango hizo dos gestos con su enguantada mano derecha y los soldados obedecieron. Con paso veloz fueron desalojando a los más reticentes pero un par de ellos se separaron y tiraron al suelo los emblemas de los regimientos Droverianos. Aquello sin duda fue una afrenta donde los Dragones se tensaron pero los perros, más indisciplinados, se abalanzaron contra varios de los soldados del comisariado. Fue un forcejeo acompañado de gritos e improperios que se acabó con rapidez. Narices rotas, dos detenidos y el orgullo herido por completo.

Sin embargo, un tercer hombre atravesó el umbral empujando con el hombro al que había gritado la orden. Todos lo reconocieron en el acto, era el comisario Droveriano Lemuel, vistiendo su impecable uniforme con la gorra bien calada y una cara de pocos amigos.

 ¡USTEDES! ¡SUELTEN A ESOS HOMBRES DE INMEADIATO! - gritó, con una voz no tan poderosa como la del otro, pero sin duda con mucha mayor autoridad. Los soldados dudaron pero no los liberaron. El comisario canoso de Nugratis enarcó una ceja, pero Lemuel no se achaparró y se encaró con ellos - Me da igual que esta sea su ciudad, su cuartel y su puto planeta - el desprecio que sentía por los de aquel mundo colmena no era nada disimulado - pero una cosa es ejecutar las ordenes que decidan y otra es humillar a estos hombres. Les recuerdo que mis hombres, son mi responsabilidad, ustedes preocupense de los suyos ¿nos entendemos? - sin duda las ordenanzas estaban claras, y aquellos nobles integrantes del comisariado de Nugratis intentaron aprovecharse de su poder y desprecio por los extramundanos.

El canoso, de mayor altura que Lemuel puso una mano en el hombro de su ayudante para calmarlo y luego para echarlo para atrás a la vez que lo sobrepasaba.

 Sus hombres, mi base - dijo con voz peligrosa, de esa que invitaba a pensar que lo mejor sería no buscarse problemas con aquel comisario, muchos de los perros se acobardaron nada más oírle. Lemuel no - será mejor que se busquen otro sitio donde ahogar sus penas y llorar a sus muertos Comisario Lemuel, pero no se preocupe - hizo un gesto con la cabeza y liberaron a los dos detenidos - por hoy haré la vista gorda por la agresión de sus hombres, pero recuerde bien, estaremos encima de usted y de su chusma - casi escupió al pronunciar aquella palabra. 

Lejos de dar tiempo a replica, se giraron sobre sus talones y se marcharon tan rápido como vinieron.

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22/05/2019, 18:21
Comisario Lemuel

El comisario se quedó con la palabras en la garganta que lo ahogaron por momentos hasta que se giró cabreado - usted y usted recojan los estandartes, vosotros - señaló a los detenidos y heridos - en mis dependencias en veinte minutos, prepárense para castigo físico - no demostró emoción alguna en su voz, solamente uno notaba que estaba realmente enfadado por la tensión que emanaba de su cuerpo. En cuanto despachó a los perros se acercó hacía el Sargento Karl y su maltrecha unidad.

Lemuel observó a los inconscientes con vergüenza - lleven a los inconscientes al barracón médico - apretó la mandíbula y contó hasta tres en su mente - larguense de mi vista, menuda idea de mierda tuvo - verbalizo aquellos pensamientos pero no se quedó ahí - la próxima vez sean más inteligentes y no beban nada de esta mierda de sitio y se harán un favor, porque de lo contrario no crean que titubeare para amonestarles. Vayánse a dormir la puta mona a sus camastros, todos los pases quedan anulados, el regimiento esta en alerta - puso los brazos en jarra - ¡MUEVANSE! - gritó al final al ver que nadie se movía.

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23/05/2019, 18:51
Karl Tannhäuser

Karl se puso tenso al observar la escena entre la especialista en armas pesadas y el medicae, pero decidió no intervenir, dejando que liberaran tensiones, además, tenían que conocerse y eso no podría darse si él estaba constantemente encima.

Por suerte, la cosa no pasó a mayores gracias a la oportuna intervención del segundo del medicae y Karl asintió satisfecho.

Poco le duró la alegría. La puerta se abrió con violencia y un grupo de soldados uniformados y muy bien equipados entró, cual autómatas, cogiendo posiciones para cubrir la entrada de alguien. Entraron tres personalidades de aquel mundo, y el espectáculo que siguió hizo hervir la sangre del Sargento, aunque se abstuvo de realizar ningún comentario porque aquellos tres lo mínimo que le harían sería enviarlo a las minas más lejanas a picar piedra.
 

Cuando vio entrar al Comisario de su regimiento y le vio defender a sus hombres con tanta pasión, no pudo sino sentir cierta simpatía hacia él. Aquel hombre podría ser un hijodeputa como la mayoría de comisarios, pero era su hijodeputa, y con esa idea en mente el Sargento se posicionó detrás del comisario mirando desafiante al resto de soldados, dando la idea acertada de que él estaba de parte del Comisario Lemuel, pasara lo que pasase allí. Si su comisario captaba el mensaje o no era irrelevante, él haría lo que tuviera que hacer.

Los mundanos decidieron irse y dejar pasar la ocasión, pero el insulto al regimiento había quedado patente, y el Sargento se apuntó sus nombres y caras y juró que se la devolvería de alguna forma.

Cuando se quedaron solos, el Comisario se volvió y todo regresó a la normalidad. Ante sus órdenes, sólo quedaba una respuesta.

- ¡SEÑOR, SI SEÑOR! - dijo alto, fuerte y claro. - ¡YA LE HABÉIS OIDO, RECOGED Y MARCHAD! - dijo en voz alta, ayudando al resto a llevar a los caidos a la enfermería.

Notas de juego

Post Editado, DM.

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25/05/2019, 13:49
Ibn Sina

Era increíble lo rápido que podían cambiar las cosas en un momento. En especial cuando los cretinos del comisariado local entraban en acción. Peleas, insultos, afrentas que en otra época bien habrían valido un duelo en las dunas de sal... Por suerte Lemuel intervino y les dejó claras las cosas, aunque aquello no borró la mancha de ver caer las enseñas de Droveria, ni tampoco disipó la enrarecida atmósfera. 

Ellos se convirtieron en el siguiente objetivo de la ira comisarial, lo que hizo que se cuadrara de inmediato y saludara, asintiendo ante aquellas órdenes.

-Sí, señor, ahora mismo-replicó, recuperando su pistola de la mesa y reanudando la tarea de evacuar al condenado Petrov. Al que iba a poner a cavar letrinas hasta que Nugratis oliera a rosas, si de él dependía. 

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25/05/2019, 17:55
Darya Gólubev

Darya alzó una ceja con una mezcla de vergüenza ajena y sorpresa al presenciar el espectáculo que había armado su compatriota, Vera Kozlova, con el licor y el medicae.

- Poco futuro te veo, Vera. - Pensó la mujer - Poco futuro te veo por estos lares si continúas con esta clase de comportamiento. Aunque quizá sea lo que buscas con esta clase de estupideces.

Afortunadamente, el otro medicae solucionó la situación y se dispusieron a continuar retirando a los presentes de allí, pero antes de que diesen el primer paso, la puerta se abrió empezó el caos. Las cosas se habrían complicado mucho más si no fuese porque el Comisario de su regimiento intervino y, de algún modo, consiguió que se "calmasen" los ánimos.

Gólubev escuchó las palabras de su sargento a las cuales siguieron las del medicae.

- ¡Señor, sí, señor! - Exclamó.

Y se puso en marcha.

 


 

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25/05/2019, 18:36
Ulrich Morgenstern

Esperó a que las pastillas le fueran haciendo efecto antes de atreverse a moverse de la mesa. En su caso el efecto de la bebida no era de los más graves pero aun así prefirió serenarse todo lo posible antes que tratar de intentar intervenir en la discusión que se estaba formando a su alrededor. Con aquél único trago ya había tenido más que bastante, pero al menos ahora tenía bien claro que no probaría nada que no aprobara antes el medicae.

De repente la puerta del local se abrió y empezó a entrar una tromba de soldados del comisariado local liderados por dos comisarios propiamente dichos, con aspecto de tener ganas de gresca. Enseguida uno de ellos se puso a gritar algo sobre una ordenanza o lo que fuera para luego decir que tenían que cerrar el sitio y que, por ende, tenían que marcharse. Las quejas de los drovelianos no tardaron en alzarse. A pesar de que en aquél bar solo se podía elegir entre agua y matarratas, era uno de los pocos donde podían a acudir para reunirse fuera del sobrio cuartel donde los tenían casi recluidos.

Los comisarios no estaban por la labor de escuchar alegaciones y ordenaron a sus hombres que los fueran echando de allí, por las malas si era preciso. Obviamente, aquello no podía acabar bien. Al caer los estandartes de los regimientos al suelo, la cosa escaló rápidamente. La pelea no duró demasiado, pero dio lugar a nuevos problemas cuando el par de alborotadores fueron hechos presos.

Por suerte, la intervención del comisario Lemuel evitó que el problema fuera a mayores. Tras una breve negociación entre el de los drovelianos y los nugratianos, estos acabaron por marcharse. Lemuel se dirigió hacia ellos para echarles la reprimenda de rigor, y bien merecida que se la tenían. Ante su orden y la del sargento Tannhäuser, Ulrich se puso en marcha junto al resto, todavía moviéndose de manera algo pesada.

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26/05/2019, 20:41
Safwan Assad

Apenas había llegado a la puerta del local cuando las tropas de la base entraron en tromba, seguidos por comisarios imperiales, estaba claro que terminaría habiendo problemas. En unos segundos parte de nuestra compañía y las tropas de la base se enzarzaron a golpes, unos golpes con toda la razón del mundo pero los comisarios sabían bien lo que hacían y buscaban esa reyerta, buscaban la exigua sangre de nuestro pueblo para derramarla. - La madre... Cierro la boca al ver entrar a nuestro comisario antes de que la sangre llegue al río, esta era una pelea de regimientos y así debería tomarse, pero estaba claro que no éramos bienvenidos en este mundo. 

Tras la discusión entre comisarios, la sala se queda sumida en un tenso silencio, ya sabíamos lo que esperaban las tropas del planeta de nosotros, que pereciésemos o desapareciésemos, mismo las daba. El comisario ladra unas ordenes que no dejan sombra de duda, en general no tardamos en cuadrarnos y recogernos como se nos ha pedido, la cuerda se había tensado lo suficiente durante esta noche. 

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29/05/2019, 17:51
Grigory Záitsev

Grigory tuvo que apartarse rápido cuando iba a salir de ese lugar y entraron en tropel esas tropas. Se quedó quieto como una estatua mirando todo lo que ocurría sin mostrar ningún tipo de emoción, pero una parte interna suya se alteró cuando tiraron los símbolos de su antigua patria al suelo, despreciándole a él y a todos los que llevaban dichos símbolos y no pudo evitar sentir algo.

Un sonido mecánico surgió de su vocalizador cuando suspiró desganado. Todo ese numerito no servía nada más que para intentar demostrar un poder, y si alguien necesitaba demostrar el poder ante un regimiento desmadejado y desmoralizado es que era muy pero que muy penoso, pero por supuesto Grigory guardó esos pensamientos en su cabeza y no los dijo en voz alta.

Asintó a las palabras del comisario y procedió con el plan que tenía, ir a los talleres a ver como estaba Cha-Cha para ponerla a punto. Las órdenes habían sido encamar a los borrachos y, como él no había bebido y no necesitaba un pase para ir a realizar sus tareas, se puso en marcha sin esperar a nadie más.

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29/05/2019, 17:55
+++ Director +++

El traslado al barracon fue con la noche ya entrada, la iluminación era escasa y una ligera llovizna dominaba el lugar. Los soldados allí desplegados, los de las FDP se movían con velocidad de un lado para otro siguiendo las ordenes de sus sargentos y oficiales, mientras los comisarios que acababan de clausurar el local se metían en su limusina y abandonaban el lugar a buen ritmo; sin duda algo debía estar aconteciendo y los Droverianos no se enterarían hasta el día siguiente, Lemuel había sido claro y si de algo se podría jactar un dragón, era de que lo se decía, se cumplía a rajatabla.

Los inconscientes fueron evacuados por una serie de vehículos con ruedas de pequeño tamaño y aliviaron a los conscientes de la pesada carga de varios pesos muertos. Al llegar a las instalaciones destinadas a alojar a los Droverianos, varios centinelas se cuadraron y dejaron pasar al resto, que, a juzgar por el flujo de soldados, no fueron los únicos en ser acuartelados con las nuevas.

Dentro del edificio, uno estándar, sin nada que fuera digno de mención, los oficiales iban moviendo a las escuadras a sus camastros bajo la atenta mirada del inquisidor y su guardia personal, unos storm troopers inquisitoriales, con sus armaduras borgoña y sus armas preparadas, siempre listos para entrar en combate a la mínima orden dada por el inquisidor. No hubo lugar a preguntas, las ordenes eran claras y las capitanas lo corroboraron dando voces a todo aquel que parecía dar dos vueltas de más.

A la mañana siguiente, con el toque del alba y tras la oración correspondiente del primer servicio, todos los soldados fueron congregados en un pequeño anfiteatro anexo al edificio. Allí, en lo que sería el escenario se encontraba la plana mayor del regimiento, Haydn, Lemuel y su ayudante Markus, las capitanas Sigga y Nott, en cambio, el inquisidor Khalid Orr no se le veía a simple vista, no hasta que uno se fijara un poco. Quien secuestró el regimiento se encontraba en lo alto, por encima del escenario en una balaustrada de piedra, con su imperturbable rostro observando con desdén la escena y su escolta.

Cuando la mayoría de los asientos fueron ocupados por todos los dragones supervivientes, Haydn se aclaró la garganta y gracias a la ayuda de varios vocoemisores que fueron alzados en vuelo por unas cadenas asidas por los rechonchos bracitos de varios querubines. El olor a incienso asaltó las fosas nasales de todos y Haydn comenzó a hablar.

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29/05/2019, 17:56
Comandante Haydn

Bien, seré breve porque no hay mucho que decir - tanto en el tono de su voz como en los gestos que iba haciendo revelaban que el comandante no estaba de buen humor - no se si alguno ha escuchado los rumores, pero la escasez de alimento que sufre la colmena es cierta. Las revueltas se van y vienen dando a lo largo de estos meses, pero ahora su virulencia se ha incrementado. No se estima que sean provocadas por problemas graves o ajenos a este mundo, pero lo que si sabemos es que están organizados y han asaltado numerosos puestos avanzados de los arbitres, con lo cual, están armados - torció el gesto y suspiró con fuerza - Debido a que los arbitres se han visto superados, el ilustre Gobernador y los sagrados Ordos han solicitado el apoyo de todas las fuerzas militares aquí destinadas, lo que nos incluye - hizo un gesto y Nott accionó un cuadro de mandos y la imagen holográfica de un plano de la aguja surgió, donde se podían ver una larga franja de color rojo y muchos puntos verdes, sin duda lo rojo indicaba la linea "enemiga" y los puntos verdes las zonas de despliegue - los focos de violencia se encuentran en el subnivel dos y cuatro, dentro de la aguja, los distritos externos se mantienen en paz. Sus placas de datos acaban de ser actualizadas con los destinos de cada escuadra, por lo que tienen diez minutos para preguntas y otros diez para salir pitando de aquí - parecía que había terminado, pero la insidiosa tos del inquisidor resonó por todo el lugar y Haydn se  tensó - Se autoriza el uso de la fuerza letal.

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29/05/2019, 18:04
Inquisidor Khalid Orr

De pronto la imagen cambió y apareció el rostro de una mujer, de aspecto peligroso, realmente hasta podría pasar por una hereje cualquiera.

Cuando todos esperaron la voz de Haydn, la que resonó fue la de Khalid Orr, una voz pegajosa, vieja y cansada, una voz aburrida que dejaba escapar una autoridad y un desdén supinos - Esa mujer que ven carece de nombre, pero es quien lidera la revuelta, la cabeza de la serpiente. No se tiene información de su paradero, pero se encontrará por la zona. Quienes la encuentren, deberán apresarla de inmediato, su prioridad es máxima - y tan pronto como intervino, paró. De manera casi imperceptible, Khalid tuvo un ataque de sus tics y el ojo derecho parpadeó varias veces y de manera sincopada y se llevó un pañuelo a la comisura de sus labios para limpiarse un hilillo de baba; se rumoreaba que eran las secuelas de su santificación como psíquico.

El reloj corría y las preguntas que pudieran hacerse debían empezar ahora.

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31/05/2019, 18:09
Karl Tannhäuser

El traslado fue rápido y eficiente, como debía ser para un regimiento como el de los Dragones Droverianos. Pronto estuvieron ubicados y asignados en su nuevo hogar provisional, y pudieron descansar hasta el día siguiente, rumiando por lo que había sucedido en la cantina. Al día siguiente, tras el obligatorio rezo al Sagrado Dios Emperador, fueron conducidos hasta un edificio anexo que resultó ser un teatro o algo similar, y allí, en el escenario, se encontraba la plana mayor.

Mirando alrededor, pudo ver al Inquisidor Khalid Orr, el odiado, como contemplaba con desdén la escena desde arriba. Sus mandíbulas se apretaron al recordar cómo había dado la orden para aniquilar su mundo y cómo se había apropiado de los restos de los supervivientes, tratándolos casi como escorias.

Pronto en Comandante Hadyn comenzó a explicar porqué les habían convocado, parecía que al final sí que iban a tener algo que hacer y, curiosamente, tenía que ver con lo que les había advertido el Barman de aquel lugar mugriento, la escasez de comida y los ataques. Una foto de una mujer, seguida de instrucciones para capturarla, cerró el briefing. 

Tocaba el turno de preguntas. Las premisas estaban claras, acudir a los puntos asignados y reducir con fuerza letal a los insurgentes. Y si aparecía la cabecilla, atraparla con vida para que fuera interrogada. Se levantó y alzó la mano para pedir la vez, en cuanto le señalaron para hablar, su voz noble y profunda resonó por la sala que permanecía en silencio - Señor, causalmente uno de los lugareños nos estuvo hablando sobre éste tema. Al parecer, éste problema viene de largo, pero dicen que en ésta ocasion las granjas de hongos de las cuevas no han ido todo lo bien que deberían, hay rumores de un fallo en los colectores de humedad, señor. Solicito que el objetivo de mi escuadra sea investigar ésta información, al ser nosotros los que la hemos descubierto, señor. 

No era una pregunta, más bien una solicitud de cambio de destino. Sinceramente, no se le ocurría ninguna pregunta relevante. Tenían órdenes claras y concisas. Ir, matar a quien se revelara o a quien tuviera armas o equipo de los Arbites, y si veían a la líder rebelde, atraparla. Dado que no les habían indicado lo contrario, él entendía que viva, pues obviamente tenían que interrogarla.

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01/06/2019, 20:00
Comandante Haydn

El comandante esbozó una sonrisa y una mirada cómplice con Lemuel, el cual asintió con seriedad - Denegado - dijo con sencillez, pero prosiguió tras aclararse la garganta - Alabo su iniciativa Sargento Tannhäuser, pero como ha visto, la prioridad es otra y las ordenes están claras, si dejamos un hueco abierto, podrían colarse por ese lugar y terminar por rodear a otras unidades destinadas, somos pocos para  tanto terreno, no olviden que es terreno urbano - explicó con seriedad pero de buen tono, la iniciativa de Karl lo había sorprendido a la par que agradado. El inquisidor no compartía esa impresión a juzgar por su expresión facial. 

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01/06/2019, 23:09
Safwan Assad

Aun con las pastilla que el bueno de Ibn nos había suministrado a todos, el dolor de cabeza era lo que mas me molestaba de la "juerga" de la noche anterior. De por si, esto se hubiese pasado tranquilamente mientras revisaba el chimera del regimiento, pero habían decidido ponernos en marcha y estábamos todos llamados a una reunión formativa. Aun que ya sabíamos lo de la escasez de alimentos por las habladurías del tabernero, las palabras de nuestros comandantes nos dan la información que nos faltaba, podíamos estar en una revuelta en ciernes.

Parece que ya tenemos una misión, al menos ne tendremos tiempo de probar mas productos locales.

En cuanto nos diesen la orden, tendría que pedir mas combustible para nuestra máquina, no sabía cuanto estaríamos sin abastecimiento una vez nos metiésemos en faena. 

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02/06/2019, 00:47
Karl Tannhäuser

De pie y en posición de descanso pero con ambas manos a la espalda y bien recto, escuchó a su superior. - Entendido Señor. Gracias Señor. Sí Señor. - dijo, dejando que un tono claro de respeto se escuchara en su voz, a la par que de agradecimiento por sus palabras. Tras la respuesta de su comandante en jefe, no tenía nada que preguntar. Las órdenes eran claras y el objetivo también. La única petición había sido denegada, así que tocaba cumplir las órdenes y punto. Se sentó de nuevo y prestó atención por si alguien más realizaba alguna pregunta interesante.

Obviamente, entendía que si su escuadra era reasignada, otra debía sustituirla para cubrir el hueco dejado, lo que no sabía era que no tenían suficientes hombres como para poder hacer eso, si lo hubiera sabido, no hubiera solicitado ser reasignado. Era lo malo de no tener un rango más alto, que no tenía acceso a la información útil. Almacenó ése dato en su mente y pensó en el gesto que había visto hacer al Comandante Haydn y la mirada que había intercambiado con el Comisario Lemuel. - ¿Qué tramarán esos dos? - rumió. No lo sabía y no podía saberlo, pero algo le dijo que al haber hecho ésa petición, o quizás al haber proporcionado un dato útil de inteligencia abiertamente y preocupándose por ello, había puesto a su escuadra y a él mismo en el punto de mira. Y no saberlo con certeza no le permitía adivinar si era bueno o malo. 

Al menos tuvo la satisfacción de ver el gesto contrariado del Inquisidor. - ¿No te ha gustado? Jódete cabrón. - pensó, mirando de soslayo al inquisidor. Al menos había conseguido tocarle las pelotas a aquel hijo de puta. 

Y se la repanpinflaba largamente caerle mal al de la gran I, aún siendo consciente de que a una sola orden del inquisidor estaría más que muerto. Él ya se consideraba muerto, así que lo único que le quedaba hasta expirar su último aliento era ver cumplido su sueño o al menos ayudar a que la cosa fuera encaminada. Todo era por quitarse de encima a aquel cabrón. 

Asintió al comentario de Assad, recuperando parte de su sonrisa sardónica. 

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03/06/2019, 13:14
Ibn Sina

Ibn no tenía nada que añadir a todo aquello. Los objetivos estaban claros, les gustasen o no, y el intento de su sargento por atajar lo que parecía ser parte del problema había sido denegado. Es decir, represión de civiles sí o sí. Tampoco es que le importara mucho, era el deber de esa gente mantenerse leales al Emperador, y si se rebelaban, se merecían lo que les pasase. Le importaban mucho más las posibilidades que se desplegaban ante ellos. 

"Más me vale asegurarme de llevar inyecciones para el tétanos y otras infecciones del estilo, las colmenas no son precisamente higiénicas... Y vete a saber con qué va armada la chusma..."

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03/06/2019, 13:24
Darya Gólubev

Darya no tenía mucho que opinar al respecto. Estaba de acuerdo con las órdenes que se les habían dado y no las desobedecería, pues era ése su cometido. Para eso la habían entrenado.

- Bastante he tenido ya cuando abrí la boca por Petrov. - Se dijo a sí misma la mujer. - Aunque yo misma no diría que no a otro vasito de licor, si la ocasión lo permitiese.

Gólubev memorizó el rostro de aquella a la que debían perseguir y se dispuso a recoger víveres. Si debía morir, que fuese por el Emperador, no por hambre.

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03/06/2019, 23:15
Ulrich Morgenstern

Tras lo sucedido en el bar, habían hecho caso al comisario Lemuel y se habían largado de allí como habían podido teniendo que llevar a los que habían quedado en peor estado a causa del alcohol. Al menos ahí habían acabado los problemas y habían podido descansar en los barracones sin percances... aunque habría preferido que la sesión informativa convocada aquella misma mañana hubiera sido aplazada al día siguiente, para tener la cabeza despejada.

El regimiento entero, o lo que quedaba de él, había sido convocado, así que debía de estar cociéndose algo bien gordo, pues no solo estaban allí los principales oficiales, sino incluso la odiada figura del Inquisidor que regía ahora sus destinos con su voluntad. Hadyn les puso rápidamente en situación, había estallado una revuelta a causa de la escasez de suministros y la cosa se estaba poniendo fea, lo bastante como para que tuvieran que intervenir ellos, con todos los juguetes cargados y listos. Observó fijamente el plano desplegado tratando de memorizarlo, no solía llevar la placa de datos encima y para ello confiaba más en sus compañeros y en su memoria, aunque sí se cuidó de aprenderse bien el rostro de aquella líder rebelde, a la que añadió la nota de "No freír."

Escuchó el comentario de Safwan, y le dio un golpecito amistoso en el hombro para llamar la atención del conductor de la escuadra — Eh, ya va siendo hora de que sean los locales los que prueben algún producto droveliano, ¿No? — dijo sonriente al tiempo que palmeaba el costado del rifle repetidor que reposaba en sus brazos.

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04/06/2019, 01:26
Vera Kozlova

“Bla bla bla revueltas bla bla bla están armados bla bla bla autoriza uso de fuerza letal” Eso, y la imagen de una muchacha. Querían que la apresasen. Ya. Eso sí se dejaba. De una manera u otra, iba a acabar siendo una mártir para los suyos. Salvo que fuese seguidora del Caos.  Con eso y el sitio donde tenía que apostarse, Vera tenía información de sobra. Solo pensó en que su cañón laser iba a ser de poca utilidad contra un puñado de muertos de hambre. Quizás podía jugar a ver cuántos podía desintegrar de un solo disparo.

El petardo del sargento se puso a solicitar que los mandasen a esto o lo otro. Cosas de técnicos, mecánicos y mechanicus. A Vera le resultó obvia la respuesta del comandante. Ellos estaban ahí para disparar cosas o para disuadir a esas cosas de disparar contra ellos. Quizás ambas.

Mhrpfe – Fue lo único que soltó como asentimiento ante sus órdenes.

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04/06/2019, 20:05
Fray Ollanius de Sanguiny

Del valor, la mejor parte era la discreción... y Claude siempre había sido un hombre tranquilo. Obedecer órdenes e integrarse con el resto, no destacando a la hora de dar un escarmiento a nadie, eran parte de sus cualidades.

"Militares y turbas"

No había que ser un genio para saber que "se autoriza el uso de la violencia" era un eufemismo en manos de los militares. Si en realidad todos los cuerpos estaban tan desbordados que ninguno de los Tres Estados Minoris podían realizar su labor, sólo la sangre corriendo por las calles de los descreídos, menesterosos y desesperados podría enjuagar toda aquella debacle. Sí, era triste cuando las cosas llegaban a ese extremo, pero más triste era cuando la plebe se entregaba a la heterodoxia y la rebeldía, materias que alimentaban la adoración del adversario, la herejía y el liberalismo.

"deberán apresarla de inmediato, su prioridad es máxima"

Miró a la mujer con disimulada ascosidad.

-¿Cómo de coherente y viva la preferiría su ilustrísima?

Preguntó. La fama de la Inquisición era clara, pero quería saber si sería necesario capturarla intacta... o con capturarla viva y no mentalmente incapaz bastaría. Siendo honestos, algo de ferrodiamante rápidamente oscilante en perfusión intravenosa, o simple puro y clásico fuego purificador harían mucho bien al caso.