Partida Rol por web

Plaga

[Capítulo 1] - Primera plaga

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13/05/2019, 16:40
Ibn Sina

Y allí estaba. Justo lo que iba a ocurrir, como ya había advertido, pero, ¿para qué hacer caso al médico? Con un suspiro, y una mirada de comprensión a su ayudante, se puso en pie lentamente. 

-Bienvenidos, damas y caballeros, al interesante viaje de la intoxicación etílica-empezó, mientras se inclinaba al lado de Petrov, al que tumbó de lado tras comprobar que no se hubiera abierto la cabeza en la caída-¿síntomas? Mareos, pérdida de visión, hipotermia, pérdida de conocimiento y por último, pero no menos importante, muerte-enumeró, con la misma preocupación que si hiciera la lista de la compra. Tras eso echó un vistazo a Omaima, valorando si moverla para finalmente dejarla en esa posición, repitiendo con los otros inconscientes el procedimiento que llevó a cabo con Petrov. 

-A partir de este momento, y hasta que salgan de esto en lo que se han metido, supongo que estoy al mando. Al menos, en lo concerniente a su salud. Tienen totalmente prohibido dormirse, y a cualquiera que vea cerrar los ojos hasta que yo indique le mantendré despierto, a bofetadas de ser preciso. Eso le incluye, padre, espero que sepa disculparme. Por supuesto, se les ha acabado el beber-añadió, pasando un dedo estirado delante de los ojos de Ulrich para comprobar su visión y seguimiento, chasqueando la lengua en signo de desaprobación-creo que incluso vamos a ser prudentes con el agua, no sea que se ahoguen. Y bueno, seguramente deberíamos pedir una evacuación para nuestros durmientes, y puede que un lavado de estómago. En especial dado que casi ninguno estamos en condiciones de llevarlos a pulso, y nuestro conductor corre el riesgo de no ser capaz de encajar la llave, mucho menos conducir-añadió el médico. 

-¿No tendrá unas mantas que pueda dejarnos por ahí?-preguntó acto seguido al barman, mientras recibía el bote y lo examinaba. Bueno, no era el principio activo que más le gustaba, pero iba a tener que valer-en fin, vayan abriendo boca, que esto va a saber a rayos-sentenció mientras iba sacando las pastillas, con cierta nota de placer en la voz. Al fin y al cabo, no le daba ninguna pena que tomaran aquello tras haberle desoído. 

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13/05/2019, 18:39
Grigory Záitsev

Grigory se había quedado quieto viendo como bebían sus compañeros esa sustancia tan poco vistosa, pero alzó su vaso para acompañar el brindis de sus compañeros antes de dejarlo en la mesa de nuevo. Un estertor se escapó del vocalizador del sacerdote de Marte, como si fuera una carcajada o un intento de, ante el comentario de Ulrich sobre que servían a la Inquisición.

-No creo que sirvamos a nadie más que de carne de cañón -apuntó Grigory. Señaló las palabras de Vera antes de devolver su atención a nada en particular.

Paseó la mirada ante los que caían inconscientes como moscas sin parar a darles un poco de importancia pues cada uno era mayorcito para saber que se metía en su cuerpo por voluntad propia. Aprovechó para escuchar los comentarios del barman antes de ladear ligeramente la cabeza ante las pastillas. Sabía que muchos de sus familiares y vecinos de las minas habían tomado algo parecido para aguantar las largas jornadas de trabajo a pico y pala.

-Yo podría llevar a un par de ellos -comentó Grigory a Ibn mientras movía ligeramente su servobrazo- aunque creo que sería mejor dejarles tirados ahí y que aprendieran la lección. En mi clan la disciplina o se aprende por las buenas o se aprende por las malas, y el que no sabe beber no debería de beber -se encogió de hombros mientras esperaba algún tipo de contestación por parte de sus compañeros.

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14/05/2019, 18:49
Karl Tannhäuser

El sargento miró uno a uno a cada fardo humano que cayó al suelo o de lado, sin mudar su media-sonrisa sarcástica. - Adverrtidos estaban, caballerros y señorritas.... - dejó caer, mirando de soslayo al médico y alzando su vaso de agua hacia él.

- Si hay algo que se aprrende rrápido, es a hacerrle caso a los consejos del medicae del grrupo. - añadió. 

La situación de la colmena era algo que al Sargento ni le iba ni le venía. Dentro de poco tendrían sus órdenes, en el próximo briefing al que tenía que acudir, y eso era lo importante. - Puede que nuestrra prróxima misión tenga algo que verr con eso o no, ya se verrá. -

Dejando el vaso de agua vacío en la mesa, se levantó y cogiendo sus cosas, se caló la gorra de oficial. - Señorr Sina, encárrguese de que los inconscientes se rrecuperen cuanto antes, el rresto, van a ayudarr a llevarr a los inconscientes al chimerra, y luego van a sudarr ésa cosa que se han metido en el cuerrpo, los quierro en forrma cuanto antes. Arrriba y en marrcha. - dijo, antes de dirigirse hacia la salida cogiendo por el brazo a uno de los inconscientes para ayudar a llevarlo hacia el vehículo.

Ya les había advertido, y como el Hermano del Mechanicus dijo, la disciplina debía entrar o por las buenas o por las malas.

 

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15/05/2019, 11:31
Ibn Sina

El sanitario abrió los ojos como platos al ver lo que empezaba a realizar el sargento, alzando los brazos para indicarle que se detuviera mientras alzaba la voz.

-¿¡Pero qué hace!? Eh... Señor. No se pueden mover como si fueran sacos de patatas, y menos tirando de un brazo. Lo único que va a conseguir así es una rotura o algo peor. No, si no contamos con camillas o personal en condiciones-y era evidente que el número de gente en condiciones era preocupantemente reducido-es mejor moverlos lo menos posible. Al menos, hasta que recuperen algún tipo de consciencia. 

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15/05/2019, 12:06
Darya Gólubev

Darya mira con horror al sargento y no puede evitar alzarle laz voz cuando ve que coge del brazo a Petrov.

- ¡¡¡Maldición!!! ¡¿Qué hace?! ¿Acaso es usted médico? - Brama con ira - Haga el favor de dejar a ese hombre en la silla. Cogiéndole de tan mala manera fácilmente podría partirle el brazo o el cuello. El médico se encargará de ellos, ¡Joder!

No es la única que reacciona de esa forma cuando el sargento coge por el brazo a una persona inconsciente, escucha las palabras del médico y resopla. Resopla liberando así la ira como puede.

- ¿Y este incompetente es nuestro sargento? - Piensa la mujer. - Estamos jodidos. Estamos muy jodidos.

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15/05/2019, 12:52
Ulrich Morgenstern

Ulrich no fue el único afectado por el brebaje ni mucho menos, casi la mitad de la escuadra empezó a experimentar síntomas parecidos, de mayor o menor gravedad según cada caso. Ibn Sina y su asistente iban alternando entre miradas furibundas y resignadas entre los que habían tomado el riesgo y ahora pagaban por ello, aunque algunos llegaron al punto de caer directamente inconscientes.

El barman debía de estar acostumbrado a ver aquello ya que no tardó en darle unas pastillas o algo al medicae de la escuadra, no pudo verlo bien, afectado como estaba por aquella extraña sensación de abotargamiento y la visión de túnel. Al menos pudo escuchar lo suficiente como para entender lo siguiente que dijo el hombre, con una explicación racional y satisfactoria para la escasez. En cualquier momento algo del compejo sistema podía venirse abajo por lo que fuera.

Procuró mantener los ojos abiertos todo lo posible ante la amenaza de somanta de palos de Sina. Por lo de no beber más no habría problema, tenía muy claro que no volvería a probar aquél mejunje por voluntad propia nunca más. Se tomó las pastillas sin agua, poniendo una cara repulsión a medida que estas le bajaban por la garganta dejando un regusto a grox muerto de hace tres días.

- Serviremos de lo que el Inquisidor nos ordene servir - respondió a Záitsev. No es que pudieran argumentar mucho en contra del rasgo de Khalid Orr. Ingonró los comentarios tanto del tecnosacerdote como del sargento, hablar era muy fácil cuando no se había tomado el riesgo. El caso de Karl tenía mayor delito pues era precisamente él el que los había incitado a hacerlo. Pero por el momento, era hora de salir de allí y llevar a los afectados a algún lugar donde pudieran recuperarse tranquilamente. El sargento trató de empezar a llevarse a Petrov de allí, pero el medicae lo detuvo ante la temeridad. Necesitarían toda la ayuda posible para trasladar en condiciones a tantos intoxicados, pero él se esperaría a que esas pastillas le hicieran efecto, o solo se convertiría en un estorbo más para el resto.

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15/05/2019, 15:22
Fray Ollanius de Sanguiny

El precio de tener que integrarse con el resto y soportar sus penurias era que a veces uno tenía que mezclar absoluto matarratas con su sangre. Su cuerpo estaba intentando protestar por el castigo al que le había sometido y su mente se rebelaba en darle los mandos y arrebatarle la eficiencia de sus sentidos. Diem perdidi, se resignó el padrecito, tratando de concentrarse en su lectura ignorando las charlas bienintencionadas de unos y de otros. Bendito sea el que no tiene elección pues tampoco habrá de cargar con la losa de la responsabilidad.

"creo que sería mejor dejarles tirados ahí y que aprendieran la lección"

-Lo que no está prohibido está permitido, padre Záitsev -le recordó, como si fuera algo que hubiera tenido que leer y no fuera una especie de cuasi-blasfemia su oficio- Serviremos como se nos exija que sirvamos con honor y gloria, y en cuanto a dejar a la gente... -resopló, dejando la lectura del libro (que le estaba costando y requería fruncir el ceño y concentrarse) para cerrarlo- Creo que ya dejamos bastantes atrás. Debemos usar la moneda del Emperador con mayor. Criterio. Ahora, padre.

No le gustaba el hecho de tener que pensar antes de hablar, cuando normalmente podía hacerlo de golpe y sin tener que esconderse en encomiendas de fingir reflexión ni cualquier otra cosa. Maldito veneno y maldita la necesidad de hacer lo que los demás hiciesen.

"Eso le incluye, padre, espero que sepa disculparme"

-Quedas disculpado, hijo mío -dijo mientras tomaba la hostia vitamínica entre sus manos haciendo cazo y la tomaba con la diestra con cuidado- Que no haces más que tu oficio y esto es cosa santa.

Tras consumir la pastilla dejó el libro en el atril y comenzó a moverse con el resto. Aunque él en principio podía estar rebajado de servicios físicos si así lo deseaba, ayudar a acarrear a la gente con la que había acabado encerrado los últimos días del planeta no era algo que no desease, y en cuanto se organizasen participaría. Aún debía agradecer que el atril pudiese servir de equilibrio y que el paso lento y mesurado que se debía por su episcopalidad le permitiese desplazarse sin prejuicio a su dignidad como prelado.

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15/05/2019, 15:48
Karl Tannhäuser

El Sargento, intentando pasar el brazo de uno de los inconscientes por encima de sus hombros para levantarlo con cuidado, se quedó quieto al escuchar las exclamaciones del Sr. Sina y de la Sra. Gólubev, girando la cabeza para mirarlos con expresión perpleja al principio, para luego componer su semi-sonrisa sarcástica después.

- De acuerdo Sr. Sina, se hará como usted recomienda. Encárguese de gestionar el traslado. - le dijo al médico hablando despacio e intentando ocultar su acento con mucho cuidado.

Con el mismo cuidado, deja al inconsciente en el suelo y se encara a la soldado Gólubev, parecían tener un problema de entendimiento, pero aquello se acababa allí y ahora. Imprimiendo el mismo cuidado a su voz y su tono, utilizando el gótico vulgar y el acento más común de la galaxia le dijo a la soldado - No voy a tenerle en cuenta el comentario porque usted aún no me conoce, pero espero que la próxima vez que se dirija a mí lo haga con el debido respeto, como ha hecho el Sr. Sina, ¿ha comprendido? Y ahora repita conmigo... Señor, si señor. -

Una vez la mujer lo hubo repetido - Bien, ahora prestará toda su ayuda al Sr. Sina, y luego quiero verla sudando a paso ligero en el campo de entrenamiento con todo el equipo encima.* -

Dicho esto, esperó a que el medicae del grupo comenzara a repartir faena para ayudar en lo posible, dando ejemplo.

- Así es páter de Sanguiny, debemos tener cuidado con la moneda del Emperador, ése es mi cometido autoimpuesto. - dijo con orgullo. Quizá no lo decía en el mismo sentido que el padre, o quizás sí, pero eso sólo lo sabía él, y sólo él sabía porqué lo decía.

Notas de juego

 *¡A correr tocan!

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15/05/2019, 23:47
Darya Gólubev

La soldado Darya Gólubev escuchó las palabras de Karl Tannhäuser, su sargento, respondiendo lo que se le había ordenado. No se le habría ocurrido rechistar, pues era muy consciente de que sus palabras se habían salido de tono. Le gustase más o menos era su superior y le debía un respeto. Acataría el castigo sin la menor protesta.

- Señor, sí, señor. - Respondió. Una segunda vez.

La había cagado, y la había cagado bien. Se dispuso a ayudar a Ibn Sina con las labores para las que se la requiriese y a sabiendas de que, una vez saliese de ahí... Iba a sudar la gota gorda.

- Idiota y mil veces idiota. Tendrías que haberte callado. - Se reprendió para sus adentros. - ¿Es que no sabes lo que haces? Más te vale no volver a hacer otra gilipollez de este calibre.

Algo le decía que el sargento no sería tan "amable" la próxima vez. No podía haber próxima vez.

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16/05/2019, 10:58
Grigory Záitsev

El tecnosacerdote giró el rostro hacia el sacerdote de la Eclesiarquía y lo miró durante unos segundos antes de hablar, como si hubiera sido un gesto de algún tipo antes de que su rostro se convirtiera en una máscara respiratoria y lentes inexpresivas.

-No soy ningún "padre", señor Ollanius. Tecnosacerdote o Adepto Záitsev valdrá, pero nada de padre -la voz mecánica que salía de ese vocalizador integrado era completamente monótona, por lo que no podía averiguar si le había molestado o no ese comentario.

Giró el rostro de nuevo hacia el sargento, parecía dispuesto a decir algo por el como el adepto se inclinó hacia delante, pero al final pareció contenerse, como si hubiera pensado lo que iba a decir, se hubiera arrepentido o simplemente no fuera a solucionar nada, pero tras las palabras de Karl, acabó hablando.

-Tal vez debería de guardarse las órdenes para cuando estemos en el campo de batalla y no en tiempo de recreo, señor -puntualizó como si aquella idea fuera algo obvio que todo el mundo debería de saber- la puntualización de la soldado ha sido buena y obvia. Usted manda en temas de combate, el señor Sina en temas de salud, Fray Ollanius en temas espirituales y yo en temas tecnológicos, ¿o nos va a enseñar en nuestros campos también? -negó con la cabeza- no tiene sentido esta disusión, guardemos nuestras órdenes para cuando tengan sentido.

Sin más el tecnosacerdote se puso en pie con sus dos metros de cuerpo mejorado, mecanizado y que superaba aún más en altura por culpa de las dos mecadendritas que se alzaban sobre su espalda. Sin decir una palabra salió del lugar dejando a todos atrás y su servidor fue justo tras él. Iría a comprobar el estado de Cha-Cha, solo para asegurarse que ninguno de esos mendrugos ha decidido hacerle una "mejora no autorizada".

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17/05/2019, 10:40
Ibn Sina

Aquello estaba escalando rápidamente, quizás demasiado, siendo sinceros. Una vez se aseguró de que el hombre era dejado de nuevo en el suelo, el sanitario alzó las manos en un gesto que indicaba claramente una petición de relajación.

-Haya paz, compañeros. No considero que el sargento Tannhäuser haya intentado imponer ningún criterio, simplemente actuó como consideró mejor dada la situación-dijo con tono calmado, decidiendo omitir de manera bastante elegante el hecho de que se equivocara, pues esa no era una herida que hubiera que salar-soy consciente de que todos tenemos orígenes distintos. Y, al igual que los vientos del desierto, nuestra cultura y carácter se abren paso irremediablemente. Pero debemos colaborar, por el bien de todos nosotros.

Tras eso, empezó a pergeñar algún modo para sacar a los inconscientes de allí. El más preocupante era Petrov, al que lanzaba miradas de vez en cuando para comprobar si seguía respirando, pero el resto de inconscientes no estaban tampoco mucho mejor. Una posibilidad eran las mesas, pero la confianza que tenía en el mobiliario y en la pericia de sus compañeros, al menos en aquel momento, era más bien limitada. Y un inconsciente rodando para aterrizar en el suelo podía acabar muy fácilmente con una rotura o traumatismo severo. Así que habría que hacerlo a pulso.

-Muy bien Al-Razi, nosotros nos llevamos a Petrov. Ayúdame a cargarlo, sobre los hombros, evacuación de combate-dijo-una vez Petrov esté asegurado, volveremos a por el resto. 

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17/05/2019, 16:28
Karl Tannhäuser

La respuesta del miembro del mechanicum hizo que el Sargento se quedara quieto cual estatua, mirándolo de hito en hito asombrado por la desfachatez que mostraba. No sólo le estaba aleccionando de cuando dar órdenes delante de sus hombres, si no que se arogaba el derecho a calificar las acciones de un miembro de su tropa con respecto a la opinión de un noble. Era algo a lo que obviamente no estaba acostumbrado a pesar de su forma de ser.

Karl había sido conocido entre los soldados del antiguo ejército de su casa como un líder duro pero justo, respetuoso con sus hombres y con un gran sentido del honor y del valor. Si sus hombres pensaban algo sobre él o sobre alguna de sus acciones u órdenes, se lo callaban, ya fuera por rango militar o por respeto a su procedencia noble.

Estaba claro que todo eso había quedado atrás y él debía aprender a vivir con ello.

Allí nadie le conocía, todo lo hecho, todo lo que había trabajado, aprendido o tratado, absolutamente todo, había quedado hecho cenizas junto a su mundo. Incluso su título de noble ahora no valía nada dado que su mundo había sucumbido y su familia había sido aniquilada, todos sus bienes, propiedades, todo... Su sangre allí era igual que la de todos, y si quería ganarse el respeto de aquellos hombres y mujeres, debía empezar de cero y debía hacerlo bien.

Por otra parte, estaba claro que la pérdida del mundo, unido a las batallas desesperadas, el estrés del combate, y las procedencias diferentes de cada uno, unidos a las rencillas raciales que durante cientos de años se habían dado por hechas estaban enturbiando el ambiente. Un estallido de orgullo o el uso del escalafón para poner las cosas en el sitio no redundaría en beneficio ninguno.

Karl supo en ése momento que debía empezar de cero y ganarse a aquellos soldados, sus soldados, desde lo más bajo, puesto que él no era, o al menos pensaba que no lo era, como otros altos mandos de sangre noble que había visto en otros ejércitos, que usaban a los soldados como carne de cañón o munición para realizar las misiones, sin importarles un pimiento la vida de sus subordinados y sin ponerse en peligro, dándo las órdenes desde un lugar seguro y protegido mientras lanzaban oleada tras oleada de soldados contra el enemigo sin tener en cuenta el precio en vidas a pagar. 

Apretó los puños y contuvo la respuesta que tenía preparada para el Adeptus, ya hablaría con él en privado para dejarle ciertas cosas claras. Estaba claro que los especialistas eran quienes dominaban ciertas áreas, pero se equivocaba en una cosa, el mando era exclusivo suyo.

Siguió con la mirada la espalda del Adepto hasta que desapareció por la puerta, tras lo cual se giró hacia el medicae al escucharlo hablar. Asintió ante su comentario, y apuntó mentalmente que aquel era una cabeza pensante que debía tener de su lado. - Por fín alguien razonable. - pensó. - Así es. - dijo escuetamente. Luego miró a la soldado que acababa de amonestar y castigar y decidió que sería mejor si demostraba que él también podía admitir sus errores. - Le honra haber saltado así para defenderlo, pero no le exime del castigo por su comportamiento. - le dijo a Gólubev. Esto era lo más cercano a una disculpa que estaría dispuesto a admitir, pues estaba aprendiendo... Realmente el comportamiento de la soldado le había impresionado, pues se había arriesgado a un castigo mucho mayor, si él hubiera sido de otra forma, para defender a un camarada, pero lo cortés no quitaba lo valiente. Una respuesta así a un mando superior, incluso fuera del combate, merecía un castigo, y el de él había sido muy liviano, precisamente por ser él y comprender la situación.

- Bien, ahora ayúdeme y cojamos a otro inconsciente exactamente igual que el Sr. Sina y el Sr. Al-Razi y sigámosles. - le dijo a la mujer, que parecía ser una de las pocas que estaba en plenas facultades, como él.*

Notas de juego

*En teoría se lo digo a Darya, que parece que no ha sido afectada por el matarratas éste.

Si ella está afectada aunque sea un poco, se lo pido a alguien que quede entero como yo. Si no hubiera nadie más que yo entero (aparte del medicae y su ayudante) entonces no digo nada y espero a que vuelvan, ayudándoles a cargar otro inconsciente.

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19/05/2019, 01:12
Safwan Assad

La disputa desatada en la mesa no es mas que el ejemplo de lo que pasaría en el campo de entrenamiento durante los días venideros, una serie de choques culturales hasta que llegásemos a actuar como uno solo o al menos eso esperaba. Me levanto ligeramente tambaleante, y aunque el incorporarme no es un problema, la cantina en si empieza a dar vueltas. - Dita sea ... Pongo una mano sobre la mesa, esperando que la habitación deje de moverse, e intento salir por mi propio pie de la cantina.Apenas si había bebido y parecía como si hubiese estado respirando los gases expulsados por el tubo de escape del chimera. Reacciono mal ante las palabras de quitarme las llaves del vehículo y pensaba defender mi derecho a conducirlo.  - Shhh, la llave es mííííía, nada de coger el chimera sin mi permisooooo, hip, ese transorte esta bien donde está y a cab.... de pintarlo. 

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19/05/2019, 02:02
Darya Gólubev

- Sé que no me exime de mi castigo, señor. - Respondió a su sargento. - También sé que se ha tratado de un castigo liviano frente a lo que podría haber decidido para mí y se lo agradezco. Un comportamiento así, por mi parte, no volverá a ocurrir.

Gólubev tenía la impresión de que el comentario de Karl Tannhäuser había sido una disculpa. O algo similar a una disculpa. Aunque también era conocedora de que quien había tenido un pésimo comportamiento había sido ella misma. A continuación, el sargento le pidió que le ayudase con los inconscientes.

- Señor, sí, señor.

Ni corta ni perezosa se encaminó hacia el propio Petrov para ayudar al sargento a transportarlo junto con los demás inconscientes, sin quitarse de la cabeza qué poco cuidado había tenido el muchacho a la hora de beber ese licor.

- Espero que te lo pienses dos veces la próxima vez, hombre. - Dijo para sí.

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19/05/2019, 22:15
Vera Kozlova

Vera se había limitado a agarrar a Svetlana por el cuello de la camisa para que no se abriese la cabeza contra la mesa o contra el suelo. Había observado todo el intercambio de palabras con una sonrisa socarrona y no vio oportuno decir nada. Arrugó la nariz ante las palabras sumisas de su compatriota, y terminó por poner las botas sobre la mesa antes de pedir otro vaso de la horrenda bebida

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20/05/2019, 18:49
Ibn Sina

Ibn se estaba preparando para llevar sobre los hombros a Petrov cuando escuchó a la especialista en apoyo pesado pedir otro vaso de aquel veneno que había mandado a un paso de la tumba a varios de los presentes.

-Es muy desaconsejable que se beba otro vaso, y sinceramente preferiría que no lo hiciera. Pero si insiste, le invito al tercero-dijo, sacando la pistola hotshot con calma y depositándola sobre la mesa, frente a la mujer-este chupito será más humano que lo que le hará el otro. 

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20/05/2019, 23:51
Vera Kozlova

 Vera mantuvo la mirada en los ojos el médico, sin molestarse en mirar la pistola. Con pesadez, bajo los pies de la mesa y se puso en pie, encarándose con el hombre.

Guarda la pistola. – Dijo, antes de pasar la lengua por sus labios – O espero que el bigotón que llevas contigo sea buen cirujano, porque te la meteré tan al fondo del culo que no podrás decidirte entre cagarla o vomitarla.

Al parecer aquello había degenerado en una competición de ver quien la tenía más larga. A Vera le importaba poco todo aquello, pero solo sabía responder a las amenazas de un modo; Con violencia y a ser posible, fuego láser. Y una pistola desenfundada, lo estaba para ser usada. El que la sacaba para enseñarla era un parguela.  Habría que ver si el medico era un parguela.

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21/05/2019, 16:25
Al-razi

La situación, que ya era tensa de base, subió en enteros en aquel preciso instante en el que el sanitario dejó su pistola y Vera lo captó como una amenaza. Al-razi se apresuró a intervenir, aunque decir que se dio prisa era una broma en realidad, el ayudante tardó varios segundos en procesar lo que estaba ocurriendo, pero al menos fue el primero en atreverse en actuar - Señorita Vera... lo que el bueno del sanitario le esta diciendo, es que si sigue bebiendo, quedará tan destrozada e inútil, que lo más misericordioso - juntó las palmas de sus manos frente a su rostro - será acabar con su vida de un disparo... porque si no me falla el olfato, eso - señaló la bebida conforme el Barman desaparecía de la vista de todos - le dejará en un coma irreversible ¿no es así? - preguntó, de manera retórica a Ibn aunque buscaba su apoyo tratando de rebajar la tensión

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21/05/2019, 17:58
Vera Kozlova

 Vera desvió la mirada durante un segundo para mirar a quien le hablaba, antes de volverla a poner rápidamente en los ojos del médico. Su actitud se relajó visiblemente con las palabras del bigotón.

Oh… Bueno. – Volvió a sentarse, como si nada hubiese ocurrido – No será para tanto. No es el primero que me bebo, ni el segundo.  

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21/05/2019, 19:57
Ibn Sina

Toda la respuesta de Ibn Sina fue alzar una ceja, alternando la mirada entre su pistola, que descansaba en la mesa ante el asiento que había ocupado Vera, y la propia mujer, a la que sin duda el alcohol había empezado a embotar los sentidos, pues no entendía como tal gesto podía ser interpretado como una amenaza. Curiosamente, su auxiliar fue más rápido que nadie en intervenir, explicando lo que debería ser evidente. 

-Correcto. Un segundo trago puede conllevar un coma de media-larga duración, mientras que un tercer sorbo de ese veneno que se empeñan en tomar la convertirá en candidata perfecta para servidor, y probablemente con una cara tan amigable y expresiva como la de R45put1n, con alrededor de un ¿60%? de seguridad. Con suerte, conservará las neuronas justas para poder mearse encima y dar trabajo a los asistentes del hospital de campaña, algo que por otro lado no voy a permitir, pues en ese estado lo más misericordioso será pegarla un tiro. Pero eh, es su salud-sentenció, encogiéndose de hombros.