Partida Rol por web

-Soldado Baun, acuda inmediatamente a mi despacho.

Aunque nunca se despega del intercomunicador, el sonido sobresaltó a Joe. Llevaba las horas que iban de mañana holgazaneando después de volver de una misión rutinaria el día anterior, y en aquel momento no se le ocurrió ninguna razón por la que ser convocado por la jefa de forma directa pudiera ser algo bueno.

Sin embargo, como no podía ser de otra forma, se puso en marcha acto seguido. Eran las once de la mañana y en la Cubierta, la terraza exterior del edificio principal, solo había unos nuevos reclutas echando un combate pokémon amistoso con sus pokémon recién adquiridos.

El Cuartel General de la División de Kanto del Team Aqua consistía en unas instalaciones nuevas, no muy grandes pero muy bien situadas en las islitas de la Ruta 20, de tal forma que disponían de amplio espacio al aire libre y acceso al mar, pero a la vez el pequeño complejo de edificios quedaba discreto entre las rocas que poblaban el mar de la zona.

Sin entretenerse y apretando el paso, Joe entró en el edificio principal y se dirigió al despacho de la Jefa.

Hacia ya unos cuantos meses desde que Joe se había unido al equipo. Navegar, vivir con marineros y piratas, entrenar Pokemon de Agua, todo parecía estar a la medida del joven. Era cierto, no era el más despiadado, fuerte o inteligente del grupo, pero si había algo en lo que destacaba era en su poder de observación y por esto, sus opiniones, por lo general fuera de la línea, eran al principio chocantes y luego tomadas en cuenta.

Aun así se sentía cómodo siendo uno mas. Había oído hablar de las consecuencias sobre fallar en una misión de alto rango y la sola idea le causaba estupor. Es por eso que cuando oyó la voz de una de las superiores del Equipo Aqua dirigirse directamente a el, tuvo que tragar saliva y apurar el paso.

Cuando vio aquella pelea de entrenamiento entre un Poocheyena y un Shellder, supo que el Pokemon perrito no tendría oportunidad alguna con la alta Defensa del Pokemon de agua. En ese momento había olvidado que aquel simpático y travieso can tiene la posibilidad de aprender Colmillo Eléctrico, lo cual devastaría a su oponente en un golpe, pero eso no se le ocurrió en aquel momento en el que sentía que debía apresurarse o algo malo le pasaría.

Cuando llego al cuartel general donde Shelly lo esperaba golpeo la puerta con el puño un tanto demasiado cerrado y sin querer grito: ¡Joe Baun a su disposición mi señora! Volvió a tragar saliva mientras aguardaba frente a la maciza puerta de metal.

Shelly hace pasar a Joe a su despacho. Así, sentada detrás de un escritorio, a Joe se le antoja como un pez fuera del agua. A él le parece que su estado natural es más bien en mitad de una batalla o una operación, dando órdenes, y no sentada en aquella habitación, ligeramente lúgubre y llena de papeles y archivadores. Ella le indica que tome asiento.

-Voy a ir directa al grano. Tengo una misión para ti. -Hace una pequeña pausa, en lo que él se sienta. Entrelaza los dedos, lo mira directamente a los ojos y prosigue. -No creas que tus aptitudes me han pasado inadvertidas. Sé que quizá no seas el mejor luchando, pero tienes otras cualidades de las que el resto de soldados carecen. Y también soy consciente de tu lealtad hacia el Team Aqua. Es por eso que he decidido encomendarte a ti, y no a otro, está misión, que es un poco... peculiar. No tienes por qué aceptarla. Si no lo haces, buscaré a otro. Pero creo sinceramente que estás cualificado para ella. Me decepcionarías si no lo hicieses. En fin, como he dicho, voy a ir al grano: quiero que entres en el Team Rocket. Quiero que los ganes para nuestra causa. A decir verdad, quiero sus recursos. Nosotros tenemos un ideal. Un objetivo por el que merece la pena luchar, un objetivo que hará mejor nuestro mundo. -Cuando habla notas como se enciende de pasión por lo que dice, como pone el corazón en ello y su espíritu se te contagia ligeramente. -Y sin embargo, solo tenemos para conseguirlo unos cuantos reclutas cabezahueca -no te lo tomes a mal- y estas instalaciones que, aunque no están mal, francamente, tampoco es que sean para tirar cohetes. El Team Rocket, sin embargo, incluso después de la Siega cuenta con más efectivos que nosotros, que además están mucho mejor entrenados y equipados. Controla varias empresas poderosas, posee armamento, conocimiento táctico y científico, personal cualificado (el que sobrevivió a la matanza que ellos mismos provocaron, en cualquier caso)... pero carecen de un líder. Sí, tienen a esos ejecutivos que pasan la mitad del tiempo tratando de mantener la organización a flote y la otra mitad peleándose por las migajas como houndour rabiosos, pero no tienen a un líder fuerte como Archie, que los guíe hacia un objetivo de verdad. Son como un torchic descabezado. Uno grande y monstruoso. -Vuelve a encenderse y a dejarse llevar. -Necesitan una objetivo, un capitán, una luz, un faro. -Se va inclinando hacia adelante progresivamente y, al llegar a la última palabra, golpea la mesa con el puño. -Nosotros seremos ese faro. -Tras decir eso te mira y vuelve a centrarse. -Me interesa la información que puedas conseguir de ellos: qué están haciendo, cuál es su situación actual. Pero, sinceramente, lo que quiero son sus recursos: el acceso a sus instalaciones, su poder económico, sus armas. Su personal. Quiero que te metas por dentro y traigas todo lo que puedas. Que los convenzas. Que los engañes. Que negocies con ellos. Me da igual. En una palabra: quiero que les hagas entrismo.

Las palabras de la comandante llegaban hasta el corazón del joven aprendiz. Aquella devoción, aquel deseo y amor por un objetivo en común eran más que suficientes para motivar a cualquiera. Aun así la sorpresa fue inmensa. El Equipo Aqua, con todas las diferencias habidas y por haber, era como una familia para Joe. Lo que le estaba pidiendo era abandonarlos. No, era más que eso. Era fingir olvido e interés en otra organización. Una más antigua y poderosa que ellos pero que en aquel momento sufrían de una enrome debilidad. El más grande de los errores que una familia puede sufrir, una ruptura interna.

Tardo unos cuantos minutos en digerir lo que se le pedía. Lo repasaba una y otra vez en la mente viendo las posibilidades que tenia, y aunque no se trataba de una falta de confianza, sus dudas residían en no querer hacerlo del todo. Pero a su vez su mayor negación era la negativa misma. Si Shelly le confiaba esta tarea, no podía hacer más que aceptarlo. No podía ni quería desilusionarla. Finalmente, con vigor y decisión, dio una respuesta definitiva.

-Por supuesto que lo haré. Por el Equipo Aqua, haría lo que fuera.

Sonríe con calidez. -Estupendo. No esperaba menos de ti, soldado Baun. Pues, puedes ponerte en marcha cuando quieras: ahora mismo o, si necesitas tomarte un tiempo para planificar, no tiene que ser inmediatamente. Por supuesto, nosotros seguimos aquí para lo que necesites aunque, por favor, sé discreto. 

El joven miembro del Equipo cambia de posición, se relaja un poco. Lo medita y luego da unos tímidos pasos al frente.
-Shelly... digo, ¡comandante! Grita cuando se da cuenta de su imprudencia. -Eh... necesitaría pediros algo... yo... yo... hace unos años que busco a alguien. Un pescador. Agacha la cabeza y en un susurro continua. Mi... padre.

No era algo que contaba a cualquiera. Sabia que no era inteligente mostrarse débil y emocional y tener a alguien así en el escuadrón era algo que el mismo quizás no aprobaba. Pero debía ser sincero, con el mismo y con aquellos a quienes consideraba como a una familia.

-En un principio me uní a la tripulación para poder navegar y buscarlo. Luego me convenció  la causa con ímpetu y aunque no lo encontré sabia que aquí estaba mi lugar. Se que aun pesca por alguna de estas aguas y... y aunque con gusto iré al Equipo Rocket para ayudar al Equipo Aqua... pues no se si podré seguir con mi búsqueda desde allí. 

Estaba claro que el chico quería pedir algo, pero sus palabras no volvieron a pronunciarse. Esperaba no tenerle que hacerlo.

Shelly se queda callada un momento. Luego asiente y se dirige a Joe con tono serio pero amable:

-Comprendo. Si puedes facilitarnos alguna información sobre él, nosotros nos mantendremos ojo avizor respecto a él. Realmente, no nos cuesta nada simplemente estar atentos. Si averiguamos algo, te informaremos enseguida. En cualquier caso... -Hace una pequeña pausa- el Team Rocket tiene una base de datos muy muy vasta. Quizá te interese echar un vistazo también ahí, si se te presenta la oportunidad.

El soldado sonrie complacido y hace una reverencia en agradecimiento. -Su nombre es Alex Baun, y aqui tengo una fotografia. Se la alcanza a la comandante, con la mano algo temblorosa. Era la unica foto que tenia de su padre. Era un hombre robusto de pelo oscuro y prominente barba. El rostro completamente serio aunque los ojos, de un marron avellana, brillosos y llenos de vida. 

-Aqui estara unos 10 años mas joven, pero estoy seguro que se mantiene en forma trabajando en algun puerto. 

Se quedo pensando un momento, en que mas decir, pero todo lo que se le ocurria le parecia en vano.

-Bien. Pues entonces me retiro comandante, estaré preparándome para partir. Y justo cuando dijo aquello se dio cuenta que no sabia cual seria su destino. -Perdón, pero ¿a donde me dirijo exactamente?.

Shelly toma la foto con cuidado y la observa un momento.

-Está bien, escanearé la foto y la distribuiré a todas las unidades. -Conforme lo dice lo va haciendo. Mientras, sigue hablando, contestando la pregunta de Joe sobre la misión.

-Pues... El Team Rocket está presente en todo Johto y Kanto. La ciudad donde tienen más presencia de Johto es Ciudad Trigal, quizá puedas dirigirte allí y alistarte. O no. Quizá puedas... atraerlos. Buscar algo que ellos no tengan con lo que negociar. De esa forma, no sería necesario que te infiltraras, podrías seguir una estrategia abierta. Mm, creo que... -Se queda pensativa, mirando la pantalla del ordenador mientras la foto se escanea, aunque sin ver realmente lo que está haciendo. -Creo que estaban buscando a su jefe. Pero eso fue hace mucho tiempo. No sé. Sería una buena baza... No lo sé, tendrás que arreglártelas. Desde fuera es difícil investigar, pues aunque se filtró alguna información a la policía con el episodio de la Siega, en general solo sale del Team Rocket la información que ellos permiten que salga. -Una vez termina de escanear, le devuelve la foto a Joe, intuyendo que es muy importante para él. -Ya puedes guardarla.

A Joe le brilla la mirada con aquel gesto. Si se hubiese abierto antes, podría haber tenido mayor posibilidad de encontrar a su padre. Pero bueno, ya esta. Ahora empieza a tener algo mas de esperanza en su búsqueda. 

Tomo la foto con cuidado, como si de un tesoro se tratase, aunque de suposición tenia poco y la volvió a guardar. 

Luego se puso mas derecho y pensó, geográficamente, su situación.

El punto conocido mas cercano era la Isla Canela, en Kanto. Si quería ir a Johto tenia dos formas. Tren o barco. El tren partía de Ciudad Azafrán y el barco de Ciudad Carmín. El tren lo dejaría directamente en Ciudad Trigal, y el barco en Ciudad Olivo. 

Se quedo pensando y la verdad su fuerte estaba en el agua. Decidio informarle a su comandante para conocer su veredicto.

-Bien. Pues primero lo primero. Y eso es ir a Johto. Puede ser por tren o por barco, me sentiría mas cómodo con el ultimo. 

La comandante asiente.

-Estupendo. Hay simpatizantes del Team Aqua dentro del SS. Aqua, no creo que te cueste mucho alistarte como marinero, así podrás llegar a Johto gratis.

Perfecto. Respondío el muchacho y haciendo una reverencia se alejó del despacho de la comandante. Tenia que prepararse para la partida. Estaba muy cómodo en aquella plataforma marítima, y decidió volver a su camerin tomando el camino mas largo. De hecho cuando meditaba en la misión sus pies lo arrastraron a la azotea del sitio. Se dio cuenta de ello cuando estaba frente a la puerta y estando allí simplemente accedió a salir y ver aquel hermoso paisaje una ultima vez. 

De un lado se podía ver la Isla Canela con el impetuoso volcán como un gigante rey descansando, y la aldea construida a sus pies. Del otro, las cavernas y cuevas misteriosas de un sitio lleno de fabulas. Dicen que durante las noches se puede sentir una brisa calurosa y que eso significa que el volcán esconde un Pokemon de Fuego dormido y que cuando suspira provoca aquellos aires calientes. Pero cuando la brisa es fría, es porque otro Pokemon, un ave de hielo, ha pasado volando por la zona y pequeñas estelas de agua cristalina caen por donde pasa. 

Joe cerro los ojos y trato de imaginar como lucían aquellos Pokemon, aunque en todo lo que pudo pensar fue en el legendario, mítico y poderoso Kyogre. 

Claro que nunca lo había visto, pero siempre hablaban de el como una colosal criatura marina de un azul tan profundo que le sirve para no ser visto en los basto del océano. Tan solo unas marcas carmesí en su cuerpo lo delatarían, pero cualquiera que estuviese tan cerca como para vérselas correría un extremo destino. 

El joven volvió a abrir los ojos. Unos Wingull revoloteaban la zona. Decidió entonces sacar a sus compañeros Oup y Nor. El primero apareció a su lado y se subió como solía hacer en su hombro derecho. Pinchaba bastante con sus pezuñas pero Joe estaba acostumbrado y hasta le resultaba agradable. Lo tenia desde su nacimiento y su nombre le recordaba no cesar en la búsqueda de su padre. Nor, por el otro lado, dio una vueltas sobre el lugar antes de bajar y posarse en su hombro libre. Le había llevado tiempo a Oup compartir aquel sitio de su entrenador, pero realmente no estaban compartiendo mucho. Ambos eran distintos. Y casi no se llevaban demasiado. Compartían en silencio las horas de comida y las pocas batallas que habían tenido juntos detonaba la falta de entrenamiento en conjunto que tenían. 

Eso tendré que corregirlo- pensó Joe. Ahora debía confiar en ellos mas que nunca pues pronto estarían los tres solos. 

Les comento sobre la misión que tenían. Nor resulto indiferente. Lo cierto es que había salido muy poco de aquella plataforma y aunque Joe sabia que extrañaría la costa, supuso que aun no sabia lo que eso significaba.

Oup, en cambio, había viajado bastante mas. Sabia lo que era padecer hambre y dormir al interpérie, pero su carácter era todo lo que Joe necesitaba. Era decidido y nunca se mostraba temeroso o débil. Lo hacia un gran compañero. 

El joven extendió el brazo y su Wingull revoloteo un poco mas antes de ser guardado en su correspondiente Pokebola. Pero con Oup aun en su hombro emprendió el retorno a su cuarto para empacar. Ya era hora de salir. 

Joe vuelve a su cuarto y hace la maleta sin entretenerse. Una lancha del Team Aqua le espera abajo, con una de sus compañeras de equipo a bordo, que se encargará de llevarlo a Ciudad Fucsia. Desde ahí tendrá que arreglárselas para llegar a Ciudad Carmín, donde el S. S. Aqua le espera.

Tierra firme. Las veces que la sentía bajo sus pies lo tomaba como un mal augurio. Joe se quedó en la costa hasta que la lancha que lo había llevado hasta allí desapareció de su vista. Le dio la espalda al mar y se encaminó al Centro Pokemon. Sabía que debía ir al puerto de Ciudad Carmín lo antes posible pero desde que estaba en la plataforma marítima había oído grandes cosas de Ciudad Fucsia. Resultaba ser la única Ciudad de Kanto en poseer una reserva ecológica Pokemon, pero aquel no era su mayor interés. Sino los ninjas. 

Las puertas se abrieron de par en par. El joven se aproximo hasta el mostrador y saludo cordialmente a la enfermera de cabello rosado. 

-Buenos días enfermera Joy. Quisiera saber como puedo tener una batalla Pokemon en el Gimnasio de la ciudad. 

Si se iba a alistar al Equipo Rocket debía poder cuidarse solo y eso significaba entrenar. Y una batalla contra un líder era para Joe una idea de entrenamiento. 

-Pues... -la enfermera responde a Joe con amabilidad, aunque algo sorprendida. -Simplemente, ve al Gimnasio. Está en esta misma calle, al final del todo. La líder es Sachiko, desde que su padre, Koga, se fue al alto mando. Ella también utiliza pokémon venenosos, aunque ha conseguido desarrollar un estilo de combate propio... Tú no tienes mucha experiencia como entrenador, ¿no? -dice con una sonrisa amable. -La gente suele venir aquí después de enfrentarse a ella, no antes. Lo único que tienes que hacer es ir al Gimnasio y retarla. En él se entrenan técnicas ninja tradicionales de nuestra ciudad, que han pasado en la familia de Koga de generación en generación. Suele haber muchos discípulos que acuden al gimnasio regularmente a aprender esas técnicas y estarán deseosos de medirse contigo. A esta hora... -mira su reloj- debe estar lleno de gente, tanto practicantes ninja locales como entrenadores de fuera. Aunque si no tienes mucha experiencia como entrenador, quizá encuentres nuestro gimnasio algo duro. ¡Sachiko es una luchadora excelente! -Exclama por último, animada, con una chispa de orgullo patrio por su ciudad.

El muchacho se ruboriza ligeramente. Bueno si, es cierto. No tengo mucha experiencia en esto de las batallas de gimnasio, por no decir ninguna, pero tampoco soy un novato de las peleas. 

Agradece a la enfermera la información y decide replantearse la idea un poco mas. Después de todo Shelly nunca le había puesto una fecha y seguro que sabia que todo aquella misión requeriría de tiempo. 

Una vez mas sus pies tomaban la iniciativa por el, pero se dio cuenta rápidamente de la intención de ellos. Volver al mar. NO. Ya no soy un miembro del Equipo Aqua. No para el publico y mucho menos para otras organizaciones. Mis Pokemon me podrán delatar pero no mi actitud. 

Aquel pensamiento le hizo pensar en que debía buscarse otra historia que contar a los demás. Una que explicaría su viaje, sus Equipo Pokemon y sus deseos de pertenecer a una banda de criminales. 

Hmmm pues... después del accidente de mi padre encontré el huevo de Oup. Eso no tiene porque levantar ninguna sospecha. Y simplemente capture a Nor porque... eh... estaba allí. Es decir, es un Pokemon Volador y eso es muy útil. Si. Los dos son del tipo Agua... pero bueno... nunca se me ocurrió buscar un Spearow. Simplemente capture un Wingull. 

Mientras Joe pensaba en estas cuestiones volvió a pasar por el Centro Pokemon pero tomo un camino que se alejaba del Gimnasio Venenoso. 

Pero si voy a mentir respecto a mi afiliación con el Equipo Aqua, tendré que mentir sobre que estuve haciendo todo este tiempo. Si tuviese una medalla de Gimnasio podría aludir que estoy participando en la Liga Pokemon, supongo. Entonces... con que Venenosos, ¿eh?. Veamos. Son débiles a ataques tipo Psíquico y Tierra y en cuanto a eso solo Oup sabe Excavar. Tendrá que servir. No creo que haya un Venenoso-Volador o que flote... no, creo que no existe nada así. 

Si mirada no se había percatado de a donde se dirigía hasta que se topo con un cartel que decía: Zona Zafari. 

Pues ya que estoy aquí, porque no mirar. Después de todo el Gimnasio debe estar muy lleno aun. 

La Zona Safari. Joe ha oído hablar de ella. Por un módico precio, puedes entrar dos horas y capturar todos los pokémon que quieras con unas balls especiales. Parece que hay pokémon bastante raros.

Se trata de un recinto amplio, vallado, donde los pokémon viven en semilibertad. Hay una caseta a la entrada.

Estando ya allí a Joe le pareció un desperdicio no entrar. Tan solo le gustaban algunos pocos Pokemon, salvo los de agua, pero aun así era una buena oportunidad para pasar las horas mientras el Gimnasio de la ciudad se desocupaba. 

Adentro un hombre le explico las reglas del lugar, Joe pago lo que hiciese necesario a cambio de unas Pokebolas especiales y sin ingreso, o mejor dicho, salio a la reserva.