Partida Rol por web

Eructando fuertemente, por causa de las cervezas, Joe consigue la atención que necesitaba. -Exacto, mi amigo, mi Slowpoke, Lenton, luchara con los tres a la vez. Algo que ni Pokemon, ni entrenador, ni audiencia, ni gaviotas, ni mar, sabían que podía hacer. Pero quizás el alcohol le daba cierta confianza, que sumada a la falta de miedo o conciencia de la realidad del bicho, los hacia un temible equipo.

Sin embargo algo hizo recapacitar al joven y dio las reglas de la competencia. -Lenton os atacara a distancia con sus poderes psiquicos, intentar arrojarlos lejos o frenarlos en el aire. Por eso, la condicion es que ataquen a unos... Desde, digamos, 10 metros de distancia. Desde allí -Joe señalo a la calle, por encima de la ladera que daba a la playa.

-Quien consiga levantar con ambas manos a Lenton, ganara. Así que tendrán que cuidarse de los otros dos también. Eso lo había aprendido en el Equipo Aqua. Siempre habían competencias para determinar quienes irían a tal o cual misión. Era divertido.

Sin esperar las respuestas de sus compañeros dio unos pasos, unos cuantos pasos, hacia Gray, preguntándole. -Ey! Y tu? No participaras? Seguro tienes un Pokemon Luchador que te ayuda en el,puerto. Venga, vamos!

-¿Eh? No, yo... Yo no tengo ningún pokémon tipo lucha. De todas formas, de verdad que tengo que irme. Lo siento. Ya nos vemos -contesta y enseguida se da media vuelta y echa a andar por la arena de vuelta al puerto con paso quizá demasiado rápido.

-¡Rrgjkojjdsvvjffhgh!
-¡Ta luego, cara magikarp xD!
-Venga, muchachokes, colocaos ahí...

Los machokes se alinean más o menos donde Joe ha indicado, mirando a Lentón con los ojos brillantes de entusiasmo a la luz de la amplia luna.

Sin saber porque, Joe siente cierta pena al ver marchar a Gray. Pero el entusiasmo de sus compañeros lo anima enseguida. Les alza la mano para indicarles que aguarden un momento y se acerca a su Slowpoke, -Bien Lenton, espero hayas comprendido. Te lo explicare de forma sencilla. Cuando los Machokes corran hacia ti -Joe señala a los Pokemon luchadores, aunque debe torcer la cabeza de su compañero, pues no le quitaba la vista de encima- cuando ellos se acerquen, usa Confusion, de acuerdo? En algun sitio lei o escuche que los Slowpokes tardan cinco minutos para entender las cosas... Sera mejor que haga algo de tiempo...

-Bien. Todo listo. Contare hasta tres y podran salir. El mucho vio que Lenton aun tenia la cabeza donde el la habia movido y se preocupo. -No, no. Vamos. Deben colocarse a tres metros de distancia entre ustedes, sino que gracia seria salir todos juntos del mismo sitio? Bien... Asi esta mejor. Bueno, contare hasta diez... Cien... Tres... No, diez esta bien y podran salir. 

Alzando ambas manos y mostrando sus palmas, comenzo una cuenta regresiva, lenta y pausadamente, bajando los dedos de uno en uno cada tres segundos. Cuando restaban solo tres, se los mostro a Lenton. Continuaba en la misma pose? Parecia que se habia movido algunos centimentros, pero era dificil de saberlo con seguridad.

-Dos... Uno... Listos!

A la señal de Joe, los marineros rugen:

-¡Venga, machoke!

-¡Raasdfkholiaasdgj!

-... ¡Eso mismo!

Los tres pokémon de lucha salen de sus puestos casi al unísono. En unos segundos habrán alcanzado al pokémon rosa pero, para alivio de Joe, parece que ya está reaccionando y sus ojos de mirada perdida empiezan a brillar. O igual es el reflejo de la luna.

Efectivamente, uno de los machokes y el slowpoke se sostienen la mirada un rato, y al poco el machoke parpadea con fuerza y sacude la cabeza, pero no deja de correr. No parece haber tenido ningún efecto.

Otro de los machokes se ha adelantado y alarga una mano para agarrar a Lentón, pero ¡zas! el machoke que iba detrás hace un barrido con la pierna y le pone la zancadilla, de manera que prácticamente sale volando para caer rodando sobre la suave arena.

En cuanto todos los Machokes saltaron en su direccion, Joe se hizo a un lado y preocupado miro a su compañero. Pudo presenciar en camara lenta, como una gota de baba caia de su boca hacia la arena haciendo que pequeñas particulas del suelo se dispersaran. Pero al mismo tiempo los ojos de Lenton se tornaron de un tinte lila que pronto cubrio todo su cuerpo con una fina capa del mismo color.

-Ahora Lenton, Confunsion! Hacia cual Machoke? Pues al primero que se cruzara con la linea de vision de Slowpoke.

El machoke que había más cerca del slowpoke gruñe al sentir su mente invadida por el pequeño pokémon rosa, pero no frena ni ceja en su empeño: ignorando por completo el ataque de Lentón, se lanza sobre él para agarrarlo, levantando arena al correr con sus fuertes pies.

La borrachera parecía disminuir. El frenesí de la pelea, hacia que Los sentidos de Joe se focalizaran mejor. Pero, y pese a no haber bebido nada, a Slowpoke no le estaban funcionando las cosas tan bien. Por la experiencia que su entrenador tenia, de compañeros en el Team Aqua con Pokemom como Starmie o Golduck, los ataque psiquicos podian hasta frenar a un Dodrio en plena carrera. Pero Lenton no conseguia tales proezas. 

-Vamos... Que pasa? Si son Pokemon tipo Lucha, esto debería acabar con ellos. Será de tan bajo nivel o... Poder? Es cierto que es la primera vez que lo uso pero pensé que tendría mejores efectos. Efectos... Hmmmmm Recuerdo bien la estrategia que Marco usaba. Si! Tal vez funcione! -Lenton! Usa Bostezo!

-Lenton esquivalo! No dejes que te capture, y usa Bostezo! -grito Joe, mientras veia como uno de los Machokes se acercaba hacia el. 

Lentón empieza a moverse haciendo honor a su nombre, así que, desafortunadamente, cuando no ha dado más que medio paso se encuentra levantado en el aire por las grisáceas manos del machoke, que lo lanza por los aires, haciendo que aterrice en la arena, cabeza abajo, unos metros más allá.

-¡Hesagaaandadadoyhgh! -exclama, triunfante, uno de los marineros.

Aparentemente ajeno a daño alguno -o quizá sea que ha de manifestarse dentro de cinco segundos- Lentón abre la boca grande, grande en un Bostezo.

Antes de que pudiera gritar o hacer algo mas, Lenton ya volaba por los aires. Fue como verlo en camara lenta. O es que Slowpoke habia contagiado a Joe con su percepcion relantizada? 

El mas borracho del grupo o al menos el menos legible habia ganado la competencia. Pero eso a Joe no le importaba. Corrio hacia su Pokemon y lo ayudo a salir del monticulo de arena al que habia ido a parar.

-¿Estas bien? -pregunto el muchacho. Slowpoke abrio la boca, para responder, o al menos eso creyo su entrenador. -Aaaaaaahhhhhhhhhh!!!!! fue la respuesta de Lenton, un gran bostezo.

El slowpoke no parece haber sufrido daño alguno. Obsequia a Joe con una amplia sonrisa bobalicona.

A sus espaldas, sin embargo, oye los golpes de varias cosas pesadas caer en la arena. Al darse la vuelta, ve que todos han caído dormidos, tanto marineros como pokémon.

Sin embargo, Joe no se siente somnoliento en absoluto. El aire de la noche parece haber hecho remitir la borrachera. De alguna forma, sus sentidos le parecen agudizados y su cabeza, más despejada.

La playa ha quedado en silencio, oscura, su quietud solo rota por el murmullo de las olas y los leves resoplidos de los durmientes.

Todo parece haberse vuelto diferente a como era hace tan solo unos minutos.

Tras ver como el resto de la escuadrilla quedaba dormida, Joe hecho a reir. Todo en aquella noche le habia resultado comico, y era una buena manera de olvidarse acerca de esos extraños acontecimientos que estaban ocurriendo. Por un momento se quedo observando tanto marineros como Pokemon durmiendo. ¿Para que es que habia montado todo aquello? Tenia que ver con usar a los Mackoes contra un Spinda o Raticate del Equipo Rocket, pero ya no lo recordaba bien. Fuese lo que fuera habia sido una excelente idea en su momento pero ahora no estaba seguro para que quisiera un Machoke, mucho menos uno prestado. 

Regreso a Lenton a su Pokebola, no sin antes acariciar su cabeza, un buen rato para que asi pudiera registrar el gesto. Y luego decidio que era un buen momento para partir. No queria retrarse mas, no se sentia cansado, todo lo contrario, y penso que viajar de noche le traeria menos problemas. 

Se quedo observando un rato la oscura playa. Ahora si creia que seria la ultima vez hasta volver a encontrarse con el mar. Por un momento penso en soltar a Oup y Nor, pero luego decidio no hacerles sentir aun mas nostalgia. Se despidio del oceano con un seco saludo de la mano, al estilo marinero, diciendo dentro suyo: -Hasta luego. Deseame suerte. Padre. 

Lentón sonríe cuando Joe lo acaricia, parece agradecer el gesto.

El chico se incorpora y se despide del mar, antes de darle la espalda para dirigirse hacia la ciudad, encaminándose así hacia su misión.

En el puerto hay algo de actividad pero, en general, la ciudad duerme. La luz del faro, alta, imponente, parece un cíclope guardián que guiña su único ojo pausadamente mientras vela, somnoliento, por el descanso de sus hijos marítimos -los barcos- y sus hijos terrestres -las casas-, algunos de los cuales, pero muy pocos, se mantienen aún despiertos.

Joe avanza a través de la ciudad, cruzándose solo con un par de personas que presumiblemente vuelven a casa de fiesta.

Tras un par de horas de caminata urbana, Joe deja la ciudad finalmente atrás. Las luces, el pavimento... y el olor a mar se pierden en la distancia y dan lugar a los árboles, el olor de la tierra y la luz de las estrellas y la luna que, una vez retirado el velo de la contaminación lumínica, despliegan su intrincado manto con majestuosidad y sencillez en el cielo.

En comparación con la ciudad, incluso de noche, el campo es silencioso. En su quietud se pueden oír claramente los sonidos de los pokémon de la noche: hoothoot y cricketune comparten su concierto con los árboles y las hojas. Entre su afinado canto desentona, sin embargo, el mugido distante y ocasional de una miltank.

En el horizonte marcado por la colina más cercana se recorta la figura de una granja.

A medida que Joe se alejaba de la playa decicio apurar el paso, pues la oscuridad de la ciudad no le gustaba mucho. Callejones y casas en silencio ofrecian un panorama que en cierta forma lo incomodaban. Pero cuando pudo respirar aquel aire fresco,de campo consigio relajarse. El silencio tan solo roto por la armonia de Pokemon nocturnos le hizo recordar a las noches de vigilia que en ocasiones tuvo que pasar en el Equipo Aqua, ya sea vigilando la periferia de un museo o un acuario o incluso auella vez que en la que intentaron robar los planos de un submarino, mision estropeada por el Equipo Magma que siempre estaba un paso delante de ellos. Era por ese motivo que su mision debia tener exito. Joe apuro el apuso. Por lo que suponia estaba a medio camino de llegar a Ciudad Ecruteak, y su intencion seria llegar antes o para el amanecer. Pero casi sin darse cuenta su paso aminoraba. Las estrellas, el viento y la luna lo invitaban a disfrutar del camino. Cerro los ojos y extendio los brazos dando unas pequeñas vuelteretas mientras avanzaba. Al oir el mugido de un Miltank, pudo vislumbrar la silueta de una granja a un lado del camino. Diferente pero igual de humilde a la vida que habia tenido en su infancia como pescador. Aunque menos violento claro. De todos modos esa noche se sentia en paz. Sin la violencia del oceano nunca hubiese conocido a Oup ni se hubiera alistado al Equipo Aqua. Algun dia haremos la diferencia -penso mientras continuaba su andar. 

El sendero bordea la granja. Una casa rural, un frondoso aranjo, una cerca llena de miltanks.

Las figuras negras de las miltanks mugen al ver a Joe pasar.

-Muuuuuuuuu.

Más adelante, el sendero deja atrás la granja y se interna en la oscuridad, dividiéndose en tres. El de más a la izquierda es una carretera que permite incorporarse a la autovía desde la granja. El del centro es la vía principal de la Ruta 38 propiamente dicha. El de la derecha no es más que un sendero rural abrupto y sin señalización.

Le espera una larga caminata. Estaría bien llegar a Ciudad Iris* al amanecer y descansar allí. Es cierto que el aire de la noche es revigorizante y el paseo lo mantiene entretenido, pero no puede negar que el cansancio** empieza hacer mella en él. Después de todo, se ha levantado temprano y ha estado toda la mañana trabajando en el barco, aunque la tarde haya sido tranquila. La granja es el último vestigio de la civilización hasta Ciudad Iris, así que más le vale andar con ganas o volverse a Ciudad Olivo. O pedir alojamiento en la granja, si es que están dispuesto a dárselo. A no ser que, si le fallan las fuerzas, no le importe acampar al raso.

De haber estado en otra situacion Joe hubiese preferido acampar alli mismo, en medio de la granja, rodeado de Miltanks. Le causaria gracia ver la reaccion de los dueños del lugar al encontrarse un camping en medio de sus gordas pastoreando. Pero por mas que la idea le llamara muchisimo, en verdad necesitaba llegar a la proxima ciudad lo antes posible. Ya tendría tiempo de sobra para descansar en las camas del Equipo del Rocket. 

Cuando Joe llega al puesto fronterizo que marca la entrada de Ciudad Iris, está despuntando el alba. Solo despuntando: aún está oscuro, pero ya clarea allá en el horizonte.

Al oír los pasos de Joe en la estancia –salvo excepciones, los puestos fronterizos siempre están abiertos, no tienen más que un valor informativo– el guardia –el típico guardia funcionario público cuyo cometido, al igual que la del puesto en sí mismo, es más informativo y de atención al ciudadano que otra cosa– pega un respingo. Estaba medio dormido. Probablemente esté acabando su turno.

-¡Ah! –Mira el reloj–. No esperaba a nadie a estas horas. No sé si te has enterado, chico, pero no hay electricidad en la ciudad y la verdad es que estamos teniendo bastantes problemas –Echa un vistazo de arriba abajo a Joe, preguntándose quién narices será y a qué narices habrá venido, aunque no de una forma hostil. La imagen que tiene el guardia ante sí es la de un joven exhausto, con cara de falta de sueño, que lleva toda la noche caminando medio por pura inercia. Claro que el guardia tampoco está en su momento más despierto–. Espero que hayas traído una linterna –comenta, por fin.

En el momento en que se para, a Joe le parece oír a su cuerpo decir “basta”. Quizá no lo notaba tanto mientras caminaba o quizá simplemente lo estaba ignorando, pero después de varias horas poniendo un pie tras otro sin descanso, al detenerse empieza a preguntarse cómo puñetas se las ha apañado para llegar hasta allí y cómo puñetas se las va a arreglar para llegar hasta la cama más cercana.

Quizas por el cansancio, o poe mera distraccion, al muchacho aquel asunto de la ciudad sin electricidad no le llamo tanto la atencion. No le parecia tan extraño despues de todo. Muchas veces un Pokemon salvaje podia terminar mordiendo o golpeando sin intension alguna algun cable o poste de luz ocasionando aquello. Lo que tenia en mente como prioridad era una cama y para eso no precisaba de energia electrica alguna. 

Agradecio, sin embargo, al hombre y prosiguio. Camino toda la noche a la luz de la luna, sin necesidad de linterna, y ahora proximos al alba, no creia necesario una. De todos modos, si se le cruzo por la mente la importancia de poder contar con un Pokemon Electrico o de Fuego, para ocasiones asi. Mas de Fuego, tal vez. NO! De Fuego, no. Se reprocho automaticamente.

Asi que Joe ingreso a la ciudad sin mas, esperando poder encontrar el Centro Pokemon lo mas rapido posible. De no verlo, buscaria un mapa de la ciudad o una señalizacion o preguntaria a algun ciudadano matutino.