Partida Rol por web

Jan sentia el viento en su cara como muchas veces habia sentido volando sobre Hike. El corazon le palpitaba a una velocidad increible y su cerebro iba tan rapido como el. Preocupada por Hike, por James y por ella misma, intentaba estar, en medio de la caida, atenta a todos. Mientras buscaba una argolla que tirara del paracaidas, en fracciones de segundos, pierde de vista a Hike al atravesar en picada una nube, no pudo distinguir si estaba volando o cayendo. Un ala, la menos dañada, estaba desplegada, pero la otra no estaba segura, quizas se tratase de una maniobra de vuelo. Eso deseaba. Mientras tanto, al mirar sobre sus hombros, ve que James no ha saltado. Esta inmovil en el umbral del omnibus. Pero no parecia ser de aquellos que tuviesen panico. No... James no lo tenia. Claro que tenia miedo, pero las alturas no eran su problema. Sabia que debia hacer. Lo que podia hacer. Y tambien lo que tenia prohibido.

Cuando finalmente Jan acciona el mecanismo del paracaidas, ve al horizonte un helicoptero negro de doble helices. Pero antes de que pudiera darse cuenta de algo mas, una nube negra la cubre por completo. ¿Una nube negra?. No... no era una nube. ¿Un Pokemon?. Tampoco. Decenas de ellos.

Jan ya no caia, tampoco se veia deslizar por los aires por el paracaidas. No. Mas bien eran llevada por un oceano de Pokemon de oscuros colores. Ninguno con una forma definida, era una simple masa que lo envolvia todo. No se sentia agarrada de ningun sitio, era como si todo su ser fuese movido entre la dimensiones del espacio y el tiempo. Quiso gritar. Quiso moverse. Todo era inutil, su cuerpo se sentia entumecido. Su pensar se hacia lento. Sus parpados bajaban en contra de su propia voluntad. Y lo ultimo que pudo ver, fueron unos ojos brillantes como diamantes.

[Sonido de agua]

Jan mantiene los ojos cerrados, pero de cerca le viene el sonido de un arroyo. Se siente en paz, tranquila, sin ninguna preocupacion. No es la primera vez que se siente asi. Tampoco es la primera vez que esta en aquel sitio. Abre los ojos y se encuentra en un hermoso lugar natural. Una perfecta esfera hecha de enormes y antiguos arboles puestos en circulo alrededor de un gigantesco y cristalino lago. El aroma a fruta fresca inunda el ambiente, haciendolo aun mas relajante. Jan inconcientemente se reincopora, aun con los ojos cerrados, y al apoyar sus manos en la hierba, siente la frescura y suavidad de la misma. Le llama la atencion lo agradable que se esta y como quien despierta en una hermosa mañana de verano, lentamente abre los ojos. El paisaje la deja sin palabras. No es que nunca antes lo haya visto, pero jamas con tanta nitidez. Siempre le habia parecido un sueño. Ahora parecia algo real.

Camina un poco por el borde del lago. Advierte, que si bien es cristalino, no consigue ver el fondo. Mas bien, ahora que se acerca, mas que lago, es como un gran pozo lleno del agua mas pura que jamas haya visto. Pero no solo el fondo del gran estanque lo cubre una enorme oscuridad y misterio, tambien los arboles de su alrededor no llegan a ser un total de dos o tres filas hacia adentro, que luego se pierden como si del propio universo se tratara.

Sin llegar a comprender. Respira hondo y tras sonreir luego de que el agradable aroma llene sus pulmones, advierte que el sitio carece de movimiento o sonido alguno. Es como si estuviese dentro de una hermosa fotografia.

Sin lugar a dudas el ambiente es precioso y placentero, pero al mismo timepo inquietante y extraño. Da unos pasos hacia los arboles, pero en seguida su propio cuerpo se entumece y da unos pasos atras, como si alguna barrera no la dejara continuar. Dandole la espalda a los arboles, se enfrenta al lago. Da unos pasos hacia el, hasta estar cara a cara con su propio reflejo. Todo el liquido estaba sumido en una inexplicable quietud, pero de repente de la mismisima Jan del lago, una pequeña ave salio volando para posarse en uno los arboles mas proximos a ella.

 Jan se vuelve hacia el pájaro, tentada de exclamar ¡Eh!, pero se contiene, lo último que quiere es asustarlo. Por fin algo de movimiento, la presencia del pokémon, del ser vivo, la tranquiliza un poco. Una oscura preocupación se mueve por el fondo de su mente, pero, por ahora, tendrá que esperar. La chica se acerca lentamente al árbol donde se ha posado el ave, cautelosamente, pisando suavemente la mullida hierba con sus botas militares. Despacio, despacio, no hay que asustarlo, Jan se aproxima al pájaro y extiende su mano hacia él.

El pequeño pajaro azulado te miro y se sonrie. Abre y cierre el pico con una natural carcajada de ave. Luego te mira y vuela directo hacia ti. Con una impulso incociente levantas el brazo en forma de gancho y el Taillow se posa en tu brazo.

Algo resuena en tu cabeza que dice: "No eres tu si vas con sigilo. ¿Donde esta la activa y reboltosa Jan que tanto aprecio?" Y luego retoma vuelo, comenzando una suerte de danza esferica alrededor tuyo, mientras varias plumas azules y blancas caian sobre ti.

Es como una lluvia de estrellas o una calida nieve, que de a poco envuelve a Jan. La chica se siente reconfortada, segura.

Cuando el Taillow disminuye la velocidad, notas que en el piso se ha formado como una especie de pozo hecho con sus plumas. Te asomas por el y notas un brillo carmesi en el fondo.

El pequeño pajaro alza vuelo una vez y se mete de lleno por el pozo. En tu cabeza vuelve a sonar la misma voz, que dice: "¡Vamos!".

 Jan se dispone a lanzarse a la profundidad del pozo, pero, ya con un pie atrasado lista para saltar, se detiene. No. La oscura preocupación que se revolvía en el fondo de su mente avanza al frente. Falta algo. Jan vuelve bruscamente la cabeza, recuperando sus movimientos enérgicos y decididos, y escudriña el aire límpido del claro.

-Hike.

Nota como la paz que inspira el claro se retira lentamente de su corazón, dejando un hueco. Si fuera por ella, se tiraría al pozo, sin pensarlo, pero... ¿qué gracia teníacorrer aventuras sin su fiel compañero de correrías? No, no haría nada, no se movería hasta saber qué le había pasado a su amigo. Y sin embargo...

-¡Hike!

...esa voz en su cabeza, la mirada del Taillow mientras se reía de ella... despertaban en ella un atisbo de inaprehensible comprensión más allá de lo racional... ¿Se estaba volviendo loca? Bueno, ya tendría tiempo de averiguarlo una vez supiera lo que le había pasado a Hike. En cualquier caso, filosofar sobre el sentido de las cosas nunca había sido su fuerte.

Jan recordando y preocupado por su legitimo Pokemon, se detiene de entrar al pozo, y comienza a llamar a los gritos a Hike. Desde el fondo del pozo el Taillow vuelve, y dice: "Comprendo. Esta bien. Mira alli". Con el pico, el pequeño pajarito señala a uno de los arboles del borde del lugar. Jan al principio no sabe que mirar, pero pronto se da cuenta que algo parece resplandecer en base del arbol.

Con cuidado se acerca, y a medida que lo hace, nota una extraña formacion, al pie de un gran roble. Da unos pasos mas, y consigue indentificar aquel objeto. Es una roca. No... algo mas. Se aproxima un poco mas, y finalmente, lo reconoce. Es el huevo del cual nacio Hike. Un pesado, metalico y brillante huevo de Skarmory.

Cuando Jan se acerca no puede evitar sonreir. Siente su corazon lleno de alegria, y las lagrimas vuelven a brotar de sus ojos, por segunda vez en aquel extraño dia. Toma el huevo y lo envuelve en sus brazos. El mismo comienza a brillar con una intensa luz blanca.

Taillow se acerca, y se posa en el hombro de Jan. "Siempre estuvo contigo. Nunca se ira. Quizas un dia me reemplace. Dice con cierto pesar. Y esta bien, tu no me has escojido a mi. Yo te elegi a ti, y esta bien que en tu corazon quieras cambiarme. Pero por ahora, yo sigo siendo el Guardian de este sitio. Vamos Jan, debemos apresurarnos".

 Jan sigue sin entender nada, pero es la hora de la acción, no de las preguntas, ya que la única pregunta verdaderamente importante está resuelta, y con eso basta. Jan deja atrás el brillante huevo y sigue al pequeño Taillow a grandes zancadas. Enseguida se lanza tras él al extraño vacío carmesí, sin dudar ni mirar una sola vez atrás.

Sin dudarlo Jan salto dentro del pozo. Cayendo podia ver delante de ella la figura de Taillow planear alegremente. Pasaron unos pocos segundos y la chica pudo ver que el final se acercaba cada vez mas luminoso. La luz se hizo mas y mas intensa y cuando abrio los ojos...

 FlashBack (3era parte)

La risita volvia a sentirse en lugar. Esta vez a Jan lejos de divertida, le parecia siniestra. Corrio escaleras abajo, conciente que una extraña neblina violacea inundaba el lugar, pero no le importaba. Solo le interesaba una cosa: Hike.

 -¡¡Eh, tú!! ¡¡La de la niebla!!- grita a la oscuridad mientras avanza a grandes zancadas -¡¡Cómo le haya pasado algo al Skarmory te parto esa gaseosa cara que tienes!!- mientras lo dice va mirando alrededor, esforzándose por encontrar bien a Hike, bien a la niña, neblina morada o lo que sea. No sabe lo que es, lo único que sabe es que cada vez tiene más papeletas para comerse una hostia. 

Ante las amenazas de Jan, ella puede notar, o al menos eso cree ver, una lengua que le hace burlas. Se detiene en seco, chequeando de que no se ha vuelto loca, pero ya no le importa.

"¡Aparece maldita malcriada y veras como te queda la lengua!"

La risita vuelve a sonar, y la niña aparece frente. Flotando. Desciende los ultimos escalones y se aparta hasta llegar a un recinto bastante amplio y... cuidado, limpio, sobretodo para lo que aquella casa abandonada representaba.

Jan sigue a la niña con paso seguro y firme, pero cautelosa a la vez. La niña la guia por un pasillo metalico, completamente iluminado, para luego desaparecer, dejando detras de ella una puerta de seguridad.

Jan le da una patada a la puerta, contrariada, dejando por un momento la gruesa suela de goma de sus botas militares pegada a la superficie metálica de la puerta. Escucha un momento y luego:

-Que yo no soy una nubecilla, nubecilla. Si quieres que pase abre la puta puerta.- Extraña puerta, por cierto, para un lugar como aquél. Aunque ya no la sorprende nada.

Mira a su alrededor, tratando de orientarse y de irse haciendo un plano mental del lugar... ¿dónde habrá caído Hike, más o menos? Aunque claro, para averiguar eso esto tendría que tener alguna coherencia lógica, y hasta donde Jan llega no la tiene en absoluto. Aunque será divertido tratar de descubrirla... eso sí, el objetivo principal es reunirse con su compañero. Aunque seguro que se cuida bien solo. Hike no le tiene miedo a nubecillas de ningún tipo, por más que saquen la lengua.

Al dar una patada a la puerta metalica, Jan advierte cuan dura es, sintiendo su cuerpo vibrar durante unos segundos. Aun con el pie sobre la puerta, escucha atentamente, y todo lo que puede advertir es una especie de respiracion, muy leve, como de alguien asustado, o dormido o que simplemente intenta contener el aire para que no se le escuche.

A su vez, ve que la puerta tiene un dispositivo electronico, por el cual seguramente se puede abrir la puerte al ingresar algun tipo de codigo.

Otra cosa mas que ve, es que la puerta tiene una decoracion plateada apenas perceptible sobre el gris metalico de la puerta en si, pero que pudo observar al acercarse tanto.

 Jan observa el dibujo de la puerta durante un segundo, con curiosidad. ...menuda peluca -piensa. Pero la débil respiración le intriga aún más. -Eh, eh, que te he oído. Venga, ábreme la puerta... va, sólo quiero dar una vuelta... -de repente se le ocurre una idea:- Eh, oye, ¿te apetece un caramelo?

La respiracion detras de la puerta se entrecorta. Ahora, mas bien, parecen una especie de llanto. Aun pegada a la pared, te das cuenta que casa cristal de esa extraña inscripcion a modo de mascara tiene un simbolo, no en verdad es un numero. Seguramente sea algun tipo de mecanismo electronico para abrir la puerta. Te hace acordar a tus epocas de criminal para el Equipo Rocket, ahora si estaban hablando tu idioma.

Entusiasmada te pones a estudiar con mayor apreension la puerta, en busca de alguna otra pista, cuando una voz resuena en tu cabeza. Una voz fria, calculadora... malevola.

"Ciiieeeerra los ooojooos niiiñaaa.... y taaaal veeez pueedaaa mooostraaarteee el iinteeerioor dee laa caamara".

La voz es silbante y pone a Jan la piel de gallina. Sin decidirse que hacer, nota que la neblina vuelve a reaparecer. Te envuelve, pero no te toca. Crees ver unos ojos dentro de ella. Otra vez, distinta, algo mas femenina y delicada, habla tambien a tu mente diciendo: "Hike estara bien. No le hagas caso. Abre la puerta y todo terminara. Ten cuidado. No confies en el dueño del niño cojo. Solo confia en ti y los que tus ojos no te muestran"

Jan esta completamente confundida. ¿Se estara volviendo loca?. ¿Que paso con el agradable dia que se suponia que debia pasar con su fiel amigo Hike?. Hike... ¡¿donde demonios estara ese pajarraco metalico?!

 Jan está confundida, pero, precisamente por eso... lo que hay que hacer es tomar las cosas por las riendas. Alza una mano y, lenta, progresivamente, extiende el dedo corazón, mirando directamente a los ojos de la niebla:

-¿Es que no puedes abrir la puta puerta mientras miro? ¿Te crees que soy gilipollas?- da un paso hacia la niebla, con los puños apoyados en las caderas. -Que no me das miedo, nubecilla. Ni tú ni ninguna otra.-Trata de serenar el tono, aunque sigue sonando peligroso. -Sólo quiero reunirme con el pajarraco metálico, así que no me des más por culo y abre la maldita puerta, y nos iremos en paz.

Las voces no responden. La nubecilla vuelve a desaparecer. Los gemidos detras de la puerta vuelven a oirse. Y de adentro escuchas la voz de un pequeño que te dice: "Por favor, ayudame. Yo no puedo abrir la puerta. No se como llegue hasta aqui." Y sin mas rompe en llanto. Al parecer el niño creyo que le hablabas a el.