Partida Rol por web

Dejando todos un poco de aire para que Rick hiciera su plan, parecia que iba a conseguirlo pues los Spearow de alrededor no parecian reaccionar a malas por el momento a la cercania de Rick con la conida. Al menos hasta que se acerco demasiado, o eso parecia denotar un Spearow que grazno nervioso. Alsegundo un Spearow salio de la copa de los arboles cercanos y fue directo a picar la mano de Rick que contenia la comida y la tirara y unos cuantos mas salieron para hacer suficiente intimidación al ranger para que retrocediera y no intentara recuperar la comida.

Ahora habia muchos mas Spearows y poco a poco de lade las copas de los arboles fueron surgiendo mas, tanto es asi que se os hacia imposible contar la cantidad de Spearow que habia. Los del centro pokemon entendieron ahora la razon de tantos heridos por Spearow, asi como los que fueron a la tienda entendieron la preocupacion de la tendera. A lo peor aunque Angie intentara resolverlo con el capturador, a penas tenia oportunidad de dar una vuelta a los pokemon con el que estos quebraban su posible captura.

Desde luego, no se iban a dejar vencer tan facilmente, e iban a presentar batalla

Se echó para atrás en el momento en que empezaron todos los Spearow a aparecer, amenazantes y graznando para avisar con amenaza de que los atacarían si se acercaban más. No le hacía mucha gracia que su primer encuentro con pokemon salvajes fuera tan peligroso, pero no le quedaba de otra a nadie que quisiera avanzar, debían pelear. 

Empezó a leer en la rotomdex todo lo posible sobre el pokemon, a lo mejor había algo que el resumen del pokemon-dex había pasado por alto sin encontrar nada más útil que saber lo que comían. - Comen insectos... ¿¡ En serio no hay nada más!? Suspiró guardando su RotomDex y miró a los demás compañeros para saber qué podía hacer y qué no, aunque lo cierto era que su idea distaba mucho de luchar. -Quizá deberíamos correr huyendo de ellos hacia ka ciudad... Son demasiados, ¿No? Miró a los presentes con algo de inseguridad, si combatían, sería el primero en su vida y eso podía acabar en desastre para ella siendo una horda entera contra ocho personas y pokemon. 

    * Gasp in campechano *

   El ver como los pájaros parecían no verse afectado ante el actuar de los chicos con aquellas herramientas en el fondo no me sorprendía ... la malicia dentro de ellos es demasiada como para ser aplacada así como así ... , así que dejando un poco de lado el estar jugando con Maggie y viendo que hasta la chica Ruby haba retrocedido hasta donde me encontraba con las mochilas - que tal Ruby - saludaba a la chica pues con todo esto de los spearrow y estarme encargando de las mochilas como que me habia olvidado - es buena idea... pero igual seria bueno saber que los tiene así... aunque si es comida lo que necesitan, cualquier fuente grande de alimento es un potencial objetivo - a la vez que recordaba algo.

   Cuidado Mia~ka y Miu~uuu - gritaba desde mi sitio, a la vez que sacaba el único pote de repelente de mi mochila en caso de necesitarlo - recuerden que llevan comida en sus mochilas, si se mueven mucho, van a atraer la parvada sobre ustedes.

Alomejor deberíamos avisar a alguien del pueblo, ellos sabrán que hacer. Dije mientras cada vez más spearow iban al pequeño montón de comida que habían conseguido.

Miré la pokeball de Brisa, entre alegre porque así no sufriría ningún daño y triste por no poder librar el primer combate pokemon, quería conseguir las medallas, pero yo sola no podría contra toda la bandada.

Además, según la Rotomdex, solo están defendiendo su territorio, alomejor han tenido crías y por eso buscan comida. Simplemente tenemos que ir por donde no haya hierba alta.

No estaba demasiado segura de que así fuera, pero la Rotomdex lo decía, y si aún no habían llegado entrenadores más experimentados y nadie había hecho nada suponía que no tenían que ser demasiado peligrosos.

La jugada salió mal y Miu empezó a exasperarse. Acababa de empezar su viaje, y no pensaba cejar ante el primer obstáculo que le salía al paso. Además, creía que podía tener la solución al problema, o al menos, facilitaría la operación de calmarlos de forma... literal.

Cerró los ojos, escuchando el palpitar ensordecedor de su corazón. Acercó la pokeball a la altura de los labios. Respiró hondo y susurró:

—Vamos Bart. Podemos hacerlo. Usa Hipnosis, por favor.

No lanzó la pokeball. Cualquier gesto brusco empeoraría las cosas. La dejó caer, para que pareciera accidental de cara a los pokemon tipo volador. Esperaba que el movimiento funcionase. Si no con todos, al menos, con una buena parte de ellos.

   Viendo que ninguna de las dos quiso retroceder y que Cobalto seguía tan cerca de la parvada como ellas dos, miro con una cara un tanto mas seria pues entendía a lo que me estaba metiendo y a mi compañera.

  ¡¡Maggie!! - mirando a mi Mareep - mantengamos a rayas a esas aves - apuntando a la parvada - si algún grupo se intenta acercar a las mochilas o a nosotros... tu solo usa esa cosas de Brizzzzzzt para remecer a todas las que puedas y evitar que sigan avanzando... ¿ te agrada pequeña ?.

Los que se habían acercado a la bandada habían vuelto al grupo, dejando a Miu tomar la decisión de comenzar, por mi parte, decidí ayudarla con mi pokemon, cada vez más emocionada. Ayudaríamos a aquellos que causan problemas y probaríamos a nuestros pokemon.

Confío en tí brisa, Dije mientras, imitando a Miu sacaba con cierta prudencia a Brisa de su pokeball, de la que salió un pequeño Vulpix helado.

Vulpix lanza nieve polvo, ayuda a gastly.

Realmente no esperaba que el plan de Rick de calmar a todos esos Spearow furiosos llegase a funcionar, pero lo que no podría haberme imaginado es que tendrían un maldito ejército. Miré a mi alrededor algo nervioso cuando vi que estábamos rodeados de cientos de Spearow.

-Bueno, podría haber sido peor, al menos no hay Fearow.- comenté más para mi que para el resto. Me fijé en que algunos de mis compañeros ya estaban ordenando ataques a sus Pokémon, principalmente ataques de estado. La idea no era mala, pero no funcionaría contra tantísimos enemigos.

-Chicos, creo que tengo una solución más efectiva.- tras decir eso busqué durante unos segundos en mi mochila y saqué un bote de Repelente. Al mismo tiempo, liberé a Sandy de su Pokeball, por si algún Spearow decidía no huir. Rápidamente comencé a vaciar el bote de Repelente a nuestro alrededor, eso debería espantar a los Pokémon salvajes.

-Sandy, si algún Spearow ataca, usa Mordisco.- le susurré a mi amigo, más valía estar preparado.

Todo se desbarataba, los pokemon no se calmaban si no que cada vez había más y en peor ánimo por lo que se quedó algo atrás, sin saber como actuar ante tantísimo pokemon. ¡Acababa de aprender como meter a Midori en su pokeball! Eso le venía grande y los nervios le jugaban mala pasada pero al ver a Arion sacar un spray se dio cuenta de que ella también tenía uno siendo que se puso la mochila hacia delante para manejarse más rápido y sacó el repelente antes de devolver la mochila bien cerrada a su espalda. -¡Tengo uno de esos! Avisó a Arion con una sonrisa. - Si alguno intenta atacar puedo rociarlo un poquito y se irá, ¿Es así? No haría atacar a Midori porque eso acabaría en desastre y en el centro pokemon, cosa que no quería en absoluto así que sería ella la que atacara a base de flitazo. 

Analizo un poco la situación y veo que esto no es bueno. Tamaña cantidad podría volverse algo bastante complicado incluso si somos 8. Me retiro hacia donde estaba Levy con mi mochila y desde ahí comienzo a observar atentamente buscando entre los Spearrows si es que había alguno con apariencia de ser el líder de semejante parvada.

Al principio parecía que todo iba bien, los Spearows se acercaban a mi sin que ambos fuéramos una amenaza para el otro -Si... buenos chicos...- iba diciendo contento al ver que iba funcionando... pero entonces, uno de ellos me sobresaltó. El pájaro bajó a toda velocidad desde una copa de un árbol, y en lugar de picotear la comida, picoteó mi mano -¡Auch!- me quejé, haciendo que por impulso y sin querer soltase la comida mandándola al quinto pino.

Joe... ¡ha salido mal!- pensé muy decepcionado, mientras me masajeaba la mano algo dolorida... auch, sabía que era un riesgo y era posible... pero esperaba que no. Al final, todos mis compañeros empezaron a lanzar ataques contra los pobres pero desconfiados pokemons.

No me gustaba esa solución, y lo quise comunicar cuando empecé a ver mordiscos y ataques de hielo que podrían resultar muy perjudiciales para los pokemons pájaro -Vale, plan B, habrá que espantarlos... pero por favor, intentad usar solo ataques de estado, repelentes... o ruidos. Que no salgan demasiado escarmentados- les comenté a los compañeros. Aunque me hubieran pegado un bocado, seguía empeñado en que los pokemons salieran lo menos malheridos posible.

Para intentar ayudar, desplegué mi capturador -¡Adelante capturador!- grité antes de lanzar la peonza contra los muchos pájaros. No tenía intención de capturar ninguno, sino que quería que su movimiento les espantase.

Al ver que el capturador falló, Angie se sorprendió mientras lo recogía - Rick, Rick. ¿Estás bien? Al final no van a tener hambre. ¿Crees que nos harán daño? - preguntó a su compañero mientras seguía protegiendo a su Torchic. - ¿Ataques de estado? - Preguntó en el momento en el que Rick ordenó aquello - ¿Y si no tenemos? - Fue entonces cuando vió a Rick lanzar su capturador. - Ya sé. Pollo, amedrentalos con Gruñido - Dijo siendo que al fin Torchic se lanzó a primera fila y mientras ella enviaba su capturador al lado contrario de Rick.

Los ataques empezaron a surgir siendo muy buena idea el usar ataques alterados. Hipnosis consiguió dormir a unos pocos Spearows que cayeron al suelo, otros fueron paralizados por la onda trueno que al haber tantos se propagó por contacto casi entre varios Spearows, que quedaron planeando contra el suelo. El nieve polvo no consiguió congelar a los Spearows, pero si hacerlos retroceder y del mismo modo cabrearles como el ataque eléctrico, al igual que el gruñido de Torchic que si bien no parecía hacer efecto por la gran cantidad de pokemon que había, si que tuvo cierto efecto.

Los Spearows se lanzaron a atacar a los pokemons siendo que el repelente les echó para atrás y trataban de buscar aberturas, pero sin exito alguno. Los capturadores seguían sin cumplir su objetivo siendo que si bien los esquivaban los pokemon, también hacían rompen las lineas que generaban para evitar ser capturados. Ahora los Spearows estaban buscando una oportunidad mientras se movían a vuestro alrededor para lanzar un ataque en contra de vuestros primeros ataques.

    ¡¡ YEE~iii !! bien echo Maggie - felicitaba a mi compañera al ver que su movimiento había echo caer tiritando a un buen numero de pajarracos, aunque no había sido la única ya que los otros chicos también habían logrado mantener a raya de momento a este caos de pluma y graznidos.  

   ¡¡Oigan...!! los de los trompos - gritando a los que estaban mas cerca de la gran parvada - no se de que va eso de las vueltas... pero si necesitan hacerlas... ¿ que tal si intentan con los que están dormidos o tiritando primero ? - apuntando al buen numero de aves que se encontraba botados en el suelo - Maggie y yo les podemos ayudar a que los que se mueven no los interrumpan... ¿ estas de acuerdo pequeña ? - a lo que enseguida mi compañera agitaba la cabeza.

     Mirando a los chicos que se encontraban cerca mio - ¿ nos ayudan un poco con esto, por favor...?

Me parece una buena idea, Brisa vuelve a usar nieve polvo, quizá ahora tengamos más suerte. Dije primero a mi compañero y luego a mi pokemon, me gustaba trabajar en equipo, creía que eso era parte de la aventura, aparte de las medallas, por supuesto.

Los vio ahí. Tumbados, roncando, en paz. La tentación de lanzar una de las pokeballs que acababa de comprar era muy fuerte, pero el piar del resto de Spearows truncó su concentración recordándole que la amenaza aún estaba presente. Con una mirada significativa dirigida a Levy, Miu asintió con un cabeceo.

—Hipnosis otra vez, Bart —susurró bajo la bufanda y apuntando a los que aún quedaban en pie.

Mientras veo que esto se está complicando más de la cuenta comienzo a decirle a sal -Amiguito creo que me vendría bien un poco de esa paz tuya en este momento- Y tras esto le digo que lance bostezo hacia los spearrowsque  se nos acerquen. Si pudiéramos divisar a algún líder en la parvada probablemente podríamos espantarlos al vencer a este pero mientras tanto no hay otra opción.