Partida Rol por web

A Baronetti se le iluminó la bombilla (metafóricamente), para bien o para mal (harto probable hacia esto último):

-En...en...entonces salieron... los científic...fic...cos salieron. Lo hici...hicieron para matar a la bes... bes... no, no no... ¡No y no! -sus cavilaciones eran cada vez algo más profundas- ¡Nada de eso...!

Luego habló en alto.

-Aún... aún no lo sabían... aún no sabían cómo mane...mane...ejem...manejar el cubo. Sin...sin duda el cu...cubo es una pu...puerta hacia alg...gún otro sitio... ¡Por es..eso huyeron!, acaba...baron desespe...rados... Ahora bi...bien. Quizá regresa...saron (to...todos los científicos...). Puede....puede que des...descubrieran algo o abso...abso...abso...ejem...absolutamente nada... Quizá por eso el ase...sino y suicida, frut...to de la desepe...peración... decidió sa...salir de allí "al ot...otro barrio"...

Acto seguido, el chico miró al cubo con más terror del que jamás lo había mirado

-Y el cu..cubo... ¡ese cubo! -intentaba apartar la cabeza de la dirección tras mirarlo, pero sus ojos se acercaban de reojo al mismo-, o fun...funcio... na sólo....o...o...ejem...o es otra espe...especie de dispositivo que...que sabe qué hace...hacemos...

Mi herida parecía estar parando de sangrar. Al menos era un alivio.

-Ya no se qué pen...pen...pensar... ¡ni qué ha...hacer...!

- Lo que está claro es que no somos los únicos que piensan que ese cubo lleva a alguna parte -dijo Morriset-. La pregunta es cómo demonios se utiliza y qué hay que hacer para controlarlo. Pero el tipo de mi sueño...

Se calló un momento y caviló, analizando lo que aquél hombre tatuado le había dicho.

- Ese tipo dijo que no había que cometer los errores de los ancestros... ¿Puede que no fuera del todo una metáfora? Quizá se refería a algo que estos científicos hicieron. Algo que no hay que repetir bajo ningún concepto.

El sargento cavilaba sobre el último vídeo cuando Morriset habló de la advertencia de su sueño.

- Apostaría a que lo que no debemos repetir es intentar usar el puto cubo. Y no le hace falta mucha ayuda para convencerme...

Y dicho esto, dio un último chupetón al cigarrillo y lo tiró al suelo, donde lo apagó con la bota, listo para la siguiente escena. O todo lo preparado que iba a poder estar, al menos.

Mav escucho la historia de Mills. Quizas estaba relacionado lo que vio con el lugar donde estaban.

Asintio al comentario de Baronetti y cuando iba a añadir unas palabras, Mills hablo de nuevo.

Quizas sea lo mas sensato... maldito lugar...

Mavs seguia cavilando la opcion de volver a salir por la puerta e investigar el origen de la luz. En este momento se arrepentia de no haber curioseado un poco antes d emearse encima de miedo y salir cagando leches.

-Si yo ya lo dije antes, dejen el jodido cubo en paz, pero no todos van contra el negro y nadie lo escuche…, era de esperarse, a fin de cuentas son como son- Bings volvía con su sarcasmo que a estas alturas podría empezar a fastidiar; aunque en el fondo él tenía razón.

-Ento..ento...entonces será la ul...última opción... -dijo el chico mirando al cubo. Ve...veremos las esc...escenas... y luego deci..decidiremos... si es que no nos he...no nos hemos vuelto locos...

Acto segudo, Baronetti se fue donde estaba el cabo, apretó el botón de la derecha, e intentó mandar con el botón el elector hacia la escena de la luminosidad...

-Ve...veamos qué nos depara, colegas...

Parecía como si una lámpara estuviera justo delante de la cámara. Y se oían gritos.

- ¡No! ¡Atrás! ¡Atrás!

De pronto la luz se movió apartándose de la lente. Se podía ver el cubo, como siempre, en su sitio. Y danzando como un poseso, como si alejara mosquitos, a uno de los científicos. Pero no era el que hablaba siempre. Era el otro. Manoteaba como si quisiera evitar a un atacante invisible. Y entonces los soldados se fijaron en las bolas de luz. Titilaban a su alrededor y se movían como luciérnagas enloquecidas.

- ¡No por favor! 

Rodeaban al individuo. En un un momento de confusión el pobre tipo cayó de rodillas y una de esas luces le golpeó en el rostro, desapareciendo. Abrió la boca intentando gritar pero en lugar de ello surgió una luminosidad intensa a través de su boca.

En ese momento las otras luces empezaron a danzar a su alrededor como insectos dispuestos a caer sobre su presa. Pero repentinamente la voz conocida del otro científico resonó en la sala:

- ¡Wallace! ¡Maldita sea! Hur'sf im'ah'ah akhe'ira'la' sh'iba'ma'na'rrish' arha'da'dhi'.. ¡Ash'an'ans Sub'niguraht'!

En ese momento apareció en escena el otro científico. Movía las manos de forma mecánica, como si bailase, mientras no dejaba de murmurar aquella letanía:

- Ish'an' aha'asj'... ¡Ash'an'ans Sub'nigurath'!

Y entonces las luces brillaron con más fuerza y de pronto estallaron en pequeños puntitos, desapareciendo como si nunca hubieran estado allí. El otro hombre permanecía de rodillas, sollozando. El que había cantado la letanía se agachó para abrazarlo.

- ¡Wallace! ¿Te has vuelto loco? ¿Después de lo que ha pasado? ¡Maldita sea!

Se giró hacia la pantalla y se aproximó para apagar la cámara. Lo último que escucharon los soldados fueron:

- ¿Estabas intentándolo de nuevo? ¡Ya has oído al comandante! ¡Él...

La imagen se apagó.

Con un punto de intranquilidad, Mills expresó lo que estaba pensando.

- Señores, creo que acabamos de ver a los 'espectros de luz' esos.

Y, sinceramente, lo que acababa de ver no le gustaba. No parecían algo con lo que se pudiese lidiar tiroteandolo (como a los monos cibernéticos de antes) y no comprendía para nada la letanía que había estado cantando el otro científico o su bailoteo... ¿sería magia? Mills ya no sabía que creer. Por si acaso, hizo el esfuerzo de memorizar la letanía, moviendo los labios para seguirla... uno nunca sabe lo que puede ser o no útil. Aunque no estaba para nada seguro de poder repetirla.

-La le...¡¡leche!! -Baronetti quedó sorprendido, aún con el dedo extendido aunque sin tocar ningún botón... Ci...ci...cierto, sar...sargento... ¿que an...an...andaban haciendo? De...desde luego parecí...parecía que aho...ahora los científicos sabían como ha...ha...ejem...cómo hacer algo... cómo ac...activar algo... pero.... ¿QUÉ?

Tomó airé y lo expulsó lentamente. Acto seguido se puso a cavilar en silencio, sobre todo acerca de las 4 escenas que parecían más importantes, a priori... Si de verdad fuera un rompecabezas, con el tiempo, aunque estuvieran encerrados, podrían resolverlo. El problema es que ni siquiera sabía si era realmente un rompecabezas, qué contenía una vez armado y si aquella realidad poseía un sistema de referencia estable... (se había hablado de viajes temporales, teletransporte, transmisiones..., demasiadas conjeturas). A eso había que añadirle el cansancio físico y mental del pelotón entero, incluyendo sus "currículums" personales...

Bings sentado aun en el mismo lugar continuo mirando atentamente las imágenes que eran proyectadas en aquel oscuro lugar y sin esperar demasiado en cuanto la pantalla se detuvo de nuevo cargo de nuevo –La solución es sencilla, hay que joderse al puto cubo, las luciérnagas están afuera; los mensajes nos dan a entender que no hay que meterle mano a esa cosa- Bings señalaba al cubo- Lo que tenemos que haces es destruirlo de una vez por todas, incluso quizá así acabemos sin lo héroes que salvaron al mundo de su terrible destino-

Mavs escucho como Bings volvia a la carga con su obsesion por destruir el cubo.

-¿Te has vuelto loco? ¿Que heroes ni que mierda? Si lograsemos volver con el cubo nos despacharian y si lo destruimos ten por seguro de que ademas lo harian de forma muy dolorosa. Somos putos peones prescindibles, ¡Si hasta enviaron al culo del mundo un alto cargo militar! ¿y alguien se entero de su desaparicion o muerte? Hagamos lo que hagamos no seremos mas que MIAs... ¡Si fuese por mi, haria que ese jodido cubo me mandase al fin del universo y me labaria las manos!

Mavs comenzo a dar vueltas por la habitacion y repitio el acto de mills encendiendo un cigarrillo y mirando fijamente el cubo.

¡A la mierda! Ya estamos muertos hagamos lo que hagamos

Tiro el cigarro al suelo y camino con paso firme hacia el centro de la sala con intencion de usar el artefacto.

Mientras pensaba Barthow, daba por hecho que su conciencia se había marchado. Sin embargo, algún tipo de sentimiento lo sustituyó. El chico razonó para si que era una especie de remodimiento:

Remodimiento: Estas cerca amigo... ¡muy cerca!

Baronetti: Otra ve...vez tu..., es...espera ¿mu...muy cerca, dices?

Remodimiento: ¡Si! Exacto, eres grande Bartholomew, aunque el resto no lo reconozca... Ni siquiera esa arpia... ¡la Conciencia! Maldita bruja, aún atormentándote... ¿cómo llevas el brazo.?

Baronetti:  Algo mejor, ya casi ni me duele... escuch...ucha ¿tu...tu sab...bes algo? ¿sa...sabes cómo po...po...ejem...podemos salir de aq...aquí?

Remodimiento: Bueno, no, pero... mmm... ¿ves esos cadáveres? seguro que ellos también se precipitaron, pues han sido acribillados... ¡qué despropósito!

Baronetti:  ¿Preci...pi...pitaron? ¿Qu...qué quier...quieres decir?

Remodimiento: Bueno Bartholomew, simplemente que ni siquiera sus investigaciones llenas de argot característico pudieron dar con la solución: no salieron de aquí. Quizá sea porque no tuvieron un modelo previo, una lectura de la que "aprender"...

Baronetti, a los ojos de los demás, hablaba con alguien en la sala, que estaba justo ahí, donde no había nada...

Baronetti: Ya com...comprendo... pe...pe... pero ni si... ni siquiera sabe...sabemos dó...dónde estamos, qué...qué es este sitio y qué son esos en...entes... Es co...como pe...pedirle a un be...bé que lea una lí...línea de un cu...cuento, tien...tiene las capaci...dades, pe...pe...ejem...pero aún no sabe có...cómo hacerlo.

Remodimiento: Pero eres inteligente, amigo, al igual que tus... ejem.

Baronetti:  ¿Pe...perdón?

Remodimiento: Si...bueno, al menos quieres deshacer el entuerto, salir de aquí, sabiendo además porqué estás aquí, y qué es este sitio, ¿verdad?

Baronetti: Al principio tan sólo quería estar tumbado en una playa del pacífico.

Remodimiento: Pero ahora quieres. Lo sé. sino... ¿porqué ese interés por las imágenes?

Baronetti: Bu...bu...bueno, pu...pues.

Remodimiento: ¡Aja!, escucha: ¿Que son esas pla...placas electrónicas? ¿La Gran Raza? ¿los Oscuros?

Baronetti: Pu...pues...glup.

Remodimiento: Hijo, ¿qué hay de ese lenguaje sumerio sobre las placas de la selva? ¿Vietnam? ¿Una guerra? No, no, no... Te abriría los ojos si te dijera que el Kennedy no murió a manos de quien dicen haber sido, que la llegada a la Luna, querido, no es más que un proyecto fílmico y propagandístico del Tio Sam, y que Janis Joplin, Jim Morrison o Hendrix preparan su propio funeral para dentro de unos meses... ¡Pero no!: esto es algo mayor, Bartholomew, ¡mucho mayor!, algo que ni siquiera yo puedo imaginarme, ¡ni tu tampoco! ¡Ninguno de vosotros! ¿Qué me dirías si...?

Baronetti:  ¿Qué pu...pue...puedo hacer?

Remodimiento: ¿...si el gobierno de tu país hace pruebas geotérmicas en Sudamérica para controlar el clima o provocar seísmos voluntarios? ¿Cómo reaccionarías si conocieras que el Tíbet es en realidad un reducto pactado por América para dar salida a los últimos líderes nazis tras Nuremberg?

Baronetti:  Pero yo... estoy ence...estamos encerrados... ¿Qué quieres que hag...?

Remodimiento: ¿y qué dirías, mi querido Bartholomew, si te dijera que el Área 51 de Nevada no es ningún destacamento milit...?

Baronetti:  ¡Pero há...háblame!

Remodimiento: ¿...militar, sino que es el lugar donde se han encontrado pruebas irrefuta...?

Baronetti:¡Oh!...¡Maldición!

Remodimiento: ¿...irrefutables de la existencia de Dios!!? ¡¡Jesus estuvo allí: en América!!

Baronetti:¡¡¡Joder!!! ¡¿¡¿¡Qué debo hacer!?!?! -Baronetti estaba extenuado, y respiraba con demasiada rapidez. Al instante, su Remordimiento le contestó:

Remodimiento: Mata a ese tio. -señalaba la conciencia en dirección a Maverick. Si toca el cubo, saltaremos por los aires, y será lo único que no podré explicarte. ¡No seas un simple peón! ¡Un chupatintas correveidile de los grandes jefes! ¿Quieres salir, y además conocer la razón de todo esto? ¿Encontrar un porqué? Si ese soldado toca el cubo, ni saldrás de aquí, ni resolverás el misterio, querido.

Acto seguido y de forma totalmente rápida, precisa y casi espontánea, Baronetti se llevó la mano a la parte trasera de su pantalón, cogió su pistola Norinco y encañonó a Maverick casi a bocajarro,en el preciso instante en que iba a manipular el cubo.

-No hagas eso colega. -Una lágrima caía por la mejilla de Baronetti.

-Creo que tendré que decir “a favor”  a eso, y mira que por mi podrían darle por el culo a Baronetti con una granada- Bings había levantado su subametralladora y apuntaba con frialdad a Maverick, su lanzagradas seguía en el suelo, solo era cuestión de presionar el gatillo y adiós.

-Prefiero una muerte dolorosa y conocida que una desconocida por conocer-

La situacion de habia salido de madre. Ahora 2 de sus compañeros le apuntaban... el cubo estaba muy cerca... tansolo esxtender la mano y lo cogeria. Miro hacia el Sargento y el Cabo buscando afirmacion o negativa antes de plantearse nada mas.

Si he de morir para que puedan descubrir algo mas del cubo asi sea.... Una ultima plegaria...

En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, mi amada presencia de Dios en mí, que soy yo, Maveric. Jesucristo vencedor que en la cruz fuiste vencido, vence al que esté vencido conmigo; en el nombre del señor si eres animal feroz, manso como cordero, manso como la flor del romero, tienes que venir a mi. Porque pan comiste y por la palabra más fuerte que me diste, quiero que vengas a mi a cumplir lo que me has ofrecido. Santísima muerte, yo te suplico te dignes ser mi protectora y que me concedas este bendito favor y todos los que yo te pida por el resto de mi vida. Santísima muerte, tu que andas por todas partes del mundo, oficinas, calles, callejones, carreteras, hogares, donde quiera que te encuentres el espíritu, cuerpo y alma de mis asesinos, tráemelos, tráemelos, traemelos, traemelos. No los dejes, no los dejes en cama dormir, en mesa comer, en silla sentar, ni con amigos ni con amigas, ni con mujeres, porque mi voz se ha de escuchar, mis pasos ha de sentir y desesperados tienen que venir a mi. Espíritus de luz que alumbran las tinieblas de las almas, yo les pido que alumbren mi espíritu, cuerpo y alma para que se acuerden de mí y todo lo que tenga me lo den impulsado por tus poderes. Espíritu, cuerpo y alma de mis enemigos, venid porque yo os llamo, yo os sugestiono y yo os domino, tranquilidad no habeis de tener hasta que vengais rendidos a mis pies. Te lo pido nuestra Virgen de la Muerte, que así es...

Maveric agarro el colgante y cerro los ojos

- Baronetti, maldita sea -dijo Morriset mirando al soldado-. ¿Ya estás otra vez? ¿Qué cojones sugieres tú?

Pero se detuvo. Maverick estaba dispuesto a seguir adelante. Aquello se les estaba llendo de las manos. Baronetti y Bings eran perfectamente capaces de pegarle un tiro. Y además podían fallar, causando un accidente. Ya habían visto que las balas podían ser imprevisibles en ese lugar.

- ¡Quietos, joder!

El cabo miró a Mills, con la esperanza de que este pudiera imponerse para controlar la situación.

Por un segundo, Barthow contempló un casi resignado Maverick. No era mal tio, ni raro o escéptico. Nada de eso. Por momentos y ante la intromisión Morriset, Baronetti cambió de dirección el cañón de su arma. Ahora apuntaba a su superior.

-Cállese, ca...cabo, ¡joder! -dijo el chico estallando por momentos. Si man...mantenemos los ran...rangos del ejército es por pu...pura disciplina, adem...demás de seguir la ru...rutina de siempre en este lu... lugar de locos... Éche una cabe... zadita y cierre el pi...pico..., señor.

Esta última palabra sonaba a ironía total. Acto seguido, y secundando el encañonamiento de Bings desde el suelo, hice regresar mi pistola en la dirección de Maverick.

-Créeme, co...colega. Si tocas el cu...cubo, despí...pídete. No creo que esta ba...bala rebote des...desde tu carne como la ba...bala anterior. Asi que... siéntate, la peli...película aún no ha acabado.

Luego Baronetti se secó el sudor con su otra mano, mientras seguía apuntándole.

-...asique, veremos la... la... las esc...enas que ff...f...fffaltan, pensaremos un poc...poco, y luego, si qui...qui...quieres, nos haces reven...reventar a todos... pe...pe...pero no ahora. ¡No ahora! ¡Aún no sa...sabemos todo lo que ocurrió!

Cuando gritó esta última frase su mano temblaba, y con ella la pistola. Entonces, en la cabeza de Baronetti resurgió una voz:

Remordimiento: -Créeme, querido; cuando dispares, me habré ido, no te angusties por eso... No tendrás ningún rem....

El cabo enmudeció cuando el cañón del arma de Baronetti se situó ante sus ojos, pero pronto recobró el dominio de sí mismo. En el momento en que Baronetti volvió a apuntar a Maverick, Morriset desenfundó su propia arma de cinto con rapidez y apuntó directamente a la nuca de Baronetti.

- Sabía que tenía que haber dejado que te desangraras, estúpido -exclamó-. ¡Pero aún no es demasiado tarde! Baja esa arma inmediatamente o te vuelo la cabeza.

Quitó el seguro a la pistola para que quedase claro que no era un farol.

- Es sencillo, chico. ¿Dices que no hay rangos? Me parece bien, olvidemos que soy un jodido cabo y tú una mierda de soldado raso. La cosa funciona así: No hacemos caso al tipo de los tatuajes y "cometemos los errores de nuestros ancestros". Tú le pegas un tiro a Mav, yo te mato a ti, Bings me deja seco a mi y luego el sargento se lo carga a él, se queda aquí solo y muere de viejo. En lugar de tres cadáveres serán ocho, y todo para nada.

Hizo una pausa para dar una patada al fardo inerte que era el cuerpo del comandante.

- Hemos pasado por encima de tres monos enloquecidos, de un astronauta deforme, de alienígenas. Hemos escapado de una luz asesina y encontrado este sitio. Estamos empezando a descubrir cosas... ¿Y vamos a acabar como estos tres gilipollas que se mataron unos a otros? ¡Joder, Baronetti, vamos a empezar a pensar un poco!

Siguió apuntándolo sin flaquear, pero con su mirada le imploraba que se tranquilizase y no les obligara a todos a iniciar una matanza...

Bings no era tan estupido como parecía, a pesar de su peculiar forma de ser había recibido buenos estudios y se había graduado con honores del preescolar y la primaria. Los negros saben que estudiar mas es cosa de blancos rasca culos.

-Sencillo Cabo, no hay por que alarmarse, yo bien le dije que debíamos pegarle un tiro al imbecil del tartamudo, pero como siempre nadie escucha al negro. Sin embargo las cosas están como están, destruyamos el cubo y veamos que pasa, si según usted vamos a morir, por que eso fue lo que dio a entender cuando hablaba semi dormido entonces da igual como muramos. Todo esto al parecer lo inicio ese jodido cubo, por que esperar terminemos con el. Ahora, que si no esta de acuerdo puede que mi compañera lo haga pensar mejor-, Bings sujeto su lanzagranadas que estaba a un costado de él sujetando firmemente el gatillo.

Una vena terrible se marcaba en la frente del sargento mientras observaba atónito a sus hombres encañonándose entre sí. Sus nudillos volvían a estar blancos por la presión inconsciente con la que aguantaba la ithaca.

- Aquí nadie va a hacer nada hasta que se le diga que lo haga. - espetó. - Así que ya estáis bajando las armas u os juro que me comeré vuestros putos hígados. Y tu, Mav... sobre el cubo ya decidiré cuando haya visto todo lo que se pueda ver sobre él. - se giró hacia Bings - y de destruir el cubo... y si al intentarlo se activa y nos da por culo, ¿que? ¿Serás feliz porque será un puto cubo negro el que te jode?

Morriset oyó la orden del sargento y por un momento siguió con el ceño fruncido. Luego respiró hondo y con lentitud, bajó la pistola, a modo de gesto de buena voluntad hacia Baronetti. Ojalá él tuviera un gesto similar con Maverick y todos pudieran tranquilizarse y seguir con la sesión de cine de terror.