Partida Rol por web

Aún sabiendo que sería inútil, algo impulsó a Morriset a acribillar a preguntas a aquél ser, aunque ya no podía verlo.

- ¡Espera! ¿Cómo que no existe salvación para nosotros? ¡Tiene que haber alguna forma de salir de aquí!

Pero fue inútil. Tenía ganas de gritar, de patalear, pero en lugar de eso... hizo lo más inteligente que se le ocurría. Memorizó hasta la última de las palabras del sujeto, repitiéndoselas decenas, quizá cientos de veces con los ojos apretados y concentrándose tanto en ello que dejó de ser consciente incluso de sus sentidos.

Cuando estuvo seguro de poder repetirlas al pie de la letra, volvió a abrir los ojos. Pero temía que allí no quedaba ya nada para él. Sólo le quedaba despertarse... y rogar por acordarse de todo aquello. Quizá pudiera entenderlo después...

- ¡Espera! ¿Cómo que no existe salvación para nosotros? ¡Tiene que haber alguna forma de salir de aquí!

El que gritaba así era Morriset, que acababa de despertar como si volviese de una pesadilla. Miro aturdido alrededor. Los otros permanecían boquiabiertos mirando la pantalla en negro.

El cabo tardó un momento en darse cuenta de donde estaba. Después, quizá un poco despacio, como si goteasen lentamente, los recuerdos volvieron a su cabeza. ¡Joder, acababa de despertarse! Y allí estaban todos, dándole la sensación de que se había perdido algo...

Se levantó trabajosamente y sacudió la cabeza. No sabía cuánto tiempo había dormido. Tenía mucho que contarles a todos, pero también quería saber qué habían visto.

- ¿Qué ha pasado? -preguntó con aprensión.

Una gota de sudor resbaló por la frente del sargento Mills mientras veía el vídeo. Fruncía los labios con aprensión con las diferentes escenas. ¿Donde coño estaba la cámara? Parecía haber estado fija en los vídeos de hasta entonces. ¿Podrían estar viendo grabaciones procedentes de diferentes fuentes? En ese caso... ¿Qué fuentes serían? pensó mientras veía las escenas en primera persona...

- ¿Qué coño se supone que era eso? - preguntó el sargento a los presentes. En su tono de voz se denotaba una cierta repugnancia y un punto de miedo. Entonces se dio cuenta de que Morriset se acababa de despertar, preguntando por lo que acababan de ver.

- La verdad, no lo se explicar... era algo... raro. El personaje de los pinchos en la cara, un flash... y luego... sería mejor que lo viera usted mismo. - dijo levantando la mano del teclado, ofreciéndole al cabo volver a la escena que acaban de ver. Mills aprovecharía la pausa para fumarse un pitillo. Visto lo visto, la potencial falta de oxigeno en la sala le preocupaba mucho menos.

El cabo olvidó por un momento su recién vivida experiencia y se acercó dubitativo a la pantalla. Oprimió el botón que Mills había liberado, para volver a ver la escena que les había dejado a todos traumatizados.

Tragó saliva. No sabía si iba a arrepentirse de aquello, pero algo le decía que sí...

Morriset pulsó el botón para visionar nuevamente la grabación.

El cursor se detuvo sobre la siguiente escena mostrando la oscuridad. Se oía algo de fondo. ¿Estática? No. Afinando el oído todos se dio cuenta de que eran gemidos. Lejanos.

De pronto la pantalla sufrió una interferencia y apareció un rostro en primer plano. ¡Era el individuo de los pinchos en el rostro! Desapareció tan rápido como apareció. Un flash y en medio de todo aparecieron varios niños. Estaban en una sala totalmente distinta pero también aséptica, como si fuera un laboratorio. Su situación era penosa: extremadamente delgados, casi moribundos. Uno de ellos miró hacia la cámara ¡y no tenía ojos en el rostro! No es que se los hubieran arrancado... era simplemente que no tenían globos oculares: la piel lisa ocupaba ese espacio. Se oyó la voz del científico de las grabaciones: ha sido otro error... otra fórmula incorrecta... ¿qué ha fallado?

Nuevamente oscuridad. Vuelve la imagen pero como si se sintonizase mal. Se oyen gritos. Una mujer se arrastra por el suelo en medio del desierto. Parece que la grabación se hiciera desde el punto de vista de los ojos de alguien. Alguien que lleva una pistola. Una voz grave parece disculparse: lo siento Edith... no es personal... sólo son órdenes.... Un disparo. Negrura.

Una habitación. Quizás una biblioteca. Nuevamente la sensación de que la cámara es lo que alguien ve a través de sus ojos. Un hombre atado a una silla. Muchos libros. El hombre está consumido... es una momia. Pero mira para la cámara y abre los ojos. Gime. Otra voz distinta: no... hasta que me lo cuentes TODO no saldrás de aquí... sabías como sería esto Ralph... tú me obligaste...

Negro. Gracias a dios la pantalla permanece en negro ahora...

Cabo... ¿qué co...que co... que está pasan...do? ¿Que has so...soñado?

Baronetti había perdido toda fascinación por lo que ocurría. El sueño de Morriset, el cubo y los distintos videos, el siguiente más abrumador que el anterior... Era demasiada información para tan poco tiempo, además de ser aparentemente inconexos...

Al volver a ver la grabación de nuevo, Baronetti pudo hacer alguna conjetura más, la cual pensó y no dijo en alto:

-Parecen pru...pru... ejem...pruebas con sujetos, parecen niños... ¡que des...des...despropósito!..

Acto seguido, dejó de mirar al vacio para volver a preguntar.

-¿Qué has visto, ca...cabo?

- Jo... der... -fue lo único que atinó a decir Morriset.

Miró al resto de sus compañeros y comprendió de inmediato por qué parecían tan repugnados y nerviosos. Él tampoco entendía nada. Además todo aquello que había visto en la grabación parecía inconexo y sin sentido. Era como una selección de una videoteca de los horrores, y causaba una impresión escalofriante. Pero más allá de eso, no podia comprenderlo...

- No lo entiendo -dijo el cabo-. ¿Qué tiene que ver todo eso con este sitio?

Aunque en el fondo algo le decía que no le convenía enterarse...

"¿Sal-va-ción-pa-ra-no-so-tros?" -decía Baronetti de forma lenta intencionadamente citando a su superior, incluso olvidándose por momentos de las salvajes imágenes que había. Ya le parecían únicamente filmes de serie b o adaptaciones baratas de alguna buena novela de terror... pues, era imposible creer aquello.

-Jo...joder cabo... ¿qué has soñ...soñado? ¿qué has vis...visto? ¡Habl...hable! ¡díganos!

El sudor de su frente se hacía notar, y hacía que al caer en sus párpados le picasen sus ojos. El chico se secaba se cuello con la manga de su camisa, casi inconscientemente. Su hombro parecía haber mejorado, porque no le dolía, o quizá fuese que estaba dormido.

Mavs solo podia contemplar la escena actual. Parecia que morriset tenia algo que contarles y en cuanto al video, demasiada informacion en tan poco tiempo le hacian sentir confuso, por lo que no dijo nada mas.

Despacio, Morriset se separó de la pantalla. Seguía asqueado por lo que había visto, pero de momento no podía hacer nada. Y había cosas de que hablar. Se volvió hacia los demás y tomó aliento.

- Antes de contar nada -dijo mirando a Mills-, me gustaría preguntarle algo, sargento. ¿Ha estado alguna vez en Laos?

Y miró inquisitivamente a su superior, esperando una respuesta.

Por un momento, la pregunta pilló por sorpresa a Mills, haciendole abrir los ojos. Pero acto seguido, dio una larga calada y respondió sin ambages.

- Sí, estuve hace años. ¿Por? - preguntó con considerable curiosidad.

Morriset miró al suelo esbozando una ligera sonrisa. Luego volvió a alzar la vista y la posó en Mills, sin dejar de sonreír.

- Porque usted me lo ha dicho -comentó-. Y parece ser que vio algo allí. Algo que acaba de volver a ver aquí, en este templo.

Aquello probaba que todo lo que había soñado, por extraño que fuese, tenía una razón de ser. Pocas veces sus sueños le engañaban y en este caso, la regla se cumplía. Miró a los demás y siguió hablando.

- Muy bien -empezó-. Lo que he soñado es esto. Estaba en este mismo templo, pero en la parte de arriba. Me rodeaba por todos lados una luz blanca. Usted apareció junto a mi, sargento, y me contó su experiencia en Laos. Luego desapareció y llegó Bings, para quejarse un rato, diciendo que moriría aquí por nuestra culpa.

Miró un momento al soldado, para ver si reaccionaba.

- Luego llegó él. El "hombre de los tatuajes", como le llamó nuestro colega del vídeo. No era el tipo de los alfileres, y ahora debo decir que me alegro. Me dijo que podía hacerle una pregunta, y nada más que una. Obviamente, le pregunté qué teníamos que hacer para salir con vida de aquí. Y me respondió lo siguiente, palabra por palabra: "La salvación no existe para vosotros pero las respuestas están en no cometer los mismos errores que vuestros antecesores. El tiempo apaga las llamas y el fuego destruye la carne. La salvación sólo es parte de la Mentira." Lo memoricé al pie de la letra, para ver si alguno de ustedes entendía algo. Creo que después insistí en preguntarle por qué no había salvación, pero todo se vuelve ya nebuloso... y después desperté.

Guardó silencio después de contar aquello. Volvió a mirar al suelo, con aire reflexivo... y esperó para ver qué les parecía a los demás.

Baronetti se quedó  boquiabierto. Tan sólo faltaba que Mills cambiara su casco por una bola de cristal y sus cargadores por una baraja de cartasd de tarot...¿a qué venía esa pregunta al sargento...? La verdad es que parecía impresionante que supiera cosas de su pasado...

Tras las insistentes preguntas del chico, éste dejó de cuestionar al cabo para ponere a escuchar con atención, como si fuera una telenovela... luego habló:

-Pa...parece un flash...back, señor -dije con algo de dudas. Sin emb...argo, también pare...parece algo revelador... para con noso...tros.

Luego el chico se detuvo, miró a la pantalla, se puso a pensar con la mirada perdida, e intentó hilar algo.

-En...en el último vídeo sa...salía una voz, justo al final...decía algo así: "no... hasta que me lo cuentes TODO no saldrás de aquí... sabías como sería esto Ralph... tú me obligaste...". Luego el ca...cabo soñó con que la Menti...Mentira sería parte de la cáida... Es evi...evidente que tenemos que hab...habl... hablar de nosot...

En esos momentos el chico cerró la boca. Más bien se quedó boquiabierto, pero sin hablar. Acto seguido, tragó saliva, miró al suelo y cerró su pico. Lo hizo sin más, sin razón aparente... Tras ponerse algo nervioso, el chico miró al sargento, y con voz temblorosa (si, algo más que normalmente), le dijo:

-Sa...s...ejem...(glup), est...sa.shhh.., shhh, sarg..., sargento, ¿Po...p...p....pon....po....pone la si...shhh....shhh...sigui....siguiente esc...ceni...cen..cens....esc....escena....(glup)?

Mavs se sentia como en una conspiracion. El confio en la palabra del sargento al decirle que no sabia nada, pero Morriset volvia a insistir en que sabia algo. Laos... de alli venian los suministros de los amarillos, o eso decian los mandos, por una ruta dificil de encontrar... Tambien hubo alguna mision que otra de bombardeo para disuadir a la poblacion de ayudar a los comunistas.

¿Que tiene que ver Laos, con este templo y el sargento?

Comenzo a sentir de nuevo la quemazon de la "traicion" y queria explicaciones.

Esta vez no te descontroles... podria acabar mal...

Se volvio hacia el sargento y Morriset y se aproximo.

-Sargento, ¿de que esta hablando? ¿Que es eso de que vio algo alli que ha visto aqui?- Puso una mirada duramente inquisitiva e ignorando el comentario de Baronetti.

La desconfianza comenzaba a aflorar en Mav. Todos ocultaban algo, y el lo sabia muy bien, ya que durante meses el habia ocultado cosas a sus compañeros, pero esta vez su culo estaba tambien en juego y eso no le gustaba...

Mills era más bien parco en palabras, pero Maverick quería una explicación. Dio una nueva calada y se dirigió al soldado.

- Estuve en Laos, en una misión "normal" y me encontré con un puto accidente y el cadáver de algo que... que coño, que parecía un puto extraterrestre. No es la clase de cosas que vas por ahí explicando si quieres que la gente te tome en serio ¿ok? No tiene nada que ver con lo que hay aquí más allá de que me hayan enviado a mi en vez de a otro maldito sargento. ¿Satisfecho? Lo que ya no se es porqué os han debido enviar al resto... aquí hay demasiada 'rareza' para ser una casualidad.

Pero por más que hablaran no iban a averiguar cómo salir de ahí. Tal vez poniendo otra escena obtendrían alguna pista... o no, pero por probar, no iban a perder nada (o eso creía Mills). Así que cambió a la escena del cubo solitario reprimiendo un escalofrío.

Parecía convincente la explicación del Sargento. De todos ellos era sabido que Mills era un veterano de conflictos. Sin embargo, sus palabras, al igual que las del resto, denotaba incertidumbre y grandes dudas en esa "misión".

-Esp...espere, sa...sargento... -dijo Baronetti rápidamente antes de que pulsase el botón. Un mom....momento... Verá: ¿Po...po...porqué no ha...hacemos un "des...descanso" brev... breve de escenas de "locu...locura" y pu...pulsamos sobre la pri...pri...ejem...primera escena? Esto...est...ssh....estoy seguro que en el....ella...los cineti...cineti...científicos hablar....rán sobre el proyec...proyecto este, el po... porqué de hacerlo o los be...benieficios...o al menos incluso se pre...presentarán o nos di...dirán algo m...más de los "dias os...curos" o los... ¿có...cómo se llamaban? ¿Los Oscuros? Mmm...no ¡no! ¡los ocultos!

Luego se frotó el mentón como si supiera de que estaba hablando, muy convencido.

-Há...hágalo, po... por favor... quizá pod...podamos hilar algo de lo que ya nos...ha...ha... ejem...ha pasado.

Esperaba la decisión del sargento. Mientras, la Conciencia del chico le empujaba hacia la locura. La verdad es que ahora ésta parecía haber degenerado en Remordimiento... Sin embargo, el ahora estoico Baronetti se mordía los labios por ignorarla...

Mientras Baronetti decía eso Mills ya había soltado el dedo del reproductor.

El cubo aparecía en escena solitario. La cámara, por algún motivo desconocido, se había puesto a grabar por su cuenta y riesgo. Durante un rato largo no sucede nada y los soldados empiezan a pensar que no pasará nada. Pero de pronto se observa movimiento. Una figura entra dentro del radio de acción de la cámara. Se trata del científico que no aparece en las proyecciones. Se detiene delante del cubo, de espaldas a la cámara. No parece saber que la cámara está grabando. Su voz es nerviosa. Le habla al propio cubo:

- No tengo mucho tiempo... Puedo... puedo ir sin ellos... y recuperar... saber...

El hombre pone las manos sobre el cubo y comienza a manipularlo.

- Es fácil... sólo diez minutos... me llegan diez minutos... Antes de que vuelva Malcombe... No podrá matar a la Bestia... debo encontrar la manera de salir de aquí de otra forma...

De pronto hay un fogonazo de luz. La cámara capta interferencias y se apaga. Fin de la proyección.

-Pero que coño es todo eso- pensó Bings, las cosas se ponían mas raras a cada minuto que pasaba en esa jodida jungla. Se mantuvo en silencio mientras los demás hablaban hasta que escucho que el cabo decía que el dijo que iba a morir.

-Que me jodan, que si me muero se van conmigo, denlo por seguro- jodidos blancos pensó para si, todos escondían algo y cada vez era mas claro que sabían demasiadas cosas, secretos de blancos, secretos oscuros, no podía fiarse de ninguno de ellos y menos ahora que decían que iba morir. No, Bings no iba a morir.

La pantalla se encendió de nuevo y el cubo apareció, y luego sucedió todo eso. Teleportacion algo parecido pensó Bings. –Yo no pienso salir de aquí de ese modo. Además no han pensado que el sistema de grabación puede ser el mismo cubo, por eso tan diversos lugares y escenas-