Asher escala mucho mas rápido que el resto del grupo y alcanza con ventaja suficiente la zona donde se encuentra el laboratorio del mago loco. Corre como alma que le lleva el diablo y abre la puerta tras la que esta encerrado el dragoncito.
Gulosk, que estaba tirado en una esquina, tras mas de 15 horas de encierro, se muestra muy excitado a ver al explorador y levanta el vuelo hacia el. Ese es probablemente su último error, Asher saca sus armas con velocidad pasmosa y asesta a la criatura dos rápidos golpes que la envían al suelo sangrando. Sin piedad se acerca lentamente a la criatura que sangra en el suelo y sin hacer caso a su mirada de suplica lo remata allí mismo.
Luego limpia la sangre de sus armas y espera a que sus compañeros lleguen.
Vale. Puerta principal, y luego... ¿Durbenford?
Os recuerdo que aun lleváis a un minotauro pegado a vosotros cual lapa.
Una vez que llegan a un lugar algo más conocido parece que Truvio se relaja un poco.
Ante las palabras de Quarion asiente:
- Creo que el Ángel es la mejor opción. Aunque no sé si querrá dejarnos salir sencillamente con el Nanok
Y después, sorprendido, mira hacia Helen, como si acabara de descubrir algo:
- ¿Y cuando estemos fuera?...
Su problema era dejarnos entrar, no creo que tenga problemas en dejarnos salir.
Yo creo que deberíamos pasar de Durbenford e ir a cualquier otra parte que sugiera Helen.
Estoy de acuerdo en ir a través del Angel. Es lo más seguro. Respecto aque hacer una vez fuera, hay que contactar a un mensajero que encontraremos en Durbenfold o sus alrededores. Después vendrá la escolta de la reliquia y estaremos a salvo.
Por cierto, queda de camino la casa del Baron?
Suspirando y con signos de evidente cansancio, el grupo reanuda la escalada. Tras otro par de horas de tremendo esfuerzo, alcanzan el primer piso.
Lentamente abren la puertas que les llevan a la gran estancia de la entrada. La habitación se encuentra vacía, sin el ángel que la guardaba, la sensación de decaimiento y ruina aumenta. Lentamente, agotados por la terrible subida, el grupo se acerca hacia las puertas de oro macizo. Con un último esfuerzo las empujan. Una corriente de aire gélido recorre el lugar, haciendo que todos tiemblen. Tras ellos se alza el paisaje nevado de las cumbres de las Kal’Iugus.
El minotauro que los acompaña empieza a temblar. Con su cuerpo desnudo no parece que pueda soportar el frío extremo de las montañas.
La casa del barón queda a tres días de camino hacia el sur de Durbenford.
El minotauro necesita algo de ropa de abrigo para poder sobrevivir fuera. Los ogros tenían pieles que le podrían servir, pero claro, para llegar a ellos hay que volver a cruzar la zona de las araneas. O quizá pudierais llegar desde el exterior, por el nido del Roc.
Por cierto, ¿no os olvidáis de alguien/algo?.
Pues mi voto es para Durbenford, master.
- ¿No tendríamos que avisar al dragoncito de que ya es libre? ¿Y el ogro lisiado? ¿Y el otro angelote? na, ese ya se habrá ido...
(Perdón por mi poca colaboración, tengo visitas en casa y me dejan poco tiempo para intervenir)
-No tengo nada que hablar con ese dragón embaucador. Si regreso allá adentro será para reducir la población de arácnidos en el área, desde luego. Pero si deseáis regresar a verlo, creo que aprovecharé para ver qué tal andan los rocs; confío en que el padre haya podido regresar sin problemas al nido.- indicó Asher -Además, no estará de más asegurarse de que los ogros no estén regresando.- añadió.
Y es una declaración de intenciones, claro.
Quarion mira al minotauro y sus problemas.
Quizá prefieras quedarte en el complejo y buscarte la vida. No nos debes nada.
Pues no recuerdo de qué nos olvidamos pero para mí lo importante está por aquí.
- Gubok, cierto. Me había olvidado completamente de él. Creo que me gustaría que nos acompañara.
Parecerá sensiblero, pero creo que le he cogido cariño...
El minotauro mira a Quarion con cara de no enterarse de nada. Cuando Helen traduce, niega con la cabeza.
- Os debo la libertad y mi honor.
Lo que no cambia que como intente ir con vosotros por las montañas con esa ropa las va a pasar muy difíciles.
Tengo que buscarle una fotico al bicho...
Estoy de acuerdo con Asher. La ropa de abrigo de los ogros quizás le fuera de ayuda. Respecto al dragoncillo, no tenemos tiempo de volver a bajar, pero podríamos mandarle un mensajero mágico, si quereis. Alguién conocía ese ritual, verdad?
Se dirige al minotauro.
Si vas a venir con nosotros, necesitaras un nombre. ¿Cómo te llamas? De todas formas - añade - salvo atacarnos a nosotros o a la gente de este reino, no estás en deuda con nosotros. Eres libre de ir a donde te plazca.
Yo no conozco ese ritual (hay uno de Boca Mágica, pero vale para otra cosa).
Asher se encoge de hombros, y tras el asentimiento de la mujer pelirroja, se dispone a "cazar" ogros, mientras los maguchos se organizan.
Se llama animal messenger. No lo tendrás cogido. Es barato, y nos hubiera venido bien en otro momento. Habrá que adquirirlo en la ciudad.
Es que me sonaba que lo habiamos usado para llamar al dragon dorado.
Pues vámonos, ¿no?
No me ha quedado muy claro que hacéis:
- ¿Ir a buscar ropa para el minotauro?
- ¿Volver a Durbenford?
- ¿Avisar a Gulosk?.
Voten la opción/es, elegidas.
La idea es ir a buscar en los alrededores de Durbenford al mensajero de Helen. Y ya que estoy en minoría con respecto a dejar al minotauro aquí supongo que querrán ir a buscarle ropa. Yo paso.
Yo estoy buscando ropa desde hace un ratito, en nuestra pequeña mina ogra (sin votación de hecho).