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Problemas en La Mafia [HLdCN+]

La acción - Il Ristorante delle Quattro Famiglie - FINAL

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16/11/2017, 10:57
Darek Houston

5 de Marzo de 1954
Comisaría 29 del Departamento de Policía de Chicago.
Sala de interrogatorios.

Darek estaba bastante sorprendido por el lujo de detalles. Pocos sospechosos narrarían una disputa como esa con la víctima con la serenidad con la que Marcelo Giggio lo contaba.

Recapitulando: Si Andrea llegaba a mostrar su apoyo a Julieta, usted no tendría nada que hacer, así que debía acabar con él antes de que hiciese público su apoyo. Por eso contrató a su hijo para matarle.

Disculpe, pero eso hubiese sido muy absurdo por mi parte. Nicola nunca huiese actuado personalmente contra su padre. Me podría haber saltado al intermediario y contratado directamente al asesino.

Una vez más, llevaba razón. Nicola estaba acobardado por su padre, nunca actuaría en persona contra él, seguramente contrataría a un tercero. Por eso contratar a Nicola sería algo poco práctico a no ser que...

A no ser que quisiera tener a alguien a quien colgarle el muerto. Nicola sería en ese caso el peón perfecto.

Marcelo volvió a sonreir.

Es cierto. Eso lo explicaría. Pero no es el caso. Nunca conspiré con Nicola ni con nadie para acabar con Andrea. En caso de hacer cuenta de él, lo hubiera hecho personalmente.

Aunque le concedo que usted parece de los que actúan por sí mismos, puede que recurriese a un tercero con la intención de eludir la prisión.

Volvió a aflorar esa sonrisa de condescendencia suya. Como si él estuviese en situación de absoluta superioridad y Darek no estuviese entendiendo el chiste.

No hubiese pisado prisión por mucho tiempo. - comentó muy seguro.

¿No cree que pudiésemos haber llegado a capturarle?

No he dicho eso. No dudo ni por un instante de que usted me habría capturado como no dudo de que seguro que encontrará al culpable de la muerte de Andrea. Pero no habría durado mucho en prisión.

Ahí estaba, otra vez, implícito el mensaje de que su situación actual era algo pasajero y que no duraría mucho más.

Darek estuvo desconcertado de nuevo. Meditó en lo que sabía hasta el momento del caso y, al rato, tuvo una corazonada.

Detuvo el interrogatorio y salió de la sala dejando sólo a Marcelo durante casi una hora y media. Cuando regresó lo hizo con más confianza y un archivador bajo el brazo. A Marcelo no había parecido importarle la espera. En la mesa había ahora un vaso de agua.

Bueno, bueno. Señor Giggio. Siento haberle hecho esperar.

No se preocupe. No tengo prisa por volver.

Ya, me hago cargo. Déjeme ir directo al grano. Mientras ha durado la conversación he percibido en usted cierto aura de que se considera intocable.

Yo no diría tanto. - Respondió con falsa modestia.

Darek hizo caso omiso y prosiguió.

Me preguntaba por qué. Usted ya ha sido detenido, y aunque está a espera de juicio, tenemos suficiente contra usted para mantenerle preso durante varias vidas.

Marcelo sonrió y Darek continuó.

Pero usted confía en ser liberado sin cargos y tomar las riendas de la organización sin opositores, ¿verdad? Sí, claro que sí. Lo que me llama la atención es que usted no duda ni por un instante de que esto vaya ocurrir, y ambos sabemos que usted es culpable. Quizas no de conspirar para asesinar a Andrea, pero eso sólo sería la rúbrica final de una larga trayectoria de culpabilidad. Pero usted, de algún modo, tiene la plena confianza que sólo otorga conocer el resultado de antemano.

Marcelo se inclinó hacia delante con una sonrisa divertida en los labios, pero no interrumpió.

Y me pregunté a mi mismo ¿qué puede otorgar tal convicción de que la justicia va a cometer flagrante negligencia? Y me respondí a mi mismo que la única posible respuesta es que el proceso haya sido adulterado.

Me he tenido que ausentar porque mis chicos y yo hemos estado revisando el registro de visitas que usted recibió en prisión antes de ser trasladado a régimen de aislamiento.

Darek sacó unas imágenes de la carpeta. Eran fotografías de la entrada a la prisión un par de días después de la detención y en ellas se veía a alguien que Darek conocía muy bien.

Horace Ferguson - Escupió el nombre Darek. - Cuando no consiguió captar a Andrea no se dio por vencido y acudió a usted. Hicieron un trato, pero él no sabía que usted sería detenido durante la lectura de testamento. Con usted en la cárcel su trato ya no le servía de nada, pero era demasiado beneficioso para ambos, así que fue a visitarle y reajustaron los términos. Él le prometió sacarle, ¿verdad?

Marcelo Giggio mantuvo su sonrisa, pero sabía que admitir eso supondría una prueba más que suficiente para imposibilitar que le sacaran, así que no contestó.

¿Ahora ya no quiere hablar?... comprendo. No puede admitir que haya un complot para liberarle

No sólo no puedo admitirlo, sino que lo niego taxativamente. Esta negación y ninguna otra cosa es la que quedará recogida en la grabación de esta sesión. - Dijo Marcelo deleitándose en cada palabra.

Cuénteme al menos su trato original.

Marcelo se rió.

Me cae usted bien. Le contaré la reunión mantenida entre Horace Ferguson y Marcelo Giggio, ciudadano comprometido con la ciudad que actualmente se ha visto involucrado en un proceso judicial que le asigna unos cargos erróneos de los que es totalmente inocente. - Siguió Marcelo con una clara intención de que sus palabras no pudieran usarse en su contra en el proceso judicial. - Después de todo, lo que aquí se está grabando es la total colaboración en todo momento del ciudadano Marcelo Giggio con las autoridades pertinentes.

Darek entendió al fin la buena disposición. Podría revisar toda la conversación más tarde, pero algo le decía que Marcelo no había reconocido ni un solo crimen del que se le acusaba en todo el interrogatorio. Era sólo un ciudadano colaborador con mala suerte en sus amistades. Ahora cobraban sentido muchas cosas: la referencia a la legalidad de la organización, la defensa de las normas, el lujo de detalles que no llegaban a inculpar pero si a poder indicar que no se había ocultado nada... todo el interrogatorio había sido planteado como una prueba de la defensa y Darek se la estaba sirviendo en bandeja.

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16/11/2017, 10:58
Marcelo Giggio

20 de Enero de 1954
Chicago 18:25
Courtneys Pool Bar

Marcelo Giggio entraba en un extraño local atendiendo a quién le había citado allí. Se había corrido la voz del encuentro con Andrea y el comisario jefe, así que Marcelo supuso que Horace Ferguson había elegido un lugar donde se sintiera a salvo, rodeado de gente que sabía ajena a la organización de Las Cuatro Familias pensando especialmente en su mala experiencia en el Ristorante.

Cuando llegó al local, el orondo comisario jefe del departamento de policía de Chicago le salió al paso y amistosamente, repartiendo palmaditas en la espalda a Marcelo, le guió hasta una mesa de billar algo apartada.

¿Le gusta el bola 8? Seguro que sí. Yo era todo un especialista cuando era joven, aunque ha llovido mucho desde entonces. Venga, echemos una partida mientras hablamos.

Al pasar junto a la barra de bar le indicó al camarero levantando dos dedos.

Dos escoceses dobles con hielo.

Marcelo se dejó agasajar. Estaba intrigado por la extraña reunión, pero ese no era motivo para rechazar una copa y una partida. Además, le encantaba el bola 8. Tenía una mesa de billar en la sala común y caso cada día echaba una partida.

Mientras Marcelo se quitaba el abrigo y el sombrero y los colgaba en el perchero, Ferguson fue preparando la disposición de las bolas sobre el tapete. Después, ambos cogieron el taco de billar y el comisario jefe rompió el juego dando comienzo a la partida.

Alternaron varios turnos en silencio hasta que, en uno de los turnos de Marcelo, Ferguson rompió el silencio.

¿Es que no me va a preguntar para que le he pedido que viniera?

Usted lo ha dicho: Es usted el que me ha pedido venir, por lo tanto es a usted a quién le interesa contármelo y no necesariamente a mi me interesa escucharlo.

Ferguson estalló en una carcajada que tenía algo de porcino. Su papada temblaba rítmicamente.

Créame, le interesará.

Eso está por ver. - Dijo justo antes de golpear la blanca con el taco.

Supongo que ya estará al tanto de la oferta que le hice a Grimaldi.

No de los detalles de la oferta, pero sí de la respuesta de Andrea. - Dijo Marcelo encogiéndose de hombros.

Comprendo. ¿Sabe que están próximas las elecciones a alcalde? Voy a presentar mi candidatura, y pretendo ganarla. Su jefe rechazó apoyar mi candidatura, pero creo que no sopesó bien los pros y los contras. Piénselo, una organización como la suya contando con el respaldo de la alcaldía.

¿Protección a cambio de apoyo económico y político?

Protección y amistad, por supuesto.

Marcelo detuvo su juego y se apoyó sobre el taco mirando fijamente a Ferguson.

Y si Andrea ya le ha dado respuesta... ¿qué pinto yo en todo esto?

Usted es un hombre influyente en la organización. Uno de los cabezas de lanza. Estoy seguro de que podrá hacer entrar en razón a Andrea y si no... bueno... El señor Grimaldi no va a estar aquí para siempre.

Espero que no esté sugiriendo nada ilegal.

No necesariamente. Hay muchas formas de que deje de estar en activo. Un accidente es sólo una de ellas. También puede ser que posea algún sucio e ilegal secreto por el cuál acabe entrando en prisión.

Marcelo Giggio dejó el taco en la pared, apuró el vaso de whiskey y se dirigió al perchero para recoger sus cosas.

Señor Ferguson, hemos terminado. No pienso participar en ninguna de las opciones que está usted planteando.

¡Espere! ¡No se vaya todavía! Le he dicho que esas eran solo algunas de las opciones, después de todo el señor Grimaldi no está exento de que la casualidad se vuelva en su contra. Por supuesto no quiero que usted empuje los acontecimientos en esa dirección... Que tontería. - Acompañó sus palabras de una risa nerviosa. Estaba empezando a sudar. Marcelo pensó que ese imbécil quería jugar a los gangsters y no sabía cuáles eran las reglas del juego. Horace Ferguson continuó hablando.

Como le decía, nada de eso será necesario. Quizás le interese saber que el señor Grimaldi planea un viaje a Europa.

Aquello empezaba a interesarle. Se detuvo cuando estaba recogiendo el sombrero del perchero y miró al orondo comisario jefe.

¿Y qué? ¿Acaso un viaje es algo definitivo?

No necesariamente, pero suele serlo cuando sólo se compran billetes de ida.

Marcelo dejó sus cosas y se acercó a la mesa. Si eso era cierto, podía ser la oportunidad que él había estado esperando.

¿Para qué fecha?

Febrero. Por las fechas y el número de billetes, diría que es un regalo sorpresa de San Valentín.

Eso no dejaba mucho margen de maniobra, de repente Marcelo volvía a tener prisa por marcharse. Tenía muchas cosas por preparar y muy poco tiempo. Ferguson leyó sus acciones y le volvió a detener.

¡Espere, hombre! Piense en mi oferta ¿qué me dice? Yo le apoyo desde el exterior en su ascenso con las acciones que sean necesarias - Recalcó las palabras "que sean necesarias" dotándolas de un mensaje implícito. - Y a cambio usted dirige el apoyo de los negocios de la organización a mi candidatura. Por supuesto ambos tendremos que actuar con subterfugio, pero es un negocio provechoso, ¿no cree?

Marcelo pensó unos instantes. Era un buen trato, pero Andrea ya había rechazado a ese hombre, y Andrea era bueno calando a las personas. ¿Debería fiarse?.

Finalmente, tomó una decisión. Se acercó a la mesa de billar y se deshizo de la mayor parte de las bolas, dejó sólo las dos amarillas y la negra. Las amarillas pegadas a la banda del fondo y la negra en el centro del tapete. Después se fue a la mesa más próxima para tomar prestada la bola blanca. Después situó las dos bolas blancas en el tapete formando un rectángulo con las amarillas cuyo centro aproximado era la bola negra.

Esto es lo que haremos: Un único golpe, los dos al tiempo. El que más aproxime la bola amarilla a la negra gana. Se puede tocar la bola negra únicamente con la amarilla, pero no debe moverse perceptiblemente. Al acabar el tiro, la negra debe seguir en el centro del tapete. Si yo gano, olvidaré su trato y le contaré a Andrea nuestra reunión para prevenirle. Si usted gana, aceptaré sus condiciones.

Horace Ferguson evaluó la disposición. Era un jugador experimentado, pero Marcelo dudaba que tanto como él.

Acepto.

Ambos jugadores se situaron con sus respectivos tacos de billar delante de las dos bolas blancas y prepararon la tirada.

Los tacos avanzaron y golpearon con excelente precisión las bolas blancas. Ambos tiros habían sido muy similares, dotando a la bola de fuerza pareja y del mismo efecto, para evitar que la bola blanca estorbase el movimiento de la amarilla. Las bolas rodaron por el tapete hasta chocar con las amarillas y estas comenzaron su recorrido perdiendo fuerza en su avance gracias al efecto transmitido por la bola blanca, que las hacía girar en contra dirección.

Para cuando ambas bolas estuvieron cerca del centro del tapete, prácticamente estaban frenadas, pero continuaban avanzando. Finalmente dos suaves "clacks" anunciaron el resultado cuando ambas bolas besaron, primero una y luego otra, a la bola 8 sin hacerla perder su posición.

Eso sí que no se lo había esperado Marcelo. Presa del momento, supo que debía sellar el trato y tendió la mano al comisario jefe, que le devolvió apretón con una sonrisa estúpida en la cara.

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16/11/2017, 10:58
Darek Houston

5 de Marzo de 1954
Comisaría 29 del Departamento de Policía de Chicago.
Sala de interrogatorios.

Así que así fue como averiguó lo del retiro de Andrea. - Dijo Darek Houston atando el último cabo suelto pendiente que le quedaba por atar.

Marcelo afirmó con la cabeza.

Dígame, hasta que punto es verídico su relato en lo que respecta a las palabras del señor Ferguson.

Marcelo sonrió antes de contestar.

Esas son las palabras tal y como las recuerdo.

De las palabras de Marcelo se deducía que Ferguson volvía a entrar en la rueda de sospechosos. De algún modo, después de terminar todos los interrogatorios, seguía con los mismos sospechosos todos con una motivación suficiente para asesinar a Grimaldi.

Le resultó descorazonador y decidió que no iba a sacar nada más en claro de ese interrogatorio, así que mandó llamar al funcionario de prisiones.

Mientras el funcionario llegaba, dedicó unas palabras a Marcelo que le congelaron la sonrisa.

Quizás le interese saber que durante el receso no sólo me he dedicado a contrastar sus visitas. También he hecho algunas llamadas. En este instante, un equipo de Asuntos Internos está investigando el expediente de Horace Ferguson y se ha fijado un comité para evaluar su destitución en el próximo mes de Abril. Las investigaciones del equipo de Asuntos Internos serán por supuesto cruciales sobre la decisión de si será necesaria o no la destitución. Entre tanto, en lo que a usted respecta, he solicitado transfieran el caso de los cargos que sobre usted pesan en relación a su detención a los federales. Oficialmente, el caso que pende sobre ustedes y la organización de las Cuatro Familias es ahora responsabilidad del FBI.

Marcelo comprendió instantáneamente que esas dos medidas prácticamente imposibilitaban su puesta en libertad. Si aún existía alguna posibilidad de que el comisario jefe ya hubiese movido los hilos de su liberación antes de la destitución, con el caso en manos de los Federales, el juez y jurado asignados ya no serían estatales, y por tanto, estarían fuera del alcance de los brazos de Ferguson. Miró con furia a Darek Houston.

En el momento en que el funcionario de presiones sacaba a Marcelo de la sala, Darek añadió.

No se preocupe, es probable que nos volvamos a ver. Aún está a mi cargo el caso de homicidio.

Marcelo no pudo evitar dedicar una sonrisa. Aunque estuviese cargada de odio, era una sonrisa de respeto.

No me equivoqué con usted. Años de meterse en la mente de otros han hecho de usted un viejo zorro astuto.

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16/11/2017, 10:59
Il mediatore

Il mediatore dio su habitual advertencia.

Caballeros y señora. Se acerca el momento del recuento y aún quedan muchos por votar. Les advierto que no me temblará el pulso en llevarme por delante a quien no participe. Los ánimos están muy candentes, como han podido escuchar, y sería una falta de respeto aún mayor que la que vienen arrastrando hasta la fecha.

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16/11/2017, 12:33
Bonny "Cerradura" Vizancy (Morosini)
Sólo para el director

Notas de juego

Voto por Estefano.

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16/11/2017, 13:22
Jackie Estacado (Grimaldi)
Sólo para el director

Notas de juego

Voto a Joe

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16/11/2017, 13:23
Fagottino "el guapo" Morosini
Sólo para el director

Notas de juego

Voto a Estefano

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16/11/2017, 13:23
Fagottino "el guapo" Morosini

-Lo siento por mi silencio. Este día está siendo más intenso que habitualmente, y tengo la cabeza echa un lío. No sé qué más aportar al debate. Todos me parecen inocentes y culpables a partes iguales.

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16/11/2017, 14:15
Jackie Estacado (Grimaldi)

Jackie le robó la botella a Joe. Bebió un largo trago, el último que le quedaba a la botella, y la lanzó a la basura con cierta rabia.

-Hoy es poco más que una ejecución a ciegas. Esperemos que mañana haya terminado esto y no sea esta noche tan amarga como esa bebida

Notas de juego

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16/11/2017, 14:42
Eduard Giggio

- Federico, hablas mierda. Fin del tema.

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16/11/2017, 15:00
Joe Salvatore (Giggio)
Sólo para el director

Notas de juego

Mi voto es para Estefano.

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16/11/2017, 16:18
Narrador

Notas de juego

Última llamada para Isabella

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16/11/2017, 16:39
Isabella (Montesco)
Sólo para el director

Notas de juego

Voto a Estefano.

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16/11/2017, 16:56
Il mediatore

Il Mediatore se levantó y puso fin a la reunión

La votación ha concluído. Señor Buscemi, ha sido usted el más votado. Como viene siendo habitual, se le concede esta noche para zanjar sus asuntos pendientes.

Si nada lo impide, nos veremos al amanecer.

No había nada más que decir. Uno a uno fuisteis abandonando el local.

Votaciones del séptimo día

4 - Estefano: Bonny "Cerradura" (4), Fagotino (6), Joe (7), Isabella (8)
3 - Joe Salvatore: Estefano (1), Eduard (2), Jackie (5)
1 - Eduard: Federico (3)

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20/11/2017, 16:34
Narrador

Un nuevo día amanece y os volvéis a reunir en Il Ristorante.

Como novedad, hoy a la entrada Il Mediatore os espera en el exterior y os pide educadamente que entreguéis todas vuestras armas. No entendéis la necesidad de esta petición, después de todo lo que habéis pasado, pero Il Mediatore os indica que para la votación del día de hoy, las armas no serán necesarias.

Estáis ansiosos por que todo esto acabe y pensáis que quizás esto indique que todo ha terminado y sea una medida para evitar matanzas en la elección del próximo Don.

Cuando los primeros llegáis al local, entendéis el motivo de pedir vuestras armas. En el interior, se encuentra Estefano sentado en una de las mesas, bebiendo tranquilamente un vaso de whiskey.

En realidad era una medida para evitar derramamientos de sangre innecesarios en una situación de tensión extrema.

Estefano luce un feo golpe en la cabeza y un corte en la mejilla derecha, pero por lo demás, parece estar perfectamente vivo.

El silencio se vuelve sepulcral.

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20/11/2017, 16:37
Henrietta Grimaldi

Cuando todos estáis dentro del restaurante, Il Mediatore cierra la puerta pero no echa la llave.

Al poco de la cocina sale la viuda y comienza a ofreceros una explicación que muchos ya suponíais.

Alguien ha solicitado un indulto para Estefano y en virtud de la deuda de sangre que tenía la organización entera, mi marido y yo misma con esta persona, el indulto ha sido concedido.

Estamos en paz. No me ha gustado intervenir en este asunto ni quisiera tener que volver a hacerlo.

Estefano, alguien ha creído en ti lo suficiente como para darte una segunda oportunidad.

Parece que va a añadir algo más, pero al final no lo hace. Avanza hasta la puerta, se despide de todos y sale al exterior.

Buena suerte a todos.

Il Mediatore cierra la puerta tras ella.

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20/11/2017, 16:43
Il mediatore

Acabemos rápido con esto.

Hoy ni Fagotino ni Estacado se unirán a nosotros. Esta mañana han ingresado en prisión ambos. Quedan 6.

Como pueden ver, Estefano está aquí, así que no tengo nueva información para ustedes.

Avanza hasta su mesa habitual.

Tienen hasta el final del día de hoy* para volver a votar.

Notas de juego

*Jueves a la hora de siempre.

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20/11/2017, 17:09
Federico Morosini

- Increíble. No cuenten conmigo a partir de ahora.

 Federico coge la puerta y sale de Il Ristorante.

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20/11/2017, 17:31
Il mediatore

Se levanta y avanza hasta la puerta.

Pensaba que ya habíamos aprendido todos esa lección, señor Morosini.

Sopese bien sus acciones. Si se marcha por esa puerta, lo mejor que le puede ocurrir es acabar en prisión.

Si se queda, puede intentar averiguar si tenía o no razón y buscar lo que no consiguió ayer, sea quien sea que usted quiere ver muerto. - Lo cierto que no le quedaba muy claro a quién deseaba la muerte específicamente.

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20/11/2017, 18:02
Federico Morosini

- Aquí no hay mucho más que hacer. Estéfano ha conseguido convencerles de que no es una rata, o peor, que le salven sabiendo que lo es. Estamos todos muertos o en la cárcel. Proceda Mediatore, como crea conveniente. Si me deja tranquilo, saldré de la organización sin hacer ruido y empezaré mi negocio en solitario.

- Adiós a todos.