Partida Rol por web

CVarek se hace el panoli, como si siguiera borracho. Al tener que desviar la atención no puede estar seguro de que algun lagartucho blanco no está observando.

Hombreeeeee! Pero si es mi oriental favoritoooo!!! Que paaaaaaasssshhhaaaatunnnn!! HIC! AAAA.. Tunnnn!!! Como el pescado, jajajajaja. Que graciaaaaa

Pueshhhh..... no, no he pensado másh en tu oferta. Ya la deshcartamos cuando me la hiciste hace unos meshesh, ¿no te acuerdashhhh? Si acaso igual puedesh hablar con la gente de un barco de ahi enfrente. Tienen mala leche y parece que les gusta matar gente. Yo hablaria con ellos, en serio. Igual haces negocio. Te lo dice tu amigo Varek.

Varek se apoya de nuevo en el marco de la puerta, Tiene la botella bien cogida por el cuello, con el obetivo de que sea una buena arma contundente que estampar en la cara de los 2 guaraespaldas de ser necesario. Se congratula a si mismo por haber vaciado la botella antes de emprender la caminata y haberse puesto los guanteletes, ya que igual los necesita ahora...

Como era costumbre Alastar se despertó antes de que los primeros rayos de sol aparecieran por el horizonte, no siguo fiel a su costumbre diaria de leer algún papiro si no que se vistió rápido con su camisa y pantalón, se calzo sus botas y casi sin lavarse bajo a la taberna. Busco rápidamente a la camarera:

Hey hola me podrías dar un pellejo de vino, y me lo apuntas a cuenta de mis honorarios, de los que ya hablaremos por cierto.

Casi sin darle tiempo a responder desde la puerta le grito a la joven Duna, diles a mis compañeros que les vere en el desayuno. Caundo se marchaba grito desde la puerta y muchas gracias por esta oportunidadk eres preciosa

Alastar corrio hacia al puerto con el pellejo de vino al hombro esperaba que eso le bastara para soltar la lengua de algun marinero o encargado del muelle y ver si sabian algo mas sobre el barco del Nabos....

Me levante con el canto de los gallos en la mañana, muy somnolienta y rezagada comencé a estirarme para espabilarme. Y después tome rumbo al baño, estaba realmente apestada, así que el frío roce del agua me hacía rico a la piel. Al finalizar, me encontraba de tan buen humor que cargue de nuevo el agua con voluntad dedicada. 

De repente al caminar por los pasillos me dí cuenta de algo obvio, alguien no había dormido la noche anterior, alguien que estaba aún 'desaparecido en acción'. Dirigiendo una palabras a mis compañeros y dejando recado a las chicas de avisar a cualquiera sobre esto, les deje claro que iba a buscar a mi compañero. Toda futura líder debe hacerse cargo de todos y cada uno de sus colegas. 

No podía dejar que Varek hiciera algo estúpido como dejarse atrapar por el bando enemigo, estaba en manifiesto  que todavía no concordábamos en un plan maestro, pero acciones precipitadas... no podía tolerar eso. 

Miraría por fuera del lugar donde nos hospedábamos por sí había rastro de él cerca, sino iría primero a los bares por sí solo se emborracho. Y tenía pensado revisar otros lugares adyacentes. 

Filippo descartó el acompañar a Varek. Si bien el norteño le caía relativamente bien, seguía siendo un bárbaro y sus costumbres lo desconcertaban un montón. Mejor aguardar a conocerlo un poco más y saber a que atenerse, antes de embarcarse en una exploración a solas con él.

Se despidió del resto con un parco "hasta mañana" y se apuró a tomar una de las habitaciones individuales, para poder asearse y descansar a placer hasta el otro día, sin tener que velar por su seguridad -el mago no le resultaba confiable aún y las mujeres estaban locas, así que no estaba en sus planes compartir con ellas.

Filippo se retiró a sus aposentos simulando necesitar un buen descanso para no ser molestado en el resto de la noche que tenía por delante, pero sus planes distaban mucho de tirarse a dormir como una marmota.

Mientras aguardaba que todo el mundo se durmiera, el ladrón se aseó lo mejor que pudo -no era bueno oler mal o fuerte cuando se estaba por iniciar una tarea que requería discreción- y se dispuso a revisar su equipo antes de abandonar su habitación.

Cuando ya no se oyeron ruidos en el exterior, abrió la ventana de su cuarto y se deslizó por ella para alcanzar la calle. Acostumbrado a moverse en los bajofondos, el sombrío hombre anduvo discretamente por las calles, buscando una taberna de mala reputación por dónde empezar a tirar hilos. Una vez conociera quién o quienes manejaban las calles de Puertolibre, su siguiente acción sería ponerse en contacto con los jefes. Si algo extraño había ocurrido con el monje, los marginados de la ciudad tendrían una buena idea.

El mercader de esclavos te estudia con su mirada maquinadora mientras se acaricia su barbilla perfilada y perfumada.

-Ciegto, ciegto, Varek, pego no está de más gecordagla, uno nunca sabe cuando puede necesitar algo de dinego... o divegsión.

Luego puso su mano en la cintura, de vientre abultado bajo su túnica púrpura, de la que colgaba un látigo de empuñadura profusamente adornada.

-¿Los dgagones blancos? No me integesa esa chusma... además Scagbelly los tiene bien atados.

Tras mirarte un poco más, termina por hacer un gesto de desagrado e indica a sus lacayos que continúen.

-Bien, no tengo más tiempo paga pegder con no-clientes, tengo asuntos que atender que me pueden hacer ganar ogo. En fin, si algún día cambias de opinión ya sabes donde encontgagme, así como a mis chicas.-Sonríe de forma depravada y encamina sus pasos hacia la zona nor-oriental del muelle.-Hasta la vista.

Se despide antes de perderse de vista junto a sus siervos y dejarte ahí tirado en la zona intermedia entre los almacenes y el muelle.

Continúa...

El encuentro con el maldito personaje, así como la poca colaboración por parte de los dragones blancos no te dan muchas más ganas para continuar solo por el muelle a esas horas, entre unas cosas y otras ya era bien pasada medianoche y en pocas horas empezaría otra vez el ajetreo en la zona comercial y sería el momento de compartir los hallazgos con el resto, o no, pero no estaría de más estar juntos de nuevo para ver como evolucionar en la búsqueda del tal Lucius.

Con ese pensamiento fuiste a la Pluma del Estudiante sin más contratiempos que los que puso una dormida Shyria en dejarte entrar, aludiendo que esas no eran horas para ir y venir, que la Pluma cerraba sus puertas antes de medianoche y no se abrían hasta al amanecer... pero que por tu relación con Egil, esa vez pasaba, pero ninguna más.

Continúa...

Era cerca de media noche cuando los ruidos en la Pluma del Estudiante dejaron de sonar, siendo la mayoría de ellos ya crujir de peldaños o puertas al cerrarse con cerrojo. Para cuando eso ocurrió ya estabas tan aseado como podías con lo que tenías... pero lo que era un inconveniente eran los harapos en que se habían convertido tus ropas, se notaba a la legua de que venías de lejos, de que no eres de Puertolibre, cosa que contribuía a ello las quemaduras en la piel tras estar tantos días en la intemperie en un navío sin cubierta.

No obstante ello, actuaste de acuerdo con tu intuición, una vez se te ponía algo entre ceja y ceja, era difícil disuadirte... Con la agilidad propia de un salta tejados, y la experiencia de tus trabajitos anteriores, no te resulto complicado el deslizarte de forma segura por la ventana y descender a la calle. Ya te aseguraste que la habitación que elegiste fuera una que diera a un callejón discreto.

Una vez a pie de calle te perdiste por las callejuelas. A pesar de no haber alumbrado en las calles, y de que era tarde, muy tarde para muchas ciudades, Puertolibre era una ciudad con mucha vida nocturna. Si bien era cierto que cabía andarse con ojo para eludir los tipos de peor pinta, aquellas sombras que aguardaban entre las sombras ya fueran callejones o entradas de casas, a la espera de que pasara una víctima descuidada para saltarle al cuello y dejarla plumada... o seca directamente, te las apañaste para alcanzar la relativa seguridad de una de las tabernas abiertas, con testigos, dueño y guardas. No era la Rosa Negra de la parte vieja, donde uno de los guardias, un tipo con bigote pintoresco y corpulento te negó la entrada por tus pintas de mendigo con las ropas hechas polvo. Sino la Taza Rota, en la parte oriental del Muelle.

Un lugar animado donde el cobre y la plata corría animada de mano en mano entre las apuestas que hacía el público, mujerzuelas y marinos de vida alegre, ante las peleas que se daban en una jaula de gran tamaño en la que había un par de tipos dándose de leñas... bueno, más bien un tipo negro enorme, dándole una paliza a un tipo de piel clara y pelirrojo. 

Te mezclaste con la gente bebiendo un cerveza caliente que te había servido un tipo de mirada despierta, pelo negro rizado y un anillo de oro engarzado en la oreja, quien parecía ser el regente del lugar, un tal Alsorius, quien animado por tu charla te comentó divertido que las apuestas no eran para ver quien ganaría, sino sobre cuantos asaltos duraría el insensato pelirojo contra el campeón Rapsaló.

Continúa...

Algo te dijo que habías llegado a un buen sitio para escuchar cosas. Y ese tipo, Alsorius, era una mina, un tipo que tenía un buen negocio como aquel, tan frecuentado y capaz de mantenerlo debías ser un tipo de recursos.

Con tus mejores modales, y conocimiento del trato y formas para comunicarte con gente de ese mundillo, lograste que a pesar de tus harapos, indicándote claramente como un forastero, el tipo ese te contara cosas de Puertolibre, ganándote su confianza al parecer. Si bien era cierto que tampoco preguntaste nada comprometido, no siendo el primer contacto, sabías cuando se tenía que ser paciente.

Así que aguantaste lo que te iba contando mientras el tal Rapsalo le saltaba los dientes a un tipo casi tan grande como él, de piel tostada por el sol y con la nariz grande y roja. Luego le llegó el turno a un chaval que de bien seguro había perdido alguna apuesta o algo para terminar allí, el pobre boquerón arrancó las risas del gentío cuando Rapsalo lo estuvo persiguiendo por la jaula antes de tomarlo y jugar con él para diversión del público.

Entre lo que el tal Alsorius te contó destacar que al parecer faltaban unos pocos meses para que finalmente el Faro de Drac, o la locura de Milton (como era más conocido), y en su motivo se estaba preparando una gran fiesta. Los comerciantes esperan la fecha  con ansias, pues la construcción del maldito faro había sangrado las arcas de la ciudad durante la última década. De hecho, era tan alarmante el caso, que incluso se había reducido la partida dedicada a los guardias de la ciudad, reduciendo su número alarmántemente... hasta tal extremo que solo el Casco Viejo era realmente un lugar seguro para andar. Motivo por el que los mercaderes que seguían en Puertolibre, que eran la mayoría, tenían fuertes guardias personales para protegerse de los maleantes.

Cuando Rapsalo se largó, con un par de mujeres tremendas, también de piel negra, un par más de peleas se sucedieron en la jaula, pero el ambiente decayó pronto cuando, momento en el que la gente se fue retirando, justo cuando sentiste que el cansancio te asaltaba y echabas de menos la cama que dejaras atrás en la Pluma del Estudiante.

Sin perder tiempo, pero manteniendo la atención, te dirigiste de nuevo a la posada de la zona comercial, donde escalaste por la pared hasta alcanzar la ventana ajustada que habías dejado y te tiraste en el camastro para dormir a pierna suelta hasta mañana.

Continúa...

Temprano, pues poco cansado estabas, te levantaste, te aprovisionaste del pellejo de vino que te dio a regañadientes Duna y te fuiste al muelle con la intención de buscar algo acerca del barco de ese tal Scarbelly.

No te costó mucho, pues al parecer el tal Scarbelly, y sus dragones blancos, eran bien conocidos, te indicaron que los mal nacidos estaban en la parte occidental del muelle en la Folla Gigantes. Un barcoluengo pintado de blanco con escudos en el casco y con dos lonas a modo de tienda.

Tras acercarte y comprobarlo, a distancia saludable, te dirigiste de nuevo a la Pluma del Estudiante para informar orgulloso de tu hallazgo, mostrando de esta forma tus capacidades.

Continúa...

Limpia y descansada, te acercaste para preguntar a las chicas sobre el viejo Varek, ya mentalizada apara ir en su busca, Shyria te dijo que había regresado de madrugada, con cierto reproche en su voz.

-No sé si Desi os lo contó, pero La Pluma cierra a medianoche, esos tiempos son peligrosos para los negocios, y no conviene estar abiertos a esas horas. Lo dejé entrar a noche, pero no lo haré más.-Encogiéndose de hombros, para quitar hierro al asunto, añadió.- Pero sí que falta uno, esta mañana temprano se largo el tal Alastar según me dijo Duna. Iba con un pellejo de vino al muelle.

Finalmente, entre unas cosas y otras, el peculiar grupo terminó por encontrarse a media mañana en el salón de La Pluma del Estudiante, llegando los últimos Filippo y Varek del piso de arriba y Alastar de la calle.

Era un buen momento para retomar las conversaciones en el punto en el que lo dejaran el día anterior.

Es vuestro turno y vuestra decisión...

Mis ojos se iluminaron de repente, Varek estaba a salvo. Abrace de buen grado a Shyria y mientras que la tenía en mis brazos de forma algo cariñosa le dije al oído - Me has dado buenas noticias, se que Varek es un tonto y te agradezco de que hallas hecho una excepción al dejarle entrar -

He hice que me acompañara de compras, planeaba comprar unas telas de leopardo o algo similar para cubrir mi cuerpo, sin embargo unas que no representarán abrigos de calor, pues el sol siempre estaría en punta en esta isla. Con una experta-residente- de mi lado no sería raro que pudiera decirme que es más conveniente, a cambio le daría unas monedas. 

Al final me atendió una tendera regordeta, algo bicha que quiso engañarme al probarme yo: lana de cabra. Me dijo era de oveja y valía su precio. Fue cuando Shyria intervino que casi le corto la garganta a esa mujer, pero me lo dejo a precio justo por ello. Me cubrí como sí fueran mantas y regresamos justo para la reunión.

Alastar se sentó a desayunar con mas calma esperando a ver al resto del variopinto grupo allí, el día prometía ser largo, sus compañeros estaban impacientes por actuar.

Tras la observación del barco quedo un poco desilusionado, era un barco pequeño de poco mas que bárbaros, y no encontro a nadie que le supiese decir donde había sido su ultimo viaje como era su intención.

Quizas lo mejor seria secuestrar a algun de los tripulantes, quizas no habría otra solución, siguió divagando mientra removía unas grises y ya casi frías gachas, a la espera de que aparecieran aquellos extraños personajes.

Varek baja a desayunar con los ojos legañosos y la cara chorreando agua. Está claro que ha metido la cabeza entera en la barrica para despejarse, pero aun asi está ojeroso (y su pañuelo igual de mugriento). Veis que camina con las piernas un tanto arqueadas, como si le doliera la entrepierna. Os sorprende, ya que ayer no mostró ningun signo de que la patada de Neulens le hubiera afectado. Se rasca de manera poco recatada y se estira como un oso mostrando una dentadura enorme, aunque poco cuidada.

Bushdiash masculla al pasar a vuestro lado y sentarse en la mesa. Está claro que ha dormido poco. Su correria nocturna debió de cansarle, aunque no parece que se peleara ni nada.

Tras tomar una buena jarra de cerveza aguada y atacar la comida, empieza a hacer mejor cara, pero aun se mantiene callado.

La excursión nocturna había dado sus frutos. Mientras aguardaba que el sueño hiciera presa de él, Filippo miraba el techo de la posada y repasaba lo que había logrado averiguar.

Si bien no era mucho, el haber conocido a Alzorius y La Taza Rota era un buen comienzo. El lugar era un caldo de cultivo para los rumores y el tabernero le había caído simpático. A pesar de sus pintas, el tipo parecía tener la misma opinión de Filippo, con lo que allí tenía asegurara una buena fuente de información sobre el submundo de Puerto Libre.

Por otra parte, aquella historia del faro había despertado su interés. ¿Qué importancia tenía aquella construcción que el alcalde había preferido dejar la ciudad desprotegida antes que abandonar su proyecto? Puertolibre no tenía costas demasiado complejas por lo que la existencia de un faro no sería una ventaja demasiado grande. Sin embargo, contra viento y marea, el señor Milton estaba llegando a finalizar su construcción.

Sin embargo, aunque todo aquello era cuanto menos curioso, por el momento nada tenía que ver con su búsqueda. Filippo no dudaba que mientras permaneciera allí seguiría escuchando historias sobre el faro pero ahora había llegado el tiempo de concentrarse en su misión. La noche siguiente, volvería a visitar la taberna de Alzorius -con mejores pintas- y sacaría el tema. Con suerte, alguien de aquel lugar conocería al monje desaparecido.

A pesar de haberse retirado temprano la noche anterior, el rostro de Filippo se veía cansado, como si las horas de sueño no hubieran sido suficientes. Sin embargo, se sentó a la mesa del desayuno con voracidad y hasta que no acabó su plato, no participó de la conversación con los demás.

-Antes que nada, tenemos que cambiar nuestras fachas -el huraño hombre señaló sus ropajes sucios y harapientos-. La tempestad se ha llevado mi equipaje, así que tendría que comprar un par de mudas nuevas. Luego, si quieren, ya podemos ir a inspeccionar el barco del capitán Nabos y los alrededores. Tal vez sus marinos no digan mucho, pero la gente de los puertos es muy chismosa, así que algo podremos averiguar.

Alastar asintio ante las palabras de Filippo, estaba de acuerdo con el y sobre todo quería agradar. Un rinconcito de su cabeza no dejaba de pensar en lo que le habria pasado a aquel monje, la historia le parecía fascinante

Por el puerto seguro que hay algún tenderete y de paso vamos preguntando te parece?

Aunque deberíamos estar todos reunidos no?

Algunas ciudades independites de la costa rocosa se rigen por un sistema en el que todos sus ciudadanos tomas sus decisiones equanimanete, parece ser que este sistema les ha permitido tener gobiernos muy estables que han favorecido su crecimiento debido a la gran implicación de todos en las cuestiones del estado creando un sentido afinidad entre sus miembros que supera el de otras formas mas autoritarias que se basan en el costumbrismo..... su largo discurso lleno de palabras terminadas en fismo, o cracia termina por agolparse en vuestras cabezas hasta que las palabras caen a vuestro alrededor como un sinsentido

Como os quería decir que os parece si vamos al puerto y preguntamos ? Yo me puedo hacer pasar por un viajero que busca otro destino, y preguntar, realmente soy un recién llegado. Si os parece demasiado arriesgado . iremos todos juntos a preguntar de taberna en taberna.

Alastar se quedo mirando a sus compañeros esperando una respuesta , pero por los siete infiernos que no entendía aun a aquel grupo.

-Mejor que nos separemos en dos grupos o tres. Si vamos todos juntos llamaremos demasiado la atención. Me da igual si tengo que ir solo o alguno de ustedes me acepta como compañía... -no hablaba en tono despectivo, pero sí dejó en claro con su mirada que se estaba refiriendo a Varek y a Alastar. Cuanto más lejos tuviera a aquellas mujeres dementes, más cómodo se sentiría Filippo.

-... pero denme tiempo para buscarme algo de ropa nueva, como he dicho antes. No quiero ser tomado por un mendigo y meterme en problemas por ir preguntando donde no me llaman. Veamos esos tenderetes y de paso, ubicamos donde atraca el barco de nuestro dragón. Aunque más no sea para echar un vistazo.