Partida Rol por web

En guardia!!! Grita el angel. Entonces se lanza a por Aini, y este, previendo su reaccion, alza el atizador. Los dos personajes chocan en un estallido de luz y oscuridad, y sus armas rechocan. Una onda expansiva hace que los soldados de los dos bandos den pasos atras, o se tapen la cara. Tu mismo tienes que agarrarte a un arbol cercano para no caer al suelo. Entonces, los sirvientes de ambos bandos reaccionan

En menos de lo que se puede decir "corred", te ves inmerso en una verdadera batalla campal biblica. Demonios se abalanzan sobre los soldados angelicales, que son destrozados entre sus garras y fauces sin piedad. Los soldados, a su vez, lanzan estocadas y cortes a los demonios, que caen al suelo manchados de sangre. Y tu estas al lado!!!

Thranduil sintió un primer impulso de correr, y eso fue lo que hizo, seguido de Rocks, durante unos pocos metros. Espera, seguro que esto es una prueba de fe de dios, ¿pero por qué a mi y no a otro?

El arquero, a salvo de un ataque cuerpo a cuerpo fortuito, sacó su arco y cargó una flecha. Rocks, tú estate quieto aquí y no ataques.

La primera flecha hubiera estado bien contra un humano, pero no contra el demonio al que iba dirigida, antes de dar tiempo al pestañeo ya tenía otra cargada en el arco, sin embargo los nervios de la batalla hicieron que la flecha cayera al suelo, la tercera tampoco estuvo demasiado acertada, por suerte para el arquero, las dos últimas parecían haber sido más efectivas.

Comienzas a disparar hacia los demonios, aunque es dificil distinguir entre la masa. La pelea esta a cierta distancia tuya, por lo que te cuesta horrores apuntar. Aun asi, cargas tus flechas, y disparas. Impactas en un demonio, que ruge al sentir la flecha clavarse en su piel, y que se la arranca rapidamente. Aun asi, no llega a ver de donde venia, porque rapidamente debe hacer frente a otro enemigo. Tus otras flechas no causan grandes daños: Un demonio de aspecto imponente y tamaño antinatural casi ni se inmuta cuando una de tus flechas se clava en su brazo. La herida es tan poco profunda que la ignora. Algo parecido ocurre con otros dos demonios, que, a pesar de recibir las flechas en lugares mas dolorosos y vitales, no resultan malheridos. Claro que logras distraerles, por lo que uno de ellos cae bajo la espada de uno de los sirvientes angelicales

Otro de los sirvientes, el que estaba a tu lado, se gira y te mira

Ten cuidado. No te separes de mi, entendido???

El arquero asiente ante la sugerencia del ángel que esta a su lado custodiándolo, es un momento casi irreal, por un lado esta triste por los momentos duros que él, y su familia están pasando, ya que consideraba a Rúrik y su familia como parte de su árbol genealógico, sin embargo estaba feliz de que todos sus años de fe no hubieran sido en vano.

Bien, con cuidado, apuntemos a ese que parece una mole, con cuidado, cuidado, siente el aire a través de tu piel, nota el ruido de los insectos al pasear por el bosque, un poco más en el centro, la flecha no mata, envía siempre un mensaje. Y esta demonio dice que mueras. El arquero, tras estar unos segundos apuntando deja escapar una flecha en dirección al demonio más grande, sin embargo un destello de luz hace que se mueva en el último momento, dejando el trayecto de la flecha y la suerte de Thranduil en manos del destino.

Tu flecha se pierde en la espesura, y entre los gritos y el fragor de la batalla, no distingues a quien ha dado. Aun asi, cargas otra con tranquilidad creciente. En principio, el guardian que hay a tu lado no se mueve, y los otros cercanos rapidamente se dispersan a vuestro alrededor para acabar con los enemigos. Mientras, el duelo individual entre el angel y el demonio sigue... Y cada vez con mas intensidad. Sus espadas entrechocan entre explosiones de luz y de sonido, y los dos realizan una danza casi mortal, utilizando todo el arsenal del que son capaces. Bolas de luz, rayos, y alguna que otra llamarada, surge a su alrededor, pero acaba eclipsada en una oleada de magia azul o en un escudo invisible, o no tocan a su victima porque esta la esquiva. Es un espectaculo digno de ver, dos criaturas inmortales luchando cuerpo a cuerpo. En un momento, ves como el demonio hace una finta y logra golpear al angel de refilon, y la luz aumenta, saliendo de la reciente herida, superficial aunque probablemente dolorosa, del angel. En vez de sangre, de esta sigue manando luz y mas luz, y el angel no se inmuta. Sigue luchando sin la menor mueca de dolor. Aunque su expresion de furia aun no cambia. A su lado no hay nadie, los otros combatientes en la lucha prefieren mantenerse alejados. Decision sabia, segun crees comprobar

Fuego y luz, muerte y sombra, todo se une en una batalla sobrenatural a tu alrededor... Y entonces te acuerdas del sueño. Primero, eso... Luego, el extraño cambio en los campos, y la visita del inquisidor... Y mas tarde, esto... Y si estuviera conectado???

El ultimo pensamiento, antes de volver a disparar, es para Arelaia, que en estos momentos debe dormir lejos de aqui, ajena a lo que ocurre

El explorador analizaba nerviosamente la situación, el inquisidor había estado por las cercanías según las palabras del demonio, la lucha que estaba ante él decidiría muchas cosas, y su vida estaba ligada a la victoria del ángel, tenía que hacer algo para ayudarlo, por lo que rápidamente cargó otra flecha, volvió a concentrarse, luchando por mantener los ojos abiertos ante los destellos para poder apuntar, y finalmente soltó la flecha apuntando al demonio de nombre Aini, con la esperanza de poder decantar la balanza a favor de la luz.

Tu flecha vuela ligera hasta el monstruo, y, a pesar de estar este trabado en combate, parece que le va a impactar. Pero en el ultimo momento, Aini se da la vuelta y ve la flecha. A una velocidad sobrenatural, se agacha y la esquiva. Por un momento crees que no ha servido de nada. Pero Eidah aprovecha el momento de despiste para lanzar un corte sobre el brazo de su enemigo, el cual ruge de rabia y retrocede un paso. Del corte de Aini, al igual que del de Eidah, no surge sangre. Solo que en este caso, sale humo, o, para definirlo mejor, oscuridad pura

Frunces el ceño. Aun asi, ninguno de los contrincantes parece ceder. A su alrededor, sirvientes angelicales y demonios luchan sin tregua. Un grupo de demonios se acerca a ti y a tus improvisados guardianes, pero estos les interceptan. Subitamente, te das cuenta de que uno de ellos, un demonio del tamaño de un perro grande, y con mirada maliciosa, ha eludido a su atacante, y ahora te mira siniestramente

Rocks, ayúdame con este. Eñ arquero se dio prisa en cargar una flecha, sin siquiera pensar la dejó salir hacia el demonio, mientras la primera se dirige a su objetivo, y antes de lo que el demonio esperaba el arquero ya había dejado escapar una segunda que apenas le daba tiempo a reaccionar.

El demonio cae fulminado por tus flechas, certeras y mortales. Te giras justo en el momento en el que Eidah, el angel, clava su brillante arma sobre el jefe de los demonios, Aini. Las tres cabezas de este abren los ojos por la sorpresa, y su mano deja caer el arma. Entonces el angel esboza una sonrisa triunfal

Vuelve a las tinieblas de donde has venido...

Su voz imponente resuena en todo el lugar. Entonces, Aini grita, y subitamente estalla en una llamarada que envuelve varios metros a la redonda. Te tienes que tapar los ojos, pues el fulgor es insoportable. Segundos mas tarde, cuando los abres, te das cuenta de que la batalla ha terminado. Los ultimos demonios que quedan en el lugar son masacrados por los sirvientes angelicales sin piedad, a pesar de que muchos intentan huir. En medio del lugar, Eidah, el angel, mira las cenizas de lo que antes fue Aini, con una expresion mezcla de satisfaccion y de orgullo

La amenaza ha pasado

Thranduil se quedó unos segundos quieto y sorprendido, aún no se acababa de creer lo que había pasado, ni que hubiera sobrevivido, gracias a Dios, él le había enviado a aquellos ángeles para protegerlo a él y su familia, en el fondo de su corazón estaba agradecido y aliviado de haber visto por fin una manifestación divina en vida.

Una vez pasada la sorpresa rebuscó por los alrededores para recuperar todas y cada una de sus flechas, tras lo cual acarició a Rocks, que también había sobrevivido, seguro que a pesar de ser un animal fiero, había vivido la experiencia como un cachorrito asustado, igual que el arquero.

¿Eras Eidah verdad?¿Me permites preguntarte qué es lo que está pasando?

 Te acercas para hablar con Eidah, pero los sirvientes te retienen

Lo siento. No puedes hablar con ella

El sirviente angelical alza las cejas ante tu pregunta

Bueno... Nuestra señora ha tenido una discusion con ese impuro diablo, y, como es logico, ha decidio purgarle. Ese demonio invoco la ley del vacio, una ley establecida hace mucho tiempo para que las comunicaciones entre angeles y demonios se pudieran realizar sin acabar en batallas sangrientas, aunque, como habras podido comprobar, muchos de nosotros no creemos que se deba lidiar con esas rastreras criaturas. Esa ley no tiene sentido, en la mayoria de los casos

Aun asi, me temo que no puedes marcharte. Debes acompañarnos, pues el demonio parecia interesado en ti, y debemos entender el porque de este comportamiento...

Entonces interviene Eidah

No te mira al hablar. De hecho, no se digna siquiera a mirar a su soldado. Simplemente habla, con la vista aun fija en las cenizas de lo que antes fue Aini

Dejale ir

El sirviente se queda sorprendido, y, por un momento, parece dispuesto a replicar

Pero, señora...

Lo que buscara esa rata traicionera no nos incumbe. Me niego a preocuparme por los asuntos de los demonios. Recordad que ellos son el enemigo

Entonces Eidah gira su rostro y te quedas mudo. Sus ojos son impresionantes: Parece que tuviera dentro de cada uno de ellos un universo particular, y brillan tanto como cada una de las estrellas que los componen. Es, realmente, una mirada imponente

Antes de que se vaya, borradle la memoria

... Si, señora

Acto seguido, Eidah se gira y comienza a andar hacia delante. El resto del cortejo parece seguirla, excepto tres soldados, el que estaba contigo, y los que estan a su lado, los cuales se giran para mirarte

Rocks, sígueme. Tras dejar que el lobo empezara la huida, Thranduil echó a correr detrás de este con toda la velocidad que podía, esa actitud no se la esperaba de unos ángeles, ¿tal vez su imaginación le estaba gastando malas pasadas?

Eh, tu!!!

Sientes como los sirvientes corren detras de ti, aunque te da igual. Apartas unos arbustos y sientes como Rock corre a tu lado, gruñendo

Entonces, ves como los sirvientes te adelantan y te rodean, alzando sus armas para detenerte. Rock gruñe con fuerza, y te das cuenta de que la unica manera de escapar es pasando por encima de los guardias

El arquero preparó su arma, tenía la flecha preparada, lista para ser lanzada, apuntaba al que tenía frente a él. Quítate de en medio.

Lo siento, no podemos dejarte marchar. Sera solo un momento, no sentiras dolor Intenta razonar el sirviente, que se acerca a ti preparando su lanza

El resto de los que te rodean empuñan sus armas, dispuestos a reaccionar si haces algo