Partida Rol por web

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Quien... Quien era el??? Porque perdi el control de esa manera???

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Hola???

...

Hay alguien ahi???

Naosuke...

Es... Es su voz... Pero quien es??? Porque deseo matarle???

El... Eres tu... Tu... Eres el

Que diablos...???

Te despiertas sobresaltado, con aquel cielo rojizo aun presente en tu mente. Estas apoyado en un objeto solido y aspero, y apoyado sobre lo que debe ser una alfombra de mullida hierba. Lo primero que haces es mirar arriba, y...

El cielo azul se extiende ante tus ojos. Azul, no rojo. Suspiras y te recuestas de nuevo contra el árbol sobre el que te dormiste, apoyado en su tronco. Cierras los ojos unos momentos, pero acto seguido vuelves a mirar a tu alrededor. Estas en un claro circular, oculto y apartado del camino, donde te quedastes esta noche a dormir. Los arboles rodean el lugar dando un ambiente acogedor y recogido, al mismo tiempo que dejan pasar la luz del sol

De repente oyes un graznido, y ves como una sombra baja volando...

Tu compañero baja y se posa en tu hombro, mientras observa a su alrededor fijamente. Sientes que todo esta en orden. Misteriosamente, tu compañero sabe trasmitirse sus emociones con misteriosa facilidad, lo que te hace pensar a veces que hay algo sobrenatural de por medio...

Suspirando, te estiras y acercas tu mano a la bolsa de viaje. Alli dentro esta la recomendación que te dio tu ultimo cliente

Haichi es un buen tipo, de fiar y bastante astuto. Sus negocios oscuros son muchas veces ordenes de sus superiores, pero no suele realizarlos el mismo. Dirigete a Teioh, la ciudad cercana. Para llegar a ella tendras que cruzar la colina de las nubes, que se encuentra en esa dirección, más o menos, y dirigirte al oeste una vez hayas llegado al camino principal. Cuando estes en la ciudad, pregunta por el bar "El sake del poniente" y preguntale al camararero por él. Seguro que tiene algún trabajo y puede recomendarte algunos contactos

Es un hombre de talla media, ni muy guapo ni muy feo, mirada sensata y rostro cansado. Pero es un verdadero lobo entre un rebaño de ovejas. Suerte

No tenias ningun trabajo ultimamente, aunque con el dinero que ganastes del ultimo tendrias para un mes sin problemas. Aun asi, lo más sensato seria hacer caso a los consejos de tu ultimo cliente. Alli, a lo lejos, hacia el sur, esta la colina de las nubes, también conocida como el "pie de Goo", aunque todavía no sabes la razón de este nombre

Te frotas los ojos, mientras repasas tus pertenencias de nuevo. Tienes lo justo y necesario, asi como algunos objetos de utilidad, como cuerda y yesca, asi como varias provisiones...

Con Yang todavía en mi hombro me incorporo lentamente y guardo mis pertenencias. Hecho un vistazo a mis armas, la kusarigama está en la cintura, las dagas en su sitio, la katana a mano por si fuera necesario y apoyada en el árbol se encuentra la odachi de mi padre. Todo está en su sitio. Una vez revisado todo me vuelvo a tumbar en la hierva.

- Que sueño más raro he tenido... Parecía tan real... ¿Quienes eran todas esas personas? Que raro fue todo, el tío que se hacia llamar romano, el cuerpo maldito que no moría, el monje que tejía el futuro, el ninja, el mago... el otro ronin de la espada negra... Y aquella chica... bueno, pero eso solo fue un sueño... O ¿quizás fue más que eso? -

La presencia de Yang a mi lado me ayuda a salir de mis cavilaciones y me devuelve al mundo real. acariciándole el cuello con la mano me levanto dispuesto a seguir con mi marcha hacia el sur, hacia la colina de las nubes.

Recojo todas mis pertenencias, coloco la enorme espada cruzada a mi espalda y con una mano mantengo la katana mientras con la otra subo a Yang al hombro contrario donde se encuentra la empuñadura de la odachi. Una vez preparado emprendo marcha dirección sur...

De repente Yang gira el rostro, como si hubiera percibido algo. Con un graznido, se aparta de tu hombro y planea a gran velocidad hasta una rama. Acto seguido mira al suelo. De repente sientes que te esta indicando algo

Te acercas con cuidado, hasta que atisbas lo que te esta enseñando tu fiel compañero

Es la piedra. La piedra verde que cogistes antes de que todo se derrumbase en el laberinto. No deja de brillar

Con gran sorpresa observo la piedra estupefacto.

- ¿Sólo un sueño...?

Me agacho con su lado y la observo de cerca.

- ¿Como habrá llegado esto hasta aquí?, ¿Por qué estará brillando tanto?

Adelanto la mano que sostiene la katana hasta que el mango toca la brillante piedra verde. Aguardo a la espera de alguna reacción por su parte y para comprobar si es seguro cogerla con la mano.

- Si todo lo de ese "sueño" es tan real como esta piedra más me vale ser cauteloso... Bueno, quizás me lo esté imaginando todo...

La piedra lanza diversos brillos verdosos. Por un momento, habrias jurado que la katana se hacia mas liviana...

Yang grazna y se posa en tu hombro. De repente notas que se acerca a tu rostro y te observa, como intentando decirte algo

Sorprendido aun por los verdosos brillos de la piedra y el efecto que que sentía en la katana al tocar la piedra miro interrogante a Yang en un intento de averiguar que intentaba decirme, aunque no parecía que fuese a funcionar de mucho ya que todavía me encontraba algo aturdido después de la siesta y el sueño...

Yang gira el rostro y mira a la piedra de nuevo...

La piedra deja de brillar...

Un pequeño sobresalto me llena al ver que de repente la piedra se apaga. Retrocedo la mano con la que tenia la katana en contacto con la piedra y adelanto la vacía para coger la piedra.

- Mi katana sigue entera después de haberla tocado, no creo que a mi me pase nada... Aunque todavía no debería fiarme demasiado, todo esto es muy raro...

Agarras la piedra con cuidado. Contienes la respiración...

No pasa nada. Yang grazna mientras te dirige una mirada, despues mira a tu bolsa de viaje

En la lejania puedes oir unas voces. Estas un poco alterado por la piedra, asi que frunces el ceño y tensas los musculos. Aun asi, las voces casi no se oyen, deben de estar en el camino, a cierta distancia, pasando entre el bosque... De hecho, deberias ir hacia alli si quieres llegar a la colina de las nubes...

Al oír las voces me incorporo y guardo la piedra en mi bolsa para observar en dirección a las voces. Acto seguido mando a Yang a volar para tener una vista aérea que pueda avisarme en caso de problemas y también por si son guardias o caza-recompensas no me reconozcan por el distintivo de un enorme cuervo al hombro. Una vez en compostura, empiezo a caminar por mi camino, atento, actuando como si nada pasara.

Sales al camino y te ocultas tras unos arbustos, tras caminar unos minutos por la espesura. Giras el rostro. El paisaje es bastante impresionante, pero a ti no te interesan ya estas cosas. Con cuidado, vas detras de una roca, y observas el origen de las voces...

Feriantes. Con un suspiro, te recuestas en la roca y observas a Yang, que vuela sobre tu cabeza, a gran altura

Nada mas que feriantes. Se dirigen a la direccion que ibas a tomar, y ya han pasado el punto en el que estas

- Tan sólo feriantes... Van en mi misma dirección, quizás podrían ayudarme a pasar desapercibido... No, mejor no... Esperare aquí otro rato hasta que hayan pasado... -Piensa recostado en la piedra mientras mira a Yang en el cielo y su mano inconsciente se dirige al bolsillo donde había guardado la piedra.

De repente una voz suena a tus espaldas. Una voz, como de una niña, pero burlona, y extrañamente divertida

Vaya... Que es esa luz que sale de tu bolsillo???

Te giras sobresaltado, preparado para desenvainar tu katana al instante. Pero no hay nadie

Aqui!!!

La voz suena a tus espaldas, y te giras de nuevo, pero otra vez no hay nadie. Una risa, la misma de la voz, suena encima tuya. Pero al mirar, solo esta Yang...

Emito un leve silbido para preguntarle a Yang si él ve algo mientras yo dirijo mi mano hasta la empuñadura de mi katana listo para desenvainarla en cualquier momento.

- ¿Dónde estás? ¿Quién eres? -Pregunto al aire en busca de una respuesta.

- ¿Acaso la piedra ha vuelto a brillar? ¿Brillaría tanto como para que llamara la atención de la caravana? - Pienso mientras voy aguzando mi oído y mi vista en busca de la persona de la que procede esa voz.

De repente, algo negro pasa junto a ti. Te giras a tiempo para ver que Yang a detectado al ser, que no se esperaba la presencia del cuervo, y le ha picoteado en la cabeza

De hecho, el ser es totalmente extraño. No es un humano. Es mas bien... Un niño. Pero al mismo tiempo, no lo es

Un kami. Su poder lo dice todo, y sus extraños simbolos tambien. El pequeño (o la pequeña) te mira sonriendo

Vaya pajaro mas pesado. Casi me impide que te quitase esto...

Alza la mano. En ella sostiene la piedra, que brilla con intensidad. El ser kami rie, como si todo fuera un juego

Miro algo sorprendido a la criatura que acaba de aparecer ante mis ojos durante un segundo hasta que reacciono.

- ¡Ey! ¡Eso es mío! ¡Devuélvemelo! -Le digo mientras dirijo mi mano hasta mi Kusarigama (el arma con cadena extraña que tenía en la cintura) para lanzarlo contra esta criatura y atraparla en el caso de que hiciera el más mínimo movimiento en pos de huir.