Partida Rol por web

Los siguientes minutos se dejan para la reflexión, sea en privado o discutiendo puntos de vista en pequeños grupos. Tras ese tiempo se procede a la votación en la cámara. Mientras los consejeros leen las distintas opciones a votar, cada uno de los miembros levanta una banderita para dar su voto. Los oficiales tienen una de esas banderas, los maestros dos y los aprendices no tienen derecho a voto. El sistema es lento, pero fiable, ya que los votos utilizados se recogen en distintas cestas para hacer un recuento en caso de ser necesario.

Tras casi media hora de votación se llega a las siguientes conclusiones. El Gremio se opondrá a un ataque directo, sin cerrarse en banda a esa opción en el Consejo. Se propondrá reforzar las fronteras con los ejércitos en reserva, moviendo las menos tropas posibles, especialmente de la frontera con el Imperio. Además, se apoyará una partida de investigación, formada por magos, soldados y mercenarios. La propuesta de enviar a tierras Truil una partida exclusivamente de magos es desestimada, "aunque eso no impide que cada cual, a título personal, intente investigar por su cuenta todo cuanto le sea posible en la manera que mejor pueda hacerlo", como dijo textualmente el consejero Rowan.

Tras la votación, se disuelve la asamblea y los miembros del gremio comienzan a formar pequeños grupos, hablar entre ellos y a salir de la sala poco a poco.

Mi objetivo es deambular por sala hasta localizar a todos los miembros de los Gorgonae del gremio. Después salgo de la sala espero hasta que se haya vaciado un poco la sede. Entonces me dirijo a la biblioteca. Mi objetivo es encontrar algún tipo de referencia con el/los bibliotecario(s) sobre algún fenómeno similar. A ver si los Truil han recogido alguna tradición preexistente o lo han inventado...

La resolución final agradaba a Biza. Se reforzarían las fronteras y un grupo de investigación se encargaría de obtener información acerca de los hechos y de la amenaza Truil. Le preocupaba el hechod e que todo aquello fuera el principio de algo terrible, algún plan tramado por el enemigo y que pusiera en grave peligro la forma de vida del Gremio. Se consoló pensando que si eso fuera cierto aún estaba muy lejano y que hasta entonces podrían hacer algo para evitarlo.

Ilsa reune a varios de los miembros, que saludan a Rowan con respeto, puesto que, junto con el padre de Biza, fue uno de los fundadores de la sociedad.

- ¿Hay algo que podamos hacer por ustedes? - pregunta un mago dirigiéndose tanto a Rowan como a Ilsa y Biza. - No faltan muchas horas para la reunión de esta noche, pero si necesitan cualquier cosa en este tiempo, no duden en pedirla.

Siguen hablando entre ellos por un rato, comentando las noticias dadas en la reunión. Un erudito le pregunta a Ilsa, con tono preocupado:

- Maestra, entiendo que su solicitud para investigar "a título privado" nos atañe a nosotros. ¿Planea acaso enviarnos a los Yermos o se refiere a una investigación a nivel local?

Una joven aprendiz se dirige a Biza:

- Biza, ¿sabes si tu hermana Kiba irá esta noche?... ¡Dile que vaya con Eric! A ver si nos fusionamos con los Soles Azules pronto. ¡Así podríamos vernos casi todos los días!

Rowan interviene en la conversación.

- ¡Ya vale! No deberíamos estar hablando de esto aquí. Biza, Ilsa, dad las órdenes que considereis oportunas, pero no hablemos aquí de posibles fusiones. Biza, querría hablar contigo sobre ese tema, pero esta noche en el cuartel general será más seguro. Yo debo retirarme a hablar con el resto de los miembros del Consejo, Les veré en los Barrios Medios al anochecer.

Diciendo esto se retira de la sala.

Tras hablar con los miembros de Gorgonae, os juntáis de nuevo en la bilibioteca. La sala, normalmente llena de estudiosos, está ahora prácticamente vacía. Acostumbrados a los murmullos de los lectores, el silencio sepulcral de los antiguos tomos resulta extraño. Sin embargo, cada vez que se abre la puerta, retumban las voces del pasillo. Todo el mundo parece nervioso y el volumen de las conversaciones por los pasillos es mucho más elevado de lo habitual.

Ilsa se afana en buscar alguna referencia, pero lo cierto es que no está al máximo nivel de concentración.

Durante varias horas rebuscáis entre los antiguos manuscritos de la biblioteca. Pese a estar enfrascadas en la lectura, notais que, poco a poco, el ambiente se va normalizando y algunos estudiantes vuelven a sus tareas habituales. Veis también a varios maestros que parecen haber tenido una idea similar a la vuestra, pues están rebuscando entre los libros de hechicería.

Pasa el tiempo, y cuando os dais cuenta, ha llegado la hora de la reunión de Gorgonae. En todo este rato no habéis descubierto nada que no supiéseis ya: un hechizo activo no puede ser contrarrestado por un contrahechizo normal. Ni siquiera 20 maestros uniendo sus fuerzas podrían cancelar un conjuro lanzado por un aprendiz, salvo que les afectase a ellos y tan sólo en el instante del lanzamiento. Se han hecho bastantes estudios, con mayor o menor grado de éxito para contrarrestar hechizos que no afecten a uno mismo, pero la restricción sigue siendo tajante: sólo en el instante del lanzamiento.

Por otro lado, la principal escuela de magia Truil está relacionada con la luna y los lobos. Se dice que los aulladores de los Cazadores de la Noche con capaces de cambiar de forma y convertirse en lobos cuando la luna brilla en el cielo. Encontráis también referencias a una extraña magia Truil que estudia la modificación de la carne del hechicero, pero su existencia no está probada y no parece tener nada que ver con vuestro problema.

Frustradas, salís de la biblioteca y os dirigís a los Barrios Medios, al sancta-sanctorum de Gorgonae, donde esta noche tenéis una reunión.

-¿Que opinas?- preguntó a Ilsa mientras que serpenteaban por las calles hacia el lugar de reunión. biza vestía una larga tunica oscura que se fundía con las sombras de las calles. -No acabo de creer que una cosa así pueda estar pasando.-

-Todo esto es muy extraño, en efecto, pero tanto si es cierto como si no, debemos ser precavidos. Si ese Arte está en posesión de los Truil, hay que pensar que pueda ser utilizado por el Imperio para exterminarnos definitivamente. Por lo tanto, si es cierto todo esto, es de vital importancia que lo resolvamos.

Ilsa viste con un vestido negro con ribetes rojos. Ya se ha quitado la cadena de maestra del gremio, y anda un poco molesta por la falta de información. Irina y Stepjan, los fieles servidores de Ilsa, les siguen a poca distancia. Llegado un momento se detiene.

-¿Nos estarán siguiendo?

Caminais por las calles de Uldholm. Poco a poco dejáis atrás la opulencia de los Barrios Centrales a la cual estáis acostumbradas y os adentráis en los Barrios Medios. Pese a que las diferencias en las infraestructuras no son demasiado abismales, como ocurriría con la Periferia, hay sutiles detalles que distinguen ambas zonas de la ciudad. Tanto el tamaño como la decoración exterior de las casas son bastante más modestos en esta zona de la ciudad y las patrullas de guardia, a las que estáis tan acostumbradas, no son tan frecuentes en estos barrios.

Poco a poco os acercáis a las calles en las que se encuentra vuestro lugar de reunión. Como siempre, extremáis las precauciones para que nadie descubra el lugar en cuestión, puesto que podría poner en peligro toda vuestra organización.

Ilsa está concetrada en el problema y, a pesar de tener esa sensación de que alguien les observa, no puede advertir nada anormal en su entorno. Mira a sus sirvientes y a Biza preocupada, y observa los edificios de la zona con desconfianza.

Stepjan responde a la mirada de Ilsa y se encoge ligeramente de hombros mientras niega con la cabeza, haciéndote saber que no ha visto nada raro.

Tras aseguraros de que nadie os está siguiendo, os dirigís a una de las casas en una pequeña calle poco iluminada. Completamente rodeada por comercios y, por tanto, sin ningún vecino que se interese por el gran número de visitas que recibe ocasionalmente, esa casa es un buen lugar de reunión para las Gorgonae.

Al entrar veis las caras familiares de vuestros compañeros. Hay gente de varios gremios y de todos los status desde aprendices a miembros del Consejo, pero todos están aquí unidos por un objetivo común, mantener el orden en Uldholm, tanto frente a sus enemigos externos como contra la corrupción cada vez más frecuente en el Consejo.

La casa no es tan lujosa como vuestras residencias, aunque el salón principal en el que os encontráis es bastante amplio. Alguien se ha molestado en colocar todo tipo de bebidas y aperitivos distribuídos por toda la sala. La gente charla amistosamente y un gran grupo se acumula alrededor de Rowan, uno de los fundadores que llevaba tiempo sin acudir a las reuniones.

Una joven se acerca a vosotras. Su hermoso rostro recuerda al que debía tener Biza hace a penas unos años. Se dirige directamente a Ilsa, mirando de refilón a su hermana con un gesto de reprobación e ignorándola deliveradamente un instante después.

- Maestra Svletana. Me alegro de vela. Tenemos muchas cosas de qué hablar. - Bruscamente da la espalda a Biza y agarra a Ilsa de un brazo, alejándose con paso lento. - El Consejero Rowan no nos ha querido contar nada aún sobre el ajetreo del Gremio de Hechiceros durante todo el día. Dijo que tú nos informarías como creyeses necesario. ¿Qué ha ocurrido?

Finalmente llega hasta una de las mesitas donde sirve dos copas de un vino espumoso y ofrece una a Ilsa, quedándose con la otra.

Biza se separó de Ilsa y su hermana dando un par de zancadas suaves al frente. Prefirió ignorar el feo gesto de Kiba. Estaba acostumbrada pero le molestaba que lo hiciera en público. No era el momento de que las dos hermanas Carkenna discutieran allí delante de todos. Por un instante en mitad de aquella gran sala se sintió completamente sola. Recordó la memoria de su padre y como le había fallado en el pasado. Le costó horrores no dejar escapar una lágrima.

Una mano se tiende hacia tu hombro, pero se para a medio camino sin llegar a tocarte. Con paso ligeramente titubeante Eric se situa en frente de ti.

- Biza, tienes los ojos enrojecidos, ¿te ecuentras bien?... Vaya, parece que hoy sólo te pregunto eso, ¡jaja! - pese a su expresión seria, su breve risa parece totalmente sincera. - Ven, vamos a beber algo y me cuentas qué ha ocurrido.

Se dirige a una de las mesas, en dirección contraria a la que han ido Ilsa y Kiba, aunque no sabes si lo ha hecho a propósito. Tras preguntarte si quieres algo y servirte a ti primero, llena un vaso con un licor amargo y empieza a beber a pequeños sorbos.

- Los Soles no han conseguido averiguar el motivo de la Asamblea del Gremio, lo cual son buenas noticias, supongo, puesto que eso implica que tampoco habrá sido fácil para otros. ¿A qué se debía todo ese revuelo? Media ciudad debe estar preguntándose qué ha ocurrido hoy en el Gremio de Encantadores, con la gran mayoría de los miembros corriendo de un lado para otro y llegando a toda prisa. Lo que si te puedo asegurar es que mis hombres no han sido los únicos intentando informarse, pues se ha visto a gente bastante sospechosa indagando sobre el tema. - Para un momento para dar un nuevo trago a su copa. - Pero dime, ¿qué ha ocurrido? ¿Por qué han convocado una Asamblea de esta forma?