Partida Rol por web

Me giro con gran sorpresa al ver aparecer a nuestro compañero detrás nuestro, tal vez se nos haya pasado algun camino aunque espero que hubiera otra explicación y no verme en un laberinto circular

Me transformo de nuevo en humano.

He perdido todo mi equipo y he aparecido en la entrada de la tumba. Digo como si tal cosa.
 

CCómo ha ocurrido eso? 

Ni idea pero tiene una cosa buena ya no tengo nada que perder volveré a probar.

Y entro de nuevo.

De nuevo, vuelves a aparecer en el mismo punto inicial (en la entrada de la tumba)

Vuelvo a de nuevo a  toda velocidad en forma de globo.

Nada, he vuelto al mismo sitio. Desaconsejo entrar en el portal.

- Bien, entonces por la puerta secreta... - digo indicando con la cabeza la entrada oculta que encontré.

Me acerco el primero y me adentro por la misma, siempre buscando y atento a posibles trampas.

Avanzáis hasta llegar a lo que es a todas luces algún tipo de templo. Las paredes están decoradas con escenas pintadas de la vida cotidiana, pero la gente que aparece en ellas tiene la carne podrida, las manos esqueléticas, comida por gusanos... Hay un camino hecho de mosaico que conduce hasta el altar, y la zona de los fieles tiene una fila de grandes bancos de madera a cada lado del pasillo central. 

Avanzo con cuidado siguiendo el camino de mosaico, mientras busco trampas en el mismo. Esto está demasiado silencioso, y los dibujos en las paredes no ayudan a que me tranquilice.

Hago un gesto con la mano a los demás para que me sigan con cuidado, y señalo a los expertos los dibujos de las paredes por si les suena de algun tipo de mitología o deidad.

Mientras te acercas hacia el altar, ves claramente una barandilla de madera que divide la habitación. Al sur de ella puede verse el altar -que es al que te estas acercando-, un estrado sobre el que hay una silla de madera (bellamente tallada y tapizada), dos grandes candelabros de bronce con cinco velas cada uno, y dos urnas de cerámica blanca (una en cada rincón) con tapas de madera y bronce. Un esqueleto con cota de mallas negra (tremendamente agujereada y desgastada) señala en dirección hacia uno de los lados de la habitación (hacia un arco).

El altar, se encuentra hecho de un extraño material, y brilla con luz propia, de un color azul opalescente. Sin embargo, tu atención no se encuentra en el altar: en alguno de los bancos para los feligreses hay varios que contienen material interesante para el grupo, y unas trampas que has logrado desactivar con facilidad. 

Marcus fue avanzando, desactivando trampas y recogiendo monedas que finalmente entregó a Jezabell. La paladina sería la mejor opción para llevar el tesoro que encontraran. Su sentido del honor y el deber impediría que hubiera un reparto injusto de ganancias.

Luego giró el rostro hacia el esqueleto y espero a que sus compañeros detectaran si era una amenaza o no.

Guardo el dinero en la bolsa, con las armas en las manos ya que todo el lugar apestaba. No creo que sea prudente, todo el lugar apesta a muerte y a mal, y no quisiera que mis sentidos se embotaran por ello

El aura de maldad es fuerte, pero no con tanta fuerza para dejar a la paladina "fuera de combate". El esqueleto que se encuentra tras la barandilla está tendido en el suelo y señala hacia un arco similar por el que pasó vuestro compañero Auris, salvo que en este caso ninguna de las piedras brilla pero el umbral se mantiene con intentos vapores que impiden poder ver que hay mas allá.

Marcus se acercó con extremo cuidado al arco que apuntaba el esqueleto. No se adelantó mucho hasta haberse cerciorado de que no había trampas.

No distingues trampas por la zona, pero en tu inspección, en lo que sería la pared opuesta a donde está el arco, encuentras un pequeño orificio en forma de O de pequeño tamaño (podría entrar en el una moneda, gema o anillo) que te llama la atención.

- No he visto trampas. - indico a mis compañeros. Me sigo moviendo lentamente recorriendo la pared y al llegar al extremo opuesto al arco me detengo un instante.

- Aquí hay algo. - indico mostrando un pequeño orificio en forma de O de pequeño tamaño en el que podría entrar una moneda, gema o anillo. - Tampoco veo trampas por aquí. -

Rebusco entre mis pertenencias y saco una moneda de oro. - Esperad, voy a probar. - digo mientras les hago gestos para que se aparten. Cuando están al menos a varios metros de distancia introduzco la moneda en el hueco para ver si ocurre algo.

Tras colocar la moneda, no ocurre nada en la zona que indique que eso haya funcionado.