Partida Rol por web

Tras semana y media de viaje sin sobresalto alguno atisbáis a lo lejos la silueta de un pueblo bastante mas grande que Rastor. Sin lugar a dudas este pueblo está en expansión.

El pueblo parece estar construido sobre un pequeño monte, aprovechando la orografía del terreno para ser mas defendible, veis un puente que parece ser una de las primera lineas de defensa y en lo alto del todo un castillo bastante grande para una villa de estas proporciones, sin lugar a dudas podría albergar a toda la población en su interior en caso de un ataque a gran escala.

A todos os suena el lugar, nunca habíais estado aquí pero tenéis un pensamiento como que este lugar es conocido por todos vosotros.

Os vais acercando y veis multitud de granjas a ambos lados del camino, trigo, cebada y muchos otros cereales que están a mitad de recoger o de crecer en esta rica tierra. Sin duda parece un lugar idílico en el que asentarse, a ninguno os parece que sea el epicentro de un mal que pretenda destruir el mundo, pero quienes sois vosotros para negar las visiones de vuestros dioses.

Al pequeño Timmy le maravilla el lugar, mira las granjas pensando en cual habría comprado su padre si no hubiera sido asesinado en el camino.

Al llegar al pueblo veis guardias apostados en el camino, os echan un vistazo pero no os paran, sin duda no estáis en su prototipo de gente a la que negar la entrada al pueblo.

Lo que si os llama la atención es un gran poste con un mapa de la villa indicándo los lugares de interés para los forasteros; según parece tienen una estructura comercial lo suficientemente desarrollada como para haber pensado en indicar bien donde está cada comercio y que los visitantes puedan así pasar por todos.

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Al acercaros al poste os dais cuenta que sin duda el Gremio de Comercio es el lugar mas indicado y resaltado del mapa, parece que las garras de dicha macroempresa global han llegado a esta villa, por lo que le da cierto status de importancia al contar con un puesto suyo.

Al pensar en que este pueblo te sonaba de algo le das un buen rato de pensamiento hasta que de pronto una imagen te vuelve a la mente.

Sin duda este pueblo es el pueblo que vistes en la visión que Sant Cuthberto te mostró al tocar la piedra que ahora mismo va colgada de tu pecho. En ella un Gran Ojo de fuego la observaba, como controlándola, desconoces si directa o indirectamente.

- No estamos demasiado lejos de la posada. - Dijo la enana. - Podríamos empezar por allí... - Sugirió. - Lo cierto es que tengo ganas de comer algo caliente y beber una buena cerveza.

Fue entonces cuando leyó en el mapa que existía un templo de Sant Cuthberto y miró en dirección al conde. Aquel tipo era un clérigo. Por lo que conocía de aquellas personas tan devotas, sabía que lo primero que hacían al llegar a un lugar civilizado tras algún tiempo de viaje, era acudir al templo más cercano para orar a sus dioses y pedir consejo. No creía que Godofredo descartase esa oportunidad ahora que se encontraba a tan solo unas calles de su templo. 

Dwama alzó la mirada y comprobó que el mapa no indicaba que hubiera templo alguno de Rocknath, pero tampoco le importaba demasiado. Para el dios enano, todo lugar donde se sirviera cerveza podía ser su templo y seguro que en la posada El Potro, servirían alguna que no estuviera demasiado mal. De lo contrario siempre podía ir directamente a la fábrica de cerveza.

- La posada El Potro tiene buena pinta. - Dijo en alto. - ¿Quién viene conmigo? Podemos comer y descansar un rato. Además, una posada siempre es un buen sitio para escuchar rumores...

Yo me apunto, incluso diría de ir a la buena.. tantos días de penurias deben ser compensados, se acercan días difíciles y quién sabe cuándo tendremos oportunidad de repetir.

De todas formas, pasaré por el Gremio de Comercio, debería anunciar mi llegada, aunque debería ser breve, no tengo intención de causar dilaciones indebidas.

Toma sitio si quieres con tu protegido y yo me uniré en breve.

Con pocas ganas pero con algo de anticipación, me dirijo a la oficina del gremio de comercio, quizás tengan alguna noticia o carta de mi marido, que en teoría debería dirigirse hacia aquí.

Llegas al Gremio de Comercio, sin duda es una tienda que destaca sobre las demás, toda acristalada, bien barnizada y con barreras de hierro forjado que la convierten en una fortaleza improvisada para custodiar el caro material que atesoran.

Al entrar te saluda el buhonero local, te identificas como la Sargento Sheiland, lo que cambia la cara al comerciante, que si bien ya te estaba tratando bien aumenta significativamente sus halagos.

-Sargento Sheiland! es un honor conocerla! su reputación la precede! pocas enanas en menos de un año se convierten en Sargento y muchos menos consiguen las atenciones del Buhonero Jefe de Catalonensis! Pero creo que se ha adelantado! le esperaba en 2 semanas con el próximo reparto desde Itálica! Y su marido el buhonero Golfred no iban juntos? 

Sin duda te encuentras con un buhonero humano con muchas preguntas, normal teniendo en cuenta que vuestra llegada significa su ascenso a una ciudad de mediano tamaño para haceros hueco a ti y tu marido en el pueblo de Hommlet.

Dwama opta por ir a la posada a descansar, tiene mucha hambre tras varias semanas estirando las justas provisiones que portaban ella y Godofredo; por suerte el pequeño Timmy, durante el viaje, consiguió por sus medios algunos alimentos tales como bayas, huevos,... sin duda parecía muy espabilado para su edad, y además, tras esas dos semanas de marcha, había entrenado a las ordenes de la enana consiguiendo coger un mínimo de destreza con una daga que portaba, pero aun así seguía siendo un niño de 8 años traumatizado.

-Yo preferiría ir a rezar antes de nada al Templo de Sant Cuthberto, muchos pensamientos impuros me han atormentado durante estas semanas de viaje y necesito ir a un lugar santo a pedir auxilio de nuestro Señor. Me acompaña Conde? Así podré rezar por las almas de madre, padre y el abuelo, me agradaría que me acompañara en el rezo por sus almas.

Viendo que cada uno de los miembros del singular grupo va a una direccion diferente y que ya se ha decidido el punto de encuentro, opto por cumplir primero con mi primera obligacion que me ha hecho venir aqui.

-De acuerdo entonces, veo que cada uno tenemos cosas que hacer aqui en Hommlet antes de ponernos en marcha, voy a dar una vuelta por el pueblo, tengo unos asuntos que solucionar antes de poder empezar y de paso aprovechare para obtener algo de informacion del lugar, tambien para ver los comercios del lugar por si requerimos de algunos suministros; necesitaremos equipo para poder emprender la aventura, mochilas con utiles de supervivencia, raciones de viaje y puede que alguno necesitemos adquirir algun arma o armadura nueva. Nos vemos antes del anochecer en la Posada del Potro.-

- Muy bien Timmy. - Le dijo la enana al chico. Ella no era tan devota como el conde o el propio niño y de Sant Cuthbero poco quería saber. Ya le bastaba con los designios de Rocknarth, como para tener que seguir también los preceptos de aquel dios. - Ves con cuidado y nos vemos en un rato en la posada El Potro. - Se despidió del niño.

- Yo también tenía pensado hacerme con algunos suministros, pero no tengo tanta prisa. - Le dijo a Jack. - Lo primero el lo primero... - Dijo con una sonrisa en los labios y frotándose la barriga. - ¡Hasta dentro de un rato! - Y sin más empezó el camino en dirección a la Posada.

Las palabras y gestos de la enana me hicieron recapacitar; ya no recordaba las penurias que pasamos alargando los viveres para aguantar el camino hasta Hommlet, eso llevo a que mi estomago, aunque más pequeño que el de un humano medio rugiera como si un dragon habitara en él; aunque la vergüenza me enbargo en un principio, cierto era que tenia un hambre atroz, y ya que como ella dijo que tambien tenia idea de más adelante buscar suministros, quiza lo mejor seria llenar la panza primero, nunca se sabe cuando tendria otra oportunidad para comer decentemente antes de emprender la marcha a lo que los Dioses nos tenian preparado.

Y seamos sinceros, salvo las pocas pertenencias que pude recuperar del carro de aquellos desgraciados, no tenia ni una misera moneda de cobre; podria escamotear alguna cosilla por alli y por allá, algunos incautos que no hecharian en falta algunas monedas, pero la debilidad de la falta de alimento seguro me jugaria alguna mala pasada.

-Esperad- Dije justo cuando la enana se giro rumbo a la posada -Lo cierto es... que realmente... -Digo con vergüenza- yo tambie estoy muy hambriento, ha sido duro alargar las raciones hasta llegar aqui, y comparto vuestra idea de llenar primero la barriga y luego hacer lo demás; a decir verdad, no tengo ni una misera moneda con la que pagarme un mendrugo de pan, lo perdi todo en manos de aquellos bastardos... ¿le importa que la acompañe? -Le digo tragandome mi orgullo-

A las palabras del joven Timmy pidiendo ir a la Iglesia de Sant Cuthberto el Conde no pudo mas que asentir, no se sentía apegado a su grupo de Elegidos, por lo que necesitaba la intervención divina, su consejo, para poder recobrar la fe en la misión y no abandonar su cruzada.

-Vamos Conde! creo que está por ahí! dijo señalando con una mano mientras con la otra cogía la mano de Godofredo y comenzaban a caminar.

-Luego nos vemos en la posada del Potro! 

El hobbit de la máscara y la enana guerrera empiezan a caminar hacía la posada siguiendo las indicaciones de ese útil mapa de la Villa, si no habían entendido mal debían continuar recto en el siguiente cruce y luego a la izquierda para encontrarla justo en el camino que llevaba a la fortaleza del pueblo.

Al caminar por el pueblo las miradas se centran en el hobbit y su extraña indumentaria que hacía desconfiar de los pobres villanos, quienes se afanaban en asegurar sus pertenencias temiendo que fuera un ladrón de ciudad, quien sino iría con capucha y mascara?

Tras aproximádamente 15 minutos llegan a su destino, la posada del potro, la cual destaca por disponer de un a caballeriza en la parte externa con un abrevadero para las monturas; pero por desgracia para ellos no les haría falta pues habían perdido al burro y al poni que tenían, por suerte el conde había recuperado su caballo, quizás él si que lo aprovechara.

La posada parecía bastante decente y limpia, no había un gran jolgorio, lo que hacía pensar que era un lugar digno donde descasar después de un largo viaje.

Al entrar buscáis una mesa donde quepáis todos, sois 5, y esperáis que vuestros compañeros lleguen en un rato, mientras les esperaréis comiendo y bebiendo, sin duda os lo habéis ganado.

Encontráis una buena mesa vacía, con 2 largos bancos y 2 taburetes, mas que suficiente para vuestro grupo. No lleváis ni un minuto sentado cuando la posadera se os acerca.

-Buenas tardes forasteros! Bienvenidos a la posada del Potro! la mejor posada de toda la Ciudad de Hommlet! Mi nombre en Vesta y soy la encargada. La posadera, una chica semielfa joven y con grandes pechos, aparentemente muy simpática, parece un poco exagerada al llamar ciudad a esa Villa, pero quienes sois vosotros para hundir su moral?.

-En que puedo servirles? Tenemos un rico y potente estofado de buey y patata hecho por mi padre, sin duda lo mejor que comer hoy! les recomiendo la cerveza, se hace en nuestro pueblo y dicen que es la mejor de la Comarca! La verdad es que con el hambre y sed que tenéis las opciones os pareces suculentas, pero antes de que podáis abrir la boca la joven continua.

-Y piensan quedarse a dormir? tenemos camas mas que suficientes, tienen las opción barata de dormir en la habitación comunal, pero yo particularmente les veo gente de bien que estarán mas cómodos en una de las habitaciones dobles! Tienen la opción de juntar las camas o por separado, no se si son...?¿ hace un juego de dedos para hacer alusión a que seáis pareja sentimental.

-Por cierto, quiero advertirles que Maridosen, mi encargada de seguridad, es un poco ruda, no se ofendan si les hace algún comentario improcedente, estamos pensando en echarla, pero da mucho miedito y sabe hacer que me eche atrás cada vez que lo intento, ruedo disculpen las molestias que les pueda ocasionar.

Echáis un ojo en la posada a fin de reunir información, veis al encargado de la barra, un humano gordo y con barba, limpiando una jarra con un paño, os mira con una sonrisa en la cara, sin duda parece un tipo simpático.

La música corre a cuenta de un elfo bardo, que está tocando una canción que no entendéis, lleva una zambomba y acompaña sus cánticos con unos sílvidos un poco desatinados, pero la música parece pegadiza.

La guardia de seguridad, una semielfa con cara de pocos amigos se encuentra sentada junto a la barra, se nota que es dura de pelar y lleva una cachiporra muy extraña, con una asa lateral, nunca habíais visto una cachiporra así.

En las mesas veis a varios viajeros recién llegados, como vosotros, se nota por sus mochilas y lo polvorientos que van, justo como vosotros.

Timmy y tu vais caminando por el pueblo, el joven parece saber guiarse bien aunque en realidad tu no has prestado mucha atención al mapa ya que te encontrabas ensimismado en tus propios pensamientos sobre el grupo.

-Buen Conde, no se preocupe que yo se llegar!, he mirado el mapa y parece encontrarse justo al lado del gremio de Comercio, izquierda, derecha y recto, al lado de un puente! SIN perdida!

El joven parece de buen humor, opinas que debe ser todo fachada, pues ha vivido una pesadilla y esas dos semanas de viaje sin casi alimentos no pueden haber mejorado mucho su situación, debes hacer algo con el chico o la loca enana se lo llevará de cruzada y dios sabe lo que le podría pasar.

Camináis unos veinte minutos, un par de cruces y ahí la tenéis! la Iglesia de Sant Cuthberto, impresionante delante vuestra, sin duda debe tener buenos feligreses para haber fabricado tal impresionante obra arquitectónica.

Entráis en la Iglesia dejando a Castigador al cuidado de un mozo de cuadras que se lo lleva a la parte trasera de la Iglesia, donde deben encontrarse las cuadras.

Al entrar todo parece limpio y ordenado, docenas de bancos bien colocados frente a un púlpito y un altar, donde deben oficiar misa cada domingo y días especiales.

Una mujer que parece bastante devota se encuentra junto al púlpito, entregando alguna ofrenda a la Iglesia, las recibe una mujer de mediana edad, pelirroja y bastante atractiva para su edad, parece por sus vestiduras alguien importante, pero no conoces su rango, no lo preguntastes al Obispo Heahmund antes de partir, quizás la próxima vez que vayas de misión divina estaría bien sacar toda la información posible sobre tu destino y la jerarquía clerical.

Al acercaros la donante ya se está retirando, os hace una reverencia y se santigua, abandonando el lugar sin abrir la boca, sin duda debe tener algún voto de silencio y no puede hablarle a tamaño varón como eres tu.

-Bienvenidos viajeros a la Iglesia de Sant Cuthberto el justo, Señor de la Ley y el orden natural de las cosas. Venís a presentar respetos al Castigador? Soy la Canonesa Ydey, Suma sacerdotisa de este Templo y a las ordenes del Papado del Vaticano, única Iglesia justa de nuestro Señor. Te tranquiliza saber que sirve a la misma orden que tu, las cosas podrían haber sido diferentes si se trataba de una de las escisiones que existen a la autentica Orden, las cuales intentan indignamente que sus clérigos se mezclen con el populacho en vez de dirigirlo por gloria del Señor.

La posada estaba bastante bien. No era la típica posada de las historias de su abuelo, pero estaba bien. Quizás él frecuentó más aquella otra. ¿Cómo se llamaba, La Bota? Posiblemente allí encontrara más animación que en esta. Gente etílica con ganas de broma. Una posada en la que un parroquiano pudiera clavarte un cuchillo en cualquier momento sin motivo aparente, era desde luego mucho más del estilo de Gralick aliento de Ajo.

Por lo que fuera la cara del gordo barbudo y sonriente encargado de la barra, el aspecto malhumorado de la encargada de seguridad, como tampoco tampoco la de algunos de los parroquianos, le despertaban simpatía a la enana. Casi podría considerarlos habitantes de la aburrida y sucia aldea de paletos llamada Rastor, de la que por desgracia procedía ella. En cambio la camarera parecía algo más simpática. De hecho parecía simpática hasta el punto de poder ubicarla en cualquier esquina de mala fama a horas intempestivas.

- Voy a querer una ración de estofado. - Miró a la semielfa. - Tengo hambre... si puede ser que venga cargadito. - Le susurró con una sonrisa. - ¡Y que no nos falta cerveza a mi ni a mi acompañante! A él traele también alfo de estofado, no importa que sea muy abundante, pero que quede lleno. Es pequeño y come poco... además tengo que pagar por él. - Sonrió mientras le daba un codazo amistoso al enmascarado. - Es un pequeño gorrón bastardo. - Dijo en tono de broma. 

- Todavía no hemos decidido si nos quedamos o no a dormir. - Expuso la enana. - ¿Hay muchas habitaciones libres todavía? - Preguntó.

- ¡Ja! - Exclamó ante la insinuación de la semielfa de que ella y Jack eran algo así como pareja. - ¿Me has visto a mi cara de que me gusten los hombres enigámticos? ¡Puestos a elegir te prefiero a ti! - Soltó una nueva chanza.

-Ju Ju Ju! rió ante las insinuaciones de la enana. Hoy me quedan habitaciones para 4 personas, cuando acabes de cenar avísame si quieres darte un baño, tenemos una Tina pero debo calentar el agua, luego si quieres te enseño las habitaciones para que decidas si os quedáis. 

La camarera se va haciendo un suntuoso movimiento de caderas. Quien quiera entenderlo, lo entenderá.

Al poco vuelve con dos platos cargados de estofado, uno notoriamente mas grande que el otro. y unas jarras de cerveza fría que quitarían el hipo al mas avezado y gruñón enano.

-Aquí tenéis, buen apetito.  Yéndose acto seguido a continuar con su trabajo.

Al ver a aquella semi-elfa note una punzada en el corazon, ¿seria eso lo que llaman amor a primera vista?, era algo que no habia sentido en la vida, era preciosa y quede embelesado por su figura.

Cuando la dama enana Dwama hablo con ella me sorprendio la soltura y fluidez de sus palabras, como si fuera alguien que conocia de toda la vida, en mi caso jamas lo habria hecho por la vergüenza que sentiria. 

Las palabras y gestos de la dama enana hacia mi persona, aunque sabia que eran en broma y seguramente algo tipico de su caracter y raza enanas, algo me incomodaron, sabia que no las hacia con malicia sino como broma para romper el hielo y sacarme alguna sonrisa, que realmente hicieron, aunque no se viera bajo mi mascara cambio mi mueca de seriedad a una pequeña sonrisa, pero solo un poco, la vergüenza que me hizo entir ante aquel angel era más fuerte.

Cuando a la pregunta de aquel angel de si eramos pareja le respondio aquellas palabras, no pude aguantarlo y respondi: -Perdona que sea tan enigmatico, pero forma parte de mi caracter, siento que no sea algo que te atraiga- Acto seguido me cruce de brazos y solte un resoplido como de enfado, tal como un niño pequeño que no consigue salirse con la suya.

Cuando se marcha a buscar nuestros platos, noto que su contoneo de las caderas se vuelve más sinuoso, algo hipnotico y atrayente a la vez; -maldita sea, que me esta pansando- dije para mis adentros.

Cuando vuelve y nos trae los platos, tras su frase de buen provecho, la miro de reojo, y con voz de avergonzada -Mu... mu... much... muchas gracias- Aaaaah, tierra tragame.

Asuntos de extrema urgencia me han forzado a venir antes de tiempo, no están relacionados con el gremio de comercio.. no temas, nada que deba preocuparte, pero siempre está bien tener aliados cerca, verdad? por eso creo que deberíamos llevarnos bien.. de todos modos mi marido vendrá de aquí poco espero, él se encargará más de las relaciones comerciales y todo lo que a mi no se me da tan bien.

En cualquier caso, y si no tiene nada urgente para mi, voy a reunirme con mis compañeros de viaje en la posada, el viaje ha sido largo y nos robaron el transporte, así que estoy algo cansada de anda.

Si el buhonero no necesita nada, me reúno en la posada con el resto, dispuesto a comer bien y a descansar.