Partida Rol por web

El grupo, tras casi una hora de camino, llegó al pueblo cuando atardecia; se podía observar el nerviosismo en la villa, gentes de aquí para allá, mujeres estirando a sus hijos con prisas para llegar a casa antes de anochecer.

Cuándo llegáis a la fortaleza que corona Hommlet veis custodiandola al doble de guardias que los días previos, está vez las puertas estaban cerradas, sin duda, si pretendían continuar con una imagen de normalidad, así no lo iban a conseguir.

Al llegar al interior varios guardias se presentaron a Elmo y le dieron novedades, no acabáis de escuchar lo que dicen, se guardan de daros más datos.

Está noche dormireis aquí y mañana por la mañana informaréis a los líderes de la villa, no estáis detenidos pero no tenéis libertad de movimientos por cuestiones obvias.

El guardia os acompaña a un barracón con solo una puerta y sin ventanas.

Dormireis aquí, pondré dos guardias a custodiar que no os molesten; Ingrith, tu y tu aprendiz debéis pasar la noche aquí también. Os recomiendo que si al clérigo le quedan conjuros, los gaste curandoos o mañana os despertareis bastante mal heridos. Ale, a pastar!

La rudeza de ese hombre era exagerada, o no os soportaba o no le soportabais y por ello cualquier comentario suyo os crispaba.

Os obligan a regañadientes a entrar en el barracón, hay catres para todos, no son tan cómodos como los de la Posada, pero con lo hechos polvo que estáis caeis redondos.

Al despertaros al día siguiente veis que os han dejado algo de pan, queso y cerveza junto a la entrada.

El consejo se ha reunido, seguidme.

Un guardia os insta a acompañarle al interior de la fortaleza, aún recelosos y cabreados le seguís y entráis en una gran sala con una mesa redonda enorme, de madera de roble, todo iluminado por por luces danzantes mágicas en el techo, sin duda un artificio para impresionar a los no duchos en la magia.

En la mesa veis sentados a 5 humanos y una elfa, 4 varones y dos mujeres, uno con una armadura de oro que parece ser el líder y a su lado un tipo con túnica. Seguidos a continuación está la canonesa Ydei, una elfa muy sensual, otro humano acorazado y por último un humano con ropajes de pieles, huesos de pequeños animales en el pelo y pinturas en la cara y miembros.

De pie hay un tipo estrafalario con un gran pergamino, sin duda alguna tipo de sirviente o pregonero.

Se presentan los implicados en el suceso, la enana Dwama de Rastor, la enana Shenglun la matasarracenos, sargento del gremio de Comercio y heroína del Mediterráneum; El Conde Godofredo de Miramonte, siervo del Rey Luis el Gordo; el mediano Jack, la cazadora Ingrith y su asistente Timoteo.

Os impresiona lo bien identificados que estáis, saben perfectamente quiénes sois.

Reunidos el Consejo de Sabios dirigido por los héroes Rufustucles y Burnoteu héroes del Templo de Mal; el Sumo Sacerdote de Chakra, Dios principal de Verbobonc, Yether de Cornualles; La Canonesa Ydei de Sant Cuthberto; Jenithar Rengold sierva de Elohnna y el representante natural, el Druida Jaroo Oso Negro.

Acto seguido el pregonero hace un saludo imperial De Chaka venimos y a Chaka vamos.

Tras la presentación, el pregonero abandona la sala, seguido del guardia que os ha escoltado, cerrándose las puertas a cal y canto. Os invitan a tomar asiento en la gran mesa del Consejo.

No estábamos detenidos pero no teníamos libertad de movimientos pro motivos obvios... ¿Cual era la diferencia? Evidentemente ninguna. Les habían detenido y estaban siendo investigados por tratar de ayudar a esa villa de paletos malcarados y por eliminar una célula cultista instalada en el corazón de aquella comunidad. No podía esperar menos del payaso con aires de grandeza que tanta mierda escupía por su boca. Prefería incluso al bueno de Jom que a esa escoria que se había autoerigido como paladín del bien.

Al menos los catres no eran del todo incómodos. Dwama no tardó demasiado en coger el sueño. Tras el último combate necesitaba un buen descanso. Sus heridas debían empezar a cerrar y agradecería un poco de magia curativa del buen conde Godofredo, que aunque tenía también su carácter, su corazón no era oscuro como el de Elmo, el hombre de la rata albina sobre la cabeza.

Por desgracia, el sueño aunque fue reparador, fue más corto de lo que a Dwama le hubiera gustado. El guardia que custodiaba la entrada para que "no les molestasen", aunque ella bien sabía que lo estaba haciendo para que no escapasen, no regaló demasiada saliva. Fue conciso y al grano y en el fondo la enana lo agradecía. Estaba cansada de prepotentes sabelotodos. Hommlet estaba llena de esa calaña de gente. Si todavía le quedaban ganas de combatir el al templo, ya no era por las gentes de la región, por lo que a ella respectaba, las podía engullir la tierra, pero si por su abuelo y su propia gloria.

Cuando aquellos hombres y mujeres que formaban el consejo de la ciudad les invitaron a sentarse, así lo hizo. No iban a empezar con mal pie. No quería eso, aunque todavía estaba por ver el tono con el que les iban a hablar, que como fuera similar al de Elmo... la cosa no iba a ser agradable. Dwama estaba cansada de menosprecios y tonterías. No dijo nada, esperó a que hablaran sus anfitriones. Al fin y al cabo eran ellos quienes les habían convocado.

¿Acaso todo en aquella maldita villa estaba mal? ¿ Ni tan siquiera el anunciador era capaz de hacer su trabajo mínimamente bien?

-Godofredo "El Audaz" conde de Miramonte y de Papencourt, vasallo de Luis I El Gordo y siervo de nuestro señor Sant Cuthberg-interrumpió al anunciador de mala gana.

El tipo de la túnica se levanta y saca una pequeña bolsa de contención.

Bueno, procedo a realizar un conjuro de silencio para evitar orejas indiscretas.

Tras unos gestos, notais como una brisa os roza, no sabéis que ha pasado , pero algo ha pasado.

Solo podemos escuchar nosotros, nadie, ni con magia, podrá escucharnos desde fuera, aquí somos todos amigos y debemos ser conscientes de lo ocurrido. Ante todo y visto lo ocurrido, quiero pedir disculpas a los aventureros recién llegados por la mala acogida en nuestra bonita villa, Elmo nos comentó vuestras advertencias, pero no les dimos importancia, es por ello que como Corregidor de Hommlet os pido humildes disculpas. 

Obviamente Señor Conde procederemos a cambiar en el registro sus datos, es bochornoso no presentarle como es debido, una y mil veces mis mas sinceras disculpas.

Aquel mago parecía sincero y no le importaba disculparse, podían decir que era la primera persona que conocían en Hommlet que no empezaba mandándoles a la mierda, aunque la verdad es que vosotros mismos os lo habíais buscado por entrar de sopetón en una villa en la que no conocíais a nadie.

Espero que entendáis que este pueblo en las últimas 2 décadas ha atraído a falsos profetas, estafadores y gente sin escrúpulos que intentaban aprovecharse de las gentes de la villa con falsos argumentos y teorías conspiranoicas, por ello, al llegar sin pruebas no se os dió crédito y espero que ahora nos informéis de lo ocurrido para decidir el mejor curso de acción.

El tipo se levantó de su silla y empezó a caminar de allí para allá gesticulando, parecía un gran orador.

El hombre de la armadura de oro, Rufustucles, se levantó de su silla con un gesto brusco.

Elmo! Elmo! Qué te alargas! Siempre te pasa lo mismo amigo mío!

Perdonad a mi compañero, a veces no se da cuenta de cuando los asuntos apremian, os ha quedado claro que nos disculpamos por el malentendido verdad? Quisiera que empezáramos desde cero y que ahora entremos en el fondo del asunto.

Contadnos todo lo que sepáis de esos infiltrados en el pueblo, debemos discutir si son los mismos malignos a los que nos enfrentamos hace 40 años Rufustucles y yo, y hace 20 la Canonesa y Elmo. Y con ello decidiremos el curso de acción para defender la villa y a sus habitantes del mal.

Del molino lo único que hemos extraido han sido los cuerpos carbonizados de 2 personas, parecen un orco y una mujer, pero no está claro por el estado de total carbonización en el que han quedado, se han fusionado a sus retorcidas armaduras y es dificil sacar algo en claro de ellos; Además si había algún documento comprometedor el fuego se lo ha llevado. Estamos en un callejón sin salida y sois los únicos que podéis sacar algo de luz al respecto, por eso os han hecho dormir en el castillo, no nos podíamos arriesgar a que os pasara nada antes de hablar con vosotros.

De pronto el druida interrumpe a los gobernantes levantandose de su silla.

La última vez que el mal nos invadió, la naturaleza se revolvió y nos lanzó advertencias, y eso aún no ha ocurrido que nadie sepa!, las bestias viven tranquilas en el bosque salvo por la cazadora aquí presente, LA ACUSO de violar el veto a la caza en el Bosque de la Villa! Multitud de criaturas, sobre todo conejos y ratas de bosque se me han quejado! Debe ser detenida!!

La exploradora, sin levantarse replica al druida con ademanes y aspavientos, incluido un tanto. Eso es falso! No he cazado en el pueblo! Bien lejos de mi casa que me voy por no molestar al druida! Llevo días cazando conejos con mi aprendiz y lo hacemos muy lejos de la villa, de camino a Rastor! Eso me hace perder tiempo de entrenamiento con el niño! Eres un pesado comeraices! Vete a fornicar con una cierva! Esto es importante y no las quejas de las ratas que viven bajo tu madriguera!

Sin duda Ingrith odia al druida, parecen tener algún tipo de historia entre ellos.

El clérigo dio un golpe en la mesa.

Dejad de discutir de sandeces! Que hablen los recién llegados!

De golpe el druida y la exploradora callaron y se sentaron, sin duda la autoridad real recaía en ese hombre.

Procedan Señores.

Todos los presentes giran sus cabezas hacia vosotros.

-Primeramente querría pedir un conjuro de verdad sobre los aquí presentes. Yo incluido por supuesto.

Dijo golpeando con ambos puños sobre la mesa

-Habiéndose demostrado que el mal ha logrado infiltrarse en la aldea, me parece cuanto menos imprudente el descartar tan livianamente que el mal se haya infiltrado en aqueste consejo. Y así podréis creer sin reservas lo que nosotros afirmemos.

Dijo con rotundidad, si bien aún no había terminado con su propuesta.

-Más aquesto debería ser extensivo a toda la población, es la manera más rápida de detectar traiciones. Aqueste es el método utilizado por la santa inquisición en mis dominios y sabe Dios que es efectivo.

Por el momento, de todos los presentes, el que menos traería problemas seria el tipo de barba larga con aspecto de mago; su forma de dirigirse a nosotros y sus modales denotaban sus buenas intenciones y de que solo quiere averiguar la verdad. El druida sin embargo sería un problema, debido a las desavenencias que ya parece tener con la cazadora Ingrith no nos pondría nada fácil el salir del paso. El que parece ser el clérigo no denota mucho sus intenciones más allá de querer saber lo ocurrido y poco más. El de la armadura de oro también parece ser de confianza, y como ha dicho, ya se enfrento a los mismos que nosotros, por lo que parece que podemos confiar en él y quizá nos pueda decir más cosas sobre lo ocurrido y sobre nuestras visiones.

¿Gente amable en Hommlet y que fueran sus máximos dirigentes? Lo cierto es que le parecía casi una utopía, pero no iba a seguir a la defensiva si les trataban bien. No al menos con Rufus y Burne, pues enseguida el hombre con aspecto de pordiosero, el tal Jarooo desveló su verdadera naturaleza y volvió a las mismas de siempre, insultos, menosprecios y mentiras. No es que conociera a Ingrith demasiado, pero le había demostrado que era una mujer de fiar y bienintencionada y... ¿Un bosque sagrado a estas alturas de la vida? ¿El coto privado de alguien más bien?

- ¿Ya empezamos subterfugios y acusaciones infundadas? - Preguntó la enana. - Creo que no estamos hoy aquí para juzgar a nadie. No al menos por cazar conejos y ratas...

-Señor Conde, Señor Conde! le ruego se tranquilice, está entre amigos, en aquesta mi fortaleza hay un conjuro de detectar el bien perpetuo en la entrada, quien traspase las murallas con intenciones malignas se las vería con Burne, el gran mago que fue capaz de destruir el altar del Templo del Mal.

-Si bien lo que propone de realizar una Inquisición en Hommlet a usted le parece una buena idea, le recuerdo que ese tipo de practicas sólo son legales en su Reino, o como mucho en tiempo de guerra con autorización Real, cosa que no tendremos, además! no seré yo quien autorice una caza de brujas sobre mi pueblo,... este tema debe tratarse de una forma mas sigilosa, no sabemos aun nada de lo ocurrido y las medidas a tomar se decidirán cuando nos informéis, por eso le rogamos que no se adelante, como le he dicho, está entre amigos y aliados y toda información será bienvenida.

Todo el consejo asiente con la cabeza a las palabras del guerrero, sin duda no quieren provocar el pánico en la población por lo ocurrido, para ellos lo mas sensato es tratarlo de manera interna, sin alarmar a nadie innecesariamente.

El druida se da por aludido por las palabras de la enana, lo cual le molesta por tamaña falta de respeto hacia su gremio.

-Señora enana, no me he dirigido a usted en ningún momento por lo que no merezco su desprecio ni irreverencia, quizás para los habitantes de las minas las vidas de ratas y conejos sean minucias, pero para nosotros, los druidas son de suma importancia ya que son la base de las zonas naturales a las que hemos jurado proteger de la mano avariciosa de las razas mayores. En Hommlet, hace casi un siglo, se llegó a un acuerdo con los primeros habitantes para, a cambio de que construyeran su villa, mantuvieran varias zonas sin alteraciones, para que las criaturas que llevaban toda la vida morando aquí no tuvieran de que temer, manteniendose así el equilibrio natural. Y ese  pacto se ha roto!!! y mi trabajo como representante del mundo natural es exigir que se restablezca.

-Pues yo no he sido! y no soy la única cazadora de esta villa! siento haberle faltado al respeto Druida, ayer casi morí y estoy nerviosa, ruego mil perdones.

-Es cierdo Señor Druida! caminamos varias horas cada amanecer para alejarnos de la villa y respetar El Pacto, haga caso a mi maestra! todo son animales de fuera del pueblo! Yo mismo cacé una rata hace dos días a 5 horas del pueblo!!!