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Rippers: La Tercera Mano

Episodio 1 - La Tercera Mano

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21/01/2019, 23:04
Louise "Lilou" Dufort

Avanzaba sin pararse a pensar qué estaba pisando aparte del agua cuando, de vez en cuando, se encontraban con algún charco ya que la pestilencia que seguía flotando por el túnel le podía dar una idea bastante aproximada de dónde venían aquellas aguas. Seguía con la mano cubriendo su cara, caminando en medio de la luz que formaban las antorchas que portaban tanto Alistair como Liam, sintiendo a sus espaldas los esfuerzos de Donnelley por mantener sus tripas dentro de él y no echarlas por la boca de nuevo y con la tensión agarrotando todo su cuerpo, en especial la mano que portaba los cuchillos, por si de la nada salía alguno de aquellos locos cultistas.

Se quedó en silencio, como hacía normalmente, cuando llegaron a la bifurcación, esperando que los otros tomaran una decisión ya que ella era la menos indicada para decidir qué camino tomar. Le hubiera resultado indiferente seguir adelante o pararse a mirar aquella sala que parecía tener algo de luz, aunque si alguien le hubiera preguntado seguramente hubiera tomado la misma decisión que Alistair ya que no era seguro dejar posibles enemigos ocultos en rincones.

Lilou respiró hondo antes de seguir avanzando hacia la sala, sin darse cuenta que ese gesto iba a provocar una nueva arcada en ella que, una vez más, consiguió retener obligándose a no volver a cometer aquella locura hasta que no saliera al aire nocturno de Londres, que aunque de puro tenía poco por lo menos estaría fresco y con olores menos desagradables que los que se respiraban en las entrañas de la ciudad.

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22/01/2019, 22:48
Narrador

Decidieron tomar el camino que llevaba hacia la derecha y acababa en una apertura. Sabían que no era una buena idea dejar a sus espaldas terreno sin inspeccionar y que bien podría ocultar una sorpresa. Si, como creían, en aquellos pasadizos les estaban esperando problemas de algún tipo, siempre sería mejor encontrárselos de frente. Dominar ellos la situación y no dejar que fuera la situación quién los dominara a ellos.

Mientras continuaban avanzando lentamente y mirando a todos lados, preparados para cualquier eventualidad, Liam se interesó por la experiencia del señor Donnelley en tierras hindús. El cazavampiros supuso que quizás la expedición de la que formo parte el banquero hubiera sido testigo de lugares parecidos y el último superviviente de aquel grupo de aventureros pudiera avisarles de lo que podían llegar a encontrarse en esos túneles. Para su decepción, no fue tal el caso.

– No. No. Era un templo en mitad de la jungla. Nada que ver con… ¡Buargh! –Respirar aquel aire viciado para poder conversar le arrancó una nueva nausea al banquero.

Sujetando firmemente el bastón en la mano derecha, preparado para lo que pudiera encontrar dentro de la sala que se encontraba frente a ellos, Alistair asomó rápidamente la cabeza y la volvió a retirar, evitando un posible ataque por sorpresa. Ese rápido primer vistazo le sirvió para ver que el espacio estaba aparentemente vacío y se atrevió a entrar. Tras él Maggie, Lilou, Donnelley y, cerrando el grupo, Liam.

Efectivamente la habitación, pues todo indicaba que de eso se trataba aquella sala, se encontraba vacía, pero diversos objetos mostraban que había sido habitada recientemente. Había varias literas sin hacer y que permitirían descansar a unas diez personas, si es que eso eran las criaturas que perseguían. Claro que, si se utilizaban los catres por turnos, el grupo que dormía en ellas bien podía ser más numeroso.

La sala era amplia, tendría unos cinco metros de largo por cuatro de ancho. Sobre una mesa, situada algo a la derecha del centro de la habitación, reposaban varios cuencos de arcilla. Algunos de ellos tenían aún restos de comida sobre ellos. No parecían precisamente pulcros.

Aquí y allá, en las paredes, el suelo y la propia mesa, podían verse manchas oscuras de un liquido esparcido a su antojo. La luz de dos antorchas en las paredes no era suficiente para reconocer con claridad su procedencia, pero ninguno de los Rippers dudó de que seguramente se trataba de sangre humana.

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23/01/2019, 23:16
Liam Ajax

- Creí que "la Mano" se la habían llevado de su templo y por eso ellos la querían recuperar. Si así fue, habría alguien custodiando ese templo ¿no fue así señor Donnelley? - Algo en todo ese asunto empezaba a olerle mal y no se trataba sólo de la pestilencia de aquel lugar. 

Liam comenzó a buscar entre las litera intentando buscar alguna pista o algo de utilidad que les pudiese servir de algo. Había sangre por todas partes, pero parecía reseca. No quería ni imaginar el origen de tales manchas esparcidas por doquier, así que se centró en las literas.

Con su antorcha iluminaba cada palmo. Se guardó el pañuelo en el bolsillo con resignación y levantó los sucios colchones buscando algo. Puede que solo fuese una perdida de tiempo, pero nunca se sabía donde los lunáticos podían esconder sus pertenencias... 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a hacer una tirada de Notar (sin entrenar) aplico otro -1 por la escasa luz de las antorchas si te parece. ¡Vaya ha explotado y he tenido un inesperado éxito simple! xD

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25/01/2019, 16:25
Alistair Buckley

La curiosidad de Alistair por la sala no se vio satisfecha al ver lo que encontraron. Unas literas y una mesa con cuencos. Prueba de que alguien había estado viviendo allí.

¿No era mucha curiosidad que los cultistas viviesen precisamente en un túnel conectado a la estación donde Morrison había escondido la Mano antes de morir?

Qué conveniente para los cultistas, y que desafortunado para los Rippers…

Aquel curioso pensamiento flotó en la mente de Alistair mientras se acercaba a las manchas de lo que parecía ser sangre. ¿Por qué había sangre allí? ¿Se habrían matado entre ellos los cultistas? ¿Habrían sacrificado a alguien allí?

El profesor se preocupó por tratar de darle algún sentido a lo que veía.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo me centro en las manchas de sangre. ¿Son salpicaduras? ¿Parece sangre derramada sin más? Cosas así.

Imagino que más que notar, es una tirada de Investigación?

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25/01/2019, 17:58
Maggie Wilson

Maggie siguió a Alistair mientras avanzaba hacia la sala. Cuando le vio sujetar con fuerza el bastón, ella asió con firmeza su arma por si fuera necesario hacer uso de ella. Pero no fue así pues, al parecer, la sala estaba vacía de personas, pero no de cosas.

Maggie se desplazó entre las literas asqueadas.

-¿Cómo puede haber gente durmiendo aquí? ¿Como puede alguien reposar con este olor rondándole?- puede que ella no fuera ninguna señorita educada pero tenía claro que sólo los animales podían dormir entre malos olores. Y quizás, con este hedor, ni los animales. Seguro que su instinto de supervivencia les decía que tenían que salir de allí.

Pensó ayudar a Liam a revisar los catres pero su compañero parecía bastarse solo, así que optó por revisar el resto de la sala

-No solo comer...- susurró observando los cuencos. ¿Qué clase de personas podía tener apetito en semejante lugar?

Y entonces fue cuando vio las manchas.

-¿De quién crees que son?- Le preguntó a Alistair que también las estaba observando -Son manchas pero esto no parece el escenario de una batalla ¿no?- Maggie no estaba segura pero creía que, si sólo estaban las manchas o habían traido allí a alguien que se desangraba o lo habían matado allí sin resistencia por parte de la víctima

"O las víctimas... A saber cuántos serían"

La vaquera se agachó e intentó comprobar su teoría. Si habían traído a alguien herido habría rastro de sangre ¿no? Ya fuese un hilo, ya fuesen unas gotas, debería haber algo que seguir

Notas de juego

No voy a tirar por que la sangre ya la estaba mirando Alistair y le ha salido éxito, pero si el master cree que puede aportar algo más una tirada adicional, la hago...

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25/01/2019, 21:31
Louise "Lilou" Dufort

Las precauciones nunca eran pocas cuando estaban metidos de lleno en una misión, y eso fue lo que hicieron en todo el recorrido hasta la habitación... ser precavidos. Pero no había nadie agazapado tras una esquina, ni escondido en la sala que claramente se veía había sido el hogar de alguien durante días, algo insólito dada la oscuridad, la húmeda y, sobre todo, el olor que flotaba en el ambiente, aunque Lilou sabía que a los malos olores uno acababa acostumbrándose y, en cuestión de días, ya ni siquiera resultaba molesto.

Sus compañeros, así como el señor Donnelley, entraron para inspeccionar la estancia en la que se veían literas para dormir y mesas para comer, dejando claro que aquel debía ser un refugio de los cultistas y que quizás tuvieran más como aquel repartidos por todo Londres. Pero Louise no se unió a sus amigos sino que se quedó a la entrada, observando de vez en cuando al exterior para que nadie tuviera opción de sorprenderlos mientras, en las ocasiones en que su atención se centraba en los objetos de aquella habitación, se dedicaba a no perder detalle del lugar. Así fue como sus ojos tropezaron, en un movimiento de las antorchas, con las manchas en la pared y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

Aquellas manchas tenían todo el aspecto de ser sangre pero Louise ni siquiera era capaz a imaginar qué tipos de crímenes o sacrificios habrían podido desarrollarse allí. Y lo peor de todo, que hubiera gente en su sano juicio que no le importara comer y dormir en un lugar que debía estar con toda seguridad maldito.

Intentó no pensar en ello mientras esperaba a que sus compañeros husmeasen en todo lo que pudieran husmear.

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26/01/2019, 01:09
Narrador

Salvó Liam, quien continuó interrogando al banquero, todos ellos se ocuparon en silencio de distintas tareas. Sin embargo, no necesitaron intercambiar una palabra para coincidir en un punto: cualquiera capaz de descansar en un lugar como aquel no podía estar en su sano juicio.

– Yo. No. No entiendo. El templo estaba abandonado. Allí no encontramos a nadie. No entiendo.

Donnelley parecía sinceramente confundido. Sin entender que podía significar todo aquello. Su cara había adoptado el color de la ceniza.

Liam dedicó su atención a las literas, mientras Alistair y Maggie comprobaban la mesa, las paredes y el suelo, y Lilou les cubría las espaldas, asegurándose de que no recibían visitas inesperadas, de no ser sorprendidos por aquellos cultistas. Pero se llevaron una desilusión. Allí no había ningún objeto de interés. Nada oculto o camuflado. Bajo las mantas no había otra cosa que colchones, más o menos limpios. Ni cuerpos, ni armas, ni restos de ningún tipo, salvo por las raciones de comida que aún reposaban, fríos, en parte en los cuencos.

Las manchas de sangre en las paredes y el suelo eran abundantes, pero, por mucho que el académico se esforzó en sacar algo en claro de ellas, resultaba imposible reconocer si la sangre era humana o animal.

La vaquera, por su parte, trató de comprobar de donde venían las huellas. Quería saber, si habían arrastrado los cuerpos sangrantes hasta allí, o si por el contrario los habían sacrificado vivos en aquella habitación. Pero, aunque encontró alguna que otra mancha sospechosa en el suelo, no fue nada que sirviera para identificar con seguridad que es lo que había ocurrido allí.

No había duda ninguna de que aquellas cámaras secretas habían sido habitadas, pero no podrían decir con seguridad, si había sido recientemente o quizás incluso hace algunos días.

¿Se habrían confundido? Daban por hecho que los asesinos hindúes, a quienes andaban persiguiendo, habrían buscado cobijo en aquellos túneles. Pero entonces ¿por qué aún no habían encontrado a ninguno? ¿Sería todo una trampa o simplemente se les habían escapado?

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27/01/2019, 16:54
Alistair Buckley

El análisis de la sangre resultó… infructuoso. Diantres.

- No sé si es sangre humana… - respondió Alistair en voz baja a su compañera, como si temiera que los cultistas pudiesen oírles y aparecer en un instante -. Todo esto es… extraño. No le encuentro mucho sentido.

Alistair resistió la tentación de dar un pisotón de frustración. No era conveniente armar más revuelo del necesario.

- Sigamos explorando los túneles - propuso -. Al menos sabemos que alguien estaba o está viviendo aquí.

El hecho de que aquellas dependencias se encontrasen tras una puerta secreta no lo calmaba en lo más mínimo. Pero debían darse prisa. Si los cultistas estaban huyendo con la mano, no tenían tiempo que perder.

- Cada segundo que perdemos la Mano se aleja más de nosotros - dijo, con algo más de urgencia.

Notas de juego

Si no tenéis inconveniente, yo seguiría explorando el camino que nos falta por seguir. Alistair al frente, con la linterna.

Al fin y al cabo vamos a contrarreloj si los cultistas están escapando.

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27/01/2019, 17:43
Liam Ajax

Liam, empezaba a estar harto de dar palos de ciego y su paciencia era la justa para andarse con rodeos. Quizá fuera que no había pegado ojo desde su llegada a Londres, que hubiese perseguido a un fantasma que se le había escapado por los pelos o puede que ese ambiente opresivo, pestilente y manchado de sangre reseca; pero algo, o la suma de todo, ello le hizo saltar ese resorte entre el hombre cabal y civilizado y el cazador despiadado que albergaba dentro de sí.

- Se acabó Donelley, creo que nos debe más de una explicación. - dijo sacando el revólver y apuntado al banquero. - Le hemos estado ayudando, creyendo en su palabra y no paran de suceder cosas inexplicables. Los cultistas siempre van un paso por delante. Su amigo Morrison escondió la Mano y sabiendo que estaba en peligro no huyó de la ciudad con el primer tren, sino que regresó a su finca. Luego, ese acertijo oculto en una carta dirigida a usted con el paradero de la Mano y cuando llegamos... !Sorpresa! Ellos ya la tienen. Y por último... Esta guarida oculta justo bajo el subsuelo... tan convenientemente cerca del escondite de la Mano...

Liam, a la luz vibrante de la luz de su artorcha, despedía largas sombras sobre las paredes manchadas de sangre. Su mirada era afilada como la punta de un cuchillo y no pensaba bajar su arma hasta obtener una respuesta a todas esas intrigas.

- Tiradas (1)
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28/01/2019, 18:37
Maggie Wilson

Explorar la sala había demostrado ser poco útil. No habían conseguido nada salvo la sensación de que perseguían a unas personas que no podían estar en sus cabales si se alojaban allí.

Ni siquiera una pista tan prometedora como la sangre había podido llevarles a ninguna conclusión.

Frustrada después de intentar comprobar el origen de las manchas, Maggie escuchó como Alistair se rendía también.

-No, yo tampoco le veo sentido. Pero aún nos quedan opciones. Vamos hacia el túnel- contestó la vaquera a su propuesta de continuar avanzando.

Pero en ese momento, Liam empezó a perder la paciencia y se volvió hacia Donelley instigándole a contarles algo más que lo que había aportado hasta ahora, incluso dejando caer alguna sospecha. Maggie abrió los ojos como platos mientras veía como su compañero sacaba el arma y encañonaba al inglés estirado

-Liam...- sólo lo dijo en voz baja, como un recordatorio de que si disparaba allí el sonido se oiría por todos los túneles. No es que Maggie tuviera nada en contra de que su compañero apuntara a aquel tipo, a veces era la única forma de arrancar una buena respuesta. Pero quizás la picadura de la serpiente le tenía algo confundido y no era consciente del riesgo de disparar en semejante lugar.

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30/01/2019, 00:01
Louise "Lilou" Dufort

Por supuesto no encontraron nada. Estaba claro que aquellos cultistas, si es que habían sido ellos los que se habían alojado allí, no dejaban nada al azar y, desde luego, no dejaban nada que los pudiera involucrar de alguna forma o lanzar pistas que los llevaran tras su camino. Lilou, desde su posición vigilante, vio la frustración en el gesto de Alistair al no conseguir sacar ninguna información de la sangr, así como vio también el enfado que amenazaba con desbordar en Liam.

Sorprendida, vio cómo su amigo amenazaba con un arma a Donnelley, cegado quizás por la frustración y por un sentimiento de impotencia que quería pagar a costa del banquero. Se acercó a él con cuidado, sabiendo que en momentos como aquel no era fácil tratar con Liam, pero tenía que hacerle entender que no tenían tiempo para interrogar profundamente al banquero ya que los hindúes les llevaban mucha ventaja.

Liam, vigila a Donnelley si quieres para que no intente armárnosla, si así lo consideras, pero no podemos detenernos ahora, los cultistas nos llevan mucha ventaja —le dije suavemente, intentando hacerle entrar en razón—. Será mejor que continuemos por el túnel.

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30/01/2019, 21:46
Narrador

La tensión y el cansancio empezaban a acusarse en los Rippers. Todo ello, unido a la sensación de estar siempre un paso por detrás del grupo de sectarios, del peligro inminente, acechando detrás de cada esquina, y del penetrante olor que inundaba aquellos túneles, hizo que Liam perdiera la paciencia y se enfrentara abiertamente con el banquero. El cazavampiros estaba convencido de que Clancy Donnelley les ocultaba algo.

Al ver como el joven y peligroso Ripper le apuntaba directamente con su pistola, el expedicionario dio un pequeño salto de sorpresa y los ojos se le abrieron como platos.

No fue el único al que le sobresaltó la reacción de Liam.

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30/01/2019, 21:47
Clancy Donnelley

Desconcertado y ofendido, Clancy Donnelley se enfrentó en un primer momento al cazavampiros.

– Pero… ¿Cómo se atreve a acusarme de semejantes falacias? ¿Sabe usted con quien está hablando? –A la escasa luz de las antorchas era difícil verlo, pero la cara del banquero se había vuelto colorada–. Es usted…

Pero no terminó la frase. Miró a su alrededor y por fin se dio cuenta de la situación en la que se encontraba. Alistair, Maggie y Louise podían estar más o menos de acuerdo con su compañero y su inesperada reacción, pero ante todo eran un equipo que se mantenía unido y sus miradas le indicaron que apoyarían a Liam en lo que este hiciera.

– No. No sé de que me acusa. No tengo ni idea de lo que habla. –Su voz había perdido seguridad. Temblaba por el miedo que empezaba a apoderarse de él–. Eran mis amigos y han sido asesinados uno tras otro. Ahora soy yo quien esta en peligro. Tienen que creerme. Por favor. Tienen que creerme.

Pasaba la miraba rápidamente de un Ripper a otro, implorando su clemencia.

– Por favor…

Bajó la mirada al suelo, temiendo lo que podía llegar. La pistola, aún sujeta en su mano derecha, colgaba flácida y a punto de caerse. Clancy Donnelley se había abandonado a su destino.

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02/02/2019, 20:23
Maggie Wilson

Maggie pensó en dejar a Liam obrar como mejor pensara, sin tomar partido. No es que el tipo aquel le cayera bien o mal pero no creía que su compañero fuese a hacer algo irreparable. Así que no veía la necesidad de intervenir.

Pero entonces, ese estúpido estirado uso una de las frases que Maggie odiaba, una de esas expresiones que había escuchado en asquerosas ratas cuya única virtud era tener más dinero que los que le rodeaban, palabras que sólo se usaban para rendir ovejas a la voluntad de quien es más fuerte

-¿Quién es usted? ¿En serio acaba de decirnos que si sabemos quién es, pedazo de basura? Escoria asquerosa, rata presuntuosa... Usted es un maldito señoritingo empeñado en ser recordado por encontrar algo fantástico... pero la realidad, por que nosotros sí sabemos quién es, es que es un ignorante que con otros amigos igual de pagados de si mismos que usted, fue a robar algo que no le pertenecía a un pueblo que no era el suyo y ahora, por su culpa, hay algo suelto que podría hacer daño a gente inocente-

Maggie no acompañó sus palabras con un escupitajo al suelo sólo por que no estaba masticando tabaco y no quería gastar saliva por ese estirado.

Ni siquiera le dió pena ver cómo se derrumbaba mientras pedía ayuda. En este hombre aún no había visto más arrepentimiento que el miedo que sentía por salvar su pretencioso culo. 

Maggie tenia interés por mantenerlo con ellos por si podía ayudarles a encontrar esa cosa, la mano esa. Y eso le importaba por si podía salvar vidas de inocentes. Pero esos eran sus únicos intereses. Con ese "¿Sabe usted con quién está hablando?", Donnelley acababa de convertirse en una persona prescindible para Maggie, en una persona por la que la vaquera no estaba dispuesta a recibir una bala.

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04/02/2019, 20:43
Alistair Buckley

Aún apaleado por la frustración de no encontrar ninguna pista concluyente, a Alistair le pilló por sorpresa la súbita acusación de Liam.

Al principio se alarmó, alzando las cejas y abriendo la boca en una expresión de absoluto desconcierto. ¿Ahora se estaban volviendo los unos contra los otros?

A pesar de la sorpresa - y del paso agitado que el profesor dio hacia Liam y el banquero, Alistair se mantuvo quieto en su posición y observó cómo se desenvolvía la situación. Liam era un compañero confiable, no había razón para dudar de él, de sus métodos, o de sus corazonadas.

Había cierta lógica en sus palabras y acusación, pero Alistair no podía evitar sentir cierta pena por el banquero. Allí, adentrándose en lo desconocido junto a los Rippers, Donnelley parecía un pez fuera del agua. Un cervatillo asustado que los seguía sin hacer mucho, a pesar de que iba armado.

Su respuesta, sin embargo, no pareció gustar a Maggie.

- Mantengamos la calma, compañeros - dijo Alistair con un hilo de voz, en un intento por quitar algo de tensión a aquella complicada situación -. No es el momento de enfrentarnos. Puede que Donnelley cometiera un error al traer La Mano a Londres, pero lo que importa ahora es que debemos evitar que se use para, como ha dicho Maggie, hacer daño a gente inocente.

Alistair nunca había presumido jamás de una actitud imperiosa. Las pocas veces que trataba de imponer su autoridad lo hacía a través de un enfoque más bien diplomático.

Un objetivo común, evitar la amenaza de los cultistas. Eso era lo que los unía ahora con Donneley. Aunque él quisiese salvar su vida, seguía siendo una posible fuente de información, un aliado. Y, tampoco podían dejar al pobre hombre a su suerte.

- Yo no creo que nos esté ocultando información, Liam. Míralo - dijo Alistair a su compañero mientras señalaba con el bastón al banquero, que parecía haber perdido toda voluntad -. Puede que las circunstancias nos sean desfavorables, pero dudo que este hombre tenga algo que ver.

O Donnelley era un maestro del engaño y cuando les traicionase más adelante Liam tendría una razón para pegarle un tiro al propio Alistair. Esperaba que no…

- Calmémonos… y sigamos adelante, por favor - sugirió el profesor, de nuevo con ese tono más diplomático que autoritario.

Una pesada gota de sudor resbaló por su frente.

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04/02/2019, 21:17
Louise "Lilou" Dufort

Con lo que no contaba Louise era con que Maggie también se enfadara con Donnelley, recriminándole algo que él había dicho y que a la americana le había sentado muy mal, y aquello sólo serviría para alterar aún más unos ánimos ya caldeados de por sí.

Por suerte, en vista de que a ella Liam no parecía hacerle caso, Alistair mantuvo también la calma intentado poner un poco de paz en aquel enfrentamiento que sólo servía para hacerlos perder el tiempo y Louise esperaba que por lo menos al estudioso, el resto de sus compañeros le hicieran algo más de caso.

Estamos perdiendo un tiempo muy valioso —comentó casi en un susurro mientras empezaba a ponerse nerviosa. Quería salir cuanto antes de aquel lugar que le resultaba tan opresivo y desagradable y, a poder ser, volver a respirar el aire del exterior, aunque el de Londres de puro no tuviera nada.

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04/02/2019, 22:45
Liam Ajax

Liam no dijo una sola palabra, ni ante la replica del banquero ni ante su posterior derrumbe y súplica. Seguía manteniendo una mirada fría de ojos entrecerrados, como si no le importara pegarle un tiro allí mismo si no fuese por que alertaría a todos los que se escondían en esa hedionda madriguera de ratas.

El ripper no creía en la palabra de ese hombre ya, así que le daba igual si decía la verdad o mentía. La confianza era algo que uno debía ganarse con esfuerzo y ese hombre rico no lo había hecho. Simplemente les seguía allá a donde iban ya fuese como un cachorro asustadizo o como un sucio espía, un traidor.

Sólo pudo apreciarse un asentimiento a las palabras de la americana. Maggie y él eran en el fondo de una misma condición o así lo sentía cada día más. Era una compañera y un apoyo cuando se trataba de tomar una determinación en vez de divagar en elucubraciones. Una mujer de armas tomar.

Pero luego llegaron el profesor y Louise que ponían en peso en el otro lado de la balanza. - ¡Ya da igual que nos esté mintiendo! - replicó a su compañero de forma cortante, más de lo que hubiera deseado de tener el animo calmado. - Vendrá con nosotros... - dijo carraspeando, bajando un poco el volumen y el tono. - ...y compartirá para bien o para mal nuestra fortuna allá a donde vamos. Eso si... - dijo por fin bajando el arma y guardándola. Dio un par de pasos y le arrancó el revolver de esa mano lánguida que apenas ofrecía resistencia. - ...esto se viene conmigo de nuevo.

El cazavampiros se guardó el arma del banquero también y sacó el pañuelo para volver a taparse la boca y la nariz de aquella peste que le hacía llorar hasta los ojos. Hizo finalmente un gesto con la cabeza para que avanzaran hacía la bifurcación que habían dejado antes atrás y quedándose el último vigilaría al banquero para evitar cualquier movimiento sospechoso por su parte.

Notas de juego

Liam ha estado apuntito de darle un culatazo y "dejarlo durmiendo" en esas literas mohosas, lo conocéis bastante como para reconocer esa mirada que esta al filo entre el hombre y el cazador.

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05/02/2019, 03:04
Narrador

El banquero había perdido toda su voluntad y empeño pasados. Había participado en una expedición a tierras inhóspitas, sin miedo a enfrentarse a bestias salvajes, con la intención de hacer nuevos descubrimientos que ayuden a avanzar a la ciencia, para mayor gloria del imperio británico y de su majestad la reina, y ahora pagaba su atrevimiento siendo presa de un ser sobrenatural y recibiendo además acusaciones y humillaciones de las únicas personas que creía serían capaces de protegerle y enfrentarse a la Diosa Khali.

Hubo un pequeño gesto de agradecimiento hacia Alistair por sus palabras de apoyo, pero no tardó en desvanecerse al volver a hablar Liam y quitarle el arma. Se había convertido en rehén de quienes había considerado sus rescatadores. No opuso resistencia, ni tampoco añadió nada más. Se limitó a seguir las órdenes del cazavampiros.

Avanzaron todos juntos por el pasillo, manteniendo el orden inicial. Alistair, lampara en mano, abría de nuevo la fila, seguido de Maggie y la pequeña Lilou. Tras esta iba el señor Donnelley y, cerrando la marcha, Liam.

Al llegar al final de aquella ramificación del pasillo, habiendo dejado a la izquierda el cruce de donde venían, el catedrático volvió a asomarse y volver a recoger la cabeza rápidamente, para mirar que les esperaba en el túnel que se abría ahora a su derecha.

Seguía siendo un corredor estrecho, con espacio para una persona para avanzar por él, y, al igual que hasta ahora, no había allí ni rastro de nadie. Estaban solos y algunos empezaban a creer que quizás se habían equivocado y los cultistas a quienes andaban persiguiendo se habían escapado por otro sitio.

El olor que llenaba cada recoveco de aquellos túneles volvía a ser intenso en aquella zona, llegando incluso a hacer que los ojos les picaran.

Entonces todos pudieron oírlo. Un ligero gimoteo y unos sonidos sordos y rítmicos que venían de detrás del muro que había a su derecha. Una puerta se abría en la pared derecha de la nueva  bifurcación, a unos cinco metros de donde se encontraban. El pasillo continuaba su recorrido al menos otros seis o siete metros. Era difícil calcularlo con la poca luz que daban las antorchas.

Avanzaron lentamente, sin querer hacer ruido, hasta llegar a la puerta y escucharon con atención. Definitivamente no habían soñado con aquellos sonidos. Eran reales y venían del interior de lo que fuera que había tras aquella puerta de madera.

- Tiradas (4)
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05/02/2019, 11:16
Maggie Wilson

Cuando sus compañeros se lo pidieron, Maggie dio la espalda al banquero y siguió a Alistair por el pasillo. La rabia que las palabras de aquel hombre habían desatado en ella, seguía allí, en su interior. Si antes de aquello le consideraba un temerario ignorante por meterse en lo que se había metido, ahora creía que era un prepotente que se creía mejor que ellos. Sólo tenía interés en que le hicieran de perros guardianes, nada más.

La vaquera intentó olvidarse de aquel tipo y centrarse en alguna posible pista que los pusiera de nuevo tras las huellas de sus atacantes. Pero en aquel pasillo pestilente no parecía haber nada salvo paredes, suelo y techo. La luz no era especialmente buena pero no parecía que estuvieran perdiéndose nada por su ausencia. Es que, sencillamente, no había nada más.

-¿Crees que los hemos perdido?- le susurró Maggie a Lilou, que iba detrás suyo, mientras torcía el gesto al notar como el hedor aumentaba.

Entonces le pareció oír algo. Se detuvo en medio de un paso pero creyó estar equivocada por que no volvió a escucharlo. Retomó la marcha que sólo había interrumpido unos segundos y entonces fue cuando Alistair, que iba delante, le señaló la puerta en silencio. Maggie asintió, confirmando que la había visto y luego echó un vistazo hacia delante. Le pareció que el interminable pasillo no ofrecía nada nuevo, así que sonrió. Tocando a Alistair en el brazo para atraer su atención, señaló la puerta con la cabeza intentando transmitirle que quería entrar allí. La curiosidad de la mujer le daba voces a su cerebro para que intentara abrir ya, sin esperar a ver qué opinaba el resto.

Y cuando los sonidos que había creído imaginar, comenzaron a oírse de nuevo, Maggie agarró el pomo para abrir la puerta.

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06/02/2019, 23:15
Liam Ajax

Liam no sentía ninguna lástima por el banquero. Como bien había dicho Maggie, ellos solos se habían buscado todos estos problemas. A veces el afán de reconocimiento podía traer problemas o como en este caso, desatar terribles males que jamás deberían ver la luz del sol.

Atándose el pañuelo al cuello a como un forajido que intenta ocultar su rostro, consiguió evitar ligeramente el problema del hedor. Pero eso sólo tuvo éxito durante un tiempo, puesto que a medida que avanzaban la pestilencia era cada vez mayor. Y lo único que le venía a la mente era toparse con una pila enorme de cadáveres en descomposición... - Odio este lugar... - logró a decir evitando dar una arcada.

Ahora, con la diestra libre de nuevo, sacó a su fiel compañero, el revolver. Para cuando Maggie echo la mano al pomo, él ya estaba listo para disparar en caso de necesidad. - No se que nos vamos a encontrar al otro lado de esa puerta, sólo se que nada bueno nos aguarda tras ella.