Partida Rol por web

EL Padre Lorenzo esperaba la visita del Capitan, esa noche la Iglesia quedaria abierta para quien deseara entrar y en esa ocasion tenia un ayudante para el cometido, pues el necesitaria la sacristia para reunion con Sr. Escala.

Cuando llego le condujo hasta la sacristía y le ofreció un asiento, mientras el se sentaba en el otro lado de la mesa.

-Le agradezco que me dedique algo de tiempo. ¿Y bien? ¿Tiene algo en mente? ¿Ya sabe quienes son los perpetradores?

Aún no tengo a nadie padre, y los análisis forences están tardando un poco, pues quien iba a imaginar todo esto-

Miró al sacerdote con cierto mal estar, no tener los resultados de lo demandado y que su personal trabaje arduamente, sin descanso y no obtener resultado le estaba frustrando, incluso trabajando a la par de sus hombres. 

Padre, ya no sé qué creer. Es cierto que aquí pasa algo que se escapa a mi control y entendimiento, y ya no sé a quién mirar; pues los dedos se apuntan entre ellos y la verdad se vuelve confusa y muy difícil de revelar. Si tan solo Dios escuchara mis plegarias y me guiara en este camino tortuoso que me está tocando vivir… ¿quizás me había vuelto demasiado melancólico? Posiblemente, pero a pesar de nuestras disputas continuas con los Capuletos, los recientes acontecimientos sobrepasan mis energías.

Gracias por tus consejos, estaré atento. Abriré bien mis ojos y afinaré mis oídos, ya que deseo más que nadie encontrar  a el o los culpables de todo esto; pero si por su iglesia pasara información que pudiera servirme para revelar el misterio, de más queda decir que le estaría eternamente agradecido si pudiera facilitármela en la medida de sus posibilidades; por supuesto jamás le pediría que faltara a su promesa con Dios y los demás sobre la confidencialidad de las conversaciones.  No quería que pensara mal de mí, no era mi intención pedirle nada deshonesto, sólo necesitaba una guía y este parecía un buen lugar. Encenderé una vela por Romeo y otra por Julieta, ya que ellos sólo deseaban amarse y no merecían ese final.

Padre Lorenzo hundió la cabeza bajo los hombros, al tener la manos sobre la barbilla.

-No puede ser... Creía que usted al ser el Capitan y tener el poder de encerrar a los culpables sabría mas que un simple hombre de fe, como yo. -Volvió a mirar al hombre que tenia delante. -Al menos estará de acuerdo en que no podemos dejar que una de las dos familias si alcen con el poder de la ciudad o todo arderá, incluso la casa de Dios.

Tomó aire, pues no le seria fácil decir lo siguiente. -Le propongo entonces hacer que los números entre ambos se igualen, para dar mas oportunidades a encontrar a los verdaderos titiriteros de este juego, aquellos que asesinan impunemente a nuestros vecinos. Que tal encarcelar a Sanson por ejemplo. -Dijo el nombre mirando una pequeña libreta negra que saco del interior del habito. -Un capuleto, que fácilmente podría desear la caída de ambos, después de todo no parece ser un hombre de muchas palabras o de mente pensante. Mas bien un titere de alguien mas importante y con el encerrado los números estarían mas parejos que ahora, dando mas tiempo para su investigación. -Junto los dedos de ambas manos delante de su nariz, esperando una respuesta.

Lorenzo quedo pensativo un segundo y un segundo después alzo la voz.
-Espera hijo mio. Es evidente que están mermando a tu familia a pasos agigantados. Pero tal vez si nos unimos todos, podamos llegar a una solución. Y creo que seria el buscar a los culpables de la muerte de los tuyos, al menos para empezar. -Se acerco a él y miro a ambos lados antes de hablar.

-Se que la Señorita Ruby esta viva y algo me dice que alguien mas importante de los Montesco también, creo que podemos seguir hablando de todo esto con ellas. Reunirnos y dialogar, creo que la ciudad ya a sufrido bastante y tu familia también, intentemos llegar a algo conciso, hablando claro. ¿Estaríais dispuestos a obrar una reunión? no me importa si en vuestra casa o en la Iglesia, pero cuando antes mejor. -En cierto modo, el cura se sentía responsable de tantas muertes y si algo estuviera en sus manos para evitarlo que así fuera.

EL Padre Lorenzo marco el numero de contacto de Ruby.

-¿Hola? ¿Querida? ¿Estas bien? He oído que estas con nosotros de nuevo y quiero hablar contigo. Necesitamos que esto termine. -Quedo en silencio esperando una respuesta.

El Padre Lorenzo marco y espero a que le respondieran.

-Señora Montesco, como se encuentra. Espero que bien, dentro de lo posible. ¿Podríamos hablar? Creo que va siendo hora de acabar con esta sangría sin sentido. -Dejo el altavoz abierto esperando respuesta.

Respondo al llamado del padre Lorenzo. -Sí padre, me encuentro bien, iré a la iglesia en cuanto pueda, gracias por la llamada.- Cuelgo para dirigirme en cuanto pueda a la iglesia.

Parece un plan factible, pero esto podría prestar a que el titiritero corte las cuerdas con su marioneta, no obstante concuerdo con usted sobre este actuar... 

Dijo al sacerdote, sintiendo curiosidad por la libreta negra, pero guardandoselo para sí mismo. 

Pueden ser Christinne o Taobaldo, pero sólo sería una mera acusación, de todas maneras veré cómo progresa todo esto-

El cap guarda silencio, procesando cómo debería actuar a continuación. 

-¿Tiene algo más padre Lorenzo?-

Pregunta cortés aún qué sutilmente inquisitivo. 

-Sí, por favor... de nuevo me he encontrado entre los vivos, ¿sabe usted algo de cómo o por qué? Gracias a ello he podido entender algunas cosas sobre mi familia bastante... desconcertantes.

-Sé que en esta Iglesia podéis escucharme todos. No sé si os habéis enterado los Capuleto, pero me han resucitado. Alguien quiso que yo volviese de entre los muertos, cosa que agradezco. Aunque de nuevo quizás dure poco entre los vivos por lo que voy a decir, pero quiero que lo oigáis todos, así de segura estoy. Los Montesco ya lo han escuchado.

Dave Paris miente, me ha mentido a mí estando muerta, y me sigue mintiendo estando ahora yo viva. Yo morí al matar a Julieta, porque con ello evitaba su unión con mi hijo, aún sabiendo que con ello Romeo también podía morir. Pagué ese acto con mi vida. Pero había otra poción de protección, que él tiene y niega tener, a pesar de que yo sí sé que la posee, o no habríamos estado en contacto mientras estaba yo muerta. Le recomendé que la usase para ayudar a los Montesco, y no solo niega su existencia, sino que pone en mi boca palabras que no he dicho.

ACUSO A DAVE PARIS DE TRAIDOR, PÚBLICAMENTE. Votaré por su muerte, aunque de nuevo pague con mi vida. Evaluad todos qué es lo que tengo yo que perder o que ganar, y veréis que pierdo más de lo que gano. Me juego mi credibilidad y mi vida, aparte de haber confesado anteriores crímenes por los que ya he pagado. A quien me trajo de vuelta a la vida, se lo agradezo... Si he de morir de nuevo, que sea al menos tratando de hacer justicia.

Muchas gracias por toda su compresión,  padre. Le sonrío sinceramente, la verdad es que necesitaba un poco de aliento. Es cierto, tanto Ares como Caroline están vivas, ¡como un milagro de Dios! les comunicaré con placer sobre esa reunión.

Por su parte Teobaldo que estaba en la peor posición de todas; pues los patriarcas de los Capuleto había fallecido recientemente, alzó la vista para escuchar las palabras proferidas por una muerta, o al menos, una persona que deseaba que estuviera y se mantuviera muerta... jamás hubiera imaginado que su odio irracional hacia los Montesco tuviera AHORA con lo que ha dicho Caroline, una buena razón de ser.

-¿Acabas de confesar que has matado a Julieta? -Inquirió Teobaldo levantándose de su asiento- No sé a qué te refieres con que Dave Paris puede proteger, hablar con los muertos y muchas más cosas... Se le ve que es un tipo ocupado. Pero lo que sí que sé es que acabas de confesar que has matado a mi prima iniciando esta guerra.

En este momento sus ojos se posaron en el Capitán Prince Escala.

-Lo hace la Ley, o lo harán los Capuleto. -Exclamó molesto al Capitán de la policía- Así que encierre a esa asesina y luego miramos qué es lo que Dave Paris hace en su tiempo libre con una tabla de Ouija.

-Sí, y céntrate en lo esencial. Yo la maté, y Romeo murió con ella. Me mataron a mí posiblemente por eso, y he vuelto. Me da lo mismo el castigo que se me imponga de nuevo, ¿no te das cuenta? Lo que quiero es desenmascarar traidores A AMBAS FAMILIAS, y para ello me expongo yo misma. Si te centras en mí, descuidarás lo que he dicho. Romeo y Julieta no podían contraer matrimonio de ningún modo, y por eso hice lo que hice ENTONCES. Ahora la situación es distinta y también las prioridades. Yo ya lo he dicho, para mí DAVE PARIS es uno de los traidores. Lo votaré a él como tal cuando tenga la oportunidad, y tú haz lo que te dicte tu conciencia. Pero el hacerte el loco con mis palabras centrándote en lo de Julieta ahora tampoco te deja a tí en buen lugar, por cierto

-Has iniciado una guerra entre ambas familias, llevando a la muerte de tu Hijo. -Comentó con brevedad- Lo de los traidores, sean los que sean, que se encargue de descubrirlos el Capitán Prince Escala; pero por lo que a mi respecta. Tu no eres más que una asesina; y pagarás por lo que has hecho.

-Y esto no sorprenderá a nadie; pero mi objetivo es que los Montesco paguen por sus crímenes... Y antes de que Benvolio o Ares vayan a morir... prefiero que lo hagas tú, la asesina de Julietta, Don Fulgencio y Doña Gloria.

-Allá tú con tus argumentos. Admito que maté a Julieta, pero no a Fulgencio ni a Gloria. YO ESTABA MUERTA ENTONCES, ¿recuerdas? Admito lo que hice, pero no pagaré por los crímenes de otro. Y tú me estás endosando demasiados solo por ser Montesco y porque te conviene, así que los demás sois testigos de ello. Hay otro posible candidato a traidor aquí mismo... y te señalo a tí, Teobaldo. Matadme si eso os deja tranquilos. No pierdo nada, ya he estado muerta. Que el príncipe haga su trabajo, muy bien. Pero los traidores han de pagar también el precio de su traición.

Su Iglesia volvía a ser el centro de atención, pero al menos ahora parecían que hablaban de algo que llevaba días rondando en la cabeza del Padre Lorenzo.

-Hay algo que es verdad... Si ha regresado tal vez es porque Dios le ha dado una segunda oportunidad y desea que hagan bien las cosas esta vez. Y en parte estoy de acuerdo con la señora Montesco, debemos unir las personas que quedan de ambas familias y hablar sobre lo que esta sucediendo. Esto a transcendido mas haya de sus riñas señores y señoras, esto es algo mas, es claro que un tercer grupo, uno pequeño, seguramente para ser mas difícil ser descubiertos, están moviendo los hilos entres todos nosotros, matando indiscriminadamente Montesco como Capuleto. -Hacia aspavientos con las manos para comunicar la gravedad del asunto.

-En estos momentos de crisis para Verona Beach debemos dejar aun lado nuestras diferencias y odios y centrarnos en atrapar a los asesinos. Y disculpe Capitán, pero es obvio que usted solo no puede, así que Teobaldo, ¿verdad? Te agradecería que ayudaras tanto como pudieran hacerlo los demás. No hagáis un campo de guerra esta ciudad que tan prolifera fue no hace mucho. Atrapemos a los verdaderos culpables de tantas muertes, busquemos a los asesinos que están en las sombras riendo a boca abierta como se acusan y amenazan inocentes. -Una vez mas esperaba ser mediador, por eso no menciono el daño causado a la iglesia por la situación del primer funeral y su trágico desenlace, debían apartar las diferencias y trabajar juntos is no querían que Verona terminara consumida por la llamas.

Se acerco al Capitan.

-Que piensa sobre la acusación de la Montesco, ¿Capitan? ¿Tal vez tenga razón y sea a él y no Sanson quien debería encarcelar? -Las palabras de Caroline le habían llenado de nuevas dudas.

El Padre Lorenzo, sonrió sinceramente al ver un nuevo día.

-Querida niña, me alegra que estés entre nosotros. Dime, ¿Ya sabes a quien sirves? ¿O quien acaba con tu vida? ¿O sospechas de alguien en concreto? Como he dicho, creo que es momento de que busquemos a los verdaderos culpables de romper el armisticio

Escuchando las palabras del "Hombre de Dios", si es que a ese personaje se le podía catalogar como tal, Teobaldo finalmente se sienta cruzando los brazos; aún tenían que actuar muchos otros en esta función para que él tomara la decisión de apretar el gatillo contra Caroline o... dejar que el Capitán hiciera su trabajo para-con la asesina confesa.

-¿¡No recuerdo!? -Exclamó- ¡Si hasta que no apareciste aquí pensaba que estabas muerta! ¡Como deberías estar!. ¡Te aseguro que los Capuleto no olvidan lo que has hecho!. ¡Si incluso has matado a tu propio hijo con tus acciones!. ¡No sé quienes son esos "traidores" pero la única que ha matado a dos inocentes confirmados fuiste tú!. ¡De hecho no sé quien te ha revivido; pero que lo haga con Fulgencio Capuleto, él sí que es de Utilidad!.

Pero era cierto que no solo discutir con una asesina mentirosa era el camino a seguir, por lo que atendiendo las palabras del Cura este continuó hablando. A fin de cuentas; había mucho que hablar y desempacar en este revoltoso día.

-Me gustaría escuchar lo que tiene que decir acerca de todo esto Dave Paris. -Dijo girándose hacia el hijo del gobernador- ¿Qué es eso que te comunicas con los muertos?. ¿Haces sesiones de espiritismo o algo?. ¿Y qué es eso de que puedes proteger a alguien?. Si de verdad puedes hacerlo, los Capuleto te ofrecemos una alianza a cambio de que protejas a Christinne o a mi.

Por otro lado, sus ojos se posaron sobre el Capitán y el Padre Lorenzo.

-Que no se diga que los Capuleto no abogan por el diálogo... Ahora mismo estoy conteniéndome por no volarle los sesos... quizás debería volarle los senos, dado que lo primero se ve que no es "vital" para la Zorra de los Montesco. -Comentó molesto el Príncipe de los Gatos- Pero esta ha confesado su crimen y espero que la Justicia tome cartas en el asunto.