Partida Rol por web

-Con seguridad no. He de recordar conversaciones, que en algún momento, cuando yo acusaba a Dave Paris, alguien dijo algo que me pareció también un desliz, pero no recuerdo qué ni quién. Cuando pueda intentare recordar cómo fue. Me entregaré si no me matan antes, téngalo por seguro. Ahora quiero ajustar cuentas con los culpables. Me alegra contar con usted para encontrarlos.

Regreso con mi tía a la iglesia, dispuesto a aclarar esta situación de una vez por todas y sacar mis propias conclusiones sobre este asunto. Dejo que sea ella la que tome la iniciativa y me quedo a su lado, estudiando a los allí presentes. Aquí está pasando algo, ¿estamos de acuerdo en ese hecho al menos? Les pregunto a los Capuleto.

Por su parte Teobaldo se cruzó de brazos, pese a que ninguno de su familia hubo muerto aquella vez; sentía como que algo no cuadraba, pues los dos que murieron, Dave y el Capitán Escala; no suponían una amenaza ante nadie, al menos no si no se entrometían en aquella disputa por el poder entre ambas familias.

-Que la puta de tu tía ha matado a Julieta y sigue libre porque casualmente ha muerto el que encierra. -Comentó con desdén Teobaldo mirando hacia Benvolio y luego girando su cabeza hacia Caroline- Por otro lado, todo eso de que "has hablado" estando muerta, es algo que no me cuadra; no creo que nadie tenga ese poder... o si quiera que exista semejante poder. ¿O acaso alguien cree que existe?.

En este caso, su mirada se posó en el Padre Lorenzo. Si alguien sabía de que los muertos pudieran tener charlas amenas; es muy probable que fuera él. A fin de cuentas, llevar de paseo a las almas era su trabajo.

-Así que tenemos a Caroline que mintió acerca de que Dave Paris le había robado... 

-Así que tenemos a Caroline que mintió acerca de que hubo hablado muerta con Dave Paris...

-Así que tenemos a Caroline que afirmó haber matado a Julieta y a Romeo...

-Así que tenemos a Caroline que está libre porque el Capitán que la iba a encerrar fue asesinado...

Una retahíla de acusaciones facilmente contrastables contra la mujer y única cabeza de familia.

-Caroline con su falsa acusación mató a Dave Paris; porque los suicidios en Verona Beach no tienen cabida... Quizás el de Romeo, el cual se suicidó porque Caroline afirmó haber matado a Julieta. ¿Si tanto querías "salvaguardar la sangre Montesco"; por qué no mataste al Cura?. Y hablando de eso, a no ser que el Padre Lorenzo confirme que hay la posibilidad de hablar con los muertos, que él debe de saber del tema; la conversación de Caroline y Dave jamás existió. Y ya hemos visto de que Dave no te ha robado, pues está muerto.

Echándose hacia atrás, el joven Capuleto volvió a hablar.

-Mi objetivo, y creo que el de todos los Capuleto; es el hecho de expulsar a TODOS los Montesco. Independientemente de si hay "traidores" en uno u otro bando; ese es nuestro objetivo; y supongo que también es el tuyo... pero a la inversa... Así que... ¿Qué importa que haya traidores?.

-Pero si tanto os importa eso; los Capuleto SABEMOS quienes son los "traidores" con una certeza absoluta. Y eso lo confirmaremos una vez que muera Caroline. Y no, no tratéis de adivinar si el que sabe eso es Christinne o yo; pues todos los Capuleto ya lo hemos hablado entre nosotros y tenemos la "confirmación". Aunque caiga yo, aunque caiga Christinne; ya lo hemos hablado.

Ya conocía el temperamento explosivo de Teobaldo Capuleto por eso no me sorprendió cuando estallo en furia despotricando contra la Matriarca Montesco, ahora que se había convertido en el patriarca Capuleto veía una seria oposición en ella.

Simplemente me recargue en una de las bancas extendiendo el brazo para seguir escuchando como el príncipe de los gatos despotricaba contra Caroline Montesco, interesante encuentro, veamos que cabeza de familia tiene más poder.

Aya movía la cabeza asintiendo a las palabras de Teobaldo. 

-Teobaldo, ya te expliqué (y a todos) lo que sucedió. Yo no hablo con los muertos. Yo tenía dos pociones, usé una y me mataron. La otra la encontró Dave Paris, y porque eso fue así, ÉL PUDO SOÑAR CONMIGO. Hablamos y le descubrí mintiendo. Me resucitaron y le acusé, aún perteneciendo él a las simpatías de mi propia familia, e incluso confesando lo que hice, como estoy haciendo ahora, porque parece que si no lo explico yo TÚ NO TENDRÍAS MÁS ARGUMENTOS PARA EXAGERARLO TODO EN MI CONTRA Y ACUSARME DE NUEVO. Estás empeñado en que me maten, QUIZÁS DEBERÍA LA GENTE PREOCUPARSE DE TÍ, encantador de serpientes.

Hablas tú de que yo debería de haber matado al Cura. ¿Y eso a qué viene? ¿Dando ideas, campeón?

¿Qué sabes tú acerca de si los suicidios tienen o no cabida aquí? Claramente sí, o no se habrían producido. Quien se ha suicidado eso ha hecho, no hay modo de enmascarar un crimen como un suicidio.

Teobaldo, todo lo que dices está cambiado para poder acusarme a gusto. NI HAS AVERIGUADO NADA POR TÍ MISMO NI TIENES PRUEBAS, cualquiera que estuvo presente puede recordar* mis palabras y ver que el que las cambia a conveniencia eres tú.

Fíjate si estoy tranquila que reto a quien pueda ver mi pasado o mi presente,que compruebe la veracidad de lo que digo. ¿Puedes tú hacer lo mismo? 

Teobaldo y Christinne diciendo que yo soy traidora y que lo saben por pruebas, de algún modo mienten. 

Teobaldo estaba molesto que la situación se resolviera así; la muerte de Dave Paris a manos de Caroline Montesco y sus falsas acusaciones de haber robado; así como el hecho de que el Capitán Escala muriera cuando ya tenía entre sus manos a una asesina confesa.

-Te lo voy a decir para que me entiendas y esta vez diré todo lo que sé, pues al parecer los Montesco tienen una sed de sangre que no cesa; no sé que es eso de los traidores pues hasta ahora NO he encontrado a ninguno, tan solo asesinos entre los Montesco:

-Caroline Montesco, la vieja bruja que ya nadie puede dudar de sus intenciones. Y, no, ella no es una de los "traidores" que dice que hay por ahí. Pero... casi...

-Pero supongo que eso ya todos nos lo veíamos venir; ¿No?. Pero descuida; que aún tengo muchas cosas que comentar al respecto de todo lo que he averiguado hasta ahora; y espero que esto no sorprenda a nadie, pues en su día he estado ocupado.

-Ares Ruby, una asesina a sueldo que se hace pasar por guardaespaldas y ha cometido el asesinato de Fulgencio o de Gloria.

Girando su rostro hacia el Padre Lorenzo, el príncipe de los gatos emitió una más que amplia sonrisa maliciosa; si este pudiera 

-Estoy convencido de que Dave Paris no era ningún ladrón como Caroline Montesco le acusó. Y espero que estas mentiras sean pagadas, si no por la Ley del Hombre, la Ley de Dios... Y si no, tendrá que recurrir la Ley de Verona Beach...

-Otra vez... YO NO LE ACUSÉ DE LADRÓN. LE ACUSÉ DE MENTIR, y de eso estoy segura de ello. Él encontró mi poción, y pudiendo usarla o dársela a otra persona, que me daba igual, insistió una y otra vez en que NUNCA LA HABÍA TENIDO. Y tengo pruebas de que sí. Eso se llama mentir, Y FUE DE LO QUE LO ACUSÉ, no de ladrón. Tú cambias lo que te conviene con tal de dejarme por los suelos.

¿Me quieres muerta? Quizás cumplas tu ilusión, pero no sin que antes yo diga que tu cabezonería y tu "reinterpretación" de mis afirmaciones también me hacen sospechar a mí. 

Seré franca yo también, ya que este puede ser mi última oportunidad de alegar algo. De nuevo tengo la conciencia muy tranquila, y cuando toque votar, votaré para que te maten, Teobaldo. Así de fácil. Nunca me has caido bien, eso no era novedad, pero este juego sucio que te traes culpando a todos los demás de TODO LO QUE A TÍ TE CONVIENE no es ni digno de ser mencionado.

Según tú, yo maté a todo el mundo aquí, incluso a Fulgencio y a Gloria. Como te lo rebatí, ahora resulta que ya no, que fue otra, pero ¿has aportado pruebas, o argumentos que lo corroboren? NI UNO. Y así con todo. De Príncipe de los Gatos tienes poco. Te va más lo de Perro Ladrador.

-Entonces tal vez debamos votar por Teobaldo para que deje de hacer daño a esta ciudad. -Comento él ante las palabras de Ruby.

-¿Que piensas de Christinne Capuleto? Creo recordar que era conocida de Davis. -Ya que el Padre solo conocía a sus feligreses alguien ajeno a su Iglesia era difícil de calar y seria mas rápido preguntando en quien confiaba.

Asintió a la palabras de la Matriarca de los montesco.

-¿Podría hablarme de Christinne Capuleto? Parece que tiene en mente a Teobaldo, pero que me puede decir de ella, hoy día ¿Seria raro que una mujer de su belleza y posición fuera mas halla de las ambiciones de su propia familia?. -Ciertamente el Padre Lorenzo era una persona de viejas convicciones y costumbres.

-Señores... señoras... Les he convocado una vez mas aquí para que todos podamos dialogar e intentar librar a Verona de los asesinos que han diezmado ambas familias y ahora al Capitan de la ciudad, seguramente porque dio con algo que no querían que supiéramos. -Intento ser otra voz mas en ese extraño cónclave.

-Ya sabemos de Caroline y su confesión. Pero eso no aclara los asesinatos del resto. -Pidió clama para explicarse. -A los que me refiero son a esos que actúan en la "noche" al amparo de las sombras y usan sus rivalidades para aprovecharse de la situación, tengan por seguro que a ellos hay que buscar porque al final solo quedaran ellos imponiéndose entre las dos familias. -Miro a Teobaldo.

-Se que usted mismo lo piensa, porque atacar a la policía si no era parte de las familias, porque era un objetivo útil, como lo podemos ser cualquiera, dejen sus diferencias por un segundo y piensen, quien pudiera ser aliado de Davis o de alguien quien desee gobernar la ciudad por encima de cualquiera. A esos debemos detenerlos y encerrarlos, porque puede que el comisario haya caído, pero el cuerpo de policía sigue aquí en Verona y sus cárceles funcionan todavia. -Sabia que ellos hablaban de matar mas que de encerrar, su justicia era diferente a la del Padre, pero ahora mismo debían aunar fuerzas y atacar la amenaza real.

-Les pido que todos hablen, no solo los actuales cabezas de familia, si estamos todos aquí, es porque todos somos importantes, podemos saber algo o intuir algo. Y eso puede ser útil si lo exponemos en alto. -La Iglesia había pasado a ser una sala de justicia improvisada y hasta el hombre de Dios estaba dudoso de donde se encontraba tras todo lo vivido.

Por su parte, Teobaldo ya había terminado de hablar y decir todo lo que tenía que decir; por lo que se sentó y se relajó en el banco a la espera que los otros también intervinieran. Pese a ello, quiso dar un par de comentarios más, aprovechando que el Padre Lorenzo dio la palabra.

-Puede que no seas del grupo de los Traidores, pero tu has matado tanto a mi prima Julieta como a tu propio hijo Romeo con tus acciones. Y aunque seas "inocente de la conspiración judeo-masónica", sigues siendo culpable de haber cometido esos dos asesinatos.

-Creo que sí, eres una vieja bruja... Pero eso no te hace inteligente, ni siquiera buena persona.

Estirándose, un poquito más.

-Me puedes llamar "Príncipe de los Gatos", "Perro Ladrador" o "Vidente"... Y desde el minuto uno dos he intentado trabajar con el Capitán Prince Escala, algo que la policía puede corroborar para llevar a todo esto a buen puerto.

-Y cuando digo que "Ares Ruby" es una "Asesina a Sueldo" es porque esa mujer lo es.

Echando un vistazo al resto de los presentes, en particular a los de su familia y los que no pertenecían a ninguna de las familias en conflicto, volvió a hablar.

-Si alguien no confía en mis palabras, pues bien... Pero si yo muero esta noche; matad a Ares Ruby.

Esto es el colmo del descaro total, creía que Teobaldo Capuleto sólo era un lengua larga pero no conforme ahora se ha delatado como un maldito soplón sin honor ni lealtades, respiro profundo y me levanto ajustándome la americana negra, muevo la cabeza de lado a lado para liberar tensión en el cuello. Me llevo una mano a mi costado derecho y saco la pistola para disparar hacia Teobaldo Capuleto y quién se atraviese en el camino de las balas de mi sword 9 mm.

-Lo soy y por eso morirás en este lugar santo.- Me dirijo al Príncipe de los Gatos apuntando siempre a su corazón.

Las balas zumban muy cerca de todos los allí presentes retumbando en aquel sagrado lugar, las astillas desprendidas de las bancas de madera vuelan hechas añicos mientras todos buscan refugio donde pueden y como pueden, en aquel lugar se había desatado el infierno, una paradoja del destino justo en la santa iglesia del padre Lorenzo en Verona Beach.

Evidentemente Teobaldo iba a sacar su arma y disparar contra la asesina de los Patriarca de los Capuleto; quizás terminara agujereado y muerto -y bien muerto- pero al menos sabía que había hecho todo lo posible para vengar el nombre de los que lo criaron y lo elevaron al status que se encontraba.

Antes de sacar el arma y disparar, pensó en Christinne Capuleto, ¿Ella estaría bien?. No había tiempo para pensarlo, solo de actuar. En su interior deseaba que estuviera sana y salva; pero un impulso mucho más fuerte impidió que desviara su mirada para comprobar que la heredera de los Capuleto estaba a salvo; ese sentimiento era el honor por la familia.

-¡Gregorio! ¡Sansón! -Ladró el Príncipe de los Gatos- ¡Por los Capuleto! ¡Vengad a Don Fulgencio y a Doña Gloria!. ¡Por Julieta!. -Pese a que decía esto, no parecía buscar una masacre en la casa de Dios, solo defenderse de quien había sacado primero el arma, de quien había causado tantas muertes. Solo quería salvar su vida y la vida de los que le importaban; así como vengar las vidas de quienes cayeron en esa guerra.

Quizás las últimas palabras del Príncipe de los Gatos iban a ser órdenes; pero dentro de él sentía como que era una mensaje de amor, amor por los Capuleto, amor por los Patriarcas de la Familia, amor por Don Fulgencio, firme y a su vez comprensivo; amor por Doña Gloria, maternal y cariñosa.... Y Julieta, la prima preferida de todas, la que sería la gran patriarca de la familia, la que llevaría a una nueva Era a los Capuleto, cuya vida fue truncada tan joven... Por los Capuleto.

En cuanto empieza el intercambio de disparos no soy capaz de pensar en otra cosa más que en que debo ser la única en toda la maldita iglesia que no va armada. Lo cual me hace un punto débil para la familia.

Con gesto resuelto me dejo caer al suelo, protegia por un banco de la iglesia, y busco con la mirada a la asesina a sueldo...quizás no tenga un arma,  pero quiero ser útil a mi familia. Cuando escucho a Teobaldo gritar el nombre de nuestra familia lo acompaño con mi propia voz.

El plan es ver si, usando la capacidad de pensamiento deductivo y lógico de esta muchacha, puede buscar la manera de distraer a la asesina Montesco. No sé, tirarle de una pierna o algo así. Supongo que estará más ocupada en los que llevan pium-pium que en la rubia que va arrastrándose cual culebrilla...ya si puedo placarla y partirle la crisma contra un banco hago fiesta