Partida Rol por web

Eliot apretó los dientes. Había tenido delante unos implantes para ver en la oscuridad pero había optado por otros le fueron más útiles para sus sabotajes.

Avanzando lentamente en la fila que habían formado los cuatro aspirantes a cadaver del año, trataba de mantener el silencio.

 Jhon permanece atento escuchando e intentando prestar especial atencion a la direccion en la que Felipe ha indicado que ha notado algo....

De entre las sombras del garaje de repente se escucha el sonido metálico de cuchillas desenfundándose a la par que un grito de guerra.

En la sala reinaba el silencio, la calma solo interrumpida por el caminar y respirar vuestro. El suelo era ligeramente irregular, cubierto de todo tipo de runas, cascotes y chapas caídas de los cascarones corroídos que antaño fueron coches.

Había un olor peculiar en el aire, un olor a putrefacción, a sangre coagulada con regusto a bilis.

En la lejanía se escuchaban sonidos, al otro lado de las gruesas paredes la pared seguía su curso, el trafico, los anuncios, los gritos lejanos. Todo parecía existir ahora en otro mundo y realzaba el silencio oscuro y pegajoso en el que estabais sumergidos.

Felipe es el primero en saltar.

-A vuestra izquierda- Dijo mientras se ponía en guardia en medio de la oscuridad.

Todos tensabais los músculos pero nadie era capaz de reaccionar a la veloz nada que saltó de entre la chatarra de un HUV y un utilitario que se pudieron ver en el corto instante que una figura humanoide saltaba entre ellos entre chispas causadas por las afiladas garras de acero que llevaba en las manos.

-¡Muere!- Chillaba con voz grave y adrenalina en las venas vuestro depredador personal.

Sus garras dirigidas al cuello de Felipe.

Muere, oigo decir al cuerpo que se abalanza sobre mi, apenas me he dado cuenta de la cercanía del peligro y ahora me parece que es demasiado tarde.

La ocasión es tan angustiosa como tiempo atrás cuando un grupo de hijos del vudú estaban cerrando un acuerdo de negocios, mala hora, mal lugar y mala suerte que no quisieran testigos. La carrera comenzó en un intento desesperado por salvar la vida, la navaja que era mi única protección no podía competir con los seis, y menos contra sus bates y espadas. La huída era la única opción. Mi desconocimiento de las calles profundas en aquel entonces sólo se compensó con la agilidad de un pícaro de las afueras, más acostumbrado a correr que seguro aquellas ratas de ciudad. Aún así, sólo un grupo de arisaka tras el que pasé como un meteoro, en una actividad seguro poco legal, consiguió parar a mis perseguidores creyendo que el grupo se lanzaba contra ellos. Aquello degeneró en un enfrentamiento importante cuando apareció la policía, los de trauma team, que no podían distinguir a sus clientes y rociaron la zona con gas lacrimógeno y proyectiles de ametralladora como en una fiesta árabe.

La salvación en ese caso pareció un milagro de alguien que velaba desde arriba, aunque sólo por él, el resultado fué de 12 muertos, muchos heridos y un juicio de responsabilidades interminable. Ahora la cosa pintaba más negra.

En un acto reflejo trato de apartarme mientras interpongo el palo entre mi atacante y yo.

Había pasado desapercibido para XtreM de alguna forma ahora estaba tras de ellos y no le había visto. Giro sobre si mismo, pasando corriendo por la izquierda de Jhon agarrándole para darle la vuelta y que viera lo que tenia detrás -!! Detrás¡¡ -siguió corriendo incluso saltando por encima del corroído capo de un coche para llegar hasta garra. Posiblemente no contaba con la agilidad del aquel humano que no dudo ni un segundo en golpearle con un movimiento de savate con una de las piernas bionicas.

XtreM se mueve con velocidad y lanza una certera patada de artes marciales pero su contrincante no es novato en el mundo de la lucha y se lanza por debajo de ella esquivando la pierna y lanzando sus garras a Felipe.

De puro milagro Felipe se lanza al suelo al sentir la amenazante presencia de alguien abalanzándose encima suyo, las cuchillas pasan cerca de su pecho - rasgando el mono del programa - sin causar ninguna herida.

La maldición de Garra es sonora.

La situación se ponía peliaguda, y su ojo no paraba de grabar -Cuanta mas sangre mas dinero valdrá la película -sonrió levemente antes de realizar de nuevo un ataque, sus clases de savate le iban a ser muy útiles, lanzo una patada a su adversario, buscando un huevo para golpearlo

XtreM lanza su patada de nuevo hacia el perseguidor, pero el suelo está lleno de runas y planchas. Su pie resbala pierde el equilibrio y casi se da de bruces en el suelo.

El matón reacciona cambiando de objetivo al ver que XtreM reacciona bien en la oscuridad y lanza sus cuchillas hacia el. Pero parece que XtreM no es el único en verse afectado por el lamentable estado del aparcamiento.

Ambos se mueven como pueden en esta zona difícil sin conseguir nada.

El roce del metal con mi cuerpo me pone todo el pelo de punta, la garra arranca parte de la ropa y se van un poco las esperanzas de salir indemnes, pero no nos rendiremos sin luchar, aunque no sepamos muy bien dónde está La Garra, acabaremos con ella, no dejamos de ser cuatro a uno.

-Vamos a por este malnacido. Comento en un tono normal para que los demás traten de tener en cuenta mi posición. Dudo entre todo el movimiento que hay y lanzo un golpe de arriba hacia abajo al cuerpo que creo que es el de nuestro amigo del momento tratando de acertarle sólo a él.