Partida Rol por web

Saga de Arcain: Stohlm

[R: Fiol] Colegio de la Llama Azur

Cargando editor
18/06/2018, 18:32
Abzu

Abandonas el salón de clases, con un Habard que se alimentaba ignorante de haberle dado una respuesta clara a alguna de tus incógnitas. Quizás realmente no era tan importante saber lo que se avecinaba hasta que lo tuvieras de frente... quizás no tan importante, ¿Pero realmente era algo bueno? Todavía no estabas segura.

Quizás lo mejor sea no pensar en ello y seguir el consejo del profesor. Despejar la mente en estos casos era lo único que te quedaba por hacer así que simplemente decidiste volver a tu dormitorio para echarle una ojeada a tu libro.

Mientras avanzas por los corredores, te das cuenta de que ya un buen número de estudiantes están afuera realizando sus actividades normales, algunos te arrojan miradas recelosas conforme vas avanzando, tu reputación como uno de los miembros más influyentes del ala sur se ha marcado. Eso parece no agradarles mucho. Repentinamente, un joven regordete, ancho como un tronco y con una sonrisa imbecil se coloca frente a ti. Bloqueando así tu paso. Un poco más lejos una muchacha rubia que te mira de arriba a abajo despectivamente, acompañada de su séquito de serpientes quienes murmuran al mirarte. Por último se presenta un joven algo alto que te observa con los brazos cruzados y una ceja arqueada. Le reconoces como el que tropezó contigo cuando viniste al ala norte, y ahora está frente a ti otra vez.

—¿Ya terminaste de husmear por aquí, chica? Sabes que esta no es tu ala de estudio. —Te preguntó el varón con los brazos cruzados, intentando tener el comportamiento de alguna especie de matón.

Y parecía que estaba funcionando, pues la escenita se había granjeado la atención de los estudiantes que iban pasando por el sitio, las muchachas soltaban calladas risas mientras observaban el espectáculo. Y el gigante se limita a estar en silencio, mirando más con incomodidad que otra cosa lo que ocurre.

Ahora es cuando te parecen especialmente desagradables los estudiantes del ala norte, y aunque quisieras evitar todo este altercado, quizás no te lo iban a permitir si simplemente te ibas. La tensión iba creciendo en el ambiente mientras que el muchacho te atosigaba.

—¡Creo que es muda, Roderick! —Dijo una de las chicas, antes de sonreír mostrando la dentadura. —¿No debería estar con los de su grupo? —Preguntó otra.

—Espero que ya vayas de salida, cielo. —Convino el muchacho que reconociste como Roderick, claramente enfadado por algo que todavía no comprendías. Quizás solo era el típico abusón que aprovechó tu visita para hacerle un ligero aumento de tamaño a su ego.

Cargando editor
18/06/2018, 22:00

El corazón me dio un vuelco y notaba como palpitaba dentro de mí. Me sentía nerviosa y con cierta ansiedad, quizás algo de adrenalina, no lo tuve claro. Desde luego no me encontraba en una situación ventajosa: lejos de mis compañeros y rodeada de gente que no conocía con una clara tensión hacia mí.

Intenté, con bastante éxito, que eso no se notará por fuera y les miré uno a uno con tranquilidad dejándoles soltar sus comentarios hasta que se cansaran. Quizás con suerte me dejaran en paz, pero no fue así. Encima, la orgullosa que tenía dentro me estaba pidiendo a gritos salir para ponerse a su nivel.

Pese a ser mucho más pequeña, la altura de Roderick no me imponía demasiado. Una patada en los huevos y salir corriendo. Eso era lo que me hubiese aconsejado uno de mis hermanos. Sonreí por dentro ante la posibilidad y el recuerdo de mi familia. 

Sin embargo, no entendía muy bien a qué venía todo esto. No les había hecho nada, nunca les había dirigido la palabra. Apenas conocía a los de mi misma ala, mucho menos a los del norte. Me daba rabia e impotencia. Algo que empezó como un debate entre los estudiantes del ala norte y los nuestros... Las palabras de Mikael sonaron en mi cabeza. 

¡Ya caí! Había olvidado por completo el enfrentamiento que mi compañero había tenido recientemente con los estudiantes del ala norte. Supuse que andaban buscando una excusa o peor: venganza. Por mi parte, no tenía mucho sentido continuar con esto, sólo yo iba a salir perjudicada si me enfrentaba a ellos.

Finalmente miré a Roderick, su última palabra: cielo. Me dio aún más rabia. Tragarme el orgullo estaba siendo lo más difícil que había hecho en semanas. Asentí con la cabeza. No quería problemas.

Siento haberme tropezado contigo antes, Roderick, —dije lo más sincera y amablemente posible—, tenía prisa y no pude disculparme antes.

Y decirme idiota no arregló las cosas —terminé en mi cabeza.

Esperé a un ademán de confirmación para poder echarme a un lado y continuar con mi camino, evitando darle la espalda de manera hostil por si tuviese algo más que añadir...

- Tiradas (1)

Notas de juego

He pensado que quizás hacer una tirada de carisma sirviese para aguantar el tipo en esta situación. He sumado +2. Y dado que cualquier dificultad es 7, pues lo doy por éxito. Sino, corrígeme el resultado.

Cargando editor
18/06/2018, 23:01
Abzu

Ya a tu alrededor se empezaba a formar un pequeño circulo de espectadores que ansiosos esperaban a ver como se desarrollaba el altercado al cual te viste arrastrada involuntariamente. Algunos te observaban con algo de pena, como si mirasen a alguien que verdaderamente estuviese perdido y otros con la misma mirada despectiva y sonrisas imbéciles que te ofrecían los demás. Puedes notar como si ellos esperasen ansiosamente a que hicieras el ridículo.

Por tu parte, intentaste todo lo posible para mantenerte al margen de la situación. Y reuniste el valor —o la paciencia— suficiente para plantarle cara a Roderick y a su rechoncho compañero, quienes todavía te observaban con espera para ver tu reacción.

[CAR]Para sorpresa de todos, tu respuesta distó de seguir el hilo de la conversación, quizás tus palabras fueron pocas, pero eran lo suficiente como para poner en prueba la masculinidad de tu acosador. Ahí rodeado por todo el mundo, no podía seguir atosigando a una muchacha que ya había dado sus sinceras disculpas. El estudiante se entrechocaba los dientes detrás de los labios, haciendo un movimiento con la mandíbula que simulaba descontento.

—Mírala, parece que va a reverenciarse y todo. —Se burló una de las víboras. Con ganas de echarle más leña al fuego.

Sus compañeras convinieron al comentario con los suyos propios, y sus risas. Pero eso no pareció alterar ni un centímetro de la postura de Roderick, quien suspiró y se hizo a un lado, tras hacerle un ademán a su compañero de que se apartase.

—Sí... que se vaya, anda. Solo que tenga cuidado con tropezarse en un sitio menos público.

Empiezas a caminar y alejarte de los estudiantes, del ajetreo naciente. Y finalmente observas victoriosa el arco de salida.

Cargando editor
18/06/2018, 23:28

Parecía que ya me había escapado, la salida ya estaba ahí. Se alcanzaban a ver las águilas que me iban a despedir si cruzase aquel arco. Pero no lo aguantaba más. Cerré los ojos, resoplé y los abrí antes de girarme. Mi vista se fijó solamente en Roderick, el resto era una distracción. Me ardía el estómago y tenía que soltar toda la llama que se había acumulado dentro de mí. Me acerqué con paso marcado. Lo suficiente como para no inclinar mucho la cabeza hacia atrás.

 — Parece que habéis olvidado varios cosas: la primera, —levanté el dedo—, lo costoso de vuestras bravatas casi pone en peligro el conocimiento del colegio por culpa de vuestra idea de usar hechizos de fuego. Llegando a quemar, incluso, media biblioteca. —exageré. Como si no tuviéramos bastante con que nos robaran hace un año. Continué en mi cabeza.

 — A saber cuánto conocimiento se ha perdido ya. No contentos con eso, parece que no recordáis que alguno se está pudriendo en la sala de adoctrinamiento, parece que no aprendéis. —hice una breve pausa para que recapacitaran—, es más, en vez de estar ayudando a mi compañero Mikael a organizar el desastre; estáis aquí, molestándome porque he ido a preguntar unas cosas al maestro Habard. —señalé en dirección al lugar de donde venía

— Y para terminar, ¿es que no sabéis lo que ocurre fuera de aquí? ¿De verdad? —miré un momento a mi alrededor. Por lo visto no había sólo gente del ala norte. Ahora me sentía algo abrumada—. Hay gente, de todas las clases, muriéndose de hambre y de enfermedades que nos necesitan más que nunca. Y vosotros aquí, perdiendo el tiempo en... no tengo muy claro el qué. En subir vuestro ego, supongo —me encogí de hombros—. No sé vosotros, pero me muero de ganas por aprender todo lo que pueda y usar mi conocimiento para ayudar a la gente que pueda allá donde vaya. 

Notas de juego

No me atrevo a tirar carisma otra vez, tengo muy mala suerte con los dados. xD

Cargando editor
19/06/2018, 22:09
Abzu

Justo cuando la gente empezaba a disiparse y pensar que todo había terminado, te giras sobre tus talones y decides desembocar tu cólera sobre Roderick y su secuaz.

El estudiante abrió los ojos como platos, sin esperarse esa respuesta de tu parte... ¡y vaya respuesta! Parecía que se le habían caído las palabras de la boca al suelo, y solo miraba como le ibas armando la bronca mientras que a su alrededor la gente se aglomeraba para observar el espectáculo.

—¡Mira nada más, te han dejado mudo, Roderick! —Dijo una de las chicas, acompañando el comentario con una risa en conjunto de todo el grupo.

Incluso su regordete secuaz se hizo a un lado, algo azorado por el rumbo de la conversación. Parecía que más allá de no esperarse tu respuesta; les habías tocado un nervio a ambos.

Roderick se aclaró la garganta y te respondió.

—¡Pero serás una necia! ¡¿De verdad crees que algún día te van a dejar salir de aquí?! Los de tu clase solamente se quedan encerrados en este colegio para evitar causar algún daño en el exterior. No me vengas con esas moralidades y complejos que a nadie le importan, no intentes pintar bien frente a todos cuando lo que se sabe es que solo eres otra...

Pronto, el estudiante se vio interrumpido por la figura marcial de Habard. Quien se limpiaba la boca con un pañuelo antes de acercarse al núcleo de la disputa.

—Por favor, continuad —Invitó el maestro—. Quiero ver como acaba esto.

Al instante, todo el mundo palideció, y tanto Roderick como las serpientes se quedaron sin habla. Habard siguió incitando al primero a terminar, pero parece que su presencia fue suficiente para mermar su moral.

Cargando editor
19/06/2018, 22:15
Habard

—¡Suficiente, ha sido suficiente! —Declaró el maestro, ahora con más enojo en sus palabras que otra cosa— ¡Quiero a todos los estudiantes que no estén de receso visitando sus respectivas aulas INMEDIATAMENTE! ¡Circulando todo el mundo, vamos!

Siguiendo la orden del maestro, el gentío se disipó en poco tiempo. Parece que entre ellos tus acosadores también se habían retirado. Quizás por compasión del maestro o por simple desdén de castigarle.

Un poco más calmado, se acercó a ti.

—También va para ti, joven Katelorian. Quizás he entendido mal tu percepción de leer para relajar la mente. Vamos, vuelve a tu ala antes de que te ganes problemas innecesarios.

Y fue lo que hiciste, diste media vuelta y empezaste a marchar directo a los dormitorios.

Cargando editor
19/06/2018, 22:19
Abzu

La calma volvía a tu ser con cada paso que dabas lejos del ala norte, parecía que por fin volvías a tu zona de confort mientras que te dirigías a los dormitorios. Llegas al salón principal después de pasar al lado de la biblioteca, donde Mikael debe seguir cumpliendo su sentencia a regañadientes. Finalmente llegas a las escaleras las cuales empiezas a ascender rumbo a tu dormitorio, y cuando por fin llegas al pasillo, más específicamente a la puerta de tu habitación, sueltas un suspiro de alivio tras todo lo ocurrido en tan poco tiempo.

Entras a tu habitación y observas a través de la ventana, el sol ya parece estar a poco tiempo de alcanzar la punta del cielo, indicando que se acerca el mediodía. Así que decides utilizar el resto de tu tiempo en una lectura.

Coges el libro que estabas buscando tanto rato, La Ciudad Flotante de Daramar. Solo con observar su tapa dura y echarle una rápida ojeada a las páginas te das cuenta de que se trata de un libro hecho en imprenta. Uno de los beneficios de vivir en el territorio Rindyar era que vivías en la región más avanzada tecnológica y culturalmente en todo Stohlm, por lo que cosas como la imprenta que resultaban extraterrestres en otros sitios más alejados ya eran toda una realidad en el oeste. Habías leído un poco acerca de cómo era la vida más allá de Rindyar, pero nunca te hiciste una clara idea de cómo se las vivían esas gentes. Por lo que sabías en el territorio Derchios solo habían leñadores y granjeros borrachos, mientras que en Nifwalder los bárbaros y los caballeros se codeaban por las colinas y bosques como mejores amigos.

Dejas de pensar en las tierras lejanas para concentrarte en el libro. La Ciudad Flotante de Daramar era un libro que narraba la existencia de una comunidad mágica más allá de las tierras de los hombres, que tras una serie de encantamientos tan antiguos como el mundo mismo se erigió de la tierra y empezó a errar por los cielos, alejada de los humanos susceptibles a la corrupción y a las bestias que poblaban el mundo. Donde los hechiceros humanos y las razas antiguas coexistían en armonía. La aparición de criaturas mágicas como dragones, elfos, enanos, entre otras le daba al libro una categoría más fantástica que instructiva.

Abres el libro en la última página que dejaste y empiezas a leer fragmento tras fragmento.

 

—¡Loco, esto es más que loco, es completamente demencial! —Le dijo Gralin a Yennefer mientras que la muchacha recolectaba sin mediación alguna los cristales arcanos. El acobardado enano miraba de un lado a otro, nervioso en la oscuridad mientras que su compañera investigaba la naturaleza de los objetos.

—Ya casi he terminado, Gralin —Le dijo Yennefer, para calmarle—. Cuanto antes pueda descubrir la naturaleza de estos cristales corruptos más pronto podremos descubrir al causante de esto, y evitaremos que la ciudad caiga sobre el océano. Y se muy bien que tú no sabes nadar.

El enano frunció el ceño, aunque eso no bastó para borrar el nerviosismo de su mirada. Ahí, completamente a oscuras, y a escondidas del alto consejo, cualquiera podría llegar e inculparles de ser los responsables de causar la falla en el encantamiento de la ciudad. ¡Serían algo mucho peor que criminales!

 

Así pasó media hora, y con ella se fueron varias páginas del libro, avanzaste bastante bien para ser una lectura rápida para el estrés.

 

Odriel miró al enano con desinterés, mientras que este no paraba de parlotear acerca de como ellos los habían dejado a su suerte en la Guerra del Ultraje, sin dudas el odio que los enanos le tenían a los elfos era algo más que natural, era algo nato en su especie. Mientras que el elfo se preocupaba en conversar con Yennefer, el odio de su compañero Gralin solo aumentaba más.

—Creo que tengo una pista acerca de quien podría estar detrás de todo esto. Solo alguien tan despiadado como para desear un mal como este. Solo alguien tan lunático como para realizar tal acto. Solo alguien tan astuto para pasar desapercibido. Solo alguien tan psicoticamente maligno para concebir una idea así... sin dudas se debe tratar de...

 

El sonido de la puerta de tu habitación al batirse te indica que alguien está llamando. ¿Cuanto tiempo ha pasado ya?

Cargando editor
21/06/2018, 15:53

Cuando me di cuenta dónde me había metido por culpa de mi lengua ya era demasiado tarde. Al final entré al trapo tal y como él buscaba. Roderick continuó desahogándose con sus últimas pataletas hasta que el maestro Harbard le interrumpió. Me quedé con las ganas de saber cuál era aquella última opinión sobre mí. Otra qué. Sentí presión en la mandíbula. Nunca me había sentido tan enfadada y menos mal que el maestro hizo aparición para calmar el ambiente. 

Me retiré en silencio y sin protestar. Harbard tenía razón. Quería evitar cualquier tipo de problema. No me beneficiaba. El corazón todavía me latía a mil por culpa de la adrenalina aún sin gastar pero al menos me había quedado a gusto soltando todo lo que pensaba de aquel verdadero idiota. Cuando se lo contara a Mikael no se lo iba a creer.

Tras llegar a mi habitación ya le había dado un par de vueltas a la discusión en mi cabeza. Preguntándome qué hubiera pasado de haber dicho otra cosa o si me hubiese marchado sin más. Que tenga cuidado con tropezarse en un sitio menos público. Suspiré, me puse nerviosa de nuevo. La verdad es que no fui muy consciente de aquella amenaza. Quizás no era nada y solo fue para crecerse delante de su grupo. Cogí el libro y busqué el marcador por donde me había quedado...

Yennefer se estaba convirtiendo en uno de mis personajes literarios favoritos. Me sentía identificada con ella en ciertos aspectos de su personalidad, ¿o quizás se estaba convirtiendo en un modelo a seguir? No lo sé, lo que tenía claro es que admiraba su valentía, su determinación para hacer lo correcto y su capacidad de preocuparse por los demás. Aunque fuese ficción.

Llamaron a la puerta y me arrancaron de mi fantasía. 

— ¡Voy! —exclamé mientras dejaba el libro sobre la mesa para ganar algo de tiempo. Me acerqué con rapidez a la puerta para abrirla... 

Cargando editor
25/06/2018, 18:10
Mikael

Avanzas hasta la puerta y la abres, para observar a un arreglado y sonriente Mikael. Su aspecto distaba del que habías visto antes en la biblioteca, y ahora se le veía mucho menos reacio a comportarse como un idiota.

—¡Kate! ¿Qué estás haciendo todavía aquí? Ya va a empezar la ceremonia, tenemos que irnos pero ya.

Tu compañero te miró de arriba a abajo y observó tu habitación, cuando observo el libro todavía abierto sobre la mesa te miró con los ojos entrecerrados.

—¡¿Estuviste leyendo, de verdad?! ¡Un día tan importante como hoy y lo perdiste leyendo!

Mikael sacudió la cabeza y aspiró un poco hondo. Retrocedió de la puerta.

—Bueno, mira, da igual. Ya todos los alumnos se están reuniendo en el jardín. ¿Vas a arreglarte, vienes ya o...?

Cargando editor
27/06/2018, 21:03

Puse los ojos en blanco en cuanto se quejó de que había perdido MI tiempo leyendo. Pero qué más le daba. 

No lo he perdido, —le corregí de inmediato—, he estado haciendo otras cosas por ahí. Además, ¿qué es eso de arreglarme? ¿Acaso es que estoy mal? —le miré de manera inquisidora por si tenía que añadir algún comentario más. 

Recordé que en realidad no me había lavado el pelo y que sólo me lo cepillé antes de ir a la biblioteca. No me sentía especialmente coqueta y con todo lo que había pasado en los últimos minutos se me había olvidado por completo mi aspecto.

Vale, está bien. Dame unos segundos —continué tras evaluar la posibilidad de "arreglarme" un poco—. Tardo poco, lo prometo —sonreí—. Dejo abierto.

Giré sobre mis pies y me dirigí a los cajones donde guardaba algunos lápices delineadores de ojos y un espejo. Y ahí misma, de pie, puse el espejo a la altura de mi cara para contemplarme antes de comenzar. Puse una mueca y me burlé de mi aspecto. Sonreí e incliné lo justo el espejo como para ver reflejado a Mikael.   

 — ¿Y cómo es que vas tan elegante? —sonreí—. ¿No será que querrás impresionar a las nuevas estudiantes, eh, guaperas? —reí de mi propia broma tras burlarme un poco de él.

Comencé a pintarme el contorno de los ojos de un tono oscuro. Incluso hice ese gesto ridículo con la boca para abrir un poco más los ojos y que fuese más fácil maquillarlos. Una vez acabado, guardé las cosas en el cajón de nuevo. Con el pelo ya no podía hacer nada, así que volví a atusarlo por detrás del cuello dejando un par de mechones a los laterales para redondear la cara.

Venga, venga. Te sigo —dije tras cruzar la puerta de mi habitación y cerrarla tras mi espalda. 

Cargando editor
29/06/2018, 18:32
Mikael

Mikael estaba apoyando su cuerpo a el borde de la puerta, mientras que se arreglaba unos botones. Luego de eso se cruzó de brazos mientras que te observaba maquillarte. Cuando mencionaste su arreglado aspecto se encogió de hombros y sonrió. —Uno tiene que verse a la altura de la ocasión, Kate. —Fue su respuesta, mientras que hacía una reverencia en tono burlón.

Entonces mientras empezabas a sombrearte los ojos, te percataste a través del espejo de Mikael; quien tenía la mirada puesta en otro sitio en el tiempo. Y fruncía el ceño pensando en algo.

—¿De verdad crees que nos dejen salir de aquí? Es decir... después de tanto tiempo... ¿Crees que nuestras familias nos estén esperando? ¿O si quiera querrán volver a vernos? Es decir, míranos, somos especiales. Podemos encender fuego en nuestras manos, disparar rayos a través de nuestros dedos, hacer cosas increíbles... pero para las gentes de afuera no somos más que fenómenos. Un peligro. Bombas de tiempo con piernas que podrían estallar en cualquier momento...

Mikael se quedó viendo a la ventana y se chupó los dientes.

—Solo quisiera de verdad poder salir, y visitar a mi familia. Apuesto a que mi hermano menor Yosef... ¿No te conté de él nunca? Bueno, apuesto a que ya debe ser todo un hombrecito. Cuando me "mudé" el tenía solo tres años. Al menos él si podrá volverse el genio mercante que mis padres querían que yo fuese... antes del incidente —Mencionó, con un encogimiento de hombros—.

Lo que decía Mikael era cierto. Para el resto del mundo, tu eras un peligro que por gracia de los dioses estaba contenido en esta institución. Sabías que en el exterior la gente sentía extremo recelo hacia los tuyos, llegando al grado de ser capaces de capturar y asesinarlos en plena calle; por eso muy pocos abandonaban la seguridad de Fiol y el colegio, no querían arriesgarse a ser acusados por algún fisgón y acabar sus días en lo profundo de una mazmorra tras una severa paliza. El mundo de afuera era uno cruel, uno bastante cruel para aquellos que no jugaban bien sus cartas. Un escalofrío recorrió tu espalda mientras que pensabas que tanto deseabas poder abandonar el colegio.

Finalmente terminaste de arreglarte lo más posible y pasaste por un lado de Mikael antes de cerrar la puerta. Tu compañero silbó al verte pasar.

—Bueno, casi haces el engaño —Comentó, gracioso— Con eso bastará por ahora, aunque tendré que decir que no vienes conmigo.

Empujaste a Mikael por esa broma, y ambos empezasteis a reír mientras os dirigíais al patio principal.

Ya llegaba la hora.

Cargando editor
29/06/2018, 18:49
Abzu

Seguiste a Mikael a través de los jardines, y pudiste observar que ya otros estudiantes se hallaban en camino al sitio de reunión. Pasaban a tu lado con prisa y otros iban más detrás de vosotros. Mikael no parecía reparar en ello, desde hace un buen rato que estaba absorto en sus pensamientos y poco habías logrado para arrancarle de su ensimismamiento. 

El jardín del colegio siempre te había resultado uno de los mejores sitios del mismo. Estaba lo suficientemente cuidado como para ser transitable por los estudiantes y el personal, pero tenía un aspecto derruido e invadido por la vegetación que le daba ese aura de misticismo, cada vez que te lo podías permitir, acudías al jardín para despejar la mente. Tenía incluso un pequeño río que conectaba a un lago cercano, y te acercaste a unas escaleras que más adelante tenían un corto puente. Más adelante podías ver que estaba reunida toda la gente, sentados en gradas con vista al frente de un campo abierto.

Si avanzabas, sabías que ibas a tener que quedarte. Y un rápido vistazo a Mikael te hizo saber que él tampoco estaba seguro si lo mejor era avanzar. A pesar de que era lo único que había querido todo este tiempo.

Si todavía tenías un asunto pendiente por resolver, quizás este era el momento.

Cargando editor
02/07/2018, 18:35

Sonreí cuando Mikael habló de su hermano de aquella manera cariñosa sobretodo porque me sentí bastante identificada con él. Al segundo, mi pensamiento se desvió hacia mi padre. A él no le hizo ninguna gracia que yo acabara aquí. Aunque por suerte tampoco esperaba de mí que me conviertiese en un genio mercader o en un destacado guerrero. Pero, ¿y si aún así no me aceptaba de vuelta? Para mí era lo único a lo que podría considerar hogar. Y si no podía volver, ¿a dónde iría?

Mikael tenía razón. La mayoría de la gente nos temía porque no eran capaces de comprender nuestro potencial. Para algunos resultábamos peligrosos debido a nuestro poder y eso nos hacía objeto de caza por aquellos que tenían algún tipo de complejo de inferioridad. En cualquier caso, no podía preocuparme ahora de estos temas. Ni siquiera sabíamos si habíamos sido elegidos. Y tampoco tenía claro que fuese a salir viva después de lo que había pasado con Roderick.

Conforme más nos acercábamos a la congregación y más gente pasaba a nuestro lado, más ansiosa me sentía. No eran nervios de manera personal, más bien incertidumbre y ganas de saber quiénes eran los afortunados elegidos. Quería saberlo ya. O bien para morirme de la envidia, o bien parar sucumbir a los nervios. Me sentía emocionada. Ya sólo nos quedaba aquel puente que cruzaba el río. Miré a mi compañero, que llevaba silencioso casi todo el camino pensando en sus cosas, al igual que yo. Y ya iba siendo hora de quitar hierro al asunto. 

Habard me contó que en su prueba tuvo que combatir a base de hechizos contra otro de los estudiantes. —solté antes de cruzar el puente—. Imagínate si te toca a ti contra alguien del ala norte, con las ganas que te van a tener... Pero vamos, que tú ya tienes experiencia y eso —le miré y sonreí antes de comenzar el cruce del puente. 

Cargando editor
06/07/2018, 18:40
Mikael

Tus intentos de animar a Mikael dieron resultado al verse como tu compañero salía de su ensimismamiento para responderte con un cabeceo y una sonrisa un poco más segura. Se aclaró la garganta y se apartó un mechón de la cabeza.

—Solo espero que no tengamos que combatir contra nadie... no quisiera volver a tener que limpiar el desastre después de todo el jaleo que se pueda formar.

Rió divertido mientras caminaba por el puente, ahora con los nervios aplacados de momento.

—Bueno... aquí vamos.

Cargando editor
08/07/2018, 20:19
Abzu

Sigues caminando hasta atravesar el puente, y ves delante de ti el patio trasero del colegio. Un centenar de personas te dan la espalda mientras que van siendo organizados por los profesores en asientos, vas atravesando la marea pensando que jamás podrás tomar asiento hasta que un sutil tirón de mangas de Mikael te indica a donde ir. Sigues avanzando entre el montón de estudiantes hasta que finalmente encuentras a tu grupo de estudio, decides tomar asiento y saludas a tus compañeros del ala sur, quienes te devuelven el saludo con entusiasmo.

Con algo más de suerte, puedes observar con claridad el sitio desde donde estás. Los profesores guían a los alumnos hacia sus asientos con orden y por grupos. Puedes ver a Habard guiando a un grupo del ala norte hacia sus asientos antes de caminar hacia el centro de la reunión donde se halla una tarima no muy elevada.

Los alumnos hablan y susurran mientras que los profesores que quedan se dirigen a la tarima, donde toman asiento. Sea lo que sea que vaya a pasar, parece importante.

Te acomodas en el sitio y ves que Mikael se levanta rápidamente de su asiento, intentas detenerle y preguntarle que es lo que ocurre, a lo que él responde:

—Tengo que ir a buscar una cosa antes de que esto empiece... Guarda mi asiento, por favor, Kate —Dijo mientras que se empezaba a alejar de ti, pero antes de eso se giró para decir algo— Mucha suerte.

Tras esto, tu compañero se retiró a trote de vuelta hacia el colegio. ¿Pero qué le pasaba? ¿Es que no tenía idea de lo que estaba pasando? Empezaste a buscar razones por las que Mikael, el alumno más "aplicado" que conocías se estuviese devolviendo al colegio apenas empezar la ceremonia. Pensaste en levantarte, pero una voz te detuvo. Se trataba del director Strauss. Quien acalló inmediatamente a los alumnos tras carraspear y alzar un poco el tono.

—¡Bienvenidos, alumnos, profesores y empleados! Como sabréis, hoy es un día especial. Hoy es la tan conocida ceremonia de los Magister de la que hemos estado hablando durante todo el año. Hoy se elegirán a los veinte mejores alumnos de las distintas alas en la institución para someterlos a las Pruebas que les permitirán llevar su aprendizaje a un nuevo nivel.

La voz del director fue respondida con aplausos, y este sacó una lista que empezó a leer con cuidado antes de continuar.

—Con esto dicho, empezaré a nombrar a los alumnos en cuestión para su traslado. Tras esto podremos continuar con la celebración. Empezando con Rolf, Varrick, Heissen, Stepan y Douglas del ala este. Matthew, Lee, Anne, Yohann y Cristopher del ala oeste. Roderick, Cressida, Jaxon, Trevor y Clarke del ala norte y Justin, Ismael, Evelyn, Katelorian y Susan del ala sur. Estos son nuestros veinte mejores estudiantes que procederán a las pruebas del Magister.

La muchedumbre estalla en aplausos y vítores, mientras que los alumnos elegidos se van levantando con la sonrisa más ancha de sus vidas y empiezan a caminar hacia el maestro Habard quien los va agrupando. Deseaste gritar de la emoción a tu compañero Mikael quien... ¿No había sido elegido? ¿Y donde estaba? ¡No era posible! ¿Como un cretino como Roderick podía tener acceso a las pruebas y tu compañero no? Te levantaste y empezaste a caminar hacia Habard.

Cargando editor
08/07/2018, 20:43
Habard

—Muchas felicitaciones, chicos. Habéis trabajado duro para llegar hasta este momento, esperemos que os encontréis a la altura de la situación. 

El profesor os iba guiando a través del patio y a las espaldas del grupo la gente empezaba a levantarse para disfrutar de una pequeña feria que ahí se estaba organizando. Podías ver a los alumnos con los que te encontrabas bastante callados a excepción de algunos murmullos del ala norte. Miraste la espalda de Roderick quien caminaba sonriente tras Habard y más adelante del grupo pudiste notar una estructura similar a un pequeño palacete. Quizás ahí se desarrollarían las pruebas.

Si deseabas preguntar o decir algo, quizás ahora era el momento.

Cargando editor
10/07/2018, 16:42

Me quedé guardando el sitio de Mikael impaciente por comentar los primeros elegidos. Quería contarle el altercado con ese tal Roderick que habían seleccionado. Miré a mi alrededor. Seguía sin estar o sin venir de camino. Estaba dispuesta a matarle como tardase unos segundos más. Dejar el ala sur para el final tampoco ayudaban a mis nervios. Fueron nombrando a mis compañeros. Con cada nombre que no era ninguno de nosotros dos, más nerviosa me ponía. Menos posibilidades quedaban... ¡Por fin! Mi nombre, ahora tocaba el de... ¿¡Qué!? 

Ni siquiera estaba para recibir la mala noticia. ¿Lo sabía? ¿Por eso se fue antes? Seguía mirando a todos los lados buscándole con la mirada. Me quedé en silencio durante el camino. Por una parte me alegraba de haber sido seleccionada. Por la otra me sentía preocupada por Mikael. Había desaparecido y tampoco había sido elegido cuando totalmente se lo merecía. ¿Había afectado el altercado de la biblioteca en su selección? ¿Se había echado al traste todos estos años de trabajo por una discusión que ni siquiera había empezado él?

Mientras nos movíamos con Habard en grupo, miré una vez más hacia atrás por si acaso había vuelto pero no le encontré. Sólo quedaba continuar hacia adelante y preguntarle qué ha pasado después. Algo sabía. Tomé aire y lo solté con lentitud para tratar de eliminar mis nervios. Clavé la mirada en Roderick unos instantes y después eché un ojo a mis compañeros. Quizás fuera a necesitar su ayuda en algún momento durante las pruebas, sobretodo si Roderick hacía piña con sus compañeros de ala...

Cargando editor
13/07/2018, 00:41
Abzu

Miras hacia atrás varias veces, pero no logras ver a Mikael por ningún lado entre el gentío que se va aglomerando a tus espaldas. Parece que no queda otra opción más que seguir avanzando, eventualmente Habard os haría entrar al edificio y guiaría al grupo a través de unos pocos pasillos. Llevándoles así a una amplia sala.

Se trataba de un gran sitio de reunión, en medio del lugar se hallaba una enorme mesa redonda y varios guardias armados se encontraban en los alrededores. Te parecía curioso, ya que sus colores eran los de la casa Rindyar, lo que significaba que no eran simples guardias de Fiol, si no que venían seguramente de la capital. Del otro lado se encontraban ocho figuras que inmediatamente reconociste como los Magister. Su simple presencia lograba causar sentimientos en los compañeros a tu alrededor, y no era para menos. Estaban todos frente a los seres humanos más poderosos en el mundo y pronto seríais probados por ellos. La visión más allá de emocionante parecía aterradora.

Los hechiceros llevaban mascaras doradas y velos que les cubrían completamente los rostros, y algunos incluso llevaban guantes. Sus movimientos más allá de lucir humanos eran casi mecánicos. Habard se hace a un lado de la habitación y os ordena tomar asiento, cosa que todos obedecen sin perder de vista en ningún momento de los magister. Pronto el maestro se quedaría en un lado de la sala y todos estaríais cubriendo la mayoría de los asientos.

En el otro lado de la sala otra persona se unió al grupo de hechiceros, y lo reconociste como el noveno magister. Abrió los brazos y saludó.

—Bienvenidos seáis, alumnos —Dijo con una voz de mujer debajo de los ropones y la máscara—. Mi nombre es Erembia, y represento a los magister que se encuentran aquí reunidos para observar vuestro desempeño y hacer una decisión. A continuación vamos a proceder con las pruebas pertinentes para obtener los resultados que deseamos. Seréis sometidos a varios hechizos de protección para evitar cualquier accidente, y seréis probados de forma individual en cada habitación de este edificio. ¿Tenéis alguna duda?

La mayoría de estudiantes estaban demasiado intimidados para preguntar, otros ni siquiera tenían dudas en concreto. Más temprano que tarde, Roderick alzó la mano tímidamente y con el ceño fruncido. Antes de hablar.

—¿... Es verdad que tendremos que luchar entre nosotros?

Solo el silencio fue su respuesta durante varios segundos. Pero la mujer respondió.

—No, Roderick. Es una prueba que desechamos hace un tiempo. Nadie luchará contra sus compañeros durante estas pruebas...

La magister seguía respondiendo a las pocas dudas que le iban disparando, pero todos sabían que era cuestión de tiempo para iniciar su primera prueba. ¿Ibas a preguntar o solo esperarías a que iniciasen las tan esperadas pruebas?

Cargando editor
16/07/2018, 17:09

¿Hechizos de protección? Pregunté en mi cabeza. Igual este año renuevan los enfrentamientos entre alumnos. Roderick casi materializó mis pensamientos y me sentí aliviada por la respuesta de la magister. Si Roderick tenía una oportunidad de vengarse de mí iba a ser durante las pruebas. Parece ser que iba a tener que esperar a otra situación. Aún así, nos iban a proteger frente a... ¿qué exactamente?

Decidí no preguntar nada. Me asaltaban muchas dudas pero no quería mostrarme como una persona preguntona y menos delante de Roderick. Quizás incluso ya nos estaban evaluando. ¿Cuánto iban a durar las pruebas? ¿Cuáles eran los criterios de evaluación? ¿Podíamos trabajar en equipo con otros participantes? ¿Cuántos iban a ser seleccionados? Miré a mis compañeros por si alguno hacia dichas preguntas o si ya daban paso a la evaluación.

Cargando editor
27/07/2018, 15:35
Abzu

Para tu infortunio, los demás alumnos se encontraban tan atemorizados como tú. Solo unos cuantos se mostraban realmente seguros por no decir confiados, entre ellos se hallaba Roderick. Quien había adoptado un rostro decidido y no tan despreciable desde que se halló en presencia de los magister. Ni una sola pregunta fue realizada después de las que ya habías escuchado, y eso era una mala señal. Lo que quedaba era tomar asiento y esperar las próximas instrucciones.

—Como habéis aprendido. Esta prueba decidirá el siguiente paso en vuestra senda de aprendizaje. Los secretos de la magia se os irán revelando en horizontes que no habíais imaginado antes. Pero antes debemos separar a los que están preparados de los que no, y a estos les daremos la oportunidad de seguirnos en nuestros viajes. No os preocupéis al no ser seleccionados; siempre tendréis tiempo para pulir vuestras capacidades y demostrar vuestros meritos por cuenta propia. Con esto dicho daremos inicio a la primera de las pruebas.

Erembia asintió con la cabeza a uno de los asistentes, el cual se acercó a la mesa y fue depositando una copa a cada estudiante, junto con un pequeño hatillo de tela con un extraño condimento también de color rojo que formaba en él un montículo diminuto.. El interior tenía un líquido rojizo como el vino. Tras esto, dejó un cristal opaco que movió con una vara hasta el centro de la mesa.

—Frente a vosotros tenéis algo para refrescaros los labios, por favor vertid la especia en el vino y tras esto, daremos inicio a vuestra primera prueba. La prueba del valor. Ahí será probada vuestra capacidad mágica en bruto, lo que sois capaces de hacer en un escenario predilecto. Sentíos libres de empezar cuando queráis.

Tras esto, uno de los hechiceros empezó a gesticular con los dedos y a murmurar encantamiento tras otro. Asistido por un par de sus compañeros, alimentaron al opaco cristal que entonces empezaba a adquirir un lumínico color azul desde su interior. La energía con la que se imbuyó había provocado que el objeto empezase a flotar a pocos centimentros de la mesa, aunque sin salir del sitio.

Ves a tu alrededor y solo descubres a los alumnos observando perdidamente sus copas. Empezaron a vertir la especia sobre el vino y la mezclaron hasta que se diluyera, pero nadie se atrevía a dar el primer sorbo. Una de las víboras decidió tener algo de iniciativa, quizás para impresionar a los magister, y empezó a beber del líquido. Hizo una mueca al terminar y los demás siguieron su ejemplo. Instantes después, todos empezaron a adquirir una apariencia más cansada y adormecida, mientras que se quedaban observando el brillante cristal fijamente. Algunos se tardaron más, otros menos en realizar este proceso. Roderick frunció los labios y terminó haciéndolo también.

Miras tu copa, preparándote.

Notas de juego

Realizar la mezcla y beber te trasladará a una nueva escena.